| |
|
|
|
|
 |
| ARMAS
DEL CUERPO |
|
2
- 2 |
| La primera operación necesaria es aprender a formar el puño, que siempre se ha de mantener fuertemente apretado; se empieza con la mano abierta y se aprietan los dedos, primero el meñique; las primeras veces puede resultar útil ayudarse con la otra mano, un poco como si se quisiera ablandar cera, para comprender cómo se han de doblar los dedos (lo más posible, de forma que la punta de los dedos se hunda en la almohadilla carnosa de la palma que se encuentra en la base de los mismos). | ||
|
El pulgar se ha de doblar sobre los otros dedos y se ha de procurar apretarlo al máximo; un golpe erróneo, que implique al pulgar, puede producir una dolorosa luxación. Ya tenemos el puño; ahora es preciso alinearlo con cuidado con el antebrazo, poniendo rígida la muñeca. La alineación es correcta cuando el dorso de la mano forma una línea única con la muñeca y el puño y ligeramente plegado hacia el meñique; de esta forma podemos golpear con Seiken: la parte más importante del puño, correspondiente a los nudillos del índice y del medio. Es la parte empleada en todas las acciones de puñetazo directo y en los ganchos |
 |
|
