Coparentalidad  

 

DIMENSIÓN PSICOLÓGICA DE LA PATERNIDAD

  

Inculcación Maliciosa

En esta investigación se introduce el término de Inculcación Maliciosa, en consideración a que esta práctica generada en el contexto judicial por visitas, fue conceptualizada en la Argentina, país, que ha desarrollado enormes esfuerzos a través de los Tribunales de la Familia para anularla. En este contexto, la Inculcación Maliciosa constituye el cimiento legal que la penaliza, por ser constitutiva de delito.

No obstante, los conceptos que se esgrimen para representar las diversas estrategias que utiliza el progenitor custodio, muchas de sus definiciones se interpenetran y se accionan en función de los patrones culturales de la familia y en concordancia con las diferentes realidades sociológicas de los países. En este lineamiento, el capítulo dedicado al síndrome de alienación parental, expondrá cómo las falsas denuncias de abuso sexual categorizadas dentro de la Inculcación Maliciosa, se manifiestan en una amplia gama de comportamientos alienadores.

En sí misma, la Inculcación Maliciosa, es una estrategia desquiciante del progenitor orientador del rechazo, quien al cometer ésta acción fortalece la negativa de los hijos de ver a su padre, efectuando acusaciones sin ningún tipo de prueba legal. Es una manipulación perversa que acaba por destruir el psiquismo de los hijos y es una práctica habitual en separaciones/divorcios altamente conflictivos y destructivos, que se aprecia en varios niveles paralelos:

1. Familiar: constituye un "fenómeno socio-jurídico que impacta las transacciones intrafamiliares, generando una disfuncionalidad en la dinámica interaccional de la familia, situación que es creada y recreada por el progenitor custodio, entre otras situaciones, cuando:

  • Comparte con los hijos el enojo hacia el otro progenitor.

  • Desplaza hacia los hijos el enojo que sienten hacia la otra parte.

  • No responde a las necesidades de los hijos por centrarse en sus propias necesidades.

  • Intercambia aspectos personales con los hijos como si fueran pares.

  • No proporciona límites necesarios y apropiados y considera a los hijos como propiedades". M. Ramirez, J. Botella y J. Carboles. (1999).

    2. Psicológico: es considerada "violencia psicológica y constituye una práctica sediciosa producto de la venganza materna que genera una acción castigadora, y cuya principal víctima es el hijo, quien sufre por la lejanía del contacto paterno.

    3. Psiquiátrico: es considerada una situación enfermiza, que se define como 'incesto psicológico' cuando el progenitor busca en su hijo un confidente. Muchos padres desahogan el drama de pareja con el niño y buscan una alianza, y en el caso específico de la mujer, ésta puede llegar a niveles muy destructivos y convertirse en una madre devoradora muy peligrosa. En este aspecto, Yablonsky, L. tras una investigación de 4 años, concluyó que de todas las personas que intervienen para filtrar la imagen del padre, la madre es la figura más significativa". Citado por Cabrera, G. (2000).

    Si bien es cierto, la Inculcación Maliciosa implica un concepto amplio de abuso contra los niños desestructurando la relación paterno-filial, es a su vez, un efecto tendencioso expresado en la falsas denuncias de abuso sexual, estrategia que influye en la dinámica interaccional de la familia post-separación conyugal e impide el libre ejercicio de los roles asignados a los padres.

    Falsas Denuncias de Abuso Sexual

    El autor Cartwright, G.F. (1993), las denominó "acusaciones virtuales de abuso sexual, porque los padres a menudo utilizan las insinuaciones de abuso para desacreditar al otro progenitor y su objetivo mayor, es activar un proceso progresivo de exclusión parental, cuya última instancia es la interrupción y deterioro del vínculo". Citado por Rand Conway.D. (1997: II). (Anexo V.2).

    Contexto de las falsas denuncias de abuso sexual

    "La Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescencia, tomando los desarrollos de Bernett y Gardner y otros especialistas, determinó que en el contexto de este tipo de litigios suelen intervenir intrincados mecanismos que muchas veces se superponen, de forma que una casuística presenta simultáneamente una relación dinámica entre alguno de ellos:

  • 1. Denuncia Verdadera (mala interpretación), en que un comportamiento no sexual del progenitor no conviviente, es percibida como una actitud perversa y degenerada.

  • 2. Denuncia Falsa (mentira) en que se inicia la perjudicación al progenitor no custodio y se acciona el proceso de sugestión parental. Los niños adoctrinados repiten y pueden convencerse y originar lo que Bernett llamó Loftus, falsa creencia o recuerdo de abuso sexual". Pedrosa, S. (2000).  

     

    Etiología de las falsas denuncias de abuso sexual

    "Los mecanismos que motivan esta conducta, se origina en el proceso de disolución conflictivo de la pareja, y podría explicarse desde el punto de vista freudiano, en el sentido que el objeto antes amado e idealizado, ahora se torna en el más indigno. Este comportamiento implica proyección de lo malo, como medio de autovalorización, y conductualmente refleja un interjuego entre las siguientes variables:

    Psicológica

  • Fantasías no conscientes y conflictos no resueltos del denunciante que se proyectan en el denunciado". Pedrosa, S. (2000).

