Un descenso por medio de una tartera, una pequeña grimpada y llegamos a las Clavijas de la Carriata, enormes hierros incrustados en la piedra que sirven de seguro en un sendero estrecho y muy aéreo pero que no tiene ninguna dificultad. Bajar atravesando la cascada un par de veces y seguir el fácil y claro sendero que nos conduce al bosque. El fin de un día especial. |