La Misteriosa Natividad



- "Aumenta seguridad en museo de Guanajuato para prevenir posible robo de
  momias" dice el encabezado del periodico matutino.

- "Qué ridículos, pero, ahora que me acuerdo, Pingüé me dijo que no habían disminuído el número
    de momias, así que si aquellas son las mismas de siempre... ¿de dónde sacaron estas? ¿tendrá
    algo que ver con lo que pasa?" se pregunta Reubén, mientras se seca un poco el sudor
    de su entrenamiento matutino.
- "Reubén, te buscan" le avisa su mamá.
- "¿Quién es? Si es el latoso del Bubba, o Teófilo, diles que estoy muy ocupado entrenando" le
    responde Reubén.
- "Es Natividad."
- "Aaaahh... Ahorita voy."

    Reubén le devuelve el favor de la nieve invitándola a comer.

- "¿En serio no te importa que ande todo sudado?" le pregunta Reubén, algo escéptico.
- "No, para nada, ¿porqué?" le pregunta con una sonrisa.
- "Bueno, es que, mi... ex, decía que el entrenamiento no quitaba lo civilizado, y siempre me pedía
    que anduviera muy presentable antes de salir conmigo."
- "Pues a mí no me importa. Sé que para muchos el entrenamiento puede ser demasiado difícil, y
    que no tiene caso que te alistes para salir por un rato si a final de cuentas vas a llegar a tu casa y
    volver a entrenar, ¿o me equivoco?"
- "Tienes toda la razón..... Me dijiste que venías de Estocolmo, buscando aquí a alguien, ¿se puede
    saber a quién?"
- "Es... a mis padres..."
- "¿Tus padres?"
- "Sí. Hasta hace poco yo vivía pensando que el señor que me crió todo este tiempo era mi
    verdadero padre, hasta que en su lecho de muerte me confesó la verdad, que me había
    adoptado."
- "Híjole, qué trauma."
- "Tuve que viajar a otras ciudades buscando los registros de adopción, hasta que pude obtener una
    parte de la información. Ni siquiera sé sus nombres, si están vivos o muertos, sólo sé que eran de
    esta ciudad y tenían el dinero suficiente para viajar a Europa y dejarme allá, lo cual les agradezco,
    pues por alguna razón no podían tenerme en ese entonces, y en vez de abortar, decidieron darme
    la oportunidad de vivir... Hasta dejaron una cuenta bancaria sustanciosa a mi nombre."
- "Y gracias a esa cuenta es como vas a averiguar quiénes son..."
- "¡Exacto! Algunos de los depósitos han sido transferencias de esta ciudad, así que sólo tengo que
    esperar a que las autoridades me ayuden, si es que van a poder, y si no, pues utilizaré otros
    medios."
- "¿Y porqué viniste personalmente? ¿No sería mejor hacerlo todo por medio de una embajada o
    algo así? Si no te ayudaban, entonces hubieras venido hasta acá."
- "Es... algo complicado... A mi padre adoptivo le pidieron un favor un tiempo antes de morir... El
    tenía la opción de hacerlo o no hacerlo, como quisiera, pero nunca lo decidió. Me preguntó si
    podía dejar en mis manos la decisión. Para poder tomar esa decisión, tenía que venir hasta aquí,
    conocer la ciudad a fondo, por eso me ves recorrer la ciudad a pie, claro que de vez en cuando
    uso los camiones para llegar a algún lado rápidamente, pero por lo general camino a donde tenga
    que llegar."
- "¡Vaya! Es muy saludable. Por lo visto, Mexicali es una parte importante de tu vida."
- "Debe ser el destino. Aquí te conocí."
- "¡Je! Cierto. Perdona lo preguntón, pero, ¿Qué favor le pidieron a tu otro papá? ¿Y qué hay en
    Mexicali que te pueda hacer decidir si lo cumples o no?"
- "¿Tengo que contestar?"
- (¡Ups!) " Pues si no quieres, no..."
- "¡Je je je! ¡No te preocupes! Tarde que temprano te lo diré."
- "Gracias. ¿Y cómo sabes tan bien el español?"
- "Mi papá adoptivo me lo enseñó, con mucha dificultad, desde chica. El sabía que algún día tendría
    que volver a mis raíces."
- "Era un señor muy sabio y precavido."
- "Fue lo mejor que me pudo haber pasado, todo lo que sé, se lo debo a él, y no quisiera
    defraudarlo. Por eso tengo que tener mucho cuidado en la decisión que debo de tomar."
- "Por supuesto."
- "Sólo que... a veces... es difícil separar los sentimientos personales de los deberes. ¡Ni siquiera
    entiendo muy bien las razones! ¡Será que es algo en lo que no tiene que ver la razón! Pero... Me
    gustas."
- "Tú también me has cautivado desde la primera vez que nos vimos. ¡Je! Y ahí estaba mi ex cuando
    todavía no rompíamos..."
- "¡Vaya! Perdón. Sé que he sido un poco coqueta, sin preguntarte si tienes compromisos o no,
    pero..... Es la primera vez que viajo con tanta libertad, que tengo oportunidad de, como dicen,
    vivir la juventud, y no sé qué tanto esté interfiriendo con mis obligaciones. ¡No sé cómo
    comportarme! Espero que no haya sido por mi culpa su rompimiento."
- "¡No, para nada! Era algo que ya se venía dando desde hace tiempo..... Es chistoso que hayas
    venido a la ciudad en estas fechas."
- "¿Dices por lo del robo y las apariciones?"
- "Sí. Pero te aseguro que quien está encarcelada no tuvo nada que ver."
- "Claro. Quizá esté hablando de más, pero, algo está provocando todo esto con un objetivo en
    mente. Y si no lo detienen, bien puede ser la ruina de esta ciudad."
- "¡! ¿Cómo sabes eso?"
- "Soy algo sensible a la vida que me rodea."
- "Vaya... Quizá... "
- "¿Qué?"
- "Bueno, no sé si aceptes, pero, es que tengo una amiga que también es sensible, ella estudió
    conmigo, nos ayudamos de vez en cuando, y en estos momentos pues queremos saber qué es lo
    que está pasando con esas momias. Yo no le sirvo de mucho pues batallo mucho para sentir Qi's,
    con trabajos puedo sentir niveles de pelea. Pero a la mejor tú puedes ayudarle a saber de qué se
    trata todo este mitote. ¡Digo! Si no te quito mucho tiempo de tu búsqueda y de las decisiones que
    tienes que tomar."
- "Mi búsqueda depende mucho de otras personas, pero creo que el ir con ustedes ayudará en la
    toma de mi decisión."
- "¿¡En serio?! ¡Gracias!"
- "¡Por nada!"
- "¡Tenemos que ir inmediatamente con Brenda!"

Capítulo Anterior Guía de Capítulos Siguiente Capítulo


© 1989-2002 Los Defensores del Tanuki™