SAN SEBASTIAN DEL PEPINO POEMAS Y ENSAYOS PAGINA POETICA DE VEGOELI DE GUACIO

LUCHA Y SACRIFICIO Veinticuatro, que gran dia De aquel glorioso septiembre, Al amanecer el martir Voz liberadora siente. Viene avasallante el Grito De libertad por la Patria, Casto, Manuel y Venancio El Porvenir se levanta. El santo vertio su sangre Por la Patria celestial, Sangro Lares en Pepino Por la Patria terrenal. En Pepino se fusiona Lo terreno y celestial, Santificando la lucha De Dios, Patria y Libertad. Lares significa lucha El Pepino el martirio, Dios y Patria nos requieren Fe con lucha y sacrificio. Si tu lucha nace en Lares Y se consagra en Pepino, Tu sangre sera de martir Y tu valor encendido. De aqui saldra la proclama La Nacion emergera Triunfante en la Nueva Aurora Gloriosa en su Libertad EL DESLINDE INICIAL Atentos mis compatriotas Es momento de afrimar El Grito que se dio en Lares Es el parto nacional. Tres razas acrisoladas Dieron al mundo su Grito: Ha nacido entre los pueblos La Nacion de Puerto Rico. Hoy no somos muchedumbre Ni gente desafiliada; Somos nacion colectiva Nacion personalizada. Todo boricua es lareno, Y pepiniano conspicuo ; En Lares  se dio el GRITO En el Pepino, el MARTIRIO NACION POR DERECHO PROPIO Nacio la Nacion en Lares Se bautizo en el Pepino; Tiene Padre: es Betances, La libertad: su destino. Venir a ser minoria Dentro de otra nacion: Compleja minusvalia Cuando ya somos nacion. Compatriota, oye a Albizu, La conciencia nacional: "Esta en juego el destino De la nacionalidad". Sacudete del complejo, Tenemos capacidad; Entre todas las naciones Con luz propia fulgurar. Valorate, tu, boricua, Aquilata el patrimonio, Es Puerto Rico y sera Nacion por derecho propio.    Derechos Reservados vegoeli@yahoo.com

Aunque el dia 23 de septiembre de 1868 tiene su gloria irrefutable, son los sucesos del dia siguiente, el 24 de septiembre, los definitorios.  Despues de declarar la REPUBLICA en Lares,  el general Manuel Rojas,  al mando de alrededor de 800 patriotas, se dirigio  al Pepino en busca de armas ubicadas en el cuartel de milicias del pueblo.  Esa madrugada el martir, San Sebastian, en su lecho de descanso en la parroquia, no puede conciliar el sueno.  En su interior siente la Voz Liberadora  y ve en vision la legion de libertarios  descender de Lares hacia el Pepino para consumar el sacrifico patrio.  Mas Sebastian ve mas alla de lo que ellos ven: emerge la nacion puertorriquena. El Grito viene con impetu, con el furor de una libertad recien estrenada, que para mantenerla tendra que ser luchada centenariamente.  Reflexiona Sebastian sobre su experiencia en su lucha por la patria celestial, cuando fue asaeteado y dejado como muerto durante la Edad Media.  Observa que ese sera el destino de los que luchan por la patria terrenal, sera el destino de Casto Santiago, Manuel de Leon y Venancio Roman.  Mas que un Grito, la libertad requiere martires que derramen sangre sacrificial  para validar y mantener vivo el pacto de la emancipacion. Estos tres martires, representando al resto de la comitiva, estan en disposicion de fusionar su lucha por la patria terrenal con la celestial.  Sebastian lo sabe, el derramo sangre para hoy poder estar en los altares como un banco de meritos .  Pero con estos tres, el destino seria cruel.  Para la mayoria, serian pasado por alto e ignorados y contados como parte de una rebelion sin causa. Para los pocos serian un paradigma de sacrificio.  Entran por la esquina sureste de la plaza publica y en medio de la escaramuza Venancio, herido, exclama:"He venido a pelear, no he venido a jullil". Y su sangre tino las paredes que rodeaban la plaza.  Y alli quedo abatido, con un grito de satisfaccion juntamente  con Casto y Manuel. La lucha por la emancipacion patria requiere la santificacion, la sancion divina.  De la misma forma que Dios libero a su pueblo de Egipto, El desea que todas las naciones sean libres y que le tengan como El Hacedor  de su libertad .  No es trivialidad que Lares tuviera que bajar al Pepino a santificar su lucha como tampoco es trivial que fueran los pepinianos que derramaran la sangre para sellar el parto nacional de la nacion puertorriquena y la continuidad de la lucha por la soberania. Lo terreno tiene que ser santificado por lo celestial. En Pepino estaba el martir, Sebastian,  quien representaba la lucha por la patria celestial y dado el martirio de Casto, Manuel y Venancio en el Pepino,  se fusionaron ambas luchas para indicarle a las generaciones futuras que Dios, Patria y Libertad son inseparables. Como sabemos, militarmente la lucha fracaso; la celula revolucionaria pepiniana, El Porvenir, no respondio adecuadamente  pero la nacion salio a la luz con personalidad propia y con un proyecto de autogobierno por el que tendra que continuar recurriendo a la desobediencia civil, a la resistencia, al martirio hasta lograr su emancipacion politica.  Pepino tiene una deuda historica que cumplir:  producir muchos Venancios, Castos, Manueles que transiten por el camino del sacrificio. Don Pedro Tomas Labayen lo recogio muy bien en la ensena del Pepino, su bandera, tiniendo de rojo el Culebrinas para rememorar tanto el sacrifico de San Sebastian como el de los patriotas que gritaron en Lares y se sacrificaron en el Pepino. Baldorioty de Castro, cuyo nombre lleva la plaza publica del Pepino, se referia a la sangre de los larenos y los pepinianos como ejemplo a seguir en esta lucha que requiere la vida misma de los luchadores.  Ha sido un alcalde estadista que ha ideado e inagurado un paseo en el costado sur de la iglesia catolica del Pepino para rememorar esa gran efemerides.  Y no es una paradoja, la nacionalidad no tiene colores.  Es mi fe y esperanza que la generacion presente anada a su imaginario etnico y nacional la celebracion anual del primer sacrificio colectivo de envergardura que trajo como resultado  el nacimiento de la nacion  borincana. El nacimiento de la nacion puertorriquena es apolitico.  El aspecto  politica del Grito  sufrio un reves pero triunfo en sacar nuestra nacionalidad a la luz, no solo  la nacionalidad del sector que luchaba por la