Diálogo con Playboy, 1980
parte II
Yoko: Para mí fue bueno encargarme del negocio y reencontrar mi orgullo con respecto a lo que podía hacer. Y fue bueno saber qué era lo que él necesitaba, el intercambio de roles que fue tan bueno para él.
John: Y aprendimos que es mejor para la familia si ambos trabajamos por la familia, ella encargándose del negocio, y yo haciendo de madre y esposa. Reordenamos nuestras prioridades. La prioridad número uno es ella y la familia. Todo el resto se mueve alrededor de eso.
Yoko: Es duro darse cuenta. En estos días, la sociedad prefiere a los solteros. Alienta que las personas se divorcien o separen o sean solteras o gay -lo que sea. Las corporaciones quieren solteros -trabajan más duro si no tienen lazos familiares. No tienen que preocuparse por estar en casa por la noche o los fines de semana. No hay demasiado espacio para las emociones con respecto a la familia o las relaciones personales. Sabés, lo que le dicen a las mujeres que se acercan a los 30, que si no tienen un bebé en los próximos años, van a estar en problemas, nunca serás madre, así que nunca estarás satisfecha de esa forma y...
John: Yoko tenía 73 cuando tuvo a Sean. [Risas]
Yoko: Así que la sociedad, en lugar de desalentar a las personas que quieren tener bebés, ya que son importantes para la sociedad, debería alentarlos. Es la responsabilidad de todos. Pero es duro. Una mujer tiene que negar lo que tiene, un vientre, si quiere 'lograrlo'. Pareciera que sólo las clases privilegiadas pueden tener familias. En estos días, tal vez sean sólo los McCartneys y los Lennons o algo así.
John: Todo el resto se convierte en un trabajador-consumidor.
Yoko: Y después, el Hermano Mayor va a decidir -odio usar el término Hermano Mayor....
John: Demasiado tarde. Está en la cinta. [Ríe]
Yoko: Pero, finalmente, la sociedad...
John: La Hermana Mayor -¡esperá a que llegue!
Yoko: La sociedad va a eliminar los roles del hombre y la mujer. Los bebés nacerán en probetas y en incubadoras.
John: Entonces será Aldous Huxley.
Yoko: Pero no tenemos que seguir ese camino. No estamos obligados a negar ninguno de nuestros órganos, sabés.
John: Algunos de mis mejores amigos son órganos...
Yoko: El nuevo disco...
John: Volvemos al disco, muy bien...
Yoko: El álbum lucha contra estas cosas. Los mensajes son algo anticuados -la familia, las relaciones, los niños.
Playboy: El álbum refleja obviamente sus nuevas prioridades. ¿Cómo han salido las cosas desde que tomaste esa decisión?
John: Volvimos a estar juntos, decidimos que esta era nuestra vida, que tener un bebé era importante para nosotros y que todo el resto era subsidiario de eso. Trabajamos duro por ese niño. Atravesamos el infierno intentando tener un bebé, muchos abortos espontáneos y otros problemas. El es de verdad lo que se llama un hijo del amor. Los doctores nos dijeron que nunca podríamos tener un hijo. Casi nos rendimos. "Bueno, eso es todo, entonces, no podemos tener uno..." Nos dijeron que algo andaba mal en mi esperma, que me había abusado tanto en mi juventud que no había posibilidad. Yoko tenía 43, así que dijeron, de ninguna manera. Ha tenido demasiados abortos espontáneos y cuando ella era una muchacha, no había píldoras, así que hubo muchos abortos; su estómago debe ser como Kew Gardens en Londres. De ninguna manera. Pero un acupunturista chino en San Francisco dijo, "Compórtense. Nada de drogas, coman bien, no beban. Tienen un niño en 18 meses." Y nosotros dijimos, "Pero los doctores ingleses dijeron...." El dijo, "Olvídense de lo que dijeron. Tienen un niño." Tuvimos a Sean y le enviamos al acupuncturista una Polaroid de él justo antes de que muriera, que Dios lo bendiga.
Playboy: ¿Hubo algún problema debido a la edad de Yoko?
John: No debido a su edad sino debido a un problema en el hospital y el jodido precio de la fama. Alguien le había hecho a Yoko una transfusión con el tipo sanguíneo errado. Yo estaba ahí cuando sucedió, y empieza a ponerse rígida, y empieza a temblar, por el dolor y el trauma. Corro hasta una enfermera y le digo, "¡Vaya a buscar al doctor!" Estoy sosteniendo a Yoko mientras este tipo llega a la habitación. Entra caminando, apenas nota que Yoko está teniendo unas jodidas convulsiones, viene directo a mí, sonríe, me da la mano y dice, "Siempre he deseado conocerlo, Sr. Lennon, siempre disfruté de su música." Yo empecé a gritar: "¡Mi mujer se está muriendo y usted quiere hablar de mi música!" ¡Cristo!
Playboy: Ahora que Sean tiene casi cinco, ¿es consciente del hecho de que su padre fue un Beatle, o lo han protegido de tu fama?
John: Yo no he dicho nada. Nunca le fueron mencionados los Beatles. No había razón para mencionarlo; nunca pasamos los discos de los Beatles en casa, a diferencia de la historia que circuló de que yo estuve sentado en la cocina durante estos últimos cinco años, pasando los discos de los Beatles y reviviendo el pasado como una especie de Howard Hughes. Sí vio Yellow Submarine en la casa de un amigo, así que le tuve que explicar qué estaba haciendo un dibujito de mí en una película.
Playboy: ¿Tiene consciencia de los Beatles?
John: No ve diferencia entre los Beatles y Mami y Papi. Piensa que Yoko también fue un Beatle. No tengo discos de los Beatles en la jukebox que él escucha. Está más expuesto al rock'n'roll temprano. Le gusta "Hound Dog". Piensa que es sobre la caza. Sean no va a ir a la escuela pública, a propósito. Sentimos que puede aprender las tres Rs cuando quiera -o cuando la ley diga que tiene que hacerlo, supongo. No voy a luchar contra eso. Pero no hay una razón por la que deba aprender a sentarse derecho y quedarse quieto. No puedo hallar una razón para eso. Sean tiene ahora mucha compañía de su edad, que todo el mundo dice que es importante, pero también está mucho con adultos. Está acostumbrado a ambos estados. La razón por la cual los niños están locos es porque nadie puede afrontar la responsabilidad de criarlos. Todo el mundo está demasiado asustado para lidiar con los niños todo el tiempo, así que se los rechaza y se los envía a otra parte y se los tortura. Los que sobreviven son los conformistas -sus cuerpos están cortados a la medida del traje- los que etiquetamos como buenos. Los que no entran en los trajes, o son encerrados en manicomios o se convierten en artistas.
Playboy: Tu hijo, Julian, de tu primer matrimonio, debe ser un adolescente. ¿Lo has visto a lo largo de los años?
John: Bueno, Cyn logró la posesión, o como sea que se llame. Yo obtuve los derechos para verlo en vacaciones y todo ese asunto, y al menos todavía hay una línea abierta. No es la mejor relación entre padre e hijo, pero está ahí. Tiene 17. Julian y yo vamos a tener una relación en el futuro. A través de los años, ha sido capaz de ver a través de la imagen de los Beatles y de ver a través de la imagen que su madre le habrá dado, de manera subconsciente o consciente. Ahora le interesan las chicas y las motos. Yo soy como una figura en el cielo, pero está obligado a comunicarse conmigo, incluso cuando probablemente no quiera hacerlo.
Playboy: Estás siendo muy honesto con respecto a tus sentimientos hacia él al punto de decir que Sean es tu primer hijo. ¿Te preocupa lastimarlo?
John: No voy a mentirle a Julian. Noventa por ciento de las personas de este planeta, especialmente en Occidente, nacieron de una botella de whisky un sábado a la noche, y no había intenciones de tener niños. Así que el 90 por ciento de nosotros -eso incluye a todo el mundo- fuimos accidentes. No sé de nadie que haya sido un niño planeado. Todos nosotros fuimos el especial del sábado a la noche. Julian está entre la mayoría, conmigo y todo el resto. Sean es un niño planeado, y ahí yace la diferencia. No amo menos a Julian como hijo. Aún es mi hijo, ya sea que haya salido de una botella de whisky o porque no tenían píldoras en esa época. El está aquí, me pertenece y siempre lo hará.
Playboy: Yoko, tu relación con tu hija ha sido mucho más dura.
Yoko: Perdí a Kyoko cuando tenía cinco años. Yo era una madre inusual, pero nos comunicábamos bien. No la cuidaba particularmente, pero siempre estaba conmigo -en escena o en las galerías, donde fuera. Cuando no tenía ni un año, la subí al escenario como un instrumento -un instrumento incontrolable, sabés. Mi comunicación con ella estaba en el nivel de compartir una conversación y hacer cosas. Ella estaba más cerca de mi ex-marido debido a eso.
