LA RIVALIDAD ENTRE HERMANOS:

CAUSAS, CONSECUENCIAS Y SOLUCIONES

Y por qué a todos (y no solamente a los padres) nos interesa este antiguo problema.

por

William Antonio Boyle, PhD

Diciembre de 1998.

[In English]


En este pequeño artículo se discuten las causas, consecuencias y soluciones de los múltiples problemas sociales, psicológicos y de la familia ocasionados por la rivalidad fraternal, así como un mecanismo para el origen de la personalidad propensa al abuso de poder.

CONTENIDO:

-INTRODUCCION

-LA TRADICION JUDAICA-CRISTIANA

-ORIGENES DE LA RIVALIDAD FRATERNAL

-FACTORES EMPEORANTES DEL PROBLEMA

-LA ESTRUCTURA MENTAL HUMANA

-QUE PUEDEN HACER LOS PADRES

-QUE PUEDE HACER LA COMUNIDAD

-LA IMPORTANCIA SOCIAL TRASCENDENTAL DE LA RIVALIDAD FRATERNAL
     -Nota:  El abuso de poder o autoridad

-UN ENCUENTRO CON UN EXTRAÑO

-Cartas de Lectores

-Otros Comentarios


* * *

"Los comienzos son tiempos tan delicados…" - Frank Herbert, Dune, 1965

INTRODUCCION

           El problema de la enemistad entre hermanos o "rivalidad fraternal" es uno de los más antiguos de la humanidad.  Basta notar que una de las primeras historias en la Biblia (el libro más antiguo de la cultura occidental) trata de la rivalidad entre dos hermanos.  Caín, el mayor, les protestaba a sus padres, Adán y Eva, de que por qué tenía que ayudar a cuidar a su hermano menor, Abel, preguntándoles, ¿Qué acaso soy YO el guardián de mi hermano?  Esta historia tiene un final trágico; la rivalidad entre estos dos hermanos llega al punto en que Caín asesina a Abel (y conste que, según la Biblia, éste fue el PRIMER asesinato en la historia de la humanidad).  El hecho de que esta historia sea una de las primeras dentro de la Biblia nos da una idea de la gran importancia que la cultura judáica ha dado a este antiguo problema (Ver nota 1).

LA TRADICION JUDAICA-CRISTIANA

           Al presente, pareciera que le damos poca importancia a la tendencia natural que tiene este problema de ocurrir.  En las culturas occidentales ésto en parte tal vez se deba a la tradición y educación cristianas, que ponen al amor fraternal como ejemplo por excelencia del amor ideal.  Con este problema se relacionan también unas de las preguntas más fundamentales y difíciles en dos de las religiones de mayor importancia en el mundo actual; el Judaísmo ("¿Qué acaso soy YO el guardián de mi hermano?,"  lo que equivale a decir, "¿Es que tengo YO la obligación moral de velar por el bienestar de mis hermanos y hermanas?")  y el Cristianismo ("¿QUIEN es mi prójimo?,"  lo que es decir, "¿A QUIENES debo yo considerar que son como mis hermanos o hermanas?").  [Y lectores, favor de indicarme lo que dicen acerca de estas dos preguntas otras religiones o sistemas de creencias;  ¿Incluyen a todos?  ¿O por el contrario excluyen a ciertos grupos, por ejemplo, a los no-creyentes?  Puede escribir su respuesta en mi Libro de Visitas.]

           En los Evangelios cristianos podemos observar de que Jesucristo y sus apóstoles frecuentemente exhortaban a sus oyentes a que "se quisieran unos a otros como hermanos."  O sea que, de acuerdo a ésto, queda uno con cierta impresión (tal vez inconciente) de que el "amor fraternal" es una condición NATURAL que va a surgir "por ella misma" cada vez que existan hermanos o hermanas dentro de una familia, y que los padres simplemente van a ser los espectadores pasivos del surgimiento de este bello fenómeno "natural."

