MENDI-ZAR (MONTE VIEJO)  1.319 M.


CONOCIMOS A AQUILINO, PASTOR DE LOS DE ANTES


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De regreso del embalse de Irabia, nos detuvimos a los pies de ese gran
mirador que  es el Mendi-Zar. Aparcamos  el vehículo en  el collado de
Orión (970 m.)para iniciar el ascenso a ese pico tomando el GR-11 y 12
que conviven en la  misma pista durante un  largo trecho, en dirección
norte.

A los pocos  minutos llegamos a una  zona de pastos  donde encontramos
alguna de esas  txabolas que sirven para  que los pastores se resguar-
den. De entre las  lomas que llevan al Mendi-Zar  aparece uno de ellos
descendiendo al galope tendido, acompañado de su perro, empujando a un
grupo de  ovejas que se dejan llevar  hasta una  cerca  preparada para
ellas. Se trata  de Aquilino,  de 65 años, que  se para  ante nosotros
después de la  larga carrera mientras  las ovejas  entran  solas en el
redil. Nos oye hablar y nos  pregunta si somos catalanes, ante nuestra
respuesta  afirmativa  nos pregunta  si hablamos  todos catalán...  el
nuevo "sí" le lleva a decirnos que "muy bien", que el ya sólo le habla
en vasco al perro; que en Orbaitzeta lo  hablan solamente los viejos y
que donde más euskera podemos  encontrar es en el lado francés. Llegan
un par de habitantes de esa población en un 4x4,de unos 45 años ellos,
e inician un breve diálogo en castellano con Aquilino para quedar,tras
echar un vistazo  a las yeguas,  en llevarlo  de vuelta a  Orbaitzeta.
Partieron al momento.

Aquilino nos va desgranando un poquito de la historia de la zona... la
Fábrica de Armas,  causante de la ruina de  todo el valle, sus 50 años
de pastoreo  en el  lado francés...  los civiles  y los forales  y los
pases nocturnos por la  frontera, durante noches tan espesas que hacen
que,  aunque cruces  por debajo  de sus  bigotes,  no sean  capaces de
verte. Aderezado todo ello con un lenguaje recio y una sabiduría local
enorme,mientras sus palabras se reafirman gracias a su espesa y canosa
barba, su txapela negra y a una extraña capa que luce atada al cuello;
confeccionada con, lo que parece ser, piel y lana de oveja:

- Es que a la hora de sentarse  en la hiierbba no traspasa la humedad si
la pones debajo.

No nos quiere decir  su nombre (aunque lo delataron  sus dos amigos) y
tampoco nos deja darle un trozo  de queso al perro (que se amaga entre
sus piernas):

- No quiero que se acostumbre a la mano  dell hombre.

Nos habla del queso de Roncal (bautizado, según él) y del queso que se
hace  en el  valle de  Irati, de  los pocos  que quedan  que  lo hagan
artesano y de los  certificados y garantías sanitarias  que les piden,
a ellos, que llevan fabricándolo desde tiempo inmemorial.

Mas de media hora hablando con él,  casi el mismo tiempo que nos llevó
subir al Mendi-Zar,  por unas  lomas herbosas  que desembocaban en una
pequeña y mullida  planicie repleta  de ovejas y caballos. En el cielo
cuatro  quebrantahuesos  giran y giran planeando  en busca de algo que
llevarse al  pico, mientras  dejamos atrás  el llano  para iniciar  el
ataque al pronunciado  ascenso que nos  lleva, tras sólo 200 metros de
desnivel, a la cima del monte.

Desde ese  otero  no llegamos a  distinguir el  embalse de  Irabia, el
próximo Mozolo Txiki  (1.119 m.) nos  lo impide, pero la inmensa selva
de Irati se  nos vuelve a mostrar  en su máxima  extensión.  Hacia  el
norte, a  tan sólo 4 kms.  distinguimos la  cima francesa  de Errozaté
(1.345 m.), aún  en la vertiente  peninsular; y al nordeste el también 
francés Okabe (1.456 m.), peninsular él también.

Si subir  nos ha  costado  menos de  45 minutos, el bajar, a través de
grandes praderíos  nos lleva menos de 30. En  las cercanías de nuestro
4x4 corretea  Aquilino (evidentemente ese  no es su nombre), detrás de
las  ovejas que,  de nuevo,  había soltado.  Claro  está,  al llegar a
Orbaitzeta, buscamos  su casa y  compramos el queso  de oveja que allí
preparan, seguro, sin bautizar.


Libro/revista recomendada:     El mundo de los Pirineos, nº 20.

Mapa Recomendado:	       Alpina - Roncesvalles Pirineo Navarro.


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