Resumen: Harry
Haller es un lobo estepario: un personaje solitario e incomunicado, tibiamente
infeliz, que deja un testimonio escrito de cómo dos personas vitales
y alegres, Armanda y Pablo, quebraron en cierto modo el profundo
aislamiento al que iba llevando a su vida a causa de su predisposición y
su destino triste y mediocre. Pero Armanda arrastra también sus propios
problemas, y por algún motivo desea morir...
Opinión: Qué puedo decir... Durante mucho tiempo, años
quizá, me pregunté
si yo era también un lobo estepario. Y aunque acabé descubriendo que no
del todo (vamos, que no soy un estepario de pura raza, hecho del que
espero no haberme dado cuenta demasiado tarde), estoy seguro de
que este libro es el tratado definitivo en lo que a esta curiosa especie
se refiere. Con lo que no quiero decir que Harry Haller sea
solamente un estereotipo: es sin duda un personaje único y
personal, pero con el que se exploran varios rasgos de carácter que casi
todos los lobos esteparios poseen. Autoinfelicidad y un
desarrollado sentido de la tragedia, incapacidad para poner de acuerdo sus
partes animal y racional, odio hacia la tibieza burguesa y plácida de los
"días tranquilos" junto a una cierta incapacidad de vivir de
otra manera, aislamiento autoimpuesto, amor mal dirigido.
Este libro en que se nos habla de las vivencias de Harry Haller está
increíblemente bien escrito, y es cómodo y fácil de leer (como
muchos otros de Hesse, os recomiendo Demián, Siddharta y la
serie de artículos cortos Lecturas para minutos). Si además dice
cosas que se escurren fácilmente dentro de mi corazoncito
romanticón y vagamente freak (recordad, este es un libro "¡sólo
para locos!"), pues qué queréis que os diga. Que ya tardáis en
leerlo.
A destacar, sin duda, el fragmento que convierte la novela de simplemente
buena en sencillamente genial: el Teatro Mágico -sólo para locos-. Un
clímax bastante largo en el que Harry entra en salas fantásticas de un
gran teatro mágico, rotuladas con nombres fabulosos y sugerentes (como
por ejemplo: "Montería de automóviles", "Maravillosa doma
del lobo estepario", "¡Suicidio deleitoso!"), puertas tras
las que puede...
Bueno, no os lo cuento, leedlo. Me quedo, por motivos que os serán obvios
cuando veais de qué hablo, con la habitación titulada Todas las
mujeres son tuyas.Precioso, y tan romántico... ¿Y qué hace Mozart por ahí en
medio con un trompetista cubano? ¿Y qué hay tras la puerta de
"Cómo se mata por amor?"? ¿Y
por qué me gusta TANTO que la principal lección que debe aprender
Harry Haller en su doma del lobo estepario sea el humorismo? El
humor, la risa, el saber relativizarlo todo y reírse de uno mismo y del
mundo, allí está lo que Haller tendrá que aprender trabajosamente hasta
que Mozart, su guía Pablo y su amada Armanda le acepten finalmente en su
fiesta. Practica, Harry, practica. Ríete de la vida, al fin y al cabo
ella ya se ríe de ti.
Fragmento:
"Por ejemplo, cuando Harry en su calidad de hombre tenía un
bello pensamiento, o experimentaba una sensación noble y delicada, o
ejecutaba una de las llamadas buenas acciones, entonces el lobo que
llevaba dentro enseñaba los dientes, se reía y le mostraba con
sangriento sarcasmo cuán ridícula le resultaba toda esa distinguida
farsa a un lobo de la estepa, a un lobo que en su corazón tenía perfecta
conciencia de lo que le sentaba bien, que era trotar solitario por las
estepas, beber a ratos sangre o cazar una loba, y desde el punto de vista
del lobo toda acción humana debía resultar horriblemente cómica y
absurda, estúpida y vana. (...) Pero cuando actuaba como lobo, la parte
de hombre que llevaba le llamaba animal y bestia, y le echaba a perder y
le corrompía toda la satisfacción en su esencia de lobo, simple y
salvaje. Así estaban las cosas con el lobo estepario, y es fácil
imaginar que Harry no llevaba precisamente una vida agradable y
venturosa".