           Esta creencia hace caso omiso del hecho de que, tanto Jesucristo como sus apóstoles se habían criado y vivían dentro de la cultura judáica, la cual tenía para esa época más de tres mil años de existir.  Es importante notar que una de las premisas más importantes de esta tradición y cultura judáicas ha sido la resolución de los problemas de la coexistencia pacífica de sus miembros, empezando por la coexistencia pacífica dentro de la familia.  Se puede pensar de que, después de tres mil años de estar considerando estos problemas (nótese la historia de Caín y Abel como ejemplo de lo que sucedía si no se hacía nada) ya se habían encontrado formas bastante efectivas para evitarlos y que, para el tiempo de Jesucristo, dentro de la cultura judáica era válido el poner al "amor fraternal" como ejemplo de amor "puro y desinteresado."

           Y, aunque no es particularmente difícil para los padres el lograr que sus hijos se quieran "como hermanos," desafortunadamente la situación "NATURAL" (la que que tiende a surgir "por si misma") es la contraria,o sea la RIVALIDAD fraternal.  El hecho de que esto es así lo indican los muchos ejemplos que existen de esta situación.

ORIGENES DE LA RIVALIDAD FRATERNAL

           Al hablar de la rivalidad fraternal o fraterna nos referimos a casos, desde las peleas caseras que comienzan con un jalón de trenzas, o con el no querer compartir un preciado juguete (y que sacan de quicio a los padres en todo el mundo), hasta situaciones mucho más serias, como la enemistad o el antagonismo permanente entre hermanos adultos, o el antedicho caso Bíblico del asesinato de Abel por parte de Caín.

           No es difícil encontrar cuales son los orígenes de la rivalidad fraternal. Podemos fácilmente hallar muchos ejemplos similares en la naturaleza.  El problema es simplemente uno de competencia por recursos limitados. En la naturaleza, la competencia es casi siempre por alimentos.  Así pues, siempre que existen en un mismo lugar (o hábitat) dos animales o dos especies que consumen el mismo tipo de alimentos, van a luchar entre ellos hasta que uno logra expulsar o matar al otro, quedando el ganador con el uso exclusivo de los alimentos disponibles en ese lugar.

           Hay en la naturaleza casos extremos de rivalidad fraternal.  Por ejemplo,al irse desarrollando los tiburoncitos dentro del vientre de la madre tiburón, el tiburoncito mayor devora a todos sus hermanos, apoderándose así de los recursos de alimentos de ellos.  Como otro ejemplo, las águilas hacen sus nidos a grandes alturas, en árboles o montañas.  El primer aguilucho en nacer va empujando fuera del nido a cada uno de sus hermanos aguiluchos que van naciendo.  Así se asegura de que los alimentos que vaya trayendo la madre águila serán sólamente para él.

           Entre los hijos en las familias humanas ocurre una competencia parecida, pero acá los recursos limitados son el TIEMPO, la ATENCION, el CARIÑO, y la APROBACION que los padres pueden dedicar y dar a cada hijo.  Considerando a la familia humana de una forma bastante simplista y tomando en cuenta de que los padres tienen solamente una cantidad de tiempo limitada para dedicarle a sus hijos (ésto es, tiempo exclusivo "de uno a uno") podemos observar que si en esa familia hay solamente UN hijo (o hija), TODO ese tiempo es para ese único hijo (o hija); si tienen DOS hijos, a cada uno le tocará la MITAD del tiempo de los padres; si TRES, la TERCERA parte; si CUATRO, a cada uno le toca la CUARTA parte, …y así sucesivamente.  (en lo que sigue, al decir "hijo" se entiende "hijo varón o hija hembra," al decir "hermano" se entiende "hermano o hermana," y similarmente para todos los casos semejantes).

           Esto se puede ilustrar con el así-llamado "fenómeno del álbum de fotos familiar."  En la mayoría de familias, al observar su álbum de fotos, se encuentran muchas fotos del nacimiento y primer año del hijo mayor.  Para el segundo hijo, ya hay menos fotos.  Y, del tercer hijo en adelante, cuesta hallar fotos de éllos en el álbum...  ¡Como si ni pertenecieran a la familia!

