El Génesis de la Poesía

 

 

En inscripciones jeroglíficas egipcias del 2600 a.C. se han encontrado tipos de poesía: canciones, se ha conservado la letra y no la música, que abarcan géneros diversos como lamentos, odas, elegías, himnos. Muchas de ellas tienen significación religiosa, rasgo que, además de acercarlas a la poesía de otros pueblos antiguos como sumerios, hititas, asirio-babilónicos, judíos, permite enunciar la hipótesis de que los orígenes de la poesía se encuentran en la expresión comunitaria, probablemente asociada con la danza, del espíritu religioso. La canción funda la poesía. Cantos de labor (también encontrados en inscripciones funerarias egipcias del tercer milenio a.C.), nanas, canciones de juegos y otras formas acompañantes de actividades rítmicas debieron desarrollarse al mismo tiempo que las canciones religiosas. El aspecto ritual de la poesía es aún evidente en las canciones de muchas culturas, entre los chamanes y en fórmulas de encantamiento, ensalmos y conjuros, como el que se dice en Galicia mientras se enciende el orujo para hacer la quemada.

También la poesía narrativa remonta sus orígenes a la práctica religiosa. En diferentes momentos de su evolución, las canciones épicas cuentan los mitos de la creación y de los dioses; la vida de los semidioses; y, finalmente, la vida de los héroes históricos. Así ocurre con la epopeya babilónica del Gilgamesh, con la liada y la Odisea de Homero, con el Ramayana y el Mahabharata indios, la epopeya medieval francesa Chanson de Roland, la anglosajona Beowulf, la castellana del Cantar de mío Cid. La poesía de índole dramática también está vinculada a lo religioso, como ocurre en los antiguos festivales griegos y en la liturgia cristiana.

 

 

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