Tan sólo los festejos por el advenimiento del nuevo milenio podrían opacar lo vivido por los más de doscientos invitados que se acercaron el pasado sábado 7 de Agosto a las hermosas instalaciones de la "Chacra San José" para ser partícipes de, sin duda, uno de los eventos del año, la boda del guitarrista de DR. JECKILL, Paolo Moscatelli (25), con Virginia Jara, hermana del cantante de la banda, Ernesto Jara (28).

Apenas éste humilde servidor puso pié en el interior de la carpa que prolongaba el casco de la estancia minutos pasadas la 21 horas, un escalofrío recorrío su ansiosa anatomía: a los fondos un escenario totalmente equipado despejaba completamente las dudas sobre una eventual presentación de la banda en vivo, algo que había sido manejado repetidamente en la semana previa a la celebración pero que no se había podido confirmar debido al "silenzio stampa" que se auto-impusieron sus integrantes así cómo los allegados a la organización del evento. Luego de la ceremonia civil llevada a cabo en el interior de la estancia, y anticipando lo que sería seguramente una noche memorable, nos dirigimos hacia la mesa que gracias a los organizadores compartiríamos con los integrantes del grupo.

Cómo preámbulo del momento más esperado de la noche, el dee-jay hizo bailar hasta las mesas con una infecciosa selección de salsa y ritmos latinos, donde la flamante pareja contagió su entusiasmo a todos lo presentes y Daniel, el manager de la banda, demostró todas sus habilidades a la hora de moverse con verdadero "sabor latino", mientras que la excelente atención del lugar nos agasajaba con bandejas de fríos, deliciosas croquetas, papas noisettes y brochette de pollo, más refrescos y whisky a placer.

Luego de la degustación del plato caliente que consistió en crépes de jamón y muzarella con salsa caruso, la noche llegó a su pico más alto cuándo los integrantes de la banda se subieron al escenario y comenzaron los primeros acordes de "Crazy Little Thing Called Love", de Queen, un preferido personal de Paolo, mientras que los invitados se agolpaban en las cercanías del escenario para no perderse detalle del set, compuesto por algunos de los clásicos de la banda más una "media sorpresa" extra: un tema compuesto especialmente por Paolo para su flamante esposa. Fué un momento muy tocante, donde Virginia no pudo contener las lágrimas, no así el resto de los invitados que ya estaban llorando de dolor en los tímpanos desde el inicio del recital.

Para los fanático que se agolparon en las inmediaciones del recinto para poder al menos escuchar a la banda, una buena noticia: todo el set completo, de aproximadamente 30 minutos, más algunas perlas de la fiesta y tomas del backstage, fué registrado en video y será editado a la brevedad. Quién esto escribe no pudo acceder a dicho registro ya que éste se encuentra aún en manos de la jueza en lo penal de 7mo. turno que entiende en la causa por mala praxis y sordera especialmente agravada que algunos invitados iniciaron contra la agrupación. Los querellantes se excusaron ante éste cronista de formular comentarios aduciendo que "ni siquiera podemos escuchar las preguntas que usted nos hace".

A continuación, el indudable atractivo de los postres captó mi atención, para luego de felicitar y agradecer a la flamante pareja por una noche inolvidable nos dirigiéramos hacia el remise que nos esperaba puntualmente en la puerta para trasladarnos hacia la capital. En el trayecto recordamos las siempre vigentes palabras de Elvis Presley, "Que noche!" (Such a night).