El
camino de Santigo por tierras de La Rioja
Santo Domingo de
la Calzada
Desde lo alto de los
cerros najerinos el Camino conduce a Azofra.
El Camino de Santiago marca de forma indeleble
las característivas de Azofra. La Calle Mayor, que coincide con el Camino
Jacobeo, nos lleva directamente a su Iglesia Parroquial, en cuyos sillares
descansa el Albergue de Peregrinos. Su tradicional hospitalidad viene
de lejos; ya en el siglo XII, en el año 1168, doña Isabel fundó en Azofra
un Hospital de peregrinos, cuya iglesia estaba dedicada a San Pedro y disponía,
además, de un cementerio para los peregrinos que fallecían en el Camino.
"En el nombre de Dios y con su
gracia. Sea conocido a todos los hombres tanto presentes como futuros, como
yo Rodrigo por la gracia de Dios obispo de Calahorra y Nájera, te concedo a
ti, doña Isabel hacer un oratorio en el hospital que haces en la villa que
se dice Azofra, y un cementerio para sepultura solamente de los
peregrinos".
El
Hospital de Azofra pervivió hasta el siglo XIX . Actualmente no quedan
restos.Al salir del pueblo podremos avituallarnos de agua saludable y fresca
en la Fuente de los Romeros; y hasta es posible que nos inviten a un buen
trago de vino de sus bodegas. De inmediato, nos toparemos con el Rollo,
próximo al Cerro de los Templarios.
Los peregrinos, preocupados por venerar los restos de los
santos que encontraban en el Camino, podían tomar aquí un desvío que, a
través de Cañas, donde se encuentra un monasterio de monjas cistercienses
que solían darles buena acogida, les llevará a San Millán de la Cogolla.
La primera cita documental de la localidad señala que el
5 de septiembre del año 922 donaron el Rey García Sánchez I y su madre Dña.
Toda Aznárez el primitivo Monasterio de Santa Maria de Cañás al de la
Cogolla. La fundación del nuevo Monasterio se remonta hacia 1170.
En 1169, don Diego López Díaz de Haro y su esposa Dña. Alonsa Ruiz de
Castro habían entregado a un reducido grupo de monjas benedictinas una
propiedad en Ayuelas, lugar próximo a Santo Domingo de la Calzada para
establecer su comunidad. Sin embargo la cercanía de la población molestaba
a las religiosas, y el 9 de abril de 1170 recibieron una generosa entrega de
sus benefactores: las villas de Cañas y Canillas y un núcleo próximo a
Tironcillo. El traslado de las benedictinas al antiguo Convento de Cañas
fue inmediato y el 20 de junio del mismo año, viuda ya doña Alonsa Ruiz de
Castro, donando cuantiosos bienes se unió a la comunidad recién asentada,
llevando consigo a su hija, doña Urraca López de Haro nacida en 1170 año
en que la trasladó consigo su madre a esta población y que residió en el
Monasterio hasta su muerte, en olor de santidad, a la edad de noventa y dos
años. La fábrica del monasterio corresponde principalmente a finales del
siglo XII e inicios del XIII (la iglesia, el muro exterior del
claustro, la sala capitular, el refectorio y algunos muros de otras
estancias) En el siglo XVII, se realizaría el interior del claustro,
clasicista, y las zonas altas del convento.
Al llegar a San
Millán el peregrino podía admirar el viejo monasterio de Suso
con su arquitectura visigótico-mozárabe, las cuevas de las laderas donde
vivieron los eremitas y el mismo San Millán inició su oratorio monacal en
el siglo VI. Allí reposaron los restos del santo en una arqueta de marfíl
objeto de veneración de los romeros compostelanos durante siglos.
Aquí Gonzalo
de Berceo fue educado desde su niñez, y rimó en román paladino
la vida del santo emilianense y el resto de su obra, que le convierte en el
primer poeta culto conocido de la Literatura Española.
Gonzalvo fue so nomne qui fizo est
tractado,
En Sant Millan de suso fue de ninnez criado,
Natural de Berçeo, ond Sant Millan fue nado:
Dios guarde la su alma del poder del peccado.(489 S.Millán)
Suso
perdió influencia al fundar el rey García el de Nájera, el monasterio de Yuso,
en el lugar exacto donde los bueyes que transportaban las reliquías
de San Millán a la corte najerina se negaron a continuar. La
estructura es de los siglo XVI y XVII. Aquí se descubrieron las Glosas
Emilianenses, primeras palabras del idioma
castellano. En Yuso se conservan actualmente las reliquias de San Millán y
de su maestro, San Felices de Bilibio.
