manifiesto 3
Ningun gobierno puede ser el controlador y dosificador del
desarrollo cultural, como tampoco puede ser el generador de
los actos, movimientos y eventos culturales, ya que no sólo
estos se suceden sin la autorización o supervisión gubernamental,
sino que estas actividades manan de los individuos,
grupos, colectivos y comunidades de forma natural y libre,
sin la vigilancia y el control del estado rector.
Por lo que estamos convencidos de que despues de tantas
decadas de que ellos no lleven a cabo esta función primaria cultural,
somos nosotros, los miembros de la sociedad civil los que
asumimos la tarea de la divulgación cultural. Estamos rescatando
todos los espacios públicos para ser usados como espacios en
donde los eventos culturales sean manifestados de forma
irrestricta, creativa y al servicio de todos y cada uno
de los habitantes de nuestra región.