  • "Disbalance entre factores estresores y factores compensatorios". Cicchetti & Carlson, (1989); Albarracín, M. (1997).

  • "Alteración del juicio de la realidad, que afecta la percepción hacia el ex- cónyuge, al punto de distorsionar gravemente el significado de sus acciones y de interpretarlas subjetivamente". Johnston, J. (1993).

    Legal

  • "La instancia del tribunal otorga al denunciante un espacio adecuado para canalizar los resentimientos contra el ex cónyuge y permite al sistema situarlo como el mejor progenitor, excluyendo al denunciado.

  • La conspiración legal, implica magnificar la denuncia y/o conlleva actitudes de escasa ética profesional de parte de los abogados litigantes". Pedrosa, S. (2000).

  • "El enfoque predominante de la versión canóniga que utilizan los peritos y psicólogos en el medio judicial. Esta orientación incluye conductas invariantes, como la de validar siempre la denuncia del niño/a, y un sesgo que consiste en discriminar al supuesto ofensor, al que han condenado sin sentencia, porque 'no se le recibe ni escucha nunca, ni antes ni después de la validación". Cárdenas, E. (2000).  

    Operacionalización de la Denuncias de Abuso Sexual

    "El concepto de abuso sexual, configuró en los años ochenta una campaña masiva para entrenar a los asistentes sociales, policías, jueces y profesionales de la salud mental, bajo la consigna de que los niños no mienten, consideración que incrementó este tipo de denuncias. Esta tendencia, se magnifica conjuntamente con situaciones patrimoniales en que está envuelta la familia y carece de referentes rigurosos, tales como:  

  • Aceptación de las falsas denuncias de la madre como única fuente de información.

  • Aceptación del lema: "los niños no mienten y no creerle es revictimizarlo". Cárdenas, E. (2000).

  • Ausencia de pruebas físicas del presunto abuso.

  • Intervención diagnóstica en base a datos insuficientes de uno o más psicólogos o psiquiatras, que se han negado a entrevistar al denunciado y a otros familiares que no acuerdan con la sospecha de abuso.

  • Simplificación de los informes emitidos por los profesionales de la salud.

  • Emisión de diagnósticos erróneos.

  • La difusión pública del problema, en el hospital o en la escuela, y en los medios, torna muy difícil la tarea del tribunal para revisar lo actuado, y reconocer eventualmente un error respecto del diagnóstico de abuso.

  • Interrogatorios reiterativos y posiblemente sugestivos a los niños, tanto por la familia, como por jueces y profesionales, en que las versiones originarias se han deteriorado o bien se han implantado falsos recuerdos" Pedrosa, S. (1999) y que De Gregorio, A. (2002) denomina "co-construcción de memorias sobre inscritas".  

    Síndrome de Alienación Parental v/s Falsas Acusaciones de Abuso Sexual

    En este lineamiento, la concepción inicial de Gardner, R. (1985) sobre el PAS (parental alienation syndrome) de ahora en adelante con la sigla en español, SAP (síndrome de alienación parental) se basó "en la obsesión del niño por denigrar al padre objeto, pero, posteriormente vinculó el problema del síndrome con las acusaciones falsas de abuso sexual, siendo éstas una derivación del SAP, y que emergen cuando fracasa el esfuerzo de excluir al progenitor objeto, e incluso pueden aflorar con anterioridad a la separación matrimonial. Consideró que involucrar a un niño en falsas acusaciones de abuso, es una forma de abuso en sí mismo y un indicador de problemas graves en el sistema legal del divorcio. (Anexo V.2:347).

    Comportamiento Alienador en las Falsas Acusaciones de Abuso Sexual

    El estilo de relación entre los progenitores y sus hijos, con relación a la problemática que generan las falsas acusaciones de abuso sexual, tiende a ser extremadamente controladora y simbiótica y el tipo de comportamiento alienador presenta varios matices con relación a los síndromes generados para obstruir o impedir el vínculo paterno-filial:

  • Trastorno Facticio por Poderes.

    "La prevalencia de casos de falsos positivos de abuso sexual, fue tan enorme en Estados Unidos, que en el DSMIV, se encuentra el cuadro afín a la falsa denuncia de abuso sexual, el trastorno facticio por poderes, que en su definición esencial explicita: la producción o simulación de forma deliberada de signos o síntomas físicos o psicológicos en otra persona que se halla a cargo del individuo. En este trastorno, la madre es la perpetradora y la víctima suele ser un niño pequeño, al cual induce o simula un proceso patológico". Pedrosa, S. (2000).