Playboy: ¿Qué sucedió cuando tenía cinco?
Yoko: John y yo nos juntamos y yo me separé de mi ex-esposo [Tony Cox]. El se llevó a Kyoko. Se convirtió en un caso de secuestro e intentamos que volviera.
John: Fue un caso típico en el que los hombres se hacen los machos. Terminó con que yo y Allen Klein intentamos dominar a Tony Cox. La actitud de Tony era, "Conseguiste a mi esposa, pero no vas a conseguir a mi hija". En esta batalla, Yoko y la niña fueron olvidadas por completo. Siempre me he sentido mal al respecto. Terminó en el tiroteo en el O.K. Corral: Cox se fue a las sierras y se escondió y el sheriff y yo lo rastreamos. Primero ganamos la custodia en la corte. Yoko no quería ir a la corte, pero los hombres, Klein y yo, lo hicimos igual.
Yoko: Allen me llamó un día, y me dijo que había ganado el caso en la corte. Me dio un papel. Le dije, "¿Qué es este papel? ¿Es esto lo que gané? No tengo a mi hija." Yo sabía que llevarlos a la corte los asustaría y, por supuesto, los asustó. Así que Tony desapareció. Se había fortalecido, pensando que los capitalistas, con su dinero y sus abogados y detectives lo estaban persiguiendo. Lo volvió más fuerte.
John: Lo rastreamos por todo el mundo. Dios sabe a dónde se fue. Así que si estás leyendo esto, Tony, maduremos. Se ha ido. No queremos cazarte, porque ya hemos hecho suficiente daño.
Yoko: También teníamos detectives privados rastreando a Kyoko, lo que pensé que era un mal viaje también. Un tipo vino a informar, "¡Fue fantástico! Casi los agarramos. Estábamos justo detrás de ellos en un auto, pero ellos aceleraron y se escaparon". Me puse histérica. "¿Qué querés decir con que casi los agarran? ¡Estamos hablando de mi hija!"
John: Era como si estuviéramos detrás de un convicto fugitivo.
Playboy: ¿Fuiste tan persistente porque sentías que eras mejor para Kyoko?
John: Yoko se sentía culpable: si no los atacaba con detectives y la policía y el FBI, entonces no era una buena madre, que busca a su bebé. Se la pasaba diciendo, "Déjenlos en paz, déjenlos en paz," pero dijeron que no se podía hacer eso.
Yoko: Para mí, fue como si hubieran desaparecido de mi vida. Una parte de mí se fue con ellos.
Playboy: ¿Cuántos años tiene ahora?
Yoko: Diecisiete, la misma edad que el hijo de John.
Playboy: Tal vez cuando crezca, te busque.
Yoko: Está totalmente asustada. Hubo una época en España en la que un abogado y John pensaron que debíamos secuestrarla.
John: [Suspirando] Primero iba a cometer hara-kiri.
Yoko: Y la secuestramos y fuimos a la corte. En la corte hicieron algo muy sensato -el juez se la llevó a una habitación y le preguntó con cuál de nosotros dos se quería ir. Por supuesto, eligió a Tony. La habíamos asustado a morir. Así que ahora deber tener miedo de que si me viene a ver, no va a volver a ver a su padre.
John: Cuando tenga veintipico, va a entender que fuimos unos idiotas y nosotros sabemos que fuimos unos idiotas. Tal vez nos dé una oportunidad.
Yoko: Probablemente hubiera perdido a Kyoko incluso de no haber sido por John. Si me hubiera separado de Tony, habría sido difícil.
John: Sólo me voy a matar a medias.
Yoko: [A John] Parte de la razón por la cual las cosas se pusieron tan feas fue porque con Kyoko, lidiaban vos y Tony. Hombres. Con tu hijo Julian, lo hicieron mujeres -había más comprensión entre Cyn y yo.
Playboy: ¿Podrías explicarlo?
Yoko: Por ejemplo, hubo una fiesta de cumpleaños de Kyoko y los dos estábamos invitados, pero John se sentía nervioso al respecto y no fue. No podía lidiar con Tony. Pero los dos fuimos invitados a la fiesta de Julian, y los dos fuimos.
John: Oh, Dios, está saliendo todo.
Yoko: O como cuando yo sola fui invitada a la casa de Tony, no pude ir; pero cuando John fue invitado a la casa de Cyn, él fue.
John: Una regla para los hombres, una para las mujeres.
Yoko: Así que fue más fácil para Julian, porque yo permitía que sucediese.
John: Pero yo he dicho un millón de Ave Marías. ¿Qué otra maldita cosa puedo hacer?
Playboy: Yoko, tras esta experiencia, ¿cómo te sentís al dejar la crianza de Sean en manos de John?
Yoko: Soy muy clara con mis emociones en ese área. No me siento culpable. Lo estoy haciendo a mi manera. Puede que no sea la misma que las otras madres, pero lo estoy haciendo como puedo. En general, las madres tienen un resentimiento muy fuerte hacia sus hijos, aunque hay toda una adulación sobre la maternidad y cómo las madres realmente piensan en sus hijos y cómo los aman realmente. Quiero decir, es cierto, pero no es humanamente posible retener la emoción que se supone que deben tener las madres en esta sociedad. Las mujeres se ven estiradas en distintas direcciones para retener esa emoción. Se les exige demasiado. Así que le digo a John...
John: Soy su esposo favorito...
Yoko: "Voy a llevar conmigo al bebé durante nueve meses y eso es suficiente, te encargás de ahí en adelante." Sonó como una declaración cruda, pero realmente creo que los niños le pertenecen a la sociedad. Si una madre lleva consigo el bebé y un padre lo cría, la responsabilidad es compartida.
Playboy: ¿Te resintió el hecho de tener que tomar tanta responsabilidad, John?
John: Bueno, a veces, sabés, ella venía a casa y decía, "Estoy cansada." Yo decía, sólo en broma en parte, "¿Cómo mierda te parece que estoy yo? ¡Paso 24 horas con el bebé! ¿Te parece que eso es fácil?" Yo decía, "Vas a tener que tomar algo más de interés en el niño". A mí no me importa si es un padre o una madre. Cuando yo hablo sobre vesículas y huesos y cuáles programas de TV debo permitirle que vea, le decía, "Escuchame, esto es importante. ¡No quiero oír sobre tu trato por $20.000.000 esta noche!" [A Yoko] Me gustaría que ambos padres cuiden a los niños, pero cómo es una cuestión diferente.
Yoko: La sociedad debería alentarnos más y ser más comprensiva.
John: Es cierto. El dicho "You've come a long way, baby" se aplica más a mí que a ella. Como dice Harry Nilsson, "Todo es lo opuesto a lo que es, ¿no es así?" Son los hombres los que han hecho un largo camino desde siquiera contemplar la idea de igualdad. Pero aunque existe algo llamado movimiento de las mujeres, la sociedad sólo se tomó un laxante y tan sólo han pedeado. Todavía no han cagado bien. La semilla fue plantada a fines de los '60, ¿no? Pero los grandes cambios están por venir. Yo soy el que ha recorrido un largo trecho. Yo era el cerdo. Y es un alivio no ser un cerdo. La presión de ser un cerdo era enorme. No tengo ningún deseo de ser visto como un objeto sexual, un cantante de rock'n'roll macho. Lo superé hace mucho tiempo. Ni siquiera estoy interesado en proyectar eso. Así que me gusta que se sepa que, sí, cuidé al bebé e hice pan y fui un amo de casa y estoy orgulloso de ello. Es la ola del futuro y estoy contento de estar al frente de eso, también.
Yoko: Así que tal vez los dos aprendimos mucho sobre cómo los hombres y las mujeres sufren debido a la estructura social. Y la única forma de cambiarlo es estar consciente de eso. Suena simple, pero las cosas importantes son simples.
Playboy: John, ¿es necesario realmente revertir roles con las mujeres para comprender?
John: Lo fue para este hombre. Pero no olvides que fui yo el que más se vio beneficiado por hacerlo. Ahora puedo dar un paso atrás y decir que Sean va a tener cinco años y yo pude pasar sus primeros cinco años con él y estoy muy orgulloso de eso. Y si lo pienso, parece que voy a tener 40 y la vida empieza a los 40 -eso es lo que aseguran. Yo también lo creo. Me siento bien y estoy muy excitado. Es como, sabés, llegar a los 21, como, "Wow, ¿qué va a pasar ahora?" Pero esta vez estamos juntos.
Yoko: Si hay dos personas juntas, no hay nada que no puedas hacer.
Playboy: ¿Qué significa el nombre de su nuevo disco, "Double Fantasy"?
John: Es una flor, un tipo de fresia, pero lo que significa para nosotros es que si dos personas piensan en la misma imagen al mismo tiempo, ese es el secreto. Pueden estar juntos pero proyectando dos imágenes diferentes y cualquiera de los dos que sea más fuerte en ese momento va a ver su fantasía satisfecha o sólo obtendrán un desorden incomprensible.