           Esta es la raíz del problema.  Para observarlo de cerca, podemos irnos poniendo en el lugar de cada uno de los hijos en una familia, al ir naciendo un nuevo hermanito.  Cuando nace el primer hijo (o hija), TODA la atención de los padres es para él (o ella).  Dentro de las circumstancias de cada familia, este primer niño se siente muy especial.  Por lo general, este niño pasa en estas circumstancias privilegiadas al menos durante un año.  Sin embargo, aún este pequeño período, (de solamente UN año) tiene un impacto ENORME en la vida posterior.  Es común observar que, en la mayoría de las familias, al llegar los hijos a la vida adulta, es el hijo (o la hija) mayor quien tiende a tener el mayor éxito.

           ¿Qué pasa al nacer un nuevo hermanito?  Para empezar, la porción de su tiempo que los padres le pueden dedicar al hijo mayor se reduce al menos a la MITAD.  La realidad es peor.  Un nuevo bebé requiere ENORMES cantidades de tiempo y atención.  Lo que el hijo mayor siente es que, de pronto, mamá y papá casi ya NO tienen tiempo para pasar y jugar con él, y cuando lo tienen, generalmente están cansados y de mal humor.

           Ahora, la mente de un niño (o niña) de un año de edad no está muy desarrollada; su capacidad de razonar es aún muy limitada - apenas esta comenzando a aprender a hablar.  Sin embargo, a pesar de su corta edad, su capacidad de SENTIR emocionalmente ya está BASTANTE desarrollada.  Así pues, siente intensamente que esta nueva situación le es MUY desagradable, y asocia esta situación desagradable con el NUEVO intruso en la familia (o sea, con el nuevo hermanito…)

           Recordemos que, para un niño de un año de edad, un día es un intervalo de tiempo MUY largo; una semana es casi como una eternidad… (La realidad efectiva es la que el individuo siente, que no es necesariamente la aparente a los demás).  No ayuda en nada el hecho de que el período de vida de entre uno y tres años de edad es de los más frustrantes y difíciles, tanto para el niño como para los padres (la así-llamada "edad de los berrinches").  A un nivel emocional, las bases del antagonismo estan ya sembradas.  Parte del problema surge porque la mente humana tiende a procesar los impulsos emocionales ANTES que los pensamientos concientes (y desafortunadamente, ésto es igual de cierto tanto para los niños como para la mayoría de los adultos).

           Casi inconcientemente, el hijo (o la hija) mayor comienza a buscar formas para que los padres vayan "dejando de querer" al menor.  Más adelante, su frustración lo lleva a irritar y molestar directamente al menor.  Los padres, al darse cuenta de esto, amonestarán y castigarán al mayor.  Esto NO resuelve el problema, sino simplemente hace que el mayor desarrolle formas de disminuir, irritar y molestar al menor que NO sean detectables por los padres (¿Qué ésto no es posible…?  La mente de los niños es MUY inventiva.  Por ejemplo, cuando el menor aún está bastante pequeño, puede hacerlo comenzar a llorar, pegándole o pellizcándole cuando está dormido, sin que ni el hermanito ni los padres se dén cuenta de quién fue la mano.  Más adelante puede estropearle o perderle juguetes o artículos de ropa.  Una táctica aún más sutil es la de secretamente guardar o esconder los artículos de la hermanita en lugares diferentes de donde ésta los había dejado.  Esto tiene la ventaja de hacer parecer a la hermanita como una descuidada, y en caso de ser descubierta por los padres, la hermana mayor tiene la defensa perfecta:  ¡Simplemente estaba arreglando el desorden que había dejado su hermanita!).

