Beira Litoral
prolonga el folklore de Minho y Douro:carácter muy alegre en la
interpretación, instrumentos coincidentes (viola) y danzas (vira,
tirana y rusga).
Los cantos están también ligados tanto al trabajo como a la religión, pero con un matiz particular: el uso de la armonía en terceros y quintas paralelas (música vocal de Lafões). Los cantos asociados al cultivo del lino en todas sus fases son muy típicos. Entre los cantos religiosos destacan los cantos às almas do purgatório, Amenta o Encomendações (canto destinado a que los demás recuerden y recen a sus parientes muertos) y Almas santas (canto en grupo para pedir limosna para la iglesia y las misas).
Mientras que las danzas en Beira litoral son del
mismo tipo que las de Minho, en Beira Alta hay influencia de las tunas.
También se dan pequeñas agrupaciones musicales que recorrían los pueblos de una zona tocando en
fiestas, interpretando diversos ritmos como chulas, fados,
marchas, corridinhos, mazurcas, valsas y contradança. El
origen de estos grupos se sitúan en el último de los ritmos. La
contradança es un ritmo inglés introducido en Portugal
en la primera mitad del siglo XVIII. Tuvo un gran éxito en su
difusión y surgieron agrupaciones musicales en torno a ellas,
denominadas también contradanças, nombre que cambió
al empezar a incluir otros ritmos en sus repertorios, como la marcha
o el fado corrido. A mitad del siglo XIX la
contradança fué desplazada por los valses, polcas y mazurcas.
Finalmente, hay una frase que define su música tradicional:
"A cantar se trabalha, a cantar se ora, a cantar se ama".