¿QUÉ ES LA MUERTE?
La muerte es un misterio para la humanidad. Al parecer los únicos que podrían explicarlo exactamente, son aquellos que han pasado por ella y ya no están para decirlo.
En el pasado, la gente estaba más acostumbrada a ver la muerte más de cerca y más a menudo, ya que las plagas eran muy frecuentes y la medicina no estaba tan evolucionada como ahora, por lo tanto, la muerte les era en cierto sentido familiar. Es por esto que hoy en día la negación a la muerte es mucho más latente y difícil de aceptar en las sociedades modernas (Seale, C. 1998).
Tal vez la primera definición que se aprende respecto a la muerte es la que la declara como la separación de alma y cuerpo, definición que las personas posiblemente desde su niñez aprenden y aceptan sin llegar a cuestionarla o preguntarse de qué tipo de separación se trata.
Todas las personas han visto a un miembro familiar o amigo, e incluso, a ellos mismos en problemas médicos. Algunos de ellos se encuentran conscientes de que están viviendo con una pena de muerte suspendida, una vulnerabilidad que podría llevar a un resultado fatal en algún futuro desconocido.
En este capítulo se tratarán algunas definiciones de grandes filósofos y pensadores que han existido a lo largo de la historia de la humanidad, casi en su mayoría según Reyes Zubiría (1996).
Platón afirmaba que el morir era abandonar el cuerpo; vivir era alcanzar el verdadero conocimiento. En cuanto a su maestro Sócrates, expresaba de la muerte lo siguiente: Quiero explicarles cómo es natural que un filósofo esté alegre ante la presencia de la muerte: los que realmente se aplican al conocimiento de la filosofía están directamente y por su propia voluntad, preparándose para morir, sería absurdo que se turbara cuando llegara el momento para el cual se ha preparado por largo tiempo. Los verdaderos filósofos hacen del morir su profesión .
Para Aristóteles, el alma era el motor que movía al hombre y el cuerpo la sustancia material. El hombre no era solo cuerpo y no solo alma, sino que era un cuerpo animado por el alma. Al morir el cuerpo, el alma dejaba de animarlo, entonces el hombre dejaba de existir.
Epicuro pensaba que la muerte era el momento en el que la vida llegaba a su fin; si algo llegaba a quedar, como podía ser el cadáver, el alma o el recuerdo afectuoso, no sería la vida. En una de sus frases más célebres decía: Si somos, la muerte no es; si la muerte es, nosotros no somos.
Santo Tomás de Aquino definió la muerte como la separación del cuerpo y la mente, aunque para él la unión de alma y cuerpo era algo sustancial, por lo que al ocurrir la separación, el cuerpo ya no era el hombre, sino sólo un cadáver.
Freud por su parte, aseguraba que para el inconsciente del ser humano, la muerte, por más natural que la quisiera ver, siempre sería una asesina. Observaba, que los seres humanos no creen que van a morir algún día; lo saben, mas no lo asimilan, y decía que todos estaban listos para una inmortalidad heroica, esperando que algo suceda y no tengan que morir. También afirmaba que todos ponen parte de su ser en las personas que aman, por lo tanto al perder a estas personas pierden algo de ellos mismos. Así mismo, argumentaba que cuando muere alguien a quien se ama, surge cierta ambivalencia, ya que emerge en quien sufre la pérdida el triunfo de la supervivencia y solo lamenta y siente ese dolor porque pierde la parte de su ser que puso en la persona amada que murió (Seale, C. 1998).
Para algunos la muerte es una amiga, pero para la mayoría es una enemiga, porque se ve en ella solamente su potencial de destrucción, el que acaba con la vida. Por otra parte, se sabe que quitarse el miedo hacia la muerte, es poder vivir con plenitud.