A mediados de 1852, la Cámara de Representantes designa a Nicolás Oger como taquígrafo, pero éste renuncia a esa función al poco tiempo. Al año siguiente, Bernardo Carlos Ferreira recibe una beca "para estudiar Taquigrafía".
En 1854, la Cámara considera la conveniencia de la publicación de un "Diario de Sesiones". La propuesta es aceptada, indicándose la necesidad de taquígrafos para llevar a cabo esa tarea. El 9 de junio de 1855 se aprueba el siguiente Decreto:
"Artículo 1o.- Créanse los empleos de dos taquígrafos para el servicio de la Cámara de Representantes, con la dotación de 1.200 pesos anuales cada uno.
Artículo 2o.- Inclúyanse dichas dotaciones en el presupuesto de Gastos de Secretaría para el año 1855.
Artículo 3o.- El Presidente de la Cámara hará la elección de los individuos que hayan de desempeñar las plazas de taquígrafos, previo el examen comprobatorio de capacidad que juzgue conveniente".
En 1855, Ramón Pampillo presenta una nota a la Cámara de Representantes en los siguientes términos:
"Honorable Cámara de Representantes.
Ramón Pampillo, ciudadano natural de la República, ante V. Honorabilidad, con el más profundo respeto, espongo: Que esperando quedar libre, para el año prócsimo venidero de 1856, de las tareas que actualmente absorben todo mi tiempo disponible, y sabiendo que V. Honorabilidad, desea que haya un taquígrafo o taquígrafos que copien las sesiones, vengo á ofrecer mis servicios para este fin, y A V. Hdad. suplico: Que habiéndome por presentado, se digne admitirme para el desempeño de ese empleo en la época referida y con opcion á la compensacion y derechos, que por la ley le correspondan, pues proporcionándome los medios de atender mejor á tres hermanas mias que están á mi cargo, recibiré señalada merced.
Montevideo, Abril 12 de 1855
Ramón Pampillo".