Me incorporo en la cama, me siento en mis sabanas de dudas
y
estoy jadeando por lo poco que recuerdo.
Noto que la cama esta caliente
todavía, que has estado allí, de repente un flash se visualiza
en mis ojos, tu cabeza en mi pecho, mi mano en tu pelo,
dos manos unidas, entrelazadas fuertemente, caricias de amor, recuerdo solo
haberte susurrado mi vida en tu oído.
Recuerdo tus ojos de comprensión, y tu voz de brisa en mi vida.
Estoy respirando muy deprisa, todo gira en esta habitación,
¿Dónde está mi ángel guardián?
Recuerdo tu mano tranquilizadora en mi pecho, dibujando números
Recuerdo tu abrazo de cariño sumado a un beso de ternura.
Toda la noche dormí en mi tranquilidad, al saber que estaba tu mano, suave
y eterna junto a la mía.
Recuerdo tu belleza, tu belleza contagiosa, tu bondad.
Recuerdo tus ojos clavados en mis pupilas,
Sin decir nada, pero diciéndolo todo, unas letras aparecieron en
tus iris, que ponía "somos uno, somos un uno mágico"
Recuerdo tu tranquilidad al dormir en mis brazos.
Recuerdo mi tranquilidad al sentirte.
Escucho tu canción de tu voz, la voz de tu existencia, que
Sin ella no seria nadie, sin ella seria mi olvido.
Recuerdo levantarme sin tu estar allí
Recuerdo llorar, amargamente por mi egoísmo y locura.
Vivo sin oír tu voz, y ya muero
Muero sin vivir en ti.
Un escalofrío me recorre la espalda, muy lentamente,
de abajo arriba, moviendo cada pelo por el que toca, contrayendo todo músculo
rozado.
Escribo en un papel "te quiero" y fabrico un avión con él, y lo
tiro por mi ventana.
Escribo en otro papel "te quiero mas ahora" y lo vuelvo a
tirar en forma de polígono.
Entro en el baño ausente, desesperado y algo vuelve a recorrer mi espalda.
Hay algo pintado en el espejo, con carmín de labios
"He ido a comprar pan, tontorrón"
y lloro amargamente de felicidad en el lavabo y me
desnudo, me meto en la ducha, y noto el agua en mi
cara...
Me vuelvo a despertar mojado de sudor, me incorporo en la cama, otra vez
soñé con mi ángel
Ángel de vida, ángel de sentimiento.
Pero noto algo, es una nota bajo la almohada, otro
escalofrío hace mover la sabana que me funde y lo leo.
Mientras lo leo, vuelvo a llorar amargamente de felicidad.