CODA
Madrid
José Antonio
Mancebo Piqueras
e-mail: jmancebo@mi.upm.es
Alatoz, 11 de septiembre de 1998
Amigos de CODA:
Éste es un mensaje de emergencia
que os enviamos desde Alatoz pidiéndoos vuestro empuje para frenar
el vallado de unos recónditos montes. El escrito que os acompañamos
se ha difundido por la zona, recogiéndose algunas firmas para su
envío al Consejero de Agricultura y Medio Ambiente. Pero mientras
tanto las obras continúan y solo una presión rápida
y eficaz podrá mover a los responsables políticos de sus
mullidos sillones de Toledo, Albacete o Madrid.
Saludos
José Antonio Mancebo Piqueras
Copia enviada a:
Ayuntamientos de Alatoz,
Higueruela y Alpera
SEPRONA. Comandancia de Albacete
Ministerio de Medio Ambiente.
Madrid
AEDENAT.
Albacete CODA.Madrid
JUNTA DE COMUNIDADES DE CASTILLA
LA MANCHA
CONSEJERÍA DE AGRICULTURA
Y MEDIO AMBIENTE
Toledo.
Alatoz (Albacete), 10 de septiembre
de 1998
Excmo. Sr. Consejero:
Mediante el presente escrito, refrendado
por un importante número de personas de Alatoz y municipios vecinos,
queremos, en primer lugar, poner en su conocimiento determinadas actuaciones
privadas de cambio de uso en montes, que, a nuestro juicio, probablemente
constituyen un grave e irreversible daño contra el medio ambiente
y contra el medio humano socio cultural.
La mencionadas actividades, que se
están desarrollando en la actualidad, se localizan en el término
de Alatoz, al sur de la población, en el paraje del Malefatón,
según puede verse en la hoja 26-30 de la Cartografía de España.
Afectan directamente a una porción de montes de 7 km2 de superficie
aproximada (700 Ha), englobados en un perímetro de 16 km de longitud.
El objetivo último de las obras parece ser la explotación
de esta gran parcela como coto privado de caza mayor.
Básicamente las actuaciones
consisten en una explanación de varios metros de anchura con importante
movimiento de tierras en todo el perímetro citado. Esta explanación,
ya terminada, ha provocado una deforestación salvaje, incontrolada
e impune de varios miles de árboles, pinos y encinas principalmente,
sin contar matorrales, además de la desaparición de la capa
de terreno fértil, quedando así la zona totalmente vulnerable
a la erosión. La explanación sirve para el montaje, iniciado
en estos días, de una valla metálica de varios metros de
altura, que conseguirá el cierre de los montes. En el interior se
han construido dos pequeñas presas para retención de aguas
en el fondo del vallejo del Malefatón, y se pretende construir también
alguna edificación para uso residencial y de servicios.
No se ha realizado un mínimo
estudio de impacto ambiental, que tenga en cuenta el estado inicial de
la zona y su evolución con el proyecto de nuevo uso. Sin embargo
le aportamos, para su consideración, la siguiente muestra de una
somera identificación y valoración de impactos:
1º Durante la fase de construcción:
El vallado se ejecuta sobre
una explanación de anchura desmesurada y 16 km de longitud con afecciones
importantes e irreversibles sobre el medio físico natural y humano.
Destacaremos: movimiento de tierras, tráfico de maquinaria pesada,
vallado y construcciones con pérdida de suelo fértil, modificación
del paisaje. Desaparición de vegetación y afección
sobre el medio socioeconómico.
2º Durante la fase de explotación:
a) Sobre el medio humano. Impacto
sociocultural en una comarca donde sus habitantes desconocen las vallas,
pero donde se conoce y respeta la propiedad, se pasea por el monte en senderismo
o excursión, buscando setas o caracoles, o simplemente disfrutando
y aprendiendo de la naturaleza, pero también se colabora en su conservación.
El cierre de estos montes provocará probablemente, una reacción
social de frustración e indignación que derivará en
una situación de abierto conflicto con la propiedad por el proyecto
y con la Administración por permitirlo. y, en su caso, por promoverlo.
Este tipo de conflictos surgen con todas aquellas iniciativas que siendo
aparentemente legales, no tienen en cuenta a todas las partes interesadas.
La actividad ganadera quedará
definitivamente anulada, así como el uso público de la fuente
y abrevadero del Malefatón y el paso por las numerosas vías
pecuarias que atraviesan la zona, en contra de la política de caminos
abiertos pregonada por la Consejería de Agricultura tiempo atrás.
b) Sobre el suelo. Al menos en la
zona perimetral la herida causada al suelo ya desforestado facilitará
la erosión al tratarse de suelos calizos muy permeables y disgregados
y donde la capa fértil tiene poco espesor. La escorrentía
y drenaje naturales quedan modificadas al construirse dos embalses de acumulación.
Es posible que las autoridades de la cuenca hidrográfica desconozcan
este hecho.
c) Sobre la fauna. Se introduce un
obstáculo que limitará gravemente los movimientos y migraciones
entre las distintas zonas de la sierra, y entre ésta y las tierras
cultivadas de la llanura. Se modifica completamente el inventario faunístico
en el inmenso corral que evolucionará impredeciblemente.
d) Sobre el conjunto de la comarca.
Sin duda el perímetro vallado es una de las partes hasta ahora más
protegidas y primitivas de la pequeña cordillera que parte de Chinchilla
de Montearagón y termina en Ayora. Sirve de refugio a numerosas
especies y actúa como núcleo central de un área que
abarca tierras de Alatoz, Higueruela y Alpera. Este protagonismo terminará
con el vallado.
Somos muchos quienes, equivocadamente,
pensábamos que lo alejado de estos montes les hacía inatacables
por la especulación desbocada. Por eso ahora apelamos a la Consejería
de Medio Ambiente, y a la Administración en general, para que intervenga
y se plantee el cese de las obras de vallado. Pensamos que la conservación
y la regulación racional del uso de los montes debe hacerse con
visión de futuro por una Consejería imaginativa que se gane
el título de Medio Ambiente con hechos, además de por su
nombramiento en el Boletín Oficial.
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