Los Porqués del Sensei



- "Momias robadas aún no aparecen" le avientan el periodico en cara a Susana.

    Se lo quita, lo lee, y se enoja.

- "¿Qué tiene que ver conmigo?" le pregunta Susana a la guardia que se lo aventó.
- "No te hagas la santa. Por algo te metieron al bote, no sé porqué no te han tratado de hacer
    confesar dónde tienes guardadas las momias" le reclama la guardia.
- "Yo no sé nada del mentado robo de momias."
- "Quien sabe, quien sabe... Pero puede que tarde que temprano sientas la presión y confieses..."
- "¿Presión? ¿Está usted admitiendo culpabilidad detrás de los atentados que tengo que estar
    soportando cada noche? ¡Si no fuera artista marcial ya me hubieran matado!"
- "Yo sólo digo que tu negra conciencia debe de confesar sus crímenes."
- (Dios santo, en verdad no sabía el problema que iba a ser el entrar aquí. Todo por ayudar a
    la carrera de Fulieta...)

    Mientras tanto, Reubén trata de llegar al secreto de las técnicas de presencia y ausencia de elementales.

- (Si voy a ver hoy a mi sensei, más vale que de perdida vea que hice el intento. ¿Porqué
    nunca habrá dicho nada del quinto elemental? ¿Que no tiene nombre y cuya presencia es la
    vida y su ausencia es la muerte? ¡En fin! Creo que primero me debo concentrar en los que
    ya conozco para después lidiar con ese. ¿¡Pero cómo les digo a los elementales que se
    vayan sin que se ofendan?! ¡Cada que se ofenden tardan días o semanas en volver a
    hacerme caso!) sigue concentrándose Reubén en dominar los elementales.

    Después de horas de infructuoso entrenamiento, con los elementales del viento y la tierra ofendidos, decide detenerse para poder ir a la cita con su maestro de tantos años. Al llegar al lugar acordado, cuando al fin lo ve, corre y lo saluda efusivamente.

- "¡Sensei! ¡Cuánto tiempo sin verlo! ¡No me va a creer todo lo que me ha pasado!" casi llora
    Reubén.
- "Vamos, vamos, Reubén..." lo tranquiliza su maestro.
- "¡Es que tuve una batalla bien rara y difícil! Bueno, mejor le cuento cómo empezó todo, con un
    juego del banquito....."

    Entonces se sientan, y Reubén le platica todas sus aventuras y desventuras, las técnicas que ha logrado inventar, y las transformaciones que ha tenido.

