
El 13 de agosto
del año cristiano de 1521 fue el día más triste
para los mexicas. Ese día, su tlatoani
Cuauhtémoc fue capturado por los invasores y llevado ante Hernán Cortés.
Ante este hecho, los mexicas aceptaron que su dios guerrero Huitzilopochtli
había sido derrotado por el dios de los extranjeros, motivo
por el que dejaron de combatir y se rindieron ante los españoles.
Con la derrota
de los mexicas se marca el inicio del periodo colonial. Sin embargo,
el 13 de agosto de 1521 los españoles no obtuvieron el dominio
del territorio del actual México. La conquista del Imperio
mexica fue la primera de una larga serie de conquistas que abarcaron
siglos. Algunos pueblos indígenas, como los yaquis de Sonora
o los mayas de Quintana Roo, defendieron su independencia hasta el
siglo XX.
La conquista
de México
En ocasiones
la conquista de México se ha visto como una lucha de "buenos"
(indígenas) contra "malos" (españoles); como
un enfrentamiento entre dos fuerzas antagónicas: europeos contra
americanos, o bien como el choque de dos civilizaciones, en donde
el triunfo lo determinó el desarrollo tecnológico de
los europeos.
La "conquista
de México", sin embargo, fue un episodio histórico
sumamente complejo. Para empezar, no podemos juzgar de "buenos"
o "malos" a ninguno de los contrincantes porque, como en
toda historia humana, cada parte actuó dentro de los límites
de su circunstancia histórica, tradición y cultura.
De cada lado de los combatientes se cometieron crueldades, intrigas
y matanzas, así como acciones heroicas. Antes de 1521 tanto
en el mundo español como en el indígena se conocían
la guerra, la injusticia y la violencia. Sin embargo, esto no quiere
decir que se justifiquen en cualquier periodo de la historia la intolerancia,
la guerra y la destrucción.
Otro hecho
de la conquista es que ésta no fue una lucha que libraron europeos
contra indígenas. Hay un dicho popular que dice: "La conquista
de México la hicieron los indios y la independencia los españoles".
Este dicho tiene un fondo de verdad porque varios pueblos del centro
de México se aliaron a los españoles para combatir a
los mexicas y, de este modo, poder liberarse de su dominio. Hernán
Cortés aprovechó el descontento de los pueblos tributarios
del Imperio para crear alianzas militares que le permitieron avanzar
hasta México-Tenochtitlan, tomar la ciudad y destituir a los
mexicas como poder político dominante de una amplia zona.
Es cierto
que la tecnología bélica de los españoles era
más poderosa que la de los indios. Los españoles traían
consigo pólvora, cañones, espadas de acero y arcabuces,
cuya fuerza destructiva superaba la de las lanzas, flechas y otras
armas indígenas. Pero también es cierto que los españoles
eran tan sólo unos pocos cientos, en comparación con
los miles de indígenas que vivían en el centro de México.
Así, aunque la tecnología puede contarse entre las ventajas
del ejército español, este factor no determinó
la derrota de las fuerzas mexicas. La clave para conquistar a los
mexicas estuvo en el terreno político, es decir, en la red
de alianzas militares que los españoles lograron organizar
y dirigir.
Tlatoani
- Soberano de una ciudad o señorío. Ejercía funciones
civiles, militares, religiosas, judiciales y legislativas. Generalmente
era noble de nacimiento y gobernaba de por vida. El tlatoani de mayor
autoridad era llamado huey tlatoani. Tlatoani significa en náhuatl
"el que habla".
Fuentes
para estudiar la conquista de México:
Navarrete
Linares, Federico: La conquista de México. México,
CNCA (Colección Tercer Milenio), 2000.
Urrutia,
María Cristina y Libura, Krystyna: Ecos de la conquista.
México, Patria - SEP (colección Libros del Rincón),
1992.
Carrasco,
Pedro: "La sociedad mexicana antes de la conquista" y Moreno
Toscano, Alejandra: "El siglo de la conquista" en Historia
General de México Tomo 1. México, El Colegio de
México-Harla, 1988.
Powell,
Philip W.: La conquista chichimeca (1550-1600). México,
Fondo de Cultura Económica (Sección de Obras de Historia),
1977.
Ricard,
Robert: La conquista espiritual de México. México,
Fondo de Cultura Económica (Sección de Obras de Historia),
1986.