Fotos 144

El interior del refugio


A la hora de cenar nos encontramos con un alemán un tanto
"especial". Visitaba solo el Parque de Ordesa y su intención,
libro en mano, era vivaquear a la puerta del refugio y llegar,
al día siguiente, a la Brecha de Roland. Chapurreando nuestro 
mal inglés, llegamos a la conclusión de que el vino que 
bebíamos no era Jerez por mucho que insistiera (casi todos los 
refugios aragoneses dan Cariñena) y que la palabra "poquitou" 
no quería decir "ponme mas vino". Por lo que sabemos acabó 
durmiendo en el refugio (llovió a cántaros esa noche) y 
consiguió su meta, Roland. Salud Robert.


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