Se debe de notar de que en la Biblia no hay mención explícita de que Caín alguna vez le haya preguntado a sus padres, "¿Qué acaso soy yo el guardián de mi hermano?" ni sobre la influencia que hayan podido tener sus padres sobre el origen, causa, o desarrollo de la enemistad entre Caín y Abel (Lo que dice la Biblia es que así es como responde Caín cuando Dios le pregunta, "¿Dónde está tu hermano Abel?" después de que Caín había matado a Abel).

Aunque existe otro antiguo texto hebreo, parte del Midrash, en el que se discute la preocupación de Adán y Eva debido a la enemistad entre sus dos hijos, y el que dice que Adán y Eva estaban lo suficientemente preocupados por la rivalidad entre los dos hermanos como para tratar de mantenerlos apartados el uno del otro, estableciéndolos en hogares separados y dándoles profesiones diferentes, de nuevo no hay mención alguna acerca del origen de esta rivalidad.

Aún así, la respuesta y la actitud de Caín para con sus padres están claramente implícitas en la historia que nos presenta la Biblia, ya que el hecho de que Caín tuviera el descaro de responderle a Dios en una forma tan irrespetuosa, es evidencia más que suficiente de que Caín tenía ya mucha práctica respondiendo en forma semejante a las únicas otras fuentes de autoridad en su mundo, o sea, a sus padres.  Además, el hecho de que Caín reaccionara en una forma tan infantil (esencialmente enfureciéndose, con una rabieta) al que su ofrecimiento fuera rechazado por Dios (en vez de reaccionar en una forma más adulta, por ejemplo, tratando de buscar algotra forma diferente de complacer a Dios) nos indica de que éste era un patrón de comportamiento que le había quedado fijado a Caín desde su temprana infancia.

Puede haber sido que los primeros copistas y recopiladores de la Biblia, en la antiguedad, sintieran de que las causas, el desarrollo, y las consecuencias de la situación de rivalidad fraternal entre Caín y Abel eran tan obvias para los lectores en sus tiempos de que creyeran que no era necesario incluir alguna explicación acerca del origen o desarrollo de esta rivalidad antes de la tragedia.
 
También es posible de que esta situación haya sido discutida ampliamente en la antigua tradición oral, de tal modo que cualquier discusión adicional escrita se hiciera innecesaria.  Pero, lo que puede haber sido claramente obvio en aquellos tiempos antiguos, aparentemente ya no lo es en nuestros tiempos.