Playboy: Vieron la noticia que decía que iban a editar sus fantasías sexuales en forma de disco.
John: Oh, sí. Es como cuando hicimos lo de la cama en Toronto en 1969. Todos vinieron a la carga por la puerta pensando que íbamos a hacerlo en la cama. Por supuesto, sólo estábamos sentados ahí con símbolos de paz.
Playboy: ¿De qué se trató ese famoso asunto en la cama?
John: Nuestra vida es nuestro arte. De eso se trataba lo de la cama. Cuando nos casamos, sabíamos que nuestra luna de miel iba a ser pública de cualquier manera, así que decidimos utilizarla para hacer una declaración. Nos sentamos en la cama y hablamos con los periodistas durante siete días. Fue hilarante. En efecto, estábamos haciendo un comercial por la paz en la tapa de los diarios en lugar de hacer un comercial por la guerra.
Playboy: ¿Se quedaron en la cama y contestaron preguntas?
John: Sí. Contestamos preguntas. Un tipo insitía con el punto sobre Hitler: "¿Qué se hace con los fascistas? ¿Cómo se puede tener paz cuando se tiene un Hitler?" Yoko le dijo, "Me habría ido a la cama con él." Dijo que hubiera necesitado sólo diez días con él. A la gente le encantó esa.
Yoko: Lo dije en broma, por supuesto. Pero el punto es: no vas a cambiar el mundo peleando. Tal vez yo fui naive con el asunto de los diez días con Hitler. Después de todo, con John Lennon me llevó 13 años. [Ríe]
Playboy: ¿A qué se referían las noticias que decían que estaban haciendo el amor en una bolsa?
Yoko: Nunca hicimos el amor en una bolsa. La gente probablemente imaginó que estábamos haciendo el amor. Simplemente era: todos estamos en una bolsa, sabés. El punto era la forma de la bolsa, sabés, el movimiento de la bolsa, cuánto vemos de una persona, sabés. Pero, adentro, pueden estar sucediendo muchas cosas. O tal vez no esté sucediendo nada.
Playboy: Brevemente, ¿qué declaran en el nuevo disco?
John: Muy brevemente, se trata de cosas muy comunes entre dos personas. Las letras son directas. Simples y directas. Atravesé mi período dylanesco hace mucho tiempo con canciones como "I am the Walrus": el truco de nunca decir a qué te referís pero dando la impresión de algo más. Donde puede imaginarse más o menos. Es un buen juego.
Playboy: ¿Cuáles son tus preferencias musicales por estos días?
John: Bueno, me gusta toda la música, dependiendo de qué momento del día sea. No me gustan estilos musicales o gente per se. No puedo decir que disfruto a the Pretenders, pero me gusta su disco exitoso. Disfruto de the B-52s, porque los oí haciendo Yoko. Es fantástico. Si Yoko alguna vez regresa a su viejo sonido, estarán diciendo, "Sí, está copiando a los B-52s."
Yoko: Hicimos mucho de lo que hace el punk hace mucho tiempo.
Playboy: Lennon y Ono, los punks originales.
Yoko: Tenés razón.
Playboy: John, ¿qué pensás sobre las olas más nuevas?
John: Me encanta todo ese material punky. Es puro. No me encantan, sin embargo, las personas que se autodestruyen.
Playboy: No estás de acuerdo con la letra de Neil Young en "Rust Never Sleeps" - "It's better to burn out than to fade away..."
John: La odio. Es mejor apagarse como un viejo soldado que quemarse. No aprecio el culto al muerto Sid Vicious o al muerto James Dean o al muerto John Wayne. Es la misma cosa. Hacer un héroe de Sid Vicious, de Jim Morrison -para mí, eso es basura. Yo adoro a la gente que sobrevive. Gloria Swanson, Greta Garbo. Andan diciendo que John Wayne conquistó al cáncer -lo azotó como un hombre. Sabés, lamento que haya muerto y todo eso -lo lamento por su familia- pero él no azotó al cáncer. El cáncer lo azotó a él. No quiero que Sean adore a John Wayne o a Sid Vicious. ¿Qué te enseñan? Nada. Muerte. ¿Sid Vicious murió para qué? ¿Para que nosotros hagamos rock? Quiero decir, es basura, sabés. Si Neil Young admira tanto el sentimiento, ¿por qué no lo hace él? Porque seguro que él se apagó y regresó muchas veces, como todos nosotros. No, gracias. Me quedo con los vivos y los sanos.
Playboy: ¿Escuchás la radio?
John: Muzak o clásica. No compro discos. Sí disfruto de escuchar cosas como la música folklórica japonesa o la música hindú. Mis gustos son muy amplios. Cuando era un ama de casa, sólo escuchaba Muzak -música de fondo- porque te relaja.
Playboy: ¿Yoko?
Yoko: No.
Playboy: ¿Salís y comprás discos?
Yoko: ¿O leo el diario, o revistas, o miro televisión? No.
Playboy: La pregunta inevitable, John. ¿Escuchás tus discos?
John: Menos que los otros, los míos.
Playboy: ¿Incluso tus clásicos?
John: ¿Estás bromeando? Por placer, nunca los escucharía. Cuando los oigo, pienso en la sesión -es como un actor que se observa en una vieja película. Cuando oigo una canción, recuerdo el estudio de Abbey Road, la sesión, quién peleó con quién, dónde estaba sentado, golpeando la pandereta en el rincón...
Yoko: De hecho, en realidad no disfrutamos mucho de escuchar el trabajo de otras personas. De alguna forma analizamos todo lo que oímos.
Playboy: Yoko, ¿eras fan de los Beatles?
Yoko: No. Ahora noto las canciones, por supuesto. En un restaurant, John señala, "Ahh, están tocando a George" o algo.
Playboy: John, ¿alguna vez salís a oír música?
John: No, no estoy interesado. No soy un fan, verás. Puede que me guste Jerry Lee Lewis cantando "A Whole Lot a Shakin'" en el disco, pero no me interesa verlo tocarla.
Playboy: Tus canciones son más tocadas que las de la mayoría de los otros compositores. ¿Cómo se siente eso?
John: Siempre me siento orgulloso y complacido cuando la gente toca mis canciones. Me da placer que siquiera lo intenten, porque muchas de mis canciones no son fáciles de tocar. Voy a los restaurants y los grupos siempre tocan "Yesterday." Incluso le firmé el violín a un tipo en España después de que tocara para nosotros "Yesterday." No podía entender que yo no escribí la canción. Pero adivino que no podía ir de mesa en mesa tocando "I am the Walrus."
Playboy: ¿Cómo se siente haber influenciado a tanta gente?
John: No fui realmente yo o nosotros. Fue la época. Me sucedió a mí cuando oí rock'n'roll en los '50. No tenía idea sobre hacer música como una forma de vida hasta que me pegó el rock'n'roll.
Playboy: ¿Recordás qué te pegó específicamente?
John: Fue "Rock Around the Clock," creo. Disfrutaba a Bill Haley, pero él no me superaba. No fue sino hasta "Heartbreak Hotel" que me metí realmente en eso.
Yoko: Estoy segura de que hay personas cuyas vidas se vieron afectadas cuando oyeron música hindú o a Mozart o a Bach. Más que nada, fueron la época y el lugar de los que vinieron los Beatles. Algo ocurrió allí. Fue como químico. Fue como si varias personas se hubieran reunido alrededor de una mesa, y hubiera aparecido un fantasma. Fue esa clase de comunicación. Así que ellos eran como mediums, en cierta forma. No es algo que puedas forzar. Fue la gente, el lugar, su juventud y entusiasmo.
Playboy: Por el bien de la discusión, vamos a sostener que ningún otro artista o grupo contemporáneo conmovió a tanta gente de una forma tan profunda como los Beatles.
John: ¿Pero qué hizo moverse a los Beatles?
Playboy: Decinos.
John: Está bien. Cualquiera que haya sido el viento que soplaba en esa época, también movió a los Beatles. No estoy diciendo que no éramos velas en la punta de un barco; pero todo el barco se estaba moviendo. Tal vez los Beatles estuvieran en el mástil gritando "Tierra a la vista," o algo así, pero todos estábamos en el mismo puto bote.
Yoko: Los mismos Beatles fueron un fenómeno social no del todo conscientes de lo que estaban haciendo. En cierta forma...
John: [Susurra] Esta charla sobre los Beatles me aburre a morir.
Yoko: Como dije, eran como mediums. No eran conscientes de todo lo que decían, pero venía a través de ellos.
Playboy: ¿Por qué?
