LOS SOMOZA

 

La llegada intempestiva y brutal de la familia Somoza al poder inicia un largo periodo en la historia de Nicaragua en el cual la familia Somoza se convertiría en una dinastía caudillista  explotadora de todos los recursos financieros del país y violentamente  represiva de todo elemento democrático.

A partir de 1937, Anastasio Somoza dirigió el país con mano de hierro, reformó la constitución y se alió con los Estados Unidos, país que apoyó su régimen dictatorial. Somoza acumuló tierras y riquezas y se hizo dueño de algunas de las empresas más productivas del país. Se atribuye una frase a Somoza cuando fue preguntado acerca de sus muchas fincas y posesiones: "que yo sepa sólo tengo una finca y se llama Nicaragua". Otra frase célebre del presidente Roosevelt sobre Somoza es "Será un hijo de perra, pero es nuestro hijo de perra".
 

Anastasio Somoza García

Anastasio Somoza García

Somoza murió por efecto de los disparos de Rigoberto López Pérez, un poeta leonés, que se infiltró en septiembre de 1956 en un fiesta en su honor. En este atentado murió el propio Rigoberto López. El suceso originó una oleada de represión sin precedentes y muchos opositores fueron detenidos y torturados.

El hijo de Anastasio Somoza García ("Tacho"), Luis Somoza  Debayle, se hizo cargo del poder gracias al control que la familia tenía sobre la Guardia Nacional, único cuerpo armado del país. A la muerte de Luis Somoza en 1967  le sucedió su hermano Anastasio Somoza Debayle ("Tachito"), tras un breve período con algún presidente títere.  La acumulación de riquezas por parte de la familia continuó sin ningún escrúpulo. Cuando en diciembre de 1972 se produjo el terrible terremoto que destruyó Managua, una parte importante de la ayuda internacional fue desviada a los almacenes de la familia y vendida. A raíz del asesinato misterioso de Pedro Joaquín Chamorro, el pueblo se alzó en armas.  Anastasio Somoza Debayle gobernó el país hasta que fue derrocado en 1979 por las fuerzas combinadas del pueblo en armas.

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