CAPÍTULO 2
La mayoría de nosotros se ha expuesto a las imágenes de los medios de comunicación populares, como son una sarta de escenas sentimentales y melodramáticas de lo que son las despedidas de este mundo.
1) Sociedad Occidental
Según Lofland (1985), leído de De Vries (1999), en el mundo occidental ha disminuido el número de personas con quienes un individuo desarrolla una relación significativa. Al parecer la modernización está individualizando y restringiendo a las personas a tener una cantidad límite de relaciones interpersonales. Por lo tanto, en el mundo moderno ha aumentado y se le ha dado una mayor importancia a esas pocas personas con quienes se desarrolla un lazo trascendental. Precisamente el tener con pocas personas una relación de dichas magnitudes ocasiona que la pérdida de ellas sea mucho más devastadora que en sociedades donde se producen relaciones significativas con un número mayor de personas.
Se podría tener la apariencia de que la modernización, por el contrario, da la oportunidad de tener múltiples relaciones, pero éstas suelen ser más superficiales, e incluso secundarias, ya que son hechas con un propósito ajeno al tener una amistad (De Vries, B.1999).
Nuestras perspectivas personales han sido influenciadas a través de las experiencias durante la niñez. De hecho la conducta del adulto nos muestra a personas agonizantes que permanecen en el lecho de la familia, y lo que es tan horrible y misterioso es que nosotros ni siquiera debemos hablar de ellos.
En cuanto a la perspectiva acerca de la muerte, se encuentra influenciada en mayor parte por la educación, los roles y las responsabilidades que cada persona tiene.
Normalmente la muerte es concebida como una transición de una existencia a otra.
A continuación se presentan las distintas perspectivas de la muerte en roles específicos, según R.,Kastenbaum (2000).
Tanto enfermeras y médicos no tienen un curso sobre este proceso como parte de su educación profesional, por lo que generalmente desarrollan perspectivas personales al tratar estos casos.
Se espera que las enfermeras lleven a cabo órdenes del médico. Los médicos se esfuerzan por la vida y ven a la muerte como un fracaso en su desempeño. A pesar de las diferencias importantes entre el clero, enfermeras o médicos, por citar ejemplos elementales, es probable que tengan sus perspectivas personales y profesionales puestas a prueba en el momento de cumplir con sus responsabilidades hacia personas en fase terminal.
En cuanto a los antropólogos y sociólogos, se dice que generalmente los dos se enfocan principalmente en el punto de vista de la comunidad. El proceso agonizante puede generar inestabilidad y conflicto. O se afirman valores culturales o se debilitan. Cómo se trata a las personas durante su pasaje final y los ritos conmemorativos subsecuentes; cómo mueren los individuos y cómo se comportan ante este proceso; para ellos todo esto es un indicador del propio estado de salud de una sociedad.
Hablando de lo que son los consejeros y psicólogos clínicos, a menudo se les llama para servir a las personas cuyas vidas están en el asimiento de muerte. Su ayuda y las técnicas terapéuticas que han aprendido resultan ser de gran utilidad, pero difieren de proporcionar una perspectiva comprensiva, ya que los psicólogos nos dicen bastante sobre la vida, mas en este caso, es muy necesario hablar sobre el proceso de morir.
Los estudios revelan que los hispanos están dispuestos a intentar diferentes métodos para prolongar la vida de su paciente (Braun, K. L. y cols. 2000).
Resulta inevitable que cuando la muerte llega repentinamente a personas de cualquier edad, tiene un efecto en el orden social que las rodea, que incluso puede llegar a ser devastador (Seale, C. 1998)
2) Sociedad Mexicana
Muchas veces se ha dicho que los mexicanos se ríen de la muerte y hay quienes sí lo han creído. Sin embargo, en el momento de estar cerca de ella de manera directa o indirecta, se dan cuenta de que no es así.
El mexicano nace de la unión de dos culturas, la prehispánica y la española, y para la muerte es mucho más que solo sentimientos religiosos.
Desde el nacimiento del pueblo mexicano, se tiene un concepto muy propio y muy especial sobre la muerte: la muerte es sagrada, y de lo sagrado nadie se ríe (Reyes Zubiría, L. 1996).
En las distintas civilizaciones existentes en el México Prehispánico la muerte estaba muy relacionada con los dioses y otras vidas.
Para lograr comprender el significado de la muerte para las etnias mexicanas, se pondrá especial énfasis en la Festividad de los Muertos. Se tiene la creencia de que en esos días los difuntos regresan del más allá para visitar a sus parientes aun vivos, por lo que todos deben estar alegres; hay música, se brinda por los muertos y se les espera con todo lo que a ellos les gustaba, predominando la comida; en algunas poblaciones se hacen caminos de pétalos de flores para mostrar a las ánimas cómo llegar a la casa, en dónde está el altar que les dará alimento por los olores de las ofrendas (Reyes Zubiría, L. 1996).