Justo a Tiempo 


- "¿Susy?" se levanta Reubén de su asiento.

    Reubén sintió claramente cómo Susana le pidió ayuda, en un grito desesperado. Aún sin recuperarse del susto, toma su capa y sale corriendo de su cuarto. Sus padres, viendo la capa en sus manos, le preguntan a dónde va.

- "¡Es Susy! ¡Necesita de mi ayuda!" les dice, mientras sale.

    Como prefieren salir de la duda, le dan raite hasta la casa de Susana. Tocan, y nadie abre. Reubén va por la puerta de atrás.

    Con la capa puesta, espera que lo defienda de lo que sea que se encuentre adentro.

    Adentro, ve a Susana tirada en el suelo, y después de sacarla, busca a sus padres, y los saca. Parece ser que las culpables son las rosas que estuvieron apareciendo sin razón. Reubén se mete para tirarlas, pero las rosas sacan filosas espinas y se mueven, amenazando punzarlo.

    Las rosas lo rodean, y están a punto de atravesarlo cuando un rayo es lanzado, destruyéndolas y salvándolo.

    Es una extraña mujer con apariencia Africana.

    Sale de la casa y descubre que no está sola, viene con otras dos personas. Uno de ellos pasa su mano sobre los afectados e inmediatamente se recuperan.

- "Y yo que pensaba llamar al 911... ¡Ah! No, ¿verdad? Eso no existe aquí" se rasca la nuca
    Reubén.

    Las familias se reúnen en la mesa con los recién llegados, ya que la casa está limpia. Ellos se presentan. Uno es un curandero de Sonora, el mejor en magia defensiva-curativa en todo el mundo. Otra es una traductora para para la Voodooísta Africana, la mejor experta en magia ofensiva, y la que parecía tener mayor autoridad entre los tres. Saben de las capas, y algo más.

- "Las fuerzas místicas tuvieron una sacudida en esta región, por lo cual se convocó a una Asamblea
    Internacional de Emergencia, para determinar la gravedad del fenómeno, y tomar un curso de
    acción. Nuestras investigaciones nos trajeron aquí. Con ustedes y las capas" anuncia la
    traductora.
- "¿Porqué? ¿Qué tienen que ver las capas?" pregunta Reubén.
- "Esas capas en realidad son un Traje de Batalla, destinado a una persona desconocida, con algún
    fin igualmente desconocido. Al menos eso creemos. El desbalance ocurrió cuando ustedes
    tocaron el Traje de Batalla y lo dividieron, en las dos capas que poseen. Este desbalance afectó a
    todos los habitantes de esta región. Algunos tienen más buena suerte, otros más mala suerte,
    otros recibieron poderes como Brenda, Lupita y Susana. Ustedes cinco son los verdaderos
    elegidos para llegar al final de todo esto, y por lo tanto, recibirán entrenamiento para que ustedes
    desarrollen sus aptitudes. Afortunadamente no estábamos presentes cuando Lupita canceló el uso
    de la magia, o también nosotros hubiéramos sido afectados."
- "¿La Caifana, digo, Lupita, hizo eso?" pregunta Susana.
- "Sí. Fue de tanta fuerza, que ninguno de nosotros, individual o combinado, lo podría haber
    detenido. De haber sido también silenciados, ninguno de nuestros compañeros hubiera podido
    removerlo. Ni hubiéramos podido salvarlos. Quienquiera que haya reflejado el hechizo es alguien
    muy poderoso."
- "¿Reflejado?" preguntan todos.
- "Quiere decir regresarle el hechizo a quien lo hizo. En esta ciudad existe alguien, aún más
    poderoso que nosotros tres unidos, que lo pudo reflejar. Por eso Lupita también fue afectada por
    su propia magia."
- "Increíble" se asombran todos.
- "Y, esa misma persona debe ser la que cubre a toda esta región con algo parecido a una neblina
    psíquica. Debido a esta tuvimos mucha dificultad para localizarlos a ustedes. Afortunadamente, el
    'grito' de Susana fue lo suficientemente fuerte para atravesar la neblina, y llegar a nosotros."
- "Y a mí" dice Reubén.
- "Sí. Aún la comunicación telepática a corta distancia es difícil, y por eso no podemos saber quién
    es la causa de todo esto... creo que ni teniéndolo a un lado lo sabríamos."
- "¡!" se sorprenden todos.
- "Creemos que es la persona a la que se le destinaba el Traje. Pero ya es demasiado tarde para
    eso... Ustedes necesitarán los tres Libros Sagrados de la Tierra."
- "¿Qué son esos? ¿Como la Biblia, el Corán, y así?" pregunta Susana.
- "No. Son libros que existen desde que se formó el planeta. Mañana tendremos que reurnirnos
    para explicarles más a fondo. Por ahora, nos tenemos que ir."

    Al salir, los hechiceros hacen un gran esfuerzo entre los tres para hablar telepáticamente con los padres de Susana.

- "Nadie más debe saber que su hija recibió directamente el poder del Traje de Batalla, y necesita
    un entrenamiento mucho más intenso que el de los demás. Creemos que sería mejor que dejara la
    escuela" le dice la traductora telepáticamente.
- "¿Dejar la escuela?" se preguntan sus padres.
- "Sí, el entrenamiento requiere de su 100%, pero sólo si ella también lo desea así. El mundo está en
    una crisis terrible. ¿Dan su consentimiento para que ella decida por sí misma?"