John: Sintonizamos con el mensaje. Eso es todo. No tengo intenciones de empequeñecer a los Beatles cuando digo que no fueron esto o aquello. Simplemente estoy intentando no hablar de su importancia como algo apartado de la sociedad. Y no pienso que hayan sido más importantes que Glenn Miller o Woody Herman o Bessie Smith. Fue nuestra generación, eso es todo. Fue música de los sesenta.
Playboy: ¿Qué le decís a los que insisten que todo el rock desde los Beatles han sido los Beatles re-hechos?
John: Toda la música es así. Sólo hay unas pocas notas. Sólo variaciones sobre un tema. Intentá decirle a los chicos que le gritaban a los Bee Gees en los '70 que su música era sólo los Beatles re-hechos. No hay nada malo en los Bee Gees. Hacen un trabajo condenadamente bueno. Nada más sucedía por entonces.
Playboy: ¿No fue la mayoría de la música de los Beatles al menos más inteligente?
John: Los Beatles eran más intelectuales, así que atraían también en ese nivel. Pero el atractivo básico de los Beatles no era su inteligencia. Era su música. Fue después de que un tipo en el London Times dijera que había cadencias eólicas en "It Won't Be Long" que lo empezaron a escuchar las clases medias -porque alguien le puso una etiqueta.
Playboy: ¿Pusiste cadencias eólicas en "It Won't Be Long"?
John: Hasta el día de hoy, no tengo idea de lo que son. Suenan como aves exóticas.
Playboy: ¿Cómo reaccionabas frente a la interpretación errónea de tus canciones?
John: ¿Por ejemplo?
Playboy: La más obvia es el fiasco de "Paul is dead". Ya explicaste el verso en "Glass Onion". ¿Qué hay del verso en "I am the Walrus" - "I buried Paul"? (Yo enterré a Paul)
John: Yo dije "Cranberry sauce." Es todo lo que dije. A algunas personas les gusta el ping-pong, a otras cavar tumbas. Algunas personas harían cualquier cosa antes que estar aquí ahora.
Playboy: ¿Qué hay del cántico al final de la canción: "Smoke pot, smoke pot, everybody smoke pot"? (Fumen marihuana, fumen marihuana, todos fumen marihuana)
John: No, no, no. Tenía un coro entero diciendo, "Everybody's got one, everybody's got one." (Todo el mundo tiene uno, todo el mundo tiene uno) Pero cuando tenés 30 personas, varones y mujeres, arriba de 30 cellos y arriba de la sección rítmica de rock'n'roll de los Beatles, no se puede oír lo que dicen.
Playboy: ¿Qué es lo que tiene "todo el mundo"?
John: Cualquier cosa. Vos nombralo. Un pene, una vagina, un agujero del culo -vos nombralo.
Playboy: ¿Te perturbó cuando las interpretaciones de tus canciones eran destructivas, como cuando Charles Manson aseguró que tus letras eran mensajes para él?
John: No. No tiene nada que ver conmigo. Es como ese tipo, Son of Sam, que hablaba con el perro. Manson fue sólo una versión extrema de las personas que salían con la cuestión de "Paul is dead" o que pensaron que las iniciales de "Lucy in the Sky with Diamonds" eran LSD y concluyeron que yo estaba escribiendo sobre el ácido.
Playboy: ¿De dónde salió "Lucy in the Sky"?
John: Mi hijo Julian apareció un día con un dibujo que había pintado sobre una amiga de la escuela llamada Lucy. Había garabateado unas estrellas en el cielo y lo llamó "Lucy in the Sky with Diamonds". Sencillo.
Playboy: ¿Las otras imágenes en la canción no fueron inspiradas por la droga?
John: Las imágenes eran de Alicia en el País de las Maravillas. Era Alicia en el bote. Está comprando un huevo y se convierte en Humpty Dumpty. La mujer que atiende en la tienda se convierte en una oveja y al minuto siguiente están remando en un bote de remo en alguna parte y yo estaba visualizando eso. También estaba la imagen de la mujer que iba a venir a salvarme algún día - una "chica con ojos de caleidoscopio" (girl with kaleidoscope eyes), que iba a salir del cielo. Terminó siendo Yoko, aunque todavía no había conocido a Yoko. Tal vez debería ser "Yoko in the Sky with Diamonds."
Playboy: ¿Te interesa en absoluto que los historiadores del pop analicen a los Beatles como un fenómeno cultural?
John: Todo es igualmente irrelevante. Lo mío es hacer y lo de otras personas es registrar, supongo. ¿Importa cuántas drogas había en el cuerpo de Elvis? Quiero decir, la vida sexual de Brian Epstein hará algún día un bonito "Hollywood Babylon", pero es irrelevante.
Playboy: ¿Cómo empezaron los rumores sobre vos y Epstein?
John: Me fui de vacaciones a España con Brian -lo que empezó todos los rumores de que estábamos teniendo una relación amorosa. Bueno, fue casi una relación amorosa, pero no del todo. Nunca se consumó. Pero sí tuvimos una relación bastante intensa. Y fue mi primera experiencia con alguien que yo sabía que era homosexual. El lo admitió. Tuvimos esas vacaciones juntos porque Cyn estaba embarazada y la dejamos con el bebé y fuimos a España. Montones de historias divertidas, sabés. Solíamos sentarnos en cafés y Brian miraba a todos los chicos y yo le preguntaba, "¿Te gusta aquel? ¿Te gusta este?" Fue una combinación de nuestra cercanía y el viaje lo que empezó los rumores.
Playboy: Es interesante oírte hablar sobre tus viejas canciones como "Lucy in the Sky" y "Glass Onion." ¿Podrías darnos unos pensamientos breves sobre algunas de nuestras favoritas?
John: Bueno.
Playboy: Empecemos con "In My Life".
John: Fue la primera canción que escribí que trataba conscientemente de mi vida. [Canta] "There are places I'll remember/all my life though some have changed... " (Hay lugares que recordaré/ toda mi vida aunque algunos han cambiado) Antes, sólo escribíamos canciones à la Everly Brothers, Buddy Holly -canciones pop para las que no pensábamos mucho aparte de eso. Las palabras eran casi irrelevantes. "In My Life" comenzó como un viaje en micro desde mi casa en el 250 de Menlove Avenue hasta la ciudad, en el que mencionaba todos los lugares que podía recordar. La escribí toda y era aburrida. Así que me olvidé de ella y me relajé y empezó a aparecer una letra sobre amigos y amantes del pasado. Paul me ayudó con el middle eight.
Playboy: "Yesterday".
John: Bueno, todos sabemos sobre "Yesterday". Se me ha felicitado tanto por "Yesterday". Es la canción de Paul, por supuesto, y el bebé de Paul. Bien hecha. Hermosa -y nunca deseé haberla escrito.
Playboy: "With a Little Help from My Friends".
John: Esta es Paul, con una ayudita de mi parte. "What do you see when you turn out the light/I can't tell you, but I know it's mine..." es mía.
Playboy: "I am the Walrus".
John: El primer verso fue escrito en un viaje de ácido un fin de semana. El segundo verso fue escrito en el siguiente viaje de ácido el siguiente fin de semana, y fue completado después de conocer a Yoko. En parte fue escrita en contra de Hare Krishna. Todas estas personas insistían con Hare Krishna, en especial Allen Ginsberg. La referencia a "Element'ry penguin" es la actitud naive, elemental, de ir por ahí cantando "Hare Krishna", o poniendo toda tu fe en un solo ídolo. Estaba escribiendo de manera oscura, à la Dylan, en esos días.
Playboy: La canción es muy complicada musicalmente.
John: En realidad era fantástica en estéreo, pero nunca lo oís todo. Había demasiadas cosas para meter. Fue una mezcla demasiado desordenada. Una pista era BBC Radio en vivo -Shakespeare o algo así- yo metía cualquier línea que apareciera.
Playboy: ¿Y qué hay de la morsa?
John: Es de "The Walrus and the Carpenter". Alicia en el país de las maravillas. Para mí, era un poema hermoso. Nunca se me ocurrió que Lewis Carroll estaba opinando sobre el sistema capitalista y el sistema social. Nunca me metí en eso de ver qué quería transmitir realmente, como lo está haciendo la gente con el trabajo de los Beatles. Más tarde, volví a leerlo y me di cuenta de que la morsa era el tipo malo de la historia y el carpintero era el bueno. Pensé, Oh, mierda, elegí al tipo equivocado. Debería haber dicho, "I am the carpenter." Pero no hubiera sido lo mismo, ¿no? [Canta] "I am the carpenter..."
Playboy: ¿Y qué hay de "She Came in Through the Bathroom Window"?
John: Esa fue escrita por Paul cuando estábamos en Nueva York formando Apple, y conoció a Linda. Tal vez sea ella la que entró por la ventana. Debe haberlo hecho. No lo sé. Alguien entró por la ventana.
Playboy: "I Feel Fine".
