[m a l a c a n d r a]

Las Memorias de Borges, resucitadas

Eduardo Pablo Giordanino egiorda@hotmail.com

Jorge Luis Borges con Norman Thomas di Giovanni. Autobiografía 1899-1970. Traducción de Marcial Souto y Norman Thomas di Giovanni. Buenos Aires: El Ateneo, 1999. 157 p. $ 18.

La «industria Borges» se consolidó definitivamente. En Argentina, a cada minuto que pasa surgen cataratas de papel con comentarios, estudios críticos, biografías (autorizadas y «no autorizadas»), análisis, bibliografías (ninguna completa), exégesis, recopilaciones, resucitaciones y textos «inéditos» de Borges. Llegó el turno de su autobiografía, que fue impresa y distribuida en abril de 1999 (justo para la Feria del Libro Internacional de Buenos Aires).

Esta autobiografía es un documento de lectura ineludible para quienes desean internarse en la visión íntima de quien creó las páginas de la literatura fantástica más memorables de este siglo. Es el escrito más largo que escribió Borges. Vamos a dejar ahora, amable lector, los comentarios del texto en sí para otra ocasión y nos dedicaremos a su aparición en el contexto de la «industria Borges».

Como es negocio seguro, estamos ante un lujoso volumen encuadernado en tapa dura impreso con tipografía para miopes: páginas de 24 líneas a cuerpo 16 con margen generoso, a fin de dar forma de libro a las palabras que conforman esta autobiografía. El diseño de cubierta insumió muchísimas horas, ya que se trata solamente de una foto oscura con letras «Courier New» (un esfuerzo de producción (:)).

El dorsoportada (página que en la jerga editorial se denomina de «legales») nos inunda de menciones de Copyrights (derechos de autor), donde figura todo el mundo menos su autor. Cosas de los derechos (o «torcidos») de autor, que en el caso de Borges insumieron varios folios de expediente del famoso juicio (otra vergüenza nacional equiparable a la de Héctor Oesterheld).

La escueta nota del editor nos dice que «dictada en inglés a su colaborador y traductor Norman Thomas di Giovanni durante los primeros meses de 1970, esta Autobiografía fue publicada por la prestigiosa revista The New Yorker en septiembre de ese mismo año, y poco después como introducción a la edición norteamericana de The Aleph and Other Stories. Referencia obligada de distintas biografías y ensayos sobre el Maestro, el texto completo se publica por primera vez en español.» Nada más. Los editores ignoran, o pretenden ignorar, que la autobiografía ya había sido publicada en español: en un suplemento del diario La Opinión del martes 17 de septiembre de 1974 titulado Las memorias de Borges (ver foto). Según la información consignada por los editores del diario, eligieron la Autobiografía de Borges para conmemorar su milésima entrega: «la publicación de las Memorias coincide con el lanzamiento de las Obras Completas del maestro: es a los buenos oficios de Emecé, el sello responsable de esa edición, que La Opinión debe el conocimiento del admirable texto que se incluye en este número 1.000» (p. i).

El texto publicado en La Opinión difiere notablemente del que aparece en el libro. Citemos por ejemplo el comienzo de las memorias en el diario:

«No puedo decidir si mis primeros recuerdos se ubican en la margen occidental o en la margen oriental del lento, fangoso, Río de la Plata»

En el libro leemos:

«No puedo precisar si mis primeros recuerdos se remontan a la orilla oriental u occidental del turbio y lento Río de la Plata»

Tradutore, tradittore: los traductores del texto 1999 no conocen o «se olvidaron» de las Las memorias de Borges de 1974. Comparando las distintas versiones y sin necesidad de recurrir a un filólogo, podemos aventurar que Borges no habría escrito «oriental u occidental», con esa disonante «u» en el medio; así también resalta la diferencia (borgiana) entre «decidir» o «precisar». Indudablemente Borges no hubiera elegido esta última. Hay mucho más para comparar, pero por razones de espacio lo dejamos para otra ocasión.

Lo poco que sabemos de las Memorias-Autobiografía es que Borges elaboró unos borradores en inglés y dictó el texto a Di Giovanni en una oficina de la Biblioteca Nacional entre el 21 de abril y el 28 de julio de 1970. En el libro, los traductores (Di Giovanni, traductor y editor de Borges; Marcial Souto, ampliamente conocido en el mundo de la CF y LF) no mencionan el texto publicado en La Opinión. De la nota consignada en La Opinión se desprende que el texto fue escrito por Borges (esta parece la mejor hipótesis: a pesar -y por- haber sido «escrito» en inglés, seguramente fue retraducido y reescrito en español por Borges mismo).

Puestos a elegir, nos quedamos con el texto de La Opinión porque: 1) Se publicó en vida del autor (a pesar de los innumerables hurtos a los que fue expuesto, suponemos que Borges supo o conoció o supervisó o redactó sus propias «Memorias» en español, ya que se trataba de un diario de gran circulación y no parece verosímil que el Maestro abandonara sus recuerdos a la deriva); 2) El estilo es más «Borges» que el del libro; 3) Es muy sospechoso que los editores no mencionen la edición del texto en La Opinión. Caramba, no se trata de dos líneas o tres versos perdidos en un diario de provincia, se trata nada menos que de las «Memorias» de Borges publicadas en vida de su autor; 4) El texto de La Opinión es la verdadera «primera vez» y primera edición del texto «en español» (con respecto a la «Nota del Editor» en la página 9 del libro).

Esta edición de la Autobiografía es una buena oportunidad para leer la vida de Borges contada por él mismo (hasta sus 70 años), sin tener que ir a desempolvar archivos ni bibliotecas, pero ¡cuidado! Se trata de una traducción y no es la primera edición. Parafraseando al Maestro, algo muy «apócrifo».


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27/9/1999
http://www.oocities.org/SoHo/Cafe/1131/07memoes.html
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