A.M.S.
ASOCIACIÓN MADRILEÑA DE SIMULACIÓN
Nos habíamos preparado duramente durante dos semanas para tomar al asalto la fortaleza Europa y por fin nuestra oportunidad había llegado. Nuestra unidad estaba en su mejor momento y teníamos que encabezar la 104ª oleada de asalto en el día D + 6. Como es lógico los nervios afloraban y dos o tres miembros del AMS (Allied Motorized Stormtroops) se perdieron la fiesta, aunque esperábamos encontrarles en el momento más inesperado. Llegamos a Francia vía Arromanches, cuando el Mulberry aún no estaba completo y enseguida nos dijeron  que tuviéramos cuidado con las tiendas para incautos (Inkauteladen m.43) que sembraban la zona. Como es lógico, lo primero que hicimos fue caer en un campo de Inkauteladen m.43 que había al lado de la playa, pero afortunadamente salimos de el sin bajas y eso que el Capitán Peinador estuvo a punto de pagar 125 francos por una botella de sidra.
  
La playa presenta un aspecto tranquilo. El peligro se encuentra más adelante.
Una vez superados los obstáculos iniciales, comenzamos nuestra marcha hacia el interior. Tras media hora decidimos pararnos a tomar unas fotos. Nunca debimos hacerlo. A los pocos minutos apareció un coronel con cara de muy malas pulgas que tras ponerme firme con un par de voces, me entregó un fajo de órdenes de marcha. ¡Nos acababan de meter en un marrón! Tras verme obligado a saludar varias veces y hacer unas flexiones "porque me veía bajo de forma", pude acercarme a  mis compañeros para hacerles partícipes de las buenas nuevas.
 
  
Aspecto de nuestra dotación antes de conocer las nuevas órdenes.
 
¡¡¡¿¿Cómoo??!!!¡¡¿¿A quién??!!
 
Como es lógico, todo el mundo haraganeaba tranquilamente cuando me acerqué. Enseguida les solté el tocho de órdenes a la vez que les contaba mi encuentro y creo que pude oír el ruido de sus pelotillas rodando sobre el blindaje de nuestro tanque. Tras unos minutos de desesperación nos dimos cuenta de que era imposible escaquearse y que a lo mejor nos caía un marrón más gordo si nos quedábamos sentados así que nos pusimos en marcha. Dejamos nuestro tanque y tomamos un par de vehículos camuflados.  Los primeros dos días nos dedicamos a buscar al soldado Charlín en los alrededores de Bayeux, recién liberada y nos inflamos a caminar por aquí y por allá.
 
  
                                        Buscando al soldado Charlín en Bayeux. Atención al despliegue con el Tte. Martin al otro lado de la calle mientras el resto avanza por la acera contraria.
 
 Buscando al soldado Charlín entre el bocage con una formación de marcha más habitual. Nótese el camuflaje totalmente inexistente, en especial el del Sgto. Gavin. 
 
 
Continuar
Al comienzo