John: Ese soy yo, incluido el lick de guitarra con el primer feedback que haya sido grabado. Desafío a cualquiera a que encuentre un disco previo -a menos que sea un viejo disco de blues de los '20- que tenga feedback.
Playboy: "When I'm Sixty-Four".
John: Completamente Paul. Nunca siquiera soñaría con escribir una canción así. Hay algunas áreas sobre las que nunca pienso y esa es una de ellas.
Playboy: "A Day in the Life".
John: Como suena: yo estaba leyendo el diario un día y noté dos historias. Una era el heredero de Guinness que se mató en un auto. Esa era la historia principal. Murió en Londres en un accidente automovilístico. En la página siguiente había una historia sobre 4000 agujeros en Blackburn, Lancashire. En la calle, esto es. Los iban a llenar a todos. La contribución de Paul fue el hermoso lick de la canción, "I'd love to turn you on". Yo tenía el cuerpo de la canción y las palabras, pero él contribuyó con este pequeño lick que le daba vueltas en la cabeza y que no podía usar para nada. Pensé que era un trabajo jodidamente bueno.
Playboy: ¿Podríamos continuar con las que parecen más personales y ver qué reminiscencias inspiran?
John: Que vengan las reminiscencias.
Playboy: Sin razón alguna, empecemos por "I Wanna Be Your Man".
John: Paul y yo terminamos esa para los Stones. Brian nos llevó a conocerlos en el club en el que tocaban en Richmond. Querían una canción y fuimos a ver qué tipo de música hacían. Paul tenía una partecita de una canción y se la tocó a la banda y ellos dijeron, "Sí, OK, es nuestro estilo." Pero era solamente un lick, así que Paul y yo nos fuimos a una esquina de la habitación y terminamos la canción mientras estaban todos sentados ahí, hablando. Regresamos y Mick y Keith dijeron, "Jesús, mirá eso. Simplemente se fueron para allá y la escribieron." Sabés, enfrente de sus ojos. Se la dimos. Fue un descarte. Ringo la cantó para nosotros y los Stones hicieron su versión. Muestra cuánta importancia les dábamos. No les íbamos a dar nada fantástico, ¿no? Ese fue el primer disco de los Stones. De cualquier forma, Mick y Keith dijeron, "Si ellos pueden escribir una canción con tanta facilidad, deberíamos intentarlo." Dicen que los inspiró para empezar a escribir juntos.
Playboy: ¿Qué hay de "Strawberry Fields Forever"?
John: Strawberry Fields es un lugar real. Cuando dejé de vivir en Penny Lane, me mudé junto a mi tía que vivía en las afueras en un bonito lugar alejado con un pequeño jardín y doctores y abogados y esa clase de gente que vivía por ahí -no la clase de entorno pobre que era proyectado en todas las historias de los Beatles. En el sistema de clases, era como media clase más arriba que Paul, George y Ringo, que vivían en complejos subsidiados por el gobierno. Eramos propietarios de nuestra casa y teníamos un jardín. Ellos no tenían nada parecido. Cerca de esa casa estaba Strawberry Fields, una casa cercana a un reformatorio de varones a donde solía ir a fiestas al aire libre cuando era niño con mis amigos Nigel y Pete. Ibamos ahí y vendíamos limonada por un penique. Siempre nos divertimos en Strawberry Fields. Así que es de ahí de donde saqué el nombre. Pero lo usé como una imagen. Strawberry Fields para siempre.
Playboy: Y la letra, por ejemplo: "Living is easy... "
John: [Cantando] "With eyes closed. Misunderstanding all you see". Todavía es así, ¿no? ¿No estoy diciendo exactamente lo mismo ahora? La consciencia que aparentemente estoy intentando expresar es -digamos que en cierto sentido yo siempre fui hip. Era hip en jardín de infantes. Era diferente a los otros. Toda mi vida fui diferente. La segunda estrofa dice, "No one I think is in my tree". Bueno, yo era demasiado tímido y dudaba de mí mismo. Nadie parece ser tan hip como yo es lo que estaba diciendo. Por lo tanto, debo estar loco o soy un genio -"I mean it must be high or low," el siguiente verso. Pensaba que debía haber algo mal en mí porque parecía que podía ver cosas que los otros no veían. Pensé que estaba loco o era un egomaníaco si declaraba que veía cosas que los otros no veían. Cuando era chico, decía, "¡Pero esto está sucediendo!" y todos me miraban como si estuviera loco. Siempre era tan psíquico o intuitivo o poético o como quieras llamarlo, que estaba siempre viendo las cosas de manera alucinatoria. Me asustaba cuando era un niño, porque no podía identificarme con nadie. Ni mi tía ni mis amigos ni nadie podía ver jamás lo que yo veía. Me daba mucho, mucho miedo, y el único contacto que tenía era leyendo sobre un Oscar Wilde o un Dylan Thomas o un Vincent van Gogh -todos esos libros que mi tía tenía y que hablaban sobre su sufrimiento debido a sus visiones. Debido a lo que veían, eran torturados por la sociedad por intentar expresar lo que eran. Yo veía soledad.
Playboy: ¿Pudiste encontrar a otros con los que compartir tus visiones?
John: Solamente muertos en libros. Lewis Carroll, ciertas pinturas. El surrealismo tuvo un gran efecto en mí, porque fue entonces cuando me di cuenta de que mi imaginería y mi mente no eran locura; que si yo estaba loco, pertenecía a un club exclusivo que ve el mundo en esos términos. El surrealismo es para mí la realidad. La visión psíquica es para mí la realidad. Incluso cuando era un niño. Cuando me miraba en el espejo o cuando tenía 12, 13, tenía literalmente un trance a alfa. No sabía cómo se llamaba por entonces. Me enteré muchos años después de que hay un nombre para esas condiciones. Pero me hallaba a mí mismo viendo imágenes alucinatorias de mi cara cambiando y volviéndose cósmica y completa. Me llevaba a ser siempre un rebelde. Esta cosa me dio un aire irritable; pero, por otra parte, quería ser amado y aceptado. Una parte de mí desearía ser aceptada por todas las capas de la sociedad, y no a este músico lunático y gritón. Pero no puedo ser lo que no soy. Debido a mi actitud, los padres de todos los otros chicos, incluido el padre de Paul, decían, "Mantenete alejado de él." Los padres reconocían instintivamente lo que yo era, un hacedor de problemas, lo que quiere decir que no era un conformista y que iba a influenciar a sus hijos, lo cual hice. Hice lo mejor que pude para desordenar el hogar de cada amigo que tenía. En parte, quizás, era debido a la envidia de no tener lo que se llama un hogar. Pero en realidad sí tenía. Tenía una tía y un tío y una linda casa en las afueras, muchas gracias. Oí esto, Tía. Se sintió herida por una declaración que hizo Paul recientemente en la que afirmaba que la razón por la cual me quedo en casa con Sean ahora es porque nunca tuve vida de familia. Es una basura total. Había cinco mujeres que fueron mi familia. Cinco mujeres fuertes e inteligentes. Cinco hermanas. Una era mi madre. Mi madre era la más joven. No pudo lidiar con la vida, sencillamente. Tenía un esposo que se fue al mar y estaba la guerra y ella no pudo lidiar conmigo, y cuando yo tenía cuatro años y medio, terminé viviendo con su hermana mayor. Ahora, esas mujeres eran fantásticas. Un día tal vez haga una especie de "Forsyte Saga" sobre ellas. Esa fue mi primera educación feminista. De cualquier forma, ese conocimiento y el hecho de que yo no estuviera con mis padres me hizo ver que los padres no son dioses. Yo infiltraba las mentes de los otros chicos. Los padres de Paul me tenían terror, a mí y a mi influencia, simplemente porque yo no tenía el collar de ahorque de los padres. Ese es el don que obtuve por no tener padres. Yo lloré mucho por no tenerlos y fue una tortura, pero también me dio una consciencia temprana. Pero yo no era huérfano. Mi madre estaba viva y vivió a unos quince minutos a pie de donde yo estaba toda mi vida. Yo la veía de vez en cuando. Simplemente no vivía con ella.
Playboy: ¿Está viva?
John: No, fue atropellada por un policía fuera de servicio que estaba borracho, después de visitar a mi tía en la casa en la que yo vivía. Yo no estaba en ese momento. Ella estaba en una parada de micros. Yo tenía 16. Ese fue otro gran trauma para mí. La perdí dos veces. Cuando tenía cinco y me mudé con mi tía, y luego cuando murió físicamente. Eso me hizo más amargo; la irritabilidad que me caracterizaba cuando era joven se volvió realmente grande entonces. Estaba reestableciendo realmente la relación que tenía con ella y fue asesinada.
Playboy: Su nombre era Julia, ¿no? ¿Es la Julia de tu canción de ese nombre en "The White Album"?
John: La canción es para ella -y para Yoko.
Playboy: ¿Qué clase de relación tuviste con tu padre, que se fue al mar? ¿Lo volviste a ver?
