UN REENCUENTRO CON EL AMOR

Por Yushi

  Capitulo 2

En el interior del último apartamento de una zona residencial, un joven de cabellos castaños volvió su atención a una linda chica en bata rosa caminando hacia ella

 Tai: Si, soy yo Mimi

Mimi: Oh Tai...- la chica abrazó a su amigo cuando estuvo frente a ella

Tai: Perdona por haber entrado a tu casa, pero  cuando no contestaste me preocupe mucho por ti.

Mimi: No importa Tai – dijo sin dejar de abrazarlo, de pronto recordó la penosa situación en que estaba y lo soltó – Debo ir a vestirme, espera aquí.

 

Mimi entró a su habitación mientras que Tai observaba el apartamento, sin duda alguna Mimi era una de las personas más ricas de esa zona, todo lo que había ahí debía costar mas de dos mil dólares, aún así, lo que más le llamó la atención era que no había ninguna foto. Cuando Mimi estaba lista, ambos se sentaron a desayunar.

 

Mimi: ¿Y a que se debe tu visita Tai?

Tai: Pues vine a ver como estabas – dijo un poco serio

Mimi:  ¿yo?, pero si estoy muy bien

Tai: No Mimi, Michel me llamó y me contó que ustedes terminaron, lo siento mucho- su acompañante bajo la vista por unos segundos para después voltear a verlo con una sonrisa un poco forzada.

Mimi: No quiero hablar de eso Tai, pero no te preocupes por mi que estoy bien – la muchacha observo su reloj y se levanto de la mesa. –Debo irme Tai, traere la comida a las 3 en punto si te parece.

Tai: Si, esta bien, buena suerte.

 

La chica salió de su apartamento y fue a su trabajo, un restaurante de mucha fama en el que trabajaba por las mañanas, sin olvidar que era la dueña del lugar. Para ese día debía preparar un banquete para 500 personas. Para cuando llego, todos sus empleados ya había comenzado los preparativos. Mientras tanto, Tai estaba sentado en el lujosos sillón de Mimi, con el control remoto en la mano buscando un buen programa en la TV, recorrió los 300 canales de paga que su amiga contrataba y no encontró nada que le interesara, así paso su mañana, viendo TV y después escuchando los CD’s de música de Mimi. Para cuando ella regreso, Tai estaba mas aburrido que una ostra y sin nada que hacer.

Mimi: ¡Ya regrese!- grito desde la entrada mientras dejaba sus llaves sobre la mesa, Tai salio a su encuentro casi al borde de la desesperación

Tai: ¡Mimi, bendita seas!, haz venido a salvarme de mi aburrimiento.

Mimi: ¿Aburrimiento?, Tai, tengo 300 canales de TV que casi nunca veo...

Tai: Si, pero ninguno llamó mi atención, estoy aburrido, ¿qué vamos a hacer?- Mimi, muy divertida camino hasta la cocina donde dejo una bolsa negra y despues regreso a sentarse en su sillón, siempre seguida de Tai.

Mimi: Estoy cansada Tai, ¿que te parece si comemos y después decidimos que hacer?

Tai: Bueno, voy a preparar algo

Mimi: No es necesario, solo basta con servir

 

Despues de la comida, Mimi se recostó a descansar mientras que Tai parecía niño hiperactivo, moviéndose de un lado a otro por el apartamento. Cuando Mimi se sintió mas fresca, se encontro a su amigo contando todas las flores del balcón.

 

Tai:  89, 90, 91... ¿esa ya la había contado?... No, creo que no...

Mimi: Tai ¿qué haces?

Tai: ¡Ah.. Mimi!... Pues yo solo.. Veía tus flores –respondió el muchacho

Mimi: Ah, bueno, entonces supongo que no quieres acompañarme...

Tai: ¡Claro que quiero, lo que sea con tal de salir!- Aquello le causo mucha gracia a Mimi, que hizo un gran esfuerzo para no burlarse de él y se limitó a sonreír.

 

Durante los días siguientes, Mimi y Tai iban al restaurante por las mañanas, estando Tai en la recepción y Mimi en la cocina, la chica se había apiadado de él y le había dado trabajo; por las tardes salían a recorrer la ciudad, lo cual hacia muy feliz a Tai  que odiaba estar encerrado . Pasaron algunos meses hasta que un día, cuando llegaban a casa...

 

Tai: Mimi, ya pasaron tres meses desde que llegue a vivir con tigo, y Michel no te ha llamado para disculparse por lo que te hizo, pero tu tampoco has querido hablar al respecto, ¿aún sientes algo por el?- Mimi suspiro mientras apagaba el motor del auto

Mimi: Michel esta en todo su derecho de no llamarme, en todo caso, yo soy la que debería hacerlo

Tai: ¿Tu?, pero Mimi, tu fuiste la ofendida...- la chica movió la cabeza negativamente

Mimi: Yo lo engañe primero, por eso no me siento mal por lo que hizo, es mas, eso abrió mis ojos, me hizo ver  que lo que sentía por el era tan falso como nuestra relación... He vivido entre muchas mentiras durante 6 años y ya no lo soporto.  Quiero vivir la verdad Tai, por muy dura que sea.

