En Busca de la Corona
por Lorena
González
Capítulo 10: La derrota de Darien, un reencuentro.
- ¡Volteen y miren lo que realmente pasa! - exclamó Arista.
Las Sailors Scouts, Luna y Artemis se dieron vuelta y vieron como Annes blandía una espada contra el cuerpo de Tuxedo Masked. Éste cayó en el suelo, golpeándose la cabeza. Al ver esto, Sailor Moon cayó al suelo sobre sus rodillas.
- ¡Tuxedo Masked!
- Creo que ya terminamos con él. Si fue tan fácil con un hombre, como será con cinco niñitas... - dijo Annes.
- Sí, pero recuerda que antes de acabar con ellas, necesitamos encontrar la gema. - le respondió Arista. Las Sailors no podían creer lo que veían, el gran Tuxedo Masked muerto... de nuevo. Sailor Moon comenzó a llorar y a lanzar gritos de desesperación, que maldecían a Annes y Arista:
- ¡¿Cómo pudieron?! ¡¿Cómo se atrevieron?! ¡Ahora Tuxedo Masked está muerto! ¡Por su culpa! ¿Ahora están felices, no?
- Calma Sailor Moon, lamento que esto haya ocurrido, pero ahora debemos pelear contra Annes y Arista. - le dijo Mercury.
- Ella tiene razón, Sailor Moon. Ya nos ocuparemos de Tuxedo Masked, y verás que él estára bien, él no está muerto. - le dijo Sailor Venus con lágrimas en los ojos. Pero a Sailor Moon no la tranquilizaban esas palabras, se acercó a donde yacía el cuerpo de Tuxedo y éste le dijo con voz débil:
- Sailor Moon, continúa la batalla. Tus amigas te necesitan, no estoy muerto, sólo un poco débil y ahora no puedo seguir peleando, pero ya verás que pronto me recuperaré.
- Sí Darien. Lo haré por tí. - contestó Serena.
Las chicas estaban preparadas para pelear, pero fue inútil.
- ¡Hey! No se emocionen tanto. ¿Saben? Creo que sería mejor una batalla al final. Ahora están muy débiles y tristes y así no valdría la pena. La próxima vez tal vez, por la gema que se quedaron. - les dijo Annes.
- Así que nos vemos, niñas. Y traten de entrenar un poquito más. - continuó Arista. - Adiós.
Y se desvanecieron. Las chicas quedaron asombradas, practicamente habían sido humilladas, pero eso a Sailor Moon no le importaba mucho ahora. Nuevamente corrió hacia donde estaba Tuxedo Masked y le dijo:
- ¿Qué hacemos ahora, Darien? ¿Quieres que te llevemos a tu departamento?
- Sí, ayúdenme a levantarme. Creo que puedo caminar.
- Pero antes, creo que ustedes deberían destransformarse. - dijo Artemis.
- Tienes razón. Ahora ayudemos a Darien. - agregó Luna.
Ya todos en el departamento, empezaron a ver la gema que había guardado Raye. Darien estaba acostado en un sofá, con vendas que envolvían su estómago.
- Darien, descansa. Necesitas recobrar tu energía. - dijo Mina.
- Tiene razón, nosotros nos ocuparemos de todo, ¿si? - le dijo Serena. Darien les contestó:
- Gracias, chicas. Pero procuren que no les pase lo mismo, están alerta a cada movimiento de ellos.
Esas palabras afectaron a Mina. Amy examinaba cuidadosamente la gema con su computadora, Raye y Lita traían agua caliente para Darien y Luna y Artemis pensaban acerca del poder que podían tener las gemas.
- Todo fue mi culpa...
- ¿Qué dices, Mina? - exclamó Raye.
- Que todo fue mi culpa. Si hubiera prestado atención a lo que hacía Annes, si me hubiera encargado de cumplir mejor con mi misión, esto no hubiera pasado.
- Eso no tiene nada que ver, Mina. En tal caso, todas debimos estar alerta. - respondió Amy.
- Tiene razón. Además, ¿cómo crees que me sentí cuando ellos te tenían? Mi misión es protegerlas a todas ustedes, pero al final todo se solucionó. - le dijo Lita. Darien agregó:
- Mina, no te sientas culpable. No fue tu culpa, no fue culpa de nadie, tan sólo de Annes y Arista.
- Está bien. Pero les prometo que de ahora en adelante comenzaré a cumplir bien.
- De acuerdo. - respondieron todos.
CUATRO DÍAS DESPUÉS...
Mina iba caminando por la calle, salía de la escuela y se dirigía al Crown Game Center, a visitar a Andrew. Al entrar se dió cuanta de que éste no estaba, pero que Rini estaba jugando el juego de Fórmula Uno con un chico.
- ¡Hola Rini! ¿Qué haces aquí?
- ¡Mina! Qué lástima que no llegaste más temprano. Andrew ya se fue.
- ¿A qué te refieres con eso? - le respondió Mina, cuando se dió cuenta del chico que acompañaba a Rini. Éste, al verla, se sorprendió, pero después de una mirada extraña, una rara sonrisa se notó en sus labios.
- Nos encontramos de nuevo, ¿eh?
- Sí, ¿cómo estás, Adam?
- Bien, gracias. Me alegra que recuerdes mi nombre. - le respondió.
- Ajá. - dijo Mina con una expresión de fastidio. - ¿Y cómo está Kate?
Al oir esto, Rini se mostró sorprendida. Ella no sabía que Mina conociera tan bien a su nuevo amigo.
- La última vez no nos pudimos despedir... Discúlpame, pero en ese momento recordé que tenía un compromiso muy importante y bueno... Tú sabes, tuve que irme. - le dijo Adam. Mina lo miró con una extraña expresión, ella sabía que eso no era cierto, que sólo era una excusa para que no creyera que era un cobarde, y le respondió:
- Sí, tranquilo. No hay problema con eso. Ahora creo que me tengo que ir. Rini, ¿vienes conmigo?
- Pero yo me quiero quedar un rato más. - respondió la niña.
- No te vayas todavía, Mina. Ella se quiere quedar un rato más. - agregó Adam.
- Está bien, Rini. Pero sólo un rato.
Mina, Rini y Adam se quedaron conversando un largo rato, y a Mina ya se le había olvidado todo lo que había pasado aquel día, hasta que se dió cuenta de que se le había pasado la hora para ir a casa de Raye.
- Rini, ya me tengo que ir a estudiar. ¿Vienes conmigo o te quedas aquí?
- ¿Vas a casa de Raye? ¡Entonces si voy contigo!
- Creo que yo también me tengo que ir. Ya se me hace tarde. - dijo Adam.
- ¿Otro compromiso importante? Bueno, que te vaya bien. - contestó Mina.
- Gracias. Hasta luego. - se despidió Adam mientras le daba a Mina una tarjeta de presentación que decía: Adam Stevenson Tlf: 566-76-43. Tokyo, Japón. Mina pensó: " Qué bonita tarjeta, y tiene su teléfono. Creo que lo llamaré mañana." Y se dirigió a casa de Raye.
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