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Autoecología

   La autoecología es la parte de la ecología que estudia las relaciones recíprocas de las especies individuales con su entorno, es decir, con el resto de los organismos y el medio.

Población

   La población es un conjunto de organismos de la misma especie que ocupan un área más o menos definida y que comparten determinado tipo de alimentos.

   Aunque cada especie suele tener una o más poblaciones distribuídas cada una en una área predeterminada, no existe ningún impediento para que dos poblaciones de una misma especie se fusionen ni tampoco para que una población se divida en dos.

Crecimiento poblacional

   Es el aumento o disminución del número de individuos que constituyen una población. Las poblaciones tienen una tasa de nacimiento (número de crías producido por unidad de población y tiempo) una tasa de mortalidad (número de muertes por unidad de tiempo) y una tasa de crecimiento. El principal agente de crecimiento de la población son los nacimientos, y el principal agente de descenso de la población es la muerte. Cuando el número de nacimientos es superior al número de muertes la población crece y cuando ocurre lo contrario, decrece. Cuando el número de nacimientos es igual al de muertes en una población dada su tamaño no varía, y se dice que su tasa de crecimiento es cero.

   Teóricamente, el crecimiento de una población puede ser asombroso. Sin embargo, en condiciones naturales, existen múltiples factores que limitan su crecimiento y esto causa que las poblaciones se mantengan estables, sobre todo si se consideran largos periodos de tiempo y si se trata de poblaciones cerradas, es decir, aquéllas que carecen de individuos entrantes (inmigrantes) y salientes (emigración).

Charles Darwin en su Origen de las Especies dice: El elefante es considerado como el animal que se reproduce más despacio entre todos los conocidos, y me he tomado el trabajo de calcular la progresión mínima probable de su aumento natural. Si admitimos que empieza a criar a los treinta años, y que continúa criando hasta los 90, produciendo en este intervalo seis hijos, y que sobrevive hasta los cien años; y siendo así, después de un periodo de 740 a 750 años habría aproximadamente diecinueve millones de elefantes vivos descendientes de la primera pareja.

   A medida que crece una población, aumenta la competencia entre los individuos que la integran por la sencilla razón de que los alimentos y nutrientes son limitados.

Densidad de población

   Es el número de individuos que constituyen la población en relación con alguna unidad de espacio; por ejemplo, tres leones por kilómetro cuadrado.

   Cuando una población no está regulada eficazmente por la serie de factores externos correspondientes, puede transformarse en plaga.

   Sin embargo, por lo común existe un equilibrio de las poblaciones naturales, en el cual juegan un papel decisivo los depredadores.    A mayor densidad de población, mayor será la mortalidad ocasionada por los depredadores.
   Los depredadores mantienen su población gracias a que, al volverse escasa una de las especies que les alimenta, lo común es que recurran a otras especies, con lo cual dan tiempo a que aquella se reponga y, a la larga, a unas oscilación alternada de las poblaciones alimenticias.
   Mientras mayor sea la diversidad, más presas alternativas tendrán los consumidores y más estable será el ecosistema.    Cuando las cadenas alimenticias son lineares o simples, el sistema resulta extremadamente inestable.

Homeostasis de las poblaciones

   Uno de los fenómenos más asombrosos del ecosistema es lo que se llama homostasis de las poblaciones. Originalmente acuñado por fisiólogos, el término nomeostasis se refiere a la conservación de innumerables factores que constituyen lo que se conoce como el medio interno de los organismos.

Mantener la temperatura de nuestro cuerpo (37° C) en cualquier clima es un fenómeno de homeostasis. Lo mismo ocurre con la conservación de una certa cantidad de glucosa en la sangre o de una cierta presión dentro de las células.

   En Ecología, la homeostasis se refiere al hecho de que las poblaciones tienden a autorregularse, a permanecer más o menos constantes, pero solo si el ecosistema en que viven está en equilibrio.

   Lamentablemente, existen situaciones en las que el equilibrio de un ecosistema puede romperse. Una manera de romperlo sucede cuando se introduce irracionalmente nuevas especies. Hace tiempo, en Australia alguien tuvo la inocente idea de decir que el país necesitaba conejos. Los conejos se adaptaron muy bien al clima del lugar y no tardaron en reproducirse como ellos acostumbran. Al poco tiempo resultó que, como no había enemigos naturales que regularan la población de tales roedores, ésta aumentó irrefrenablemente y los asombrados colonos presenciaron auténticas devastaciones en la vegetación de los campos, lo cual, indirectamente, ocasionó daños tremendos en otras poblaciones de animales.

Comunidad

   Los grupos de poblaciones de un ecosistema interactúan de varias formas. Estas poblaciones interdependientes de plantas y animales forman una comunidad, que abarca la porción biótica (viviente) del ecosistema ubicada en una área determinada.

   Tal definición es poco precisa si tomamos en cuenta que en la naturaleza hay poblaciones que aparecen también en áreas vecinas.

