La
carretera sin metas
Cuando
Alicia y el Ratón lograron salir del Charco de Lágrimas, estaban
mojadísimos; y lo mismo les ocurría a un montón de otras
extrañas criaturas que también se habían caído al Charco. Había
un Dodo (que es el pájaro grande del bastón); y un Pato; y un Loro
(que está justo detrás del Pato, mirando por encima de él); y un
Aguilucho (que está a la izquierda del Loro); y algunos otros.
Bueno,
y a todo esto no tenían la menor idea de cómo podrían secarse.
Pero el Dodo --que era un pájaro muy listo-- les dijo que lo más
adecuado era hacer una carrera sin meta. ¿Y qué crees que era eso?
¿Qué
no lo sabes? ¡Pues sí que eres ignorante! ¡Ahora presta mucha
atención y pronto remediaré tu ignorancia!
En
primer lugar hay que tener una pista para la carrera. Debe ser de
forma más bien circular, pero la forma no importa mucho siempre que
dé un rodeo bastante grande y acabe volviendo al punto de partida.
A
continuación se colocan todos los corredores sobre la pista, aquí
y allá; no importa dónde, lo que hace falta es que no queden todos
agrupados.
Después
no hace falta decir «¡a la una, a las dos y a las tres!», sino
que se les deja que se pongan a correr cuando quieran, y que lo
dejen cuando les parezca.
De
manera que todas estas criaturas, y también Alicia, estuvieron
corriendo por la pista hasta que se secaron por completo. ¡Y
entonces el Dodo dijo que todos habían ganado y que todos debían
recibir un premio!
Y
claro, Alicia tuvo que darles sus premios. Y no tenía nada que
darles sino unos pocos dulces que casualmente llevaba en el
bolsillo. Y hubo exactamente uno para cada uno. ¡Pero no quedaba
premio para Alicia!
¿Qué
crees que hicieron? A Alicia sólo le quedaba su dedal. Ahora mira
el dibujo, y verás lo que pasó.
«Dame
eso», --dijo el Dodo.
Entonces
el Dodo tomó el dedal y se lo entregó de nuevo a Alicia, diciendo:
«iLe suplicamos acepte este elegante dedal!» Y todas las demás
criaturas aplaudieron.
¿Verdad
que era una regalo extraño?
Imagínate
que te tienen que hacer un regalo de cumpleaños ¿prefieres que
vayan al armario de tus juguetes y busquen la más bonita de tus
muñecas y te digan: «¡Toma, mi amor, este precioso regalo por tu
cumpleaños!» ¿O más bien te gustaría que te regalen algo nuevo,
algo que no tuvieras antes? |