John: No lo volví a ver hasta que hice un montón de dinero y él regresó.
Playboy: ¿Cuántos años tenías?
John: 24 o 25. Abrí el Daily Express y ahí estaba, lavando platos en un pequeño hotel o algo así muy cerca de donde yo estaba viviendo en Stockbroker, en las afueras de Londres. Me había estado escribiendo para intentar ponerse en contacto. Yo no quería verlo. Estaba demasiado enojado respecto de lo que nos había hecho a mí y a mi madre y de que apareciera cuando yo era rico y famoso y que no se hubiera molestado en aparecer antes. Así que no iba a verlo para nada, pero me chantajeó a través de la prensa diciendo todas estas cosas sobre ser un pobre lavaplatos mientras que yo vivía en el lujo. Yo caí y lo vi y tuvimos una especie de relación. Murió unos años después debido al cáncer. Pero a los 65, se casó con una secretaria que había estado trabajando para los Beatles, de 22 años, y tuvieron un hijo, lo que pensé que era esperanzador para un hombre que había vivido su vida como un borracho y casi un mendigo del Bowery.
Playboy: Jamás volveremos a escuchar "Strawberry Fields Forever" de la misma forma. ¿Qué memorias te asaltan con el tema "Help!?"
John: Cuando salió "Help!" en el '65, yo realmente estaba clamando por ayuda. La mayoría de las personas cree que es sólo un rock'n'roll rápido. No me di cuenta en el momento; yo sólo escribí la canción porque me la habían encargado para la película. Pero más adelante, me di cuenta de que realmente estaba pidiendo ayuda. Fue mi período de Elvis gordo. Ves la película: El -yo- está muy gordo, muy inseguro, y se ha perdido completamente a sí mismo. Y yo estoy cantando sobre cuando era mucho más joven y todo el resto, mirando atrás, lo fácil que era todo. Ahora puede que sea muy positivo -sí, sí- pero también paso por profundas depresiones en las que me gustaría saltar por la ventana, sabés. Se vuelve más fácil lidiar con eso a medida que envejezco; no sé si aprendés sobre el control o, cuando crecés, te calmás un poco. De cualquier forma, yo estaba gordo y deprimido y estaba pidiendo ayuda. En esos días, cuando los Beatles estaban deprimidos, teníamos un pequeño cántico. Yo gritaba, "Where are we going, fellows?" (¿A dónde vamos, compañeros?) Ellos decían, "To the top, Johnny," (A la cima, Johnny) en voces pseudo-norteamericanas. Y yo decía, "Where is that, fellows?" (¿Donde queda eso amigos?) Y ellos decían, "To the toppermost of the poppermost." Era una estúpida expresión sacada de una película barata -à la "Blackboard Jungle"- sobre Liverpool. Johnny era el líder de la banda.
Playboy: ¿Por qué estabas deprimido en la época de "Help!"?
John: La cuestión de los Beatles se había ido más allá de toda comprensión. Fumábamos marihuana de desayuno. Estábamos muy metidos en la marihuana y nadie podía comunicarse con nosotros, porque teníamos los ojos apagados, nos reíamos todo el tiempo. En nuestro propio mundo. De eso se trataba la canción "Help!". Creo que todo lo que sale de una canción -incluso las canciones de Paul ahora, que aparentemente son sobre nada- muestra algo de vos mismo.
Playboy: ¿Fue "I'm a Loser" una declaración personal similar?
John: Parte de mí sospecha que soy un perdedor y la otra parte piensa que soy Dios Todopoderoso.
Playboy: ¿Qué hay de "Cold Turkey"?
John: La canción se explica a sí misma. Fue prohibida, aunque es anti-droga. Son tan estúpidos respecto a la droga, sabés. No están buscando la causa del problema de la droga: ¿Por qué las personas toman droga? ¿Para escaparle a qué? ¿Es tan terrible la vida? ¿Estamos viviendo una situación tan terrible que no podemos hacer nada sin el refuerzo del alcohol, tabaco? Aspirinas, píldoras para dormir, sedantes, antidepresivos, no importan la heroína y cocaína -son los bordes externos de Librium y speed.
Playboy: ¿Usás alguna droga ahora?
John: En realidad no. Si alguien me da un porro, puede que me lo fume, pero no salgo a buscarlo.
Playboy: ¿Cocaína?
John: He consumido cocaína, pero no me gusta. Los Beatles tuvieron mucha en sus días, pero es una droga estúpida, porque tenés que consumir de nuevo 20 minutos más tarde. Toda tu concentración se va en conseguir el siguiente toque. Realmente, me parece que la cafeína es más fácil de dominar.
Playboy: ¿Ácido?
John: No he tomado en años. Un honguito o peyote no están fuera de mi rango, sabés, tal vez dos veces al año o algo así. Ya no oís al respecto, pero la gente todavía está visitando el cosmos. Siempre debemos recordar agradecerle a la CIA y al Ejército por el LSD. Eso es lo que la gente olvida. Todo es lo opuesto de lo que es, ¿no es así, Harry? Así que sacá la botella, pibe -y relajate. Inventaron el LSD para controlar a la gente y lo que hicieron fue darnos libertad. A veces trabaja de manera misteriosa para realizar sus maravillas. Si leés los reportes del Gobierno sobre el ácido, los que saltaron por la ventana o se suicidaron por eso, creo que incluso la hija de Art Linkletter, le sucedió muchos años más tarde. Así que, admitámoslo, no se había tomado un ácido cuando saltó por la ventana. Y nunca conocí a nadie que tuviera un flashback con un ácido. Nunca tuve un flashback en mi vida y me tomé millones de viajes en los '60.
Playboy: ¿Qué incluye tu dieta aparte de sashimi y sushi, barras Hershey y cappuccinos?
John: Somos mayormente macrobióticos, pero a veces salimos a comer una pizza.
Yoko: La intuición te dice qué comer. Es peligroso intentar unificar las cosas. Todos tienen distintas necesidades. Pasamos por el vegetarianismo y la comida macrobiótica, pero ahora, debido a que estamos en el estudio, comemos algo de comida chatarra. Intentamos seguir con lo macrobiótico: pescado y arroz, granos enteros. Equilibrás las comidas y comés alimentos pertenecientes a la zona. El trigo es el grano de esta zona.
Playboy: Y los dos fuman como una chimenea.
John: Los macrobióticos no creen en la gran C. Ya sea que lo tomes como una racionalización o no, los macrobióticos no creen que fumar sea malo para vos. Por supuesto, si morimos, estamos equivocados.
Playboy: Volvamos a ejercitar tu memoria con canciones. ¿Qué podés decir de la canción de Paul "Hey Jude"?
John: Dijo que la escribió sobre Julian. Sabía que yo entonces me estaba separando de Cyn y dejando a Julian. El manejaba para ver a Julian y decirle hola. Había sido como un tío. Y apareció con "Hey Jude". Pero yo siempre la oí como una canción dirigida a mí. Ahora sueno como uno de esos fans que leen cosas en todo eso... Pensalo: Yoko había aparecido en el horizonte. El está diciendo "Hey, Jude" -"Hey, John". De manera subconsciente estaba diciendo, Está bien, dejame. En un nivel consciente, él no quería que yo siguiera adelante. El ángel en él estaba diciendo "Dios te bendiga". Al demonio en él no le gustaba para nada, porque no quería perder a su compañero.
Playboy: ¿Y qué hay de "Because"?
John: Estaba tirado en el sofá de nuestra casa, escuchando a Yoko tocar "Moonlight Sonata" de Beethoven, en el piano. De repente dije, "¿Podés tocar esos acordes de atrás para adelante?" Lo hizo, y escribí "Because" alrededor de eso. La canción también suena como "Moonlight Sonata". La letra es clara, no hay basura, no hay imaginería, no hay referencias oscuras.
Playboy: "Give Peace a Chance".
John: Todo lo que estábamos diciendo era que le dieran una oportunidad a la paz.
Playboy: ¿Fue realmente una composición de Lennon-McCartney?
John: No, ni siquiera sé por qué su nombre aparecía en ella. Está ahí porque de alguna forma me sentí culpable porque había hecho el single separado -el primero- y realmente me estaba alejando de los Beatles.
Playboy: ¿Por qué fueron atribuidas a Lennon-McCartney las canciones que Paul y vos hicieron por separado?
John: Paul y yo hicimos un trato cuando teníamos 15. Nunca hubo un trato legal entre los dos, sólo un trato que hicimos cuando decidimos escribir juntos que consistía en poner ambos nombres en las canciones, sin excepción.
Playboy: ¿Qué hay de "Do You Want to Know a Secret"?
