En Busca de la Corona

por Lorena González


Capítulo 7: Una nueva transformación para las chicas.

- Esos intrusos... ¿Cómo se atrevieron a interferir en nuestros planes?

- Tranquilo Annes, la próxima vez nos desharemos de ellos. Encontraremos la Corona y conquistaremos al Universo.

- Pero lo que me pregunto es, ¿quién sería esa chica que a las Sailors Scouts tanto les preocupaba?

- No lo sé, pero se llamaba Mina. Creo que debemos averiguar más sobre ella. Podría ser el punto débil de las Sailors Scouts y del tal Tuxedo Masked.

- Oye, ¿crees que ella sea la Princesa que buscamos? Tal vez por eso la defienden.

- No lo sé, por eso averiguaremos.

" ¡¡¡Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiing!!" sonó el despertador de Mina. Artemis se despertó con aquél "sonido infernal" como él lo llamaba y despertó a Mina.

- ¡Vamos, Mina! Levántate, tienes que ir al colegio, vas a llegar tarde.

- Sprrrmmmmmmnyaaaaaaa...

- ¿¿¿??? Mina, levántate. Recuerda que hoy Araki va a tu escuela.

Mina, al oir eso, salió disparada de su cama al baño y en cinco minutos ya estaba lista para ir a la escuela.

- Espera un momento, ¡Araki no va hoy a mi escuela!

- Je je, ya lo sé.

- ¡¡¡!!!

- ¡¡¡¡¡Auch!!!!! - exclamó Artemis mientras un gran chichón crecía en su pequeña cabecita.

- Te lo mereces...

Mina salió de su casa y se dirigía a la escuela. En el camino se encontró a Amy.

- ¿Mina? ¿Tan temprano por aquí? Creí que siempre te levantabas tarde.

- Je, hoy decidí hacer un cambio.

- ¿Si? Pues me alegro por tí. Creo que lo de ayer te subió los ánimos ¿no?

- Si, en parte. Bueno, yo cruzo a la derecha, adiós.

- Adiós Mina, suerte. Que te vaya bien.

Mina llegó a su escuela, a tiempo por fin. Pero Serena no tuvo la misma suerte.

- Ay, ay, Luna, espérameeeeeeeee.

- Serena, ¡apresúrate!

- No puedo más, ¡no soy gato como tú!

Las campanas del colegio Cross Roads sonaron para avisar que ya los alumnos debían entrar. Y por supuesto que Serena llegó tarde y tuvo que esperar afuera del salón...


EN LA TARDE, EN EL TEMPLO DE RAYE...

Todas estaban reunidas para estudiar como hacían de costumbre. Estaban Mina, Raye, Amy y Lita. ¿Y Serena?

- Serena se tuvo que quedar en clases especiales porque llegó tarde. - dijo Luna que acababa de llegar.

- Me lo imaginé, la tonta de Serena como siempre... - dijo Raye.

- Yo creo que deberíamos seguir estudiando sin ella aquí. - dijo Amy.

- Tienen razón, pero ¿qué tal si mejor comemos primero estas galletas que preparé en la clase de cocina, eh?

- Muy bien Lita, ¡a comer! - dijo Mina.

Y todas empezaron a comer las galletas de chocolate que Lita había llevado cuando Artemis volvió.

- ¡Hola chicas!

- Artemis, ¿encontraste algo que nos pudiera servir? - dijo Mina.

- No, pero al menos ya sabemos qué es lo que desean.

- Sí, ahora debemos esperar hasta el próximo ataque.

- Tienes razón, Mina. Pero me pregunto si ellos atacan a grandes masas de gente y buscan entre ellos a los que tienes las gemas o si investigan y atacan a la persona específicamente. - dijo Amy. Lita agregó:

- Ellos atacan a mucha gente al mismo tiempo, ¿no recuerdan? En la cafetería dijeron que con nosotros allí no las podían buscar.