  • Síndrome Said. Este síndrome fue acuñado en 1980 por Blush, G. J. & Ross, K.L. y consiste en que "el niño repite todo lo que dice el padre impedidor sobre el otro, adopta su terminología, se refiere a situaciones que decía recordar pero que no habían sucedido y que de haber sido reales no podría recordar por su edad. Este síndrome explica algunos casos de denuncias falsas de abuso sexual y aporta tres perfiles psicológicos para madres que acusan en falso: víctimas atemorizadas, vindicadoras con justificación y las histriónicas en combinación con estrés post-divorcio. El perfil del padre se ajusta a los tipos de rigidez intelectual, hipercríticos y conectados a la necesidad de ser correctos". Blush, G. J. & Ross, K.L. (1987).

  • Diadas Acusador y Acusado. En relación al estudio realizado por Thoennes, N. Tjaden, P. (1990) "la batalla va más allá de las madres contra padres y viceversa. Los progenitores no sólo se acusaban los unos a los otros, sino mutuamente a las respectivas nuevas parejas o parientes, como abuelos o al hijo adolescente de la nueva pareja. El hecho de acusar a la nueva pareja de su ex-cónyuge, simultáneamente expresa sentimientos de celos, venganza y evicción de un vínculo positivo del hijo con la nueva figura paterna o materna y tiene el efecto de forzar al padre objeto, a escoger entre la pareja y su hijo involucrado en la acusación formulada, niño al que ama y del que es responsable".

  • Progenitor Delirante. "Rogers, cita el SAP en su informe sobre cinco casos de divorcio/custodia en los que el progenitor acusador, todas madres en esta muestra, sufrían de trastornos de delirio. Los niños eran sumidos bajo indebida influencia para hacer que aceptaran la acusación psicótica de la madre y el rechazo concomitante del padre en un escenario de SAP grave, cuando influyen delirantemente para sucumbir a los hijos en el comportamiento psicótico de la madre, que a su vez, provoca un trastorno paranoide compartido: 'locura a dos'. Las primeras fases del trastorno delirante de la madre pueden presentarse durante el matrimonio". Citado por Rand, Conway, D. (1997: I).

  • Síndrome de Münchausen de Tipo Contemporáneo. "Elabora nuevos tipos de comportamiento SMP, que evolucionan en paralelo con los nuevos servicios sociales o médicos. Los progenitores con SMP mantienen su equilibrio físico a través del control y de la manipulación de fuentes externas de gratificación social, incluyendo al niño y a las personas que le atienden. Hay al menos cuatro manifestaciones tipo en las que el SMP y el SAP se solapan:

    1). Una madre SMP puede, durante el matrimonio, añadir falsas acusaciones de abuso a los síntomas imaginados del niño, precipitando así el divorcio.

    2). En los casos en los que el progenitor SMP se siente rabioso o rechazado en el divorcio, manipular la atención médica del niño e involucrarle en falsas acusaciones de abuso puede cumplir múltiples funciones, incluyendo la venganza, el mantenimiento del lazo simbiótico con el niño y la preservación de la libertad para proseguir con su comportamiento SMP.

    3). Un progenitor enfrentado a las pérdidas y al estrés del divorcio puede responder con un comportamiento tipo SMP para obtener apoyo social de parte del niño y quienes atienden a la salud de este.

    4) Un progenitor alienador puede exhibir un comportamiento SMP engañando a los proveedores médicos que creen sus afirmaciones sin cuestionarlas y rehúsan hablar con el padre objeto y/o permitirle acceso a los historiales médicos del niño". Sinanan, K. Houghtin, H. (1986).

    Las separaciones conflictivas traducen el impedimento del contacto a través de la inculcación maliciosa, pero, a su vez, en las separaciones destructivas, las denuncias falsas de abuso sexual son maniobras destinadas a la obstrucción del vínculo paterno-filial, que en definitiva conducen a la alienación parental.

    Síndrome de Alienación Parental

    "El Síndrome de Alienación Parental (SAP) es un concepto acuñado por Gardner, R. y formulado en 1985, en su afán por mejorar los medios de diagnóstico y las estrategias de intervención de los tribunales y de otros profesionales que tratan con divorcios altamente conflictivos. Como antecedente operó la norma dictada por la experiencia, que los hijos luego del divorcio mantenían una buena relación con ambos padres cuando no había intención de la que ejercía la tenencia de eliminar al otro progenitor de la relación. Esta pauta se desfiguró a partir de los ochenta, cuando (el padre tuvo acceso a la tuición, pero con consentimiento previo del a madre) el creciente número de hijos del divorcio examinados por causa de custodia, denigraban a uno de sus progenitores, y rechazaban la visita del progenitor no custodio.

    En el contexto de divorcio destructivo, el padre que ejercía la tenencia manipulaba en forma consciente o inconsciente al niño para causar el rechazo y obstruir la relación. En este posicionamiento, la programación y/o lavado de cerebro efectuada por el progenitor puede ser más o menos consciente, sistemática y/o sutil, pero, en todas sus formas, el adulto es el responsable de crear o transmitir un conjunto negativo de creencias respecto del progenitor objeto y la característica del hijo en la campaña de denigración, es su contribución activa a la programación, factor que contribuye a retroalimentar y mantener el flujo de refuerzo mutuo, y que en definitiva justifica su rechazo al padre alienado". Pedrosa, S. (1999).

     

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