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Alojarse en Madrid


Sumario / Alojamiento / abuelo1

El hogar perdido

Alojarse en una gran ciudad como Madrid es siempre difícil. Añade las dificultades debidas a un idioma incomprensible y entenderás lo que puede suceder a los pobres estudiantes Erasmus el primer día que llegan en Madrid.
Por eso hay que advertir a los extranjeros que vienen para vivir en nuestra bonita ciudad que, por mal suerte, el alojamiento no es la cosa más fácil de conseguir. Los dueños de pisos madrileños, como muchos, son particularmente tacaños.
Lo más normal sea que te pidan una nomina o un aval bancario antes de alquilarte la vivienda.

Dueños de pisos y generosidad

Me dijo un amigo andaluz que lo normal es vivir con su familia hasta la edad de establecerse como Padre de Familia. Una persona aislada casi no tiene existencia en los ojos ajenos sino como objeto de caridad. Este manera de actuar ha sido descrito por Ana María Matutes en su novela Sino espada. El mismo amigo añadió que estos dueños se consideraban como personas muy generosas cuando te hacían el favor de alquilarte un armario en mal estado por el precio de un piso lujoso dando a la avenida "Unter den Linden". Por eso, si un dueño feo te propone alquilarte un rincón infectado por cucarachas, no es por desvergüenza sino por una rara generosidad (pues, así piensa...). Un buen ejemplo de este comportamiento sería lo de José, teniente del restaurante localizado en la Corredera baja de San Pablo, 31. Ese señor alquila, bajo la mesa, doce habitaciones repartidas en tres plantas, cada una entre 35000 y 50000, gastos no incluidos.

El abuelo sigue: ¿Dónde buscar?, ¿Que buscar?