Tai: Si, tal vez tengas razón

 

Tai dejo de ver a  Mimi y sin decir más salió del auto, ella por su parte pudo notar un extraño comportamiento del su amigo. Sin entender lo que le pasaba, Mimi salió del auto, y siguió a Tai que permaneció bastante distancia do esta tarde, tanto que en cuanto llegaron el muchacho se encerró en su habitación. Esa noche Mimi cenó sola, y su preocupación por Tai fue en aumento, no pudo dormir al pensar en los motivos que acongojaban a su amigo. Por primera vez en muchos años, Mimi volvió a ver un amanecer tras una noche de reflexión y preocupación.

 

Tai: Buenos días Mimi, no te ves muy bien, ¿dormiste mal anoche?

Mimi: No, realmente no dormí nada- respondió mientras se levantaba del sillón y caminaba a su cuarto. Tai preparó el desayuno, pero Mimi se dilató mas de lo debido, el joven castaño se acercó a la puerta dándole tres golpecitos.

Tai: Mimi, ¿estas bien?- la puerta se abrió sin previo aviso asustándolo un poco

Mimi: Pensé que nunca lo preguntarías – la chica estaba tiste. Se podía ver en sus ojos. –Tai, que pasó, ¿qué es lo que sucedió ayer?- también estaba preocupada, el muchacho recordó entonces el rostro de su hermana Kary, llena de preocupación cuando meses atrás viajo de Japón a USA sin explicarle nada; con ternura, acarició la mejilla sonrosada de su amiga, la tomó de la mano y salieron de la habitación para sentaron en el sillón.

Tai: Mimi, lamento mucho haber irrumpido en tu vida con mentiras.

Mimi: ¿Mentiras? ¿Qué quieres decir?

Tai.: Quiero decir que eso es lo que he hecho desde que entre por tu puerta, te he estado mintiendo todo este tiempo.

Mimi: No... no te entiendo

Tai: Mira, yo no llegué aquí hace tres meses, Michel lo sabía.

Mimi: Pero.. pero tu me dijiste que él te había llamado y que por eso viajaste hasta aquí...

Tai: En parte eso es cierto... Hace como medio año vine a visitarte, pero me encontré a Michel, por él me enteré que estabas en una convención y que tardarías unos días. Estuve charlando con él sobre los sucesos que desconoces y me recomendó que radicara en New York, donde me ayudo a conseguir un departamento.

Mimi: ¿Y porque no me llamaste después?, ¿porque apareciste hasta hace tres meses?- cuestionó atónita.

Tai: No lo creí conveniente, además no quería molestar

Mimi: Nunca serías una molestia, yo te hubiera brindado mi propia casa como ahora- animó ella tratando de hacerle ver a su amigo el error que había cometido, pero el sonrió  tristemente.

Tai: Si, tal vez tienes razón, pero si te hubiese llamado tendía que volver a recordar el motivo que me orillo a trasladarme a América, aunque al parecer lo único que logré con eso fue retrazar lo inevitable.

Mimi.: ¿Qué fue lo que paso?, que es eso tan terrible...- Tai permaneció unos segundos tratando de recordar la secuencia exacta de los sucesos. Cuando por fin hablo, se le escuchaba la voz entrecortada

Tai: Te juro que cuando me lo dijeron no lo quise creer, así que tuve que ir a confirmarlo, ese día estaba lloviendo.. – Tai se encorvo un poco y hundió el rostro en sus manos unos segundos, las imágenes del pasado aparecieron con mas detalles que los que quería contar. – Estaba lloviendo y yo estaba en la cafetería esperando a Sora, de pronto llegó Moemi y se sentó a mi lado

Mimi: ¿Mo... Moemi?

Tai: Sí, la novia de Matt, estaba furiosa, Matt la había terminado ese mismo día, por eso estaba ahí.

Mimi: ¿Se quiso vengar de Matt contigo?- preguntó entre molesta y sorprendida, entonces Tai levanto la cabeza y la miró a los ojos

Tai: No, ella solo fue a abrirme los ojos. “Debes estar feliz” me dijo. Recuerdo que en varias ocasiones le demostré lo mucho que me desagradaba y lo insoportable que me parecía. Aún no me había enterado de lo que Matt había hecho y cuando me lo dijo no pude evitar reírme de ella, había sido tu victoria Mimi, le habían hecho lo mismo que te hiso ella a ti... “Ríete todo lo que quieras, pero cuando veas por quién me dejó tu animo cambiara”...- el muchacho se puso de pié y dejo salir un suspiro. – Cuanta razón tuvo...- comenzó a caminar de un lado a otro- Después de un rato Sora entro a la cafetería buscándome con la mirada, le hice señas y e cuanto me vio llamó a alguien mas, llegaron hasta mi mesa tomados de la mano... Matt y Sora estaban juntos y fue por ella que él termino con Moemi...

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