| 
                         Te di la vida, pero no puedo vivirla por ti. 
                        Puedo enseñarte muchas cosas, pero no puedo 
                        obligarte a aprender. 
                        Puedo dirigirte, pero no responsabilizarme por 
                        lo que haces. 
                        Puedo llevarte a la Iglesia, pero no puedo obligarte 
                        a querer. 
                        Puedo instruirte en lo malo y lo bueno, pero no 
                        puedo decidir por ti. 
                        Puedo darte amor, pero no puedo obligarte a aceptarlo. 
                        Puedo enseñarte a compartir, pero no puedo 
                        forzarte a hacerlo. 
                        Puedo hablarte del respeto, pero no te puedo exigir 
                        que seas respetuoso. 
                        Puedo aconsejarte sobre las buenas amistades, pero 
                        no puedo escogertelas. 
                        Puedo educarte acerca del sexo, pero no puedo 
                        mantenerte puro. 
                        Puedo platicarte acerca de la vida, pero no puedo 
                        edificarte una reputación. 
                        Puedo decirte que el licor es peligroso, pero 
                        no puedo decir no por ti. 
                        Puedo advertirte acerca de las drogas, pero no 
                        puedo evitar que las uses. 
                        Puedo exhortarte a la necesidad de tener metas altas, pero 
                        no puedo alcanzarlas por ti. 
                        Puedo enseñarte acerca de la bondad, pero 
                        no puedo obligarte a ser bondadoso. 
                        Puedo amonestarte en cuanto al pecado, pero no 
                        puedo hacerte una persona moral. 
                        Puedo amarte como niño, pero no puedo colocarte 
                        en la familia de Dios. 
                        Puedo hablarte de Dios, pero no puedo hacer que 
                        Dios sea tu guia. 
                        Puedo explicarte como vivir, pero no puedo darte 
                        la felicidad eterna. 
                     |