Definición: El óxido de etileno es un gas incoloro y no corrosivo a temperatura ambiente; licúa a 10.9°C y se solidifica a -111.3°C. El líquido es miscible con el agua y solventes orgánicos, La forma gaseosa posee un olor similar al del éter a una concentración de alrededor de 700 ppm. Se considera que concentraciones superiores a 100 ppm son peligrosas para el hombre. El gas produce irritaciones de los pulmones y ojos y una exposición prolongada puede dar lugar a nauseas y mareos. Posee un efecto tóxico adicional: produce ampollas si los vapores contactan con la piel durante cortos periodos de tiempo. La forma líquida, si cae sobre la piel, se evapora rápidamente causando lesiones en ella, pero si está protegida por vestidos, guantes, etc., sólo se producirán ampollas. Las prendas de goma en particular, deben airearse durante 24 horas después del tratamiento antes de que se vuelvan a utilizar.
El principal peligro que acarrea la manipulación del óxido de etileno no es su toxicidad sino que deriva de la propiedad que tiene de ser un producto extremadamente inflamable: una concentración en el aire tan baja como la de un 3% se inflama acompañada de explosión. Las mezclas de 10% de óxido de etileno, 90% de dióxido de carbono, o las de incluso concentraciones mayores de óxido de etileno en hidrocarburos fluorados no son inflamables cuando se mezclan con el aire en cualquier proporción y de esta forma se encuentran en el mercado. El dióxido de carbono y los hidrocarburos fluorados no aumentan ni reducen la actividad biocida del gas. La mezcla de un 90% de óxido de etileno y un 10% de un gas inerte pueden utilizarse sin peligro en cámaras al vacío. La mezcla de un 50% de óxido de etileno y un 50% de formiato de metilo posee diversas ventajas: reduce el limite de detección por el olfato a concentraciones inferiores a 50 ppm, hace que el óxido de etileno residual en el producto tras el tratamiento sea menos de la mitad y evite cambios en el pH y color de algunas especias que se tratan con esta sustancia.
El gas penetra a través de la mayoría de los materiales orgánicos (plásticos, gomas, papel, textiles, suelos, etc.) causando en ellos pocos daños. Es, por lo tanto, un producto excelente para la esterilización de objetos sensibles al calor, a la humedad y a las radiaciones, como ropa de cama, vestidos, libros, instrumentos médicos y ciertos víveres y condimentos como especias. Es necesario que transcurra tras el tratamiento un tiempo de aireación suficiente que permita que el gas y sus productos de degradación (etilenglicol y etilen cloridina) se disipen hasta que alcancen niveles mínimos aceptables.
El óxido de etileno en forma de gas se ha utilizado ampliamente para reducir la carga microbiana y para matar los insectos de diversos productos secos. Entre los alimentos que se han tratado con óxido de etileno están los siguientes: frutas secas, maíz, trigo, cebada y harina de papa, almidón de maíz, huevos en polvo y gelatina. Sin embargo, se introdujeron regulaciones sobre el uso de gas cuando el interés se centró en la toxicidad de los productos de la hidrólisis del óxido de etileno (etilenglicol y etilen cloridina). En los Estados Unidos solo está autorizado para especias enteras o en polvo, excepto para las que contengan sal. El gas residual en el producto no debe exceder de 50 ppm. En Canadá y otros países existen especificaciones similares.
24.may.1999
Pulsar tecla de vuelta
Glosario de Carlos von der Becke.