    .....

- "Sí."
- "Nosotros le diremos a ella personalmente. Ustedes no deben comentar nada. Sus mentes, al igual
    que las de nosotros, ahora están protegidas, para que nadie pueda saber de esto. Adios."

    Susana queda lista antes de las seis. Se puso un vestido negro de noche, zapatos y aretes combinantes negro con dorado, y se maquilló. Reubén llega igualmente elegante, con traje gris y zapatos negros, corbata negro con gris. Y procuró peinarse bien (algo difícil, si no es que imposible, para él).

- "¿A dónde vamos?" pregunta Susana.
- "A cenar. Yo invito" dice Reubén.
- "¿A pie? ¿En camión...?"
- "¡En Carro! ¡Aprendí a manejar en las vacaciones! ¿Qué tal?"
- "¡Nunca dijiste nada!"
- "Y, vamos a cenar en un restaurante de comida Italina."
- "¿Cómo le hiciste para tener dinero?"
- "... Empeñé mis videojuegos."
- "¡! ¡Es la prueba más grande de amor que recibiré en toda mi vida!"

    Se besan por un rato, hasta que salen sus padres, y suben al carro para estar en camino. Después de manejar dos cuadras, Susana le pide que detenga el carro.

- "¿Porqué?" pregunta Reubén.
- "Tú tienes una capa que te protege de cualquier ataque. Yo no. No sé cómo lo vayas a tomar,
    pero manejas horrible. Deja mejor que yo maneje" le pide Susana.
- "¿Sabes manejar?"
- "Soy todo un estuche de monerías, ¿no crees?"

    Con Susana manejando a la perfección, llegan al restaurate. Adentro Susana le da el regalo.

- "¡! Parece ser un... ¡Es un videojuego! ¡El RPG viejo que nos faltaba!" celebra Reubén.
- "Lo ví en una tienda. Era el último, y lo compré pensando en tí" le recuenta Susana.
- "¡Muchas gracias! ¡Sé cuánto lo querías también! Mi empeñada se quedó chiquita ante tu
    verdadero sacrificio. Te amo."
- "Yo también."

    La cena termina, Reubén paga, y continúan platicando... de Brenda, Lupita... Obeth... pero no de lo sucedido a mediodía, porque Reubén piensa que eso arruinaría la noche. Acaba la romántica velada, y Susana se lleva a su casa. Confía en que Reubén pueda llegar de una pieza a su propia casa, por lo de la capa. No tanto así el carro...

    Media noche. Reubén súbitamente empieza a elevarse de su cama sin ayuda de la capa. Aparentemente es teletransportado hacia un lugar que hasta ese momento conocían solo dos personas.

- "Somos Pico y Nico" se presentan dos muchachos, hablando extrañamente.
- "Devuélvanme a mi cama" pide Reubén todavía dormido.
- "Sabíamos que no había caído en buenas manos" dicen los dos.
- "..... ¿?..... ¡!..... ¡Hey! ¿Cómo hacen eso?"
- "¿Qué?"
- "Mueven los labios, pero no emitien sonido, y escuché una sola voz, pero a la vez parecen dos
    distintas... Ahora sí estoy bien despierto. Y... ¿¡Qué es eso de que no cayó en buenas manos?!"
- "La cap -
- "¿No podrían hablar más normalito?"
- "...... La capa que hallaste es un Traje de Batalla, y estaba destinada al salvador del mundo."
- "¿El mundo está en peligro?"
- "Sí; cuando teletransportamos el Traje, la máquina debe haber fallado, y en su lugar lo descubriste
    tú."
- "¿Y a poco se podía hacer dos?"
- "No, sólo existe uno en todo el universo."
- "¿Entonces cómo hay dos capas?"
- "¡! ¿Quién más tiene?"
- "Mi amigo Ferna. Como ahorita ya es muy noche, díganme quién es el escogido y mañana le
    damos las capas, para acabar rápido con esto."
- "Sería inútil. Las capas se han adaptado a ustedes. Apenas muriendo podrían reparar su error.
    Ustedes tendrán que llevar a cabo las misiones."
- "¿Misiones? ¿A cuáles?"
- "Solamente es buscar los Libros Sagrados de la Tierra. No sabemos dónde están exactamente,
    sólo que están muy bien custodiados."
- "Hmmm... Me suena conocido. ¿No estaré soñando con un videojuego, o con un Manga?"
- "No. Y no tomes todo tan a la ligera, porque no sobrevivirás. Pasarán por muchas pruebas para
    recuperarlos."
- "¿Y si no las pasamos?"
- "Como dijimos, el Traje se puede reajustar una vez que la persona que lo llevaba muere."

    Al teletransportarlo de vuelta se hubiera descalabrado por dejarlo con todo el cuerpo enfilado hacia la cabecera de la cama, cabeza primero. Pero la capa siempre está lista para salvarle el pellejo. Desciende suavemente a su cama.

- (Si no pasamos las pruebas... ¿y morimos? De cualquier manera, debemos hacer nuestro
    mejor esfuerzo para salvar al mundo de cualquiera que sea el peligro del que me hablaron.
    Si se me hubiera ocurrido preguntar de qué vamos a salvarlo... ¿Pero quienes son? ¿Y los
    que nos salvaron? Pico y Nico no están tan enterados como para ser los encargados,
    pero..... ) se duerme Reubén.

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