A la hora de cenar nos encontramos con un alemán un tanto "especial". Visitaba solo el Parque de Ordesa y su intención, libro en mano, era vivaquear a la puerta del refugio y llegar, al día siguiente, a la Brecha de Roland. Chapurreando nuestro mal inglés, llegamos a la conclusión de que el vino que bebíamos no era Jerez por mucho que insistiera (casi todos los refugios aragoneses dan Cariñena) y que la palabra "poquitou" no quería decir "ponme mas vino". Por lo que sabemos acabó durmiendo en el refugio (llovió a cántaros esa noche) y consiguió su meta, Roland. Salud Robert. |