- Así que su plan de ataque es dormir a todos los que estén en el lugar que hayan elegido y allí los buscan. - dijo Raye. Mina dijo:

- Pero me pregunto qué utilizan para extraer las gemas y si eso pone en riesgo la vida de la víctima.

- Esperemos que no. - dijo Artemis.

- Oigan, chicas... - dijo Luna.

- ¿Qué pasa, Luna? - preguntó Amy.

- Hace mucho calor...

- Entonces salgamos. - dijo Mina.

Las chicas salieron al patio del Templo cuando oyeron unos gritos.

- ¿Qué fue eso? - preguntó Mina.

- Vayamos a ver. - respondió Artemis.

Las chicas corrieron hasta que vieron a través de unos arbustos a Annes y Arista atacando a una muchacha.

- Chicas, ¡vamos a transformarnos! - exclamó Mina.

- Un momento, recuerden que ahora ustedes tienen un nuevo poder, por lo tanto tienen una nueva transformación. - dijo Luna.

- Vamos, chicas. Ahora es el momento de demostrar su capacidad. - dijo Artemis.

Las chicas levantaron sus Báculos y exclamaron:

- ¡Poder Legendario de Venus!

- ¡Poder Legendario de Marte!

- ¡Poder Legendario de Mercurio!

- ¡Poder Legendario de Júpiter!

Al terminar de transformarse vieron que sus trajes eran distintos a los anteriores. Los lazos eran más largos y tenían en el centro y en la tiara el símbolo de su planeta correspondiente. Salieron del donde estaban ocultas y Venus gritó:

- ¡Suéltala ahora mismo!

- ¡Las Sailor Scouts de nuevo! No puede ser, ¿por qué nos siguen? - exclamó Annes. Mina exclamó:

- Porque no permitiremos que le hagas daño a esa chica.

- ¡Somos el grupo de las Sailors Scouts que luchan por el amor y la justicia! - exclamaron todas.

- ¡Hey, ese es mi lema! - dijo Serena que acababa de llegar.

- ¡Serena!, ¡tranfórmate en Sailor Moon! - le dijo Luna.

- Ya voy, ya voy. ¡Poder Cósmico Lunar! ¡Transformación!

Y Sailor Moon salió hacia donde atacaban a sus amigas.

- ¡Agua Estelar de Mercurio! - dijo Sailor Mercury levantando su Báculo mientras Annes notaba que poco a poco su cuerpo quedaba inmovilizado.

- Arista, ¡haz algo! Quítale rápido la gema a la chica, y derrot... - dijo Annes, pero el frío le había llegado a la garganta y no pudo terminar la frase. Arista se desprendió del cuello un colgante transparente en forma de corazón y éste empezó a brillar. La muchacha, que estaba atada a un árbol empezó a gritar desesperada mientras una extraña piedra brillante color amarillo empezó a salir de su cuerpo.

- ¿Cómo te atreves? ¡Fuego Estelar de Marte! - exclamó Sailor Mars mientras alzaba su Báculo. Una gran bola de fuego se dirigió hacia donde estaba Arista y la alejó de la chica. Sailor Venus corrió hacia la víctima y vió que su rostro estaba pálido. La gema estaba tirada en sus piernas. Sailor Jupiter intentó devolverla a su cuerpo pero esta no volvía a entrar.

- Heriste a una chica inocente y atacaste a mis amigas. No te lo perdonaré. Soy una Sailor Scout que lucha por el amor y la justicia, soy Sailor Moon y te castigaré en el nombre de la Luna.

- Sailor Moon, haz algo, la chica va a morir si no podemos introducir de nuevo la gema en su cuerpo. - dijo Venus.

Annes, que se encontraba a una corta distancia de ellas, empezaba a obtener movilidad nuevamente. El calor que hacía había empezado a derretir el hielo y pudo romperlo con un poco de esfuerzo. Sacó un látigo de su ropa y lo lanzó hacia donde estaba Sailor Moon. Sailor Venus, que en ese intante se había percatado de que Annes se había levantado, gritó:

- ¡¡¡Cuidado!!!

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