Límites y extensión de un ecosistema

   Se le llama ecotono a las zonas de transición o límites de un ecosistema. El ecotono no suele ser tan exacto como lo describe una definición. Los biólogos no han perdido de vista la importancia del conocimiento de tan imprecisas entidades y ha sido creada una desciplina que se ocupa de las relaciones entre comunidades: la sinecología.

   Existen ecosistemas artificiales cuyos límites son muy precisos; tal es el caso de un acuario o uno de esos botellones en donde se cultivan plantas diversas. Pero los ecosistemas naturales nunca suelen estar tan bien delimitados. Y no es difícil notar que, en sus límites, las características propias del ecosistema van cambiando gradualmente, estableciéndose así amplias zonas de transición.

   Es importante notar que cualquier ecosistema recibe influencias múltiples de otros ecosistemas.

Por ejemplo, hay muchos organismos que pasan las primeras etapas de su existencia en un estanque, para irse luego a vivir entre los arbustos del campo.

   La variedad de los ecosistemas del planeta es muy amplia y no sólo por sus dimensiones, sino también por el hecho de que sean crecientes o culminantes, terrestres o acuáticos, abundante o escasamente diversificados (en cuanto al número de distintas poblaciones que viven en ellos).

Diversidad

   Las comunidades tienen ciertos atributos, entre ellos la dominancia y la diversidad de especies. La dominancia se produce cuando una o varias especies controlan las condiciones ambientales que influyen en las especies asociadas.

Ejemplo: En un bosque la especie dominante puede ser una o más especies de árboles, como el roble o el abeto; en una comunidad marina los organismos dominantes suelen ser animales, como los mejillones o las ostras.

   La dominancia puede influir en la diversidad de especies de una comunidad porque la diversidad no se refiere solamente al número de especies que la componen, sino también a la proporción que cada una de ellas representa.

   La naturaleza física de una comunidad queda en evidencia por las capas en las que se estructura, o su estratificación. En las comunidades terrestres, la estratificación está influida por la forma que adoptan las plantas al crecer. Las comunidades sencillas, como los pastos, con escasa estratificación vertical, suelen estar formadas por dos capas: suelo y capa herbácea. Un bosque puede tener hasta seis capas: suelo, herbácea, monte bajo, árboles bajos y arbustos, bóveda inferior y bóveda superior. Estos estratos influyen en el medio ambiente físico y en la diversidad de hábitats para la fauna. La estratificación vertical de las comunidades acuáticas, por contraste, recibe sobre todo la influencia de las condiciones físicas: profundidad, iluminación, temperatura, presión, salinidad, contenido en oxígeno y dióxido de carbono.

Hábitat y nicho

   Cuando el biólogo habla de un nicho se refiere al papel que juega un organismo determinado en la comunidad biótica o ecosistema. La comunidad aporta el hábitat, el lugar en el que viven las distintas plantas o animales. Dentro de cada hábitat, los organismos ocupan distintos nichos. El nicho que ocupa un organismo depende de su hábitat, sus adaptaciones estructurales y de conducta, su alimentación y los organismos a los que sirve de alimento. El nicho de un organismo es algo así como su "profesión". El papel de una especie en general o de un organismo en particular es interactar con su medio y los demás organismos, también la especie puede ser utilizada como alimento por otras especies. Con esto es fácil darse cuenta de que dos o más organismos pueden vivir en el mismo hábitat y ocupar nichos ecológicos diferentes.

Por ejemplo, un ave que viva en un hábitat de bosque de hoja caduca. Su nicho, en parte, es alimentarse de insectos del follaje de la bóveda. Cuanto más estratificada esté una comunidad, en más nichos adicionales estará dividido su hábitat.

   Por otra parte no es extraño que dos especies distintas ocupen no sólo el mismo hábitat sino también el mismo nicho ecológico. Sin embargo, tal situación no suele ser muy duradera porque normalmente culminaría con la mejor adaptación de una de las especies y la extinción de la otra.

Relaciones entre los organismos o en la comunidad

   Además de los factores químico-físicos, el medio que rodea a un organismo está formado por otros organismos que, según los casos, establecen alguna de las siguientes relaciones:

  1. La modalidad de ayuda o protección. Puede darse entro los miembros de una misma población o entre poblaciones distintas (ejemplo caso 1: los lobos que cazan en manada; ejemplo caso 2: una abeja que poliniza a una planta).
  2. Las relaciones entre el depredador y la presa o entre el parásito y el huésped (ejemplo caso 1: un león y una cebra o la hembra y el macho de la viuda negra; para el caso 2: las garrapatas que succionan la sangre de una res, las tenias en el intestino de un cerdo).
  3. Las relaciones de competencia entre dos poblaciones distintas o entre individuos de una población (ejemplo caso 1: los sapos y murciélagos que se alimentan de los mismos insectos; ejemplo caso 2: dos ciervos sostienen un duelo por una hembra o tres hienas riñen por un pedazo de carroña).
 


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