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- José Martínez Urase.-
Recuerdos de Dolor. Una
nota en la noche, un eterno recuerdo de dolor y sentimiento. Afuera llueve,
truena, se encuentran juntas las cenizas del tiempo. Me veo arrodillado ante mi,
entre amargas lágrimas sin dueño, en una lluvia transparente de teñidos
sentimientos. Salgo de casa, avanzo, se notan los presagios de una noche de
infierno. Veo entre recuerdos, el saber muerto de una mirada sin nombre. Mojado,
entero, lleno de pensamientos avanzo por la noche, ando sin descanso entre
calles vacías de gente sin corazón, de gritos sin voz, entre sollozos de la
nada. Giro una esquina, y allí lo veo, entero, intacto, seco y mojado por la
lluvia de su llanto. Es ella, es el dolor en vida, lo eterno, lo más dulce que
existe, la muerte más lenta. Pero se aleja, se esfuma entre la oscuridad de los
sueños, no logro encontrarla por más que intento buscar en los recuerdos. Pero
no me rindo, sigo andando, buscándolo. Me paro, respiro, noto que esta cerca,
que no anda lejos. Llego al mar, y veo a lo lejos el reflejo de la luna, el
reflejo del dolor, la mano temblorosa de un hombre sin alma; de un alma sin
cuerpo. Entro en el agua poco a poco, sintiéndola calar, hasta el fondo del
corazón. Miro
al frente, al horizonte, veo como sale el sol, como la noche se funde entre
rayos de esperanza. Mientras un rojo manto, cubre lentamente, el reflejo de una
luna con forma de alma.
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