De vuelta a la ruta principal,
entre Hervías y Ciriñuela se situaba el Hospital de Bellota, del que
conocemos su existencia en el 1171, año en el que Alfonso VIII le dona la
villa de Hormilla. También se tiene noticia del Hospital de Fuente
Cerezo que en 1195 es donado por Doña Aldonza al monasterio de Bugedo de
Campajares.
Hasta la consolidación de Burgos
como gran capital de Castilla y la construcción de Santo Domingo de la
Calzada, el Camino se dirigía de Nájera a Briviesca por Leiva; pasó después a
su orientación natural, guiendo por Santo Domingo y los Montes de Oca hasta
llegar a Burgos. La ciudad calceatense se sitúa en una amplia vega junto al
rio Oja. Las casas se agrupan en torno calle Mayor, que se orienta
longitudinalmente Este a Oeste, desde la puerta del Barrio Viejo que llegaba
el Camino jacobeo, hasta la puerta occidental por la que la ruta se dirigía
hacia Grañón. Las primeras ampliaciones se hicieron
mediante calles
paralelas a la principal. Su origen histórico está relacionado con Domingo
de la Calzada, que construyó aquí un puente sobre el río Oja, y poco
antes de llegar a él, una ermita y un pequeño hospital para asistir a los
peregrinos. Una vez reconquistada La Rioja por Alfonso VI, en 1076, le
concedió privilegios a Domingo para que puediese construir en torno a
su fundación. En 1106 la antigua ermita es sustituida por una
iglesia, que se convertirá en colegiata en 1152, e inmediatamente después
en catedral. La ciudad estaba defendida por muralla, foso y torreones. Se
han perdido en gran parte, nada queda de sus siete puertas; sin embargo,
aún permanecen en pie algunos retazos de sus muros y torreones.
Las
construcciones medievales dejaron paso en su calle Mayor a las casonas de
los siglos XVII y XVIII. Destaca su catedral que eleva al cielo una torre
exenta barroca, como vigía del Camino de Santiago y construida por Martín
de Beratúa en 1762. Monumento nacional, sorprende la armonía de los
diversos estilos arquitectónicos. La capilla adsidal es puro románico
francés; el mausoleo del Santo, del gótico florido en alabastro, tallado
por Juan de Rasines en 1513, con románica lauda sepulcral y una imagen de
Santo Domingo en 1789. El retablo mayor lo ejecutó Damián Forment en 1537
en estilo plateresco. Todo gira en la ciudad calcatense desde el siglo XI
alrededor de su Santo; su fundación y construcción del puente sobre el
Oja, su Hospital hoy covertido en Parador Nacional; las fiestas de Mayo
recuerdan los milagros del Santo. Un gallinero dentro de la Catedral invita
al viajero a recordar el famoso "milagro del ahorcado"; un gallo y
una gallina perpetúan el hecho y símbolo de la ciudad "donde cantó
la gallina después de asada". (Leyenda de la
rueda y el peregrino) Al salir de la ciudad, en la Plaza de
San Francisco, se levanta un monumento al Peregrino, obra del escultor
riojano Vicente Ochoa, y poco después, se atraviesa el puente sobre el río
Oja.
El Camino de santiago deja La Rioja por
Grañón, villa situada a siete kilómetros de Santo Domingo por
la N-120, entre el monte Carrasquedo y el Cerro de Maribel o de Grañón,
lugar estratégico y divisorio de los reinos de Castilla y Pamplona-Nájera.
La villa estuvo amurallada y en el centro hubo un castillo. Antes de entrar
en Grañón, por el camino paralelo a la carretera, el viajero
encuentra una cruz plantada, que recuerda la victoria del grañonero Martín
García sobre el calceatense por la posesión de la Dehesa para el pueblo.
Es conocida por la Cruz de los
Valientes, y alrededor de ella los vecinos de
los dos pueblos hermanados rinden homenaje a sus antepasados. La torre
de la iglesia parroquial de San Juan Bautista de Grañón será el último
hito riojano que verá el peregrino antes de adentrarse en tierras
burgalesas.
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