           Mientras tanto, ¿Qué ocurre desde el punto de vista del hijo menor?  Al principio, todo parece estar más o menos bien.  Están mamá y papá, quienes cuidan de él, y tratan de satisfacer sus necesidades.  Pero… también existe este OTRO que, sin qué ni para qué, lo molesta y trata de hacerle la vida imposible.  Al principio, la capacidad de acción del pequeño es muy limitada, y no puede hacer nada ni por defenderse, ni por atacar de regreso.  Pero al ir creciendo y desarrollándose, empieza a buscar formas de frustrar los ataques del mayor.  La forma más sencilla, por supuesto, es quejarse con mamá.  Esto hace que mamá regañe al mayor, y detiene el ataque… por el momento.  Pero, una buena parte del problema está en que, durante el tiempo en el cual los hermanos tienen aún menos de unos diez años de edad, una diferencia en edades de solamente UN año significa una GRAN diferencia en tamaño, fuerza, y capacidad mental.  La triste realidad es de que, desde un comienzo, el menor lleva las de perder.  Al ir creciendo, el hecho de llevar SIEMPRE las de perder frente a su hermano mayor es una fuente continua de gran frustación para el menor (Lo cual no quiere decir que el menor va a perder siempre.  Especialmente al ir ya creciendo, los hermanitos menores pueden ir desarrollando toda clase de tácticas para bloquear los ataques de los mayores, y a su vez irritarlos y exasperarlos... - Los escritores y productores de comedias para la TV parecen encontrar gran inspiración en estos conflictos entre hermanos mayores y menores, lo cual tiende a perpetuar el problema ya que los niños tienden a imitar el comportamiento de los caracteres que ven en la TV - Hay que notar que la muy popular película de dibujos animados Toy Story, estrenada por Pixar/Disney en 1995, es la historia de la rivalidad fraternal entre Woody y Buzz, y que por una suerte tremenda tiene un final feliz).

           Esta es una de las razones por las que, para atraer la atención y aprobación de los padres, el menor tiende a desarrollar capacidades DIFERENTES a las del mayor (ya que si desarrolla las mismas capacidades, entonces nunca va a tener algo en que EL sea el mejor).  Por ejemplo, si el mayor demuestra aptitudes intelectuales, entonces el menor tratará de desarrollar capacidad para los deportes, y viceversa.

           Al año siguiente, al nacer otro hermanito, comienza otra nueva etapa en este juego.  Esta vez son los dos hermanos mayores en contra del menor, y esta vez los padres tienen aún MENOS tiempo y energía para dedicarles a cada uno…  No requiere gran esfuerzo deducir la razón por la cual, en muchas familias, es el hermano MENOR quien generalmente tiene los mayores problemas psicológicos al llegar a la vida adulta.

           Ahora, algo que debe quedar MUY claro es que este problema de la rivalidad fraternal NO es culpa del hijo mayor, ni de los otros hijos en la familia.  Tampoco es culpa de los padres.  En realidad, la causa básica de este problema son las circumstancias universales, comunes para todas las familias en la humanidad.  Como se dijo al principio, leyendo la Biblia podemos ver que ésto no es nada nuevo.

           También debe quedar claro que la discusión contenida acá no es una descripción completa de este complejo problema.  Más bien es un simple intento de indicar los factores de mayor importancia en esta situación.  Existen muchos otros factores que modifican las circumstancias anteriores.  Por ejemplo, si el segundo hijo es de sexo diferente al primero, ésto tiende a mitigar el desarrollo de la rivalidad, ya que desde un comienzo el menor tiene algo especial que no tiene el mayor, el hecho de ser varón o hembra.  Por el contrario, si los dos hijos son del mismo sexo, esto tiende a propiciar la existencia de este problema.  Asimismo, como veremos en lo que sigue, la diferencia de edades entre cada par de hijos consecutivos puede moderar grandemente el desarrollo de esta situación.
 

Continúa en la Parte 2.

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W.A. Boyle, Silver Spring, Maryland, E.E.U.U. – 14 de diciembre de 1998.



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El Dr. Boyle es salvadoreño, y reside en Washington D.C., Estados Unidos.
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