- "El que hayas sido Santo Peleador es un gran mérito, pero que además hayas tenido otra
    transformación es increíble. No creo que en toda la historia humana haya sucedido algo
    semejante" queda satisfecho su maestro.
- "Aún así no fue suficiente. Como le decía, los mercenarios se movían imposiblemente rápido y
    usaban técnicas de presencia y ausencia de elementales, las cuales todavía no tengo idea de cómo
    hacerlas; inclusive llegaron a usar el mentado quinto elemento, ¡que ni sabía que existía! ¿Porqué
    no nos dijo que había un quinto elemento?" pide saber Reubén.
- "Pues... cuando estudiaba en el CENIM, tenía acceso a una vasto banco de información de
    técnicas, leyendas, culturas, diarios, etc. Esta información estaba clasificada por dificultad, poder,
    peligrosidad y veracidad. Cada sede del CENIM tiene un contenido diferente, cada una tiene
    algunos originales y algunas copias; de esta forma todo el conocimiento no está concentrado en
    un solo lugar."
- "¿No todo lo que tenían ahí era verdad?"
- "El que no lo hayan podido repetir no era razón suficiente como para dudar su veracidad. Y otras
    técnicas, falsas porque se hicieron pasar por documentos antiguos aunque eran de reciente
    creación, no dejan de ser útiles sólo por su edad. Y hay otras que por su grado de peligrosidad
    no pueden ser comprobadas."
- "Estaría suave entrar a husmear allí a ver qué sale de bueno."
- "Es imposible. Sólo personas selectas pueden entrar allí, pues es todo el atractivo del CENIM."
- "Pero pues son tan inútiles sus egresados, que cualquiera pudiera entrar."
- "Te sorprenderías de cómo cuidan su acervo. Como los originales están guardados en una
    localización secreta, preferirían destruírlo todo antes que dejar que ojos ajenos lo vieran. Yo tuve
    la fortuna de pasar los requisitos para entrar, y entre las técnicas de menor poder en relación a su
    dificultad estaban las técnicas elementales. La dificultad radica en la afinidad que tiene cada
    persona con cada elemento, en la caprichosidad de los elementales, y en el saber aprovechar el
    terreno de batalla para incrementar el poder de las técnicas. Además hay muchas variables
    involucradas al crear una técnica elemental, por lo tanto ninguno de los estudiantes del CENIM se
    preocupaba en estudiarlas ya que había técnicas mucho más sencillas y con poder equivalente o
    superior."
- "Vaya... Y es mi afinidad dual al viento y la tierra la que me ayuda a crear técnicas elementales
    nuevas de todo tipo, ¿verdad?"
- "Así es. Eres de los pocos casos documentados de personas con más de una afinidad. ¡Y más por
    ser elementos contrarios! Al ser afín a más de un elemento, los elementales te respetan más que a
    las demás personas, e inclusive no se ofenden cuando usas una técnica de un elemento contrario,
    o cuando los dejas de usar por periodos prolongados. Cuando estaba en el CENIM, al estudiar
    acerca de ellos me topé con la existencia del quinto elemento. Decía algo así como que aunque
    una persona fuera afín a los cuatro elementos, esto no influía para nada sobre el quinto elemento,
    pues opera a un nivel aún más bajo que los otros."
- "¿Como si fuera el papá de los demás o algo así?"
- "Algo así. Entonces me interesé en saber más acerca de este elemental, pero hallé muy poco. Se
    supone que en Europa hay una casta de entrenadores que dominan ese elemental y les enseñan a
    manejarlo a quien ellos juzguen que lo vale. De hecho, esa casta es parte de un conjunto de
    entrenadores que entre todos guardan secretos muy poderosos, pero, su existencia no ha podido
    ser comprobada, por lo tanto la veracidad de esa documentación era dudosa."
- "Por eso mejor dejó fuera la existencia del quinto elemento....."
- "Exactamente."
- "¿Y nunca encontró algo acerca de las técnicas de ausencia y presencia?"
- "Sólo que las técnicas como hasta las que ahora has usado son técnicas de presencia, puesto que
    se pueden llegar a ocupar de uno a varios elementales al ejecutarlas, y en las de ausencia, sucede
    lo contrario."
- "¿¿??"
- "Igual me quedé yo. De igual manera, era un documento no comprobado. El aprender las técnicas
    de presencia me tomó tanta dedicación, que pensé que la información de las técnicas de ausencia
    no era verídica. Por eso nunca las mencioné durante mi trabajo en la Preparatoria, ni cuando me
    contrataron para entrenar a la policía."
- "Gracias..... Yo he estado intentando, pero hasta ahora sólo logro que se enojen los elementales al
    pedirles que se vayan."
- "A ti que te hacen tanto caso, ¿porqué no pedirles no que se vayan sino que se muevan a otra
    parte?"
- "¿Cómo?"
- "Por ejemplo, cuando ejecutas una técnica con fuego, la temperatura sube en la trayectoria del
    ataque. Tanto elemental presente debe de provenir de algún lado, y te apuesto a que la
    temperatura descendió en ese lugar."
- "¡Aaaaaaaaaaah! Hmmmmm... Como reagruparlos en otra parte....."
- "Sí."
- "Creo que ya voy entendiendo... Y por lo que dijeron los mercenarios al referirse al quinto
    elemental, creo que también estoy cerca de dominarlo."
- "A final de cuentas, todo es cuestión de práctica. Y disculpa que me despida tan pronto, pero
    tengo otros compromisos."
- "¿Con algo de las momias? Porque no le he contado, se me apareció una y sentí muy raro,
    debilitado y como si el cielo se viniera abajo. Luego desapareció. Brenda y yo estábamos
    investigando, hasta que se dejó de sentir el Qi de muertos. Todo está muy raro, ¿no sabe usted
    algo al respecto?"
- "Es confidencial, pero... Las momias fueron robadas por un ente y están siendo utilizadas para sus
    fines, cualesquiera que estos sean."
- "¿Yo pensé que las momias actuaban por su propia cuenta?"
- "Sí y no. Pero se me hace tarde. Quizá más adelante platiquemos acerca de ello."
- "¡Sale! ¡Gracias! ¡Nos vemos!"

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