John: La idea vino de una cosa que solía cantarme mi madre cuando yo tenía uno o dos años, cuando todavía vivía conmigo. Era de una película de Disney: "Do you want to know a secret? Promise not to tell/You are standing by a wishing well". Así que, con eso en mente, escribí la canción y se la di a George para que la cantara. Pensé que sería un buen vehículo para él, porque tenía solamente tres notas, y él no era el mejor cantante del mundo. Ha mejorado mucho desde entonces; pero en esos días su habilidad era muy pobre. Se la di para darle una parte de la acción. Esa es otra razón por la cual me lastimó su libro. Incluso me tomé la molestia de asegurarme de que consiguiera el lado B de un single de los Beatles, porque no había tenido el lado B de uno hasta "Do You Want to Know a Secret"? "Something" fue la primera vez que consiguió un lado A, porque Paul y yo escribíamos siempre ambos lados. No era porque lo manteníamos afuera, sino simplemente porque su material no era tan bueno. Yo me aseguré también de que obtuviera el lado B de "Something", así se quedaba con el dinero. Esas pequeñas cosas él no las recuerda. Yo siempre me sentí mal porque George y Ringo no obtenían una parte de la publicación. Cuando llegó la oportunidad de darle a cada uno cinco por ciento de Maclen, fue gracias a mí que lo obtuvieron. No fue gracias a Klein y no gracias a Paul sino gracias a mí. Cuando yo dije que ellos debían tenerlo, Paul no podía decir que no. Yo no obtengo nada de las canciones de George ni de las de Ringo. Nunca pedí nada por las contribuciones que hice a canciones de George como "Taxman". Ni siquiera el reconocimiento. Y es por eso que puedo haber sonado resentido hacia George y Ringo, porque fue después de todas esas cosas que salió la actitud de "John nos ha abandonado" y "John nos está engañando" -lo cual no es cierto.
Playboy: "Happiness Is a Warm Gun".
John: No, no habla de la heroína. Había por ahí una revista sobre armas con una pistola humeante en la tapa y adentro había un artículo que nunca leí llamado "Happiness Is a Warm Gun". Salió de ahí. Lo tomé como la idea terrible de acabar de matar a un animal.
Playboy: ¿Y qué hay de las alusiones sexuales: "When you feel my finger on your trigger"? (Cuando sentís mi dedo en tu gatillo)
John: Bueno, era el comienzo de mi relación con Yoko y yo estaba muy orientado hacia el sexo entonces. Cuando no estábamos en el estudio, estábamos en la cama.
Playboy: ¿Qué era la alusión a "Mother Superior jumps the gun"?
John: Yo llamo a Yoko Mother o Madam de manera irrespetuosa. El resto no significa nada. Sólo imágenes de ella.
Playboy: "Across the Universe".
John: Los Beatles no hicieron un buen disco de "Across the Universe". Creo que subconscientemente nosotros -me pareció que a nivel subconsciente Paul intentaba destruir mis grandes canciones. Jugábamos juegos experimentales con mis grandes piezas, como "Strawberry Fields", que siempre sentí que estaba mal grabada. Funcionaba, pero no era lo que pudo haber sido. Yo lo permití, sin embargo. Pasábamos horas haciendo una limpieza fina y detallada de las canciones de Paul, pero cuando se trataba de las mías -en especial una canción fantástica como "Strawberry Fields" o "Across the Universe"- de alguna forma aparecía la atmósfera de aflojamiento y experimentación.
Playboy: ¿Sabotaje?
John: Sabotaje subconsciente. Yo estaba demasiado herido... Paul lo va a negar, porque es muy correcto y va a decir que esto no existe. Es de esto de lo que estoy hablando cuando digo que yo siempre veía lo que estaba pasando y empezaba a pensar, Bueno, tal vez esté paranoico. Pero no es paranoia. Es la verdad absoluta. Lo mismo le pasó a "Across the Universe". La canción nunca fue hecha de manera apropiada. Pero las palabras siguen en pie, afortunadamente.
Playboy: "Getting Better".
John: Es una forma de escribir como de diario íntimo. Todo ese "I used to be cruel to my woman, I beat her and kept her apart from the things that she loved" era yo. Yo solía ser cruel con mi mujer, y físicamente -cualquier mujer. Yo era un golpeador. No podía expresarme y pegaba. Peleaba con los hombres y le pegaba a las mujeres. Es por eso que siempre insisto con la paz, ves. Es la gente más violenta la que promueve el amor y la paz. Todo es lo opuesto. Pero yo creo sinceramente en el amor y en la paz. Yo no soy un hombre violento que ha aprendido a no ser violento y lamenta su violencia. Voy a tener que ser mucho más viejo antes de que pueda enfrentar en público cómo trataba a las mujeres cuando era joven.
Playboy: "Revolution".
John: Grabamos la canción dos veces. Los Beatles se estaban poniendo muy tensos los unos con los otros. Yo hice la versión lenta y quería que saliera como single: como una declaración sobre la posición de los Beatles respecto de Vietnam y su postura sobre la revolución. Durante años, en las giras de los Beatles, Epstein nos había impedido hacer declaraciones sobre Vietnam o la guerra. Y no permitía ninguna pregunta al respecto. Pero en una gira, yo dije, "Voy a contestar sobre la guerra. No podemos ignorarla." Yo quería que los Beatles dijeran algo, absolutamente. La primera toma de "Revolution" -bueno, George y Paul estaban resentidos y dijeron que no era lo suficientemente rápida. Ahora, si entrás en los detalles de qué es un disco exitoso y qué no lo es, quizás. Pero los Beatles podrían haberse permitido financieramente sacar la versión lenta y comprensible de "Revolution" como single. Fuera un disco de oro, o un disco de madera. Pero debido a que estaban tan enojados sobre el período Yoko y el hecho de que yo estaba volviendo a ser tan creativo y dominante como había sido al principio, después de estar en reposo durante un par de años, les complicó los planes. ¿Estaba despierto de nuevo y no podían tolerarlo?
Playboy: ¿Fue la inspiración de Yoko?
John: Ella inspiró toda esta creación en mí. No fue que ella inspiró las canciones; ella me inspiró a mí. La declaración de "Revolution" era mía. La letra vale hoy en día. Todavía me siento así con respecto a la política. Yo quiero ver el plan. Eso es lo que solía decirles a Abbie Hoffman y Jerry Rubin. No me cuenten si es a favor de la violencia. No esperen que yo esté en las barricadas a menos que sea con flores.
Playboy: ¿Qué pensás de que Hoffman se entregara?
John: Bueno, él obtuvo lo que quería. Que es ser una especie de héroe underground para cualquiera que todavía adore cualquier manifestación del underground. Yo ya no me siento tan así. Nixon, Hoffman, es lo mismo. Son todos de la misma época. Fue sorprendente ver a Abbie en la tele, pero también fue sorprendente ver a Nixon en la tele. Tal vez la gente se sienta así cuando me ve a mí o a nosotros. Yo siento, ¿Qué están haciendo ahí? ¿Es esto un viejo noticiario?
Playboy: En el disco nuevo, cerrás con "Hard Times Are Over (For a While)". ¿Por qué?
John: No es un nuevo mensaje: "Give Peace a Chance" -no estamos siendo irrazonables, sólo decimos, "Denle una oportunidad." Con "Imagine" estamos diciendo, "¿Pueden imaginarse un mundo sin países o religiones?" Es el mismo mensaje una y otra vez. Y es positivo.
Playboy: ¿Cómo se siente tener a la gente anticipando tu nuevo disco porque sienten que sos una especie de profeta? Cuando regresaste al estudio para hacer "Double Fantasy," algunos de tus fans decían cosas como, "Así como Lennon definió los '60 y los '70, va a definir los '80."
John: Es muy triste. De cualquier manera, no estamos diciendo nada nuevo. A, ya lo hemos dicho, y B, 100.000.000 de personas también lo han dicho.
Playboy: Pero tus canciones sí tienen mensajes.
John: Todo lo que estamos diciendo es, "Esto es lo que nos está pasando a nosotros." Estamos enviando postales. No permito que se convierta en "Yo soy el iluminado; ustedes son ovejas a quienes se les mostrará el camino." Ese es el peligro de decir algo, sabés.
Playboy: Especialmente para vos.
John: Escuchá, no hay nada de malo en seguir ejemplos. Podemos tener personas a quienes admiramos, pero no necesitamos líderes. "Don't follow leaders, watch the parking meters."
Playboy: Estás citando a uno de tus pares. ¿Te molesta que Dylan sea un converso?
John: No me gusta hacer comentarios al respecto. Cualquiera sea la razón por la que lo está haciendo, es algo personal y él necesita hacerlo. Pero todo el negocio de la religión sufre por la partecita de "Adelante, Soldados Cristianos". Hay demasiada charla sobre soldados y sobre marchar y convertir. No estoy promoviendo el budismo, porque no soy más budista de lo que soy cristiano, pero hay una cosa que admiro sobre esa religión: No hay proselitismo.
Playboy: ¿Eras un fan de Dylan?
John: No, dejé de escuchar a Dylan con ambos oídos después de "Highway 64" [sic] y "Blonde on Blonde," e incluso entonces se debía a que George me hacía sentarme y escuchar.
Playboy: Como Dylan, ¿no estabas vos también buscando algún tipo de líder cuando hiciste terapia de primal-scream con Arthur Janov?
Yoko: Yo pienso que Janov era un papá para John. Creo que tiene un complejo paterno y está siempre buscando un papá.
John: Tenía, amor. Tenía un complejo paterno.
Playboy: ¿Podrías explicarlo?
Yoko: Yo tuve un papá, un papá real, un padre grande y fuerte del tipo de Billy Graham, pero al crecer, vi su lado débil. Vi la hipocresía. De modo que cuando veo algo o alguien que se supone que es grande y maravilloso -un gurú o primal scream- soy muy cínica.
John: Ella peleaba con Janov todo el tiempo. El no podía lidiar con eso.
Yoko: Yo no estoy buscando al papá grande. Busco algo distinto en los hombres -algo que es tierno y débil y yo me siento con ganas de ayudar.
John: ¡Y yo fui el afortunado lisiado que eligió!
Yoko: Yo tengo este instinto materno, o lo que sea. Pero no estaba obsesionada con encontrar un padre, porque tuve uno que me desilusionó. John nunca tuvo la oportunidad de verse desilusionado por su padre, ya que su padre no estaba por ahí, de manera que él nunca pensó en él como ese hombre grande.
Playboy: ¿Estás de acuerdo con esa evaluación, John?
John: Muchos de nosotros estamos buscando padres. El mío no estaba ahí físicamente. Los de la mayoría de las personas no están ahí mentalmente ni físicamente, siempre en la oficina u ocupados en otras cosas. Así que todos esos líderes, parquímetros, son todos sustitutos paternos, ya sean religiosos o políticos... Toda esa cuestión de elegir un presidente. Elegimos a nuestro propio papi de una perrera de papis. Este es el papi que se parece al papi de los comerciales. Tiene el bonito pelo gris y los dientes correctos y la raya del pelo está del lado correcto. ¿OK? Este es el papi que elegimos. La perrera de papis, que es el campo político, nos da un Presidente, después lo ponemos en una plataforma y empezamos a castigarlo y a gritarle porque Papi no hace milagros. Papi no nos cura.
Playboy: Así que Janov fue un papi para vos. ¿Quién más?
Yoko: Antes estaba Maharishi.
John: Maharishi fue una figura paterna, Elvis Presley pudo haber sido una figura paterna. No lo sé. Robert Mitchum. Cualquier imagen masculina es una figura paterna. No hay nada malo en eso hasta que les das el derecho de que te den una especie de receta para tu vida. Lo que ocurre es que viene alguien con un buen pedazo de verdad. En lugar de observar la verdad, se observa a la persona que la trajo. El mensajero es el que resulta adorado, en lugar del mensaje. En el cristianismo, mahometanismo, budismo, confucianismo, marxismo, maoísmo -todo- siempre se trata de una persona y nunca de lo que esa persona dice.
Yoko: Todos los ismos son papis. Es triste que la sociedad esté estructurada de forma tal que la gente no puede abrirse a los otros, y por eso necesitan un cierto teatro para ir a llorar o algo así.
John: Bueno, fuiste a est.
Yoko: Sí, quería investigarlo.
John: Fuimos a Janov por la misma razón.
Yoko: Pero a la gente de est se les da un recordatorio...
John: Sí, pero yo no iría a sentarme en una habitación y no mear.
Yoko: Bueno, lo hiciste en primal scream.
John: Oh, pero te tenía conmigo.
Yoko: De cualquier forma, cuando fui a est, vi a Werner Erhardt, la misma cosa. Es un showman agradable y tiene un acto agradable por allá. Me sentí igual cuando fuimos a Sai Baba en India. En India, tenés que ser un gurú en lugar de una estrella pop. El Gurú es la estrella pop de la India y la estrella pop es el gurú aquí.
John: Pero nadie es perfecto, etc., etc. Ya sea Janov o Erhardt o Maharishi o un Beatle. Eso no disminuye el valor de su mensaje. Es como aprender a nadar. Nadar está bien. Pero olvidate del maestro. Si los Beatles tenían un mensaje, era ese. Con los Beatles, el punto son los discos, no los Beatles como individuos. No necesitás el envoltorio, como no necesitás el envoltorio cristiano o el envoltorio marxista para entender el mensaje. La gente siempre tuvo la imagen de que yo era un anti-Cristo o anti-religión. No es cierto. Soy un tipo muy religioso. Fui criado como cristiano y sólo ahora comprendo algunas de las cosas que Cristo estaba diciendo en esas parábolas. Porque la gente se enganchó con el maestro y se perdió el mensaje.
Playboy: ¿Y los Beatles le enseñaron a la gente a nadar?
John: Si los Beatles o los '60 tenían un mensaje, era aprender a nadar. Punto. Y una vez que aprendés a nadar, nadá. A la gente que está atada al sueño de los Beatles y los '60 se le escapó el punto cuando el sueño de los Beatles y los '60 se convirtieron en el punto. Cargar con el sueño de los Beatles o los '60 toda tu vida es como cargar con la Segunda Guerra Mundial y Glenn Miller. Eso no quiere decir que no podés disfrutar de Glenn Miller o de los Beatles, pero vivir en ese sueño es the twilight zone. Es no vivir ahora. Es una ilusión.
Playboy: Yoko, el single que John y vos sacaron de su disco parece estar mirando hacia el futuro.
Yoko: Sí, "Starting Over" es una canción que me da ganas de llorar. John ha hablado de los '60 y sobre cómo nos dio un gusto por la libertad -sexual y de otro tipo. Fue como una orgía. Luego, tras esa gran acabada que tuvimos juntos, los hombres y las mujeres se perdieron mutuamente el rastro y muchas familias y relaciones se rompieron. Realmente creo que lo que pasó en los '70 puede ser comparado con lo que le pasó a las familias judías durante el nazismo. Sólo que la fuerza que los separó vino de adentro, no de afuera. Intentamos racionalizarlo como el precio que estábamos pagando por nuestra libertad. Y John está diciendo en su canción, OK, tuvimos la energía en los '60, en los '70 nos separamos, pero recomencemos en los '80. Está estirando su mano hacia mí, la mujer. Estirando su mano después de todo lo que ha pasado, sobre el campo de batalla de familias muertas, esta vez es más difícil. En el otro lado del disco está mi canción, "Kiss Kiss Kiss", que es el otro lado de la misma cuestión. Allí se escucha el sonido de una mujer llegando al clímax, y está gritando para ser sostenida, tocada. Va a ser controversial, porque la gente todavía siente que es menos natural oír los sonidos en la forma de hacer el amor de la mujer que, digamos, el sonido de un Concorde, matando la atmósfera y creando polución en la naturaleza. En conjunto, ambos lados son una plegaria para cambiar los '80.
Playboy: ¿Cuál es el sueño de los '80 para vos, John?
John: Bueno, hacé tu propio sueño. Esa es la historia de los Beatles, ¿no? Es la historia de Yoko. Eso es lo que estoy diciendo ahora. Producí tu propio sueño. Si querés salvar a Perú, andá y salvá a Perú. Es bastante posible hacer cualquier cosa, pero no dejarlo en manos de los líderes y los parquímetros. No esperes que Jimmy Carter o Ronald Reagan o John Lennon o Yoko Ono o Bob Dylan o Jesús vengan y lo hagan por vos. Tenés que hacerlo vos mismo. Eso es lo que los grandes maestros y maestras han estado diciendo desde el comienzo del tiempo. Pueden señalar el camino, dejar signos y pequeñas instrucciones en distintos libros que ahora se llaman sagrados y son adorados por la tapa del libro y no por lo que dice, pero todas las instrucciones están ahí para que todos las vean, han estado desde siempre y siempre estarán. No hay nada nuevo bajo el sol. Todos los caminos conducen a Roma. Y la gente no puede proveértelo en tu lugar. Yo no puedo despertarte. Vos podés despertarte a vos mismo. Yo no puedo curarte. Vos podés curarte a vos mismo.
Playboy: ¿Qué te parece que impide que la gente acepte el mensaje?
John: Es el miedo a lo desconocido. Lo desconocido es la cuestión. Y el estar asustado de eso es lo que envía a la gente apresurándose por ahí buscando sueños, ilusiones, guerras, paz, amor, odio, todo eso -es todo una ilusión. Lo desconocido es el problema. Aceptás que es desconocido y sólo queda navegar. Todo es desconocido -entonces estás al frente en el juego. Es así. ¿No?
The End...
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Recogida y traducida del inglés por MJV
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Últimas modificaciones -> 23 de enero de 2000