BALONET 1998

Seré yo viejo, óiganme ustedes, que recuerdo muy bien los gritos de mi madre --a quien jamás había interesado el fútbol, ni volvió a interesar nunca--, junto a la enorme radio de pilas, marca Philips, claro, en Alcazarquivir (Marruecos), cuando Telmo Zarraonaindía marcó el legendario gol por el que España humilló inmensamente a la pérfida Albión y pasó a la fase siguiente del Mundial de 1950. Para luego quedar clasificada en cuarto lugar. Desde entonces he vivido la tira de magnos acontecimientos futbolísticos: si no se me han equivocado los dedos al contar, éste próximo se cumple mi décimo tercero. Qué barbaridad. ¿Será éste, el del número maldito (a no confundir con el número de la Bestia, el 666, que sus fieles denigradores adjudican a Bill Gates) por el que España obtendrá su primer título planetario?

    En todo caso, éste es el primer Campeonato Mundial de Fútbol que nos pilla con la Red tendida a todo trapo. Equipos, organismos varios, federaciones, forofos particulares, anunciantes, periódicos, emisoras de tele y radio, Internet entero se prepara para acoger la mayor ocasión que vieron los quinquenios en sus entresijos. En mi modesta opinión, nuestro medio no es el ideal para el Campeonato, porque en estas cosas del directo no hay quien le ponga el mingo a la tele. No va usted a pasarse los partidos delante del ordenador, buscando datos o charlando con amigos o enemigos, mientras en la habitación de al lado o el bar de abajo las enormes pantallas de colorines le sirven las jugadas al minuto. A no ser, claro, que se incorpore usted a la creciente cáfila de los antifutboleros, de quienes están literalmente hartos --y no crean que no los comprendo-- de la dictadura del futbolariado. Nunca he tenido nada contra el llamado Deporte Rey (en todo el mundo menos en ese curioso y exótico país que unos denominan USA y otros Estados Unidos), pero la verdad es que las últimas tendencias monopolísticas, por una parte, y bárbaras --lisa y llanamente bárbaras--, por otra, no dejan de producirme repulsión y vergüenza humana. Qué le vamos a hacer.

    A lo que íbamos: Internet no es el medio para seguir los campeonatos del mundo de fútbol, pero sí que ofrece las mejores posibilidades de erudición sobre el tema. Aquí va a estar TODO, con TODOS los detalles y TODAS las opiniones. Figúrense la cantidad de canales que actúan en los chates, sobre el tema, y figúrense la cantidad de páginas que ofrecen información presente, pasada y futura. Una orgía de colores, cifras, himnos, discursos más o menos temperamentales, esperanzas y recelos. Pueden ustedes pasarse horas en los buscadores encontrando páginas relevantes, y nadie sabrá ayudarles mucho en su tarea, porque la enorme cantidad de datos condena al fracaso cualquier intento de clasificación.

    De todas formas, ahí van una cuantas páginas para interesados en Balonet. Y una página, lamento decirlo, donde puede usted elegir entre indignarse con los demás o contribuir a la indignación de los demás. A elegir.

 

Página Oficial de la Copa del Mundo (en francés y en inglés, claro; nuestros queridos vecinos no consideran válida la opción de la lengua española, a pesar de que en el campeonato participan 6 equipos que la tienen por materna): www.france98.com

Mundial Café (todo sobre el Mundial, por supuesto): mundial.elpais.es

Una predicción exacta del campeonato, con resultados incluidos: home.t-online.de/home/tonyabbosh/france98.htm

Federación Española de Fútbol, con sabias reflexiones sobre el acontecimiento en general y Javier Clemente en particular.: www.sportec.com/www/laliga/mundial/main.htm

Página de gente discutiendo sobre el apasionante tema de forma no siempre simpática: www.canaldinamic.es/infofut/forums/spain/ultimo.htm

Recomiendo también las pertinentes investigaciones en los buscadores españoles y extranjeros.

Todas estas direcciones funcionaban en el momento de escribir este artículo.


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