El Generalife es la parte que servía
de recreo y subsistencia a los reyes. Fue construido por
Muhammad II con objeto de servir de huerta para el
aprovisionamiento de los Palacios, así como para
erigirse en residencia de campo del sultán.
El rey se trasladaba al Generalife
para huir de los problemas de la corte, normalmente lo
hacía en otoño (la más bella estación
en Granada).
Para conseguir crear un verdadero
"paraíso" en medio de un clima árido, Al-Ahmar desvió
el río Darro por canales y lo hizo llegar hasta su
palacete. En los jardines el visitante se siente embriagado
por el olor de las selectas flores, así como mecido por
el gorgojeo del agua...
Después de adentrarse en los jardines
y huertas, se llega al noble edificio. Con la entrada en el
Patio de la Acequia una explosión de belleza
llena al visitante, conjugándose perfectamente agua, perfume
floral y arquitectura. Aunque cabe destacar que los surtidores
que hoy adornan la acequia son muy posteriores (época
romántica), puesto que en la dominación nazarí la
acequia era un gran espejo.
El Generalife perteneció a los marqueses
de Campotéjar hasta el año 1921, cuando donaron el
enclave al Estado.