existen otros medios. Sonidos,
palabras y movimientos, todos ellos usados profusamente en el teatro.
Pero faltan, faltan muchos otros. ¿No lo creen?
Los seres humanos nos comunicamos CON LOS CINCO SENTIDOS. Así,
con mayúsculas, para que no se les olvide. Con los sentidos
nos comunicamos o se comunican con nosotros. ¿ A cuál
pertenecen la palabra y los sonidos? Por supuesto que al sentido
del oído. ¿Y los gestos? Los gestos...Después
se los digo. Prefiero ir por partes y ver uno a uno de nuestros
cinco sentidos. Al terminar de conocer cómo los utilizamos
en la vida común y corriente veremos el modo de utilizarlos
en el teatro.
Empezamos con el sentido del oído. Por este sentido se comunican
con nosotros con palabras, con sonidos, con ruidos. Nosotros hacemos
lo mismo. A la novia le llevamos una serenata, nos ponemos rojos
de coraje cuando nos tocan el claxon varias veces, decimos un poema,
contamos una mentira. Nuestra comunicación será positiva
o negativa. Un insulto será negativo, una palabra de aliento
será positiva.
El segundo sentido es el tacto. Un sentido que utilizamos cada vez
menos y que es tan importante. A la mujer que amamos la acariciamos,
a nuestros hijos les hacemos piojito, a nuestros amigos les palmeamos
en la espalda. A los enemigos los golpeamos, los cacheteamos, los
pellizcamos, los mordemos. ¿Pero a los demás? A esos
no nos atrevemos a tocarlos , menos lo hacemos en las grandes ciudades.
Si toco a otro hombre van a pensar que soy maricón, si toco
a una mujer, ésta me va a dar una cachetada o me va a insultar.
Así que mejor no toco a nadie. ¡ Craso error! Al nacer
el ser humano tiene un contacto físico total con la madre.
Esta lo toca y le acaricia todo su cuerpo, otras colocan el cuerpo
desnudo de la criatura sobre su pecho desnudo. Esta es la primera
manifestación de amor que entiende el niño, y no sólo
de amor, también lo es de protección. Conforme va
creciendo las caricias empiezan a disminuir para casi desaparecer
en la adolescencia. Ya el padre no acaricia al hijo varón.
Al llegar a la vida adulta los acercamientos táctiles han
desaparecido casi en su totalidad. Y con esto último perdemos
una de las formas más efectivas de comunicación que
existen. Tomarle la mano a alguien en un momento de pena será
mucho más efectivo que decir mil palabras. Un apretón
de manos, un abrazo, una caricia en el rostro, un pellizco de broma,
una palmada, una nalgada, un beso, el caminar tomados de la mano
o del brazo, el sentir a un futuro bebé tirando patadas al
poner la mano sobre el vientre de la embarazada, son formas positivas
de comunicación. Negativas son lo que ya dije antes: el golpe,
la cachetada, la herida, el jalón de cabellos, una quemadura,
etc. La máxima comunicación táctil es el acto
sexual, la más negativa es dar muerte a otro con nuestras
manos.
Ahora el ejercicio. Pónganse en círculo y tóquense.
Tóquense positiva y negativamente. No teman, no se van a
volver homosexuales o lesbianas. Toquen para ver si su compañero
tiene fiebre, díganle con las manos que no se preocupe, que
ya todo pasó; felicítenlo por el premio que le dieron,
demuéstrenle su enojo por haber tomado un libro sin autorización.
Continuemos con el olfato. ¿ Cómo se les ocurre que
nos podemos comunicar con este sentido? Es muy fácil. Con
olores. Un perfume de mujer nos comunica que ella nos quiere ser
grata o deseable, el olor a una buena comida le dice al marido que
su mujer lo ama, un olor a café puede decir al amigo que
se le estima. El sentido del olfato es otro que estamos perdiendo
a pasos agigantados. La propaganda comercial nos dice que no debemos
oler a nada, que el que tenga algún olor es un ser sucio
y despreciable. Y así inventan desodorantes para todo el
cuerpo, para la casa, para el coche, para la fábrica, para
el cine, el perro y el gato. ¡ Nada de oler, ni siquiera las
flores, para eso las hacemos de plástico! Y este es otro
de nuestros grandes errores modernos. Los animales, y nosotros seguimos
siéndolo, animales racionales, pero animales, tienen este
sentido muy desarrollado, con el detectan alimentos, peligros y
aventuras, pero sobre todo detectan a las hembras que están
en celo. El olor humano es igual de excitante que el olor que despiden
los animales. Es un componente indispensable de la relación
sexual. Al perderse estamos propiciando la impotencia o al menos
la disminución del placer sexual. ¿Olores positivos?
Ya dije que el olor propio del cuerpo, el perfume, la comida, el
café, el pan recién sacado del horno, las frutas,
las flores. ¿ Olores negativos? Todo lo que se pudra. El
olor a vómito, a pedo, a sudor rancio, a comida pasada, a
mugre, a encierro. Todos estos olores nos comunican cosas ingratas.
En broma suelo preguntar a mis alumnos que cuándo nos gusta
el olor a pedo. Todos contestan que nunca. Mentira, les digo. El
olor a pedo les gusta cuando el pedo es de ustedes mismos, tanto
es así que hasta le dan el golpe.
¿ Y el gusto? Con él también nos comunicamos
y se comunican con nosotros. Una sabrosa comida nos dice mucho de
nuestra compañera, una copa de cognac algo de nuestros amigos.
Con unos chocolates trato de convencer a una secretaria a que me
de una cita con su jefe. Ya con fines eróticos el lamer la
piel de nuestra compañera nos dice mucho de ella. Por algo
existe esa canción titulada " Sabor a mí ".
Los sabores negativos también nos comunican muchas cosas.
Ahí está lo que te mereces, nos dice nuestra esposa,
al colocar bajo nuestra nariz una comida con mal olor, quemada,
apestosa ¡ Fuchi!
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