Luego
de la lluvia...
Por Zarzamora
Capitulo 14
Salí
de la casa de Kino, mi mente ahora era confusión, pero algo de felicidad
trataba de pelearse con el anterior sentimiento. Observé a Kino mirándome
desde la puerta de su casa, me sonrió y se despidió con su mano,
repentinamente un viento gélido paso ante mí y me abrasé a mi misma para no
sentir el frío helado. Presioné el saco contra mi cuerpo y ajusté mi bufanda,
había una cortísima distancia entre ambas casas, pero el frío era arrasador,
al llegar a mi casa saqué la llave del bolso, las manos me temblaban y se sentían
frías, estas cayeron y me agache a buscarlas, nuevamente traté de abrir la
puerta, estaba vez con excito. Recordé que debía llamar a Touya decirle que
todo entre nosotros había terminado y preguntarle la razón de su mentira.
Subí las escaleras a máxima velocidad, todo estaba oscuro, razón por la cual
tropecé con una mesita que se encontraba en mitad de mi camino hacia la
habitación. Al llegar a esta me quité el abrigo, colgándolo junto a la
bufanda en el perchero, busque el interruptor de luz y al prenderlo quedé
azorada, Mikako y Touya me observaban sentados cómodamente en mi cama, la
mirada de Mikako denotaba odio mientras que Touya me dirigía una de sus miradas
incomprensivas.
-Qué hacen aquí?- grité asustada- como lllegaron?
-Hola primero que todo Rin Makimachi- mee corrigió la joven de cabellos claros y
ojos oscuros con odio.- Y segundo, tu madre nos permitió pasar, luego dijo que
debía que ir de compras así que aquí estamos.
-Aquí estamos- repitió Touya como sí fueera el eco de la voz de Mikako, sus
ojos carecían de brillo.
-Aún no responden mi segunda pregunta- lles grité asustada- qué hacen aquí?-
sus miradas me estudiaban furibundas.
-Venimos a dejarte algunos puntos en claaro- Mikako escupía cada palabra con
odio mientras que Touya se limitaba a acariciar su cabello como si fuera su
sirviente.
-Exacto- dijo el de cabello castaño besáándole el cuello.
Yo no proferí sonido, dejé que Mikako continuara y observé la desagradable
escena, Touya besaba las manos, el cuello, la boca, la frente, todo en Mikako
mientras ella se mantenía inmóvil y me hablaba.
-Aléjate de Kino- gritó parándose de gollpe y corriendo a Touya-NO te
conformas con que te dejó por momentos a Touya- dijo señalándolo y el comenzó
a besarle el brazo.
-Me das repulsión- gritó Touya con odio-- haces sufrir a MI mikako- dijo
poniendo énfasis en el MI- Me ofrece para que te diviertas un rato y dejes en
paz a Kino y no te conformas con eso!- gritó parándose al igual que Mikako y
avanzando hacia mí con un gesto amenazador.
-Porqué dejas k Mikako te use?- preguntéé totalmente confundida. Más preguntas
invadían mi mente.
-Si yo hago lo que Mikako diga se que allgún día me querrá como el único en
su vida y no como al lacayo que usa de vez en cuando para sus planes o para
diversión propia- explicó dirigiéndole una mirada de ternura a Mikako
mientras que esta lo miraba con asco.
-Sufrirás las consecuencias si no t alejjas de él- me advirtió mikako, touya
me observó amenazador y se fue tras Mikako, oí como la puerta se cerraba y me
arrodillé del susto, tomé mi cabeza y comencé a llorar.
No era justo que intentaran separarme de Kino. No era posible que Touya fuera un
lacayo de Mikako, no podía creer que aquel beso hubiera sido sin sentimientos,
aquellas palabras eran actuadas...
RiinG RiiNg
El sonido del teléfono explotó mis oídos invadiendo toda mi habitación, corrí
a atenderlo, temía que fuera Mikako pero deseaba que tras la línea se
encontrara el joven frío que había cautivado mi corazón
Por primera vez mis deseos se cumplieron.
-Rin, Rin que hacían Mikako y Touya en ttu casa- me preguntó extrañado y en su
tono frío se había interceptado la curiosidad y preocupación.
-Venían a advertirme que no andara contiigo- dije entre sollozos- resulta que
Touya actúa como un sirviente de Mikako y hace lo que ella desea para que la amé
alguna vez únicamente a ella- le expliqué mientras lágrimas recorrían mis
mejillas y empapaban el teléfono.
-Tranquila Rin, no llores- me dijo de maanera calma tratando de tranquilizarme.-
deseas que vaya a tu casa?
-No, temo que te hagan daño o me lo hagaan a mí- mi voz flaqueaba.
-Entiendo...iré muy sigilosamente- Noté que no podría cambiar su opinión, aún
así intente.
-No lo haga...- le rogué al tubo del telléfono, tras la línea se escuchaba un
sonido pausado, el tono de cuando ya han cortado.
Capitulo 15
La
luna se reflejaba tras la ventana, las estrellas la acompañaban con un bello
similar. En ese entonces yo temí por mi vida y la de Kino, el vendría a toda
costa pero...¿Qué si Mikako y Touya atentaban contra nosotros? Ya habían
hecho muchas locuras, nada me extrañaba de ellos.
Al darme vuelta oí como sonaba el timbre de mi puerta, corrí a abrirla,
necesitaba del cuidado de Kino mas de lo que me imaginaba.
Al abrir la puerta se encontraba aquel ser al que tanto amaba, su cabello negro
estaba empapado, al parecer, el había tomado un baño mientras Mikako y Touya
hacían su confesión. Kino tiritaba de frío y yo, por supuesto, lo invité a
entrar.
-Siento haberme tardado- se disculpó Kinno cabizbajo, se encontraba muy triste.
-Olvídalo- dije acariciando su rostro, llo que pareció incomodarle- sucede
algo?- le pregunte extrañada, esperaba que nada sucediera, pero me equivocaba.
-Creo que no debemos estar juntos Rin, ttu vida corre peligro junto a mí, quiero
que sepas que te esperare por siempre, te esperaré hasta que todo esto se haya
solucionado.
Torrentes de lágrimas surgieron de mis ojos.
-No es posible- le grité- debemos permannecer juntos- negué con la cabeza y mi
cabello castaño oscuro se sacudió.
- Es lo mejor, no quiero que por mi culppa algo malo suceda- antes de que pudiera
contestar, se escabulló por la puerta entreabierta, noté que el se encontraba
sumido en una profunda tristeza, al salir, escuché como profirió un gritó.
Abrí la puerta y miré hacia afuera, Kino se encontraba lanzado en el cielo,
touya lo había inmovilizado, y Mikako observaba la escena con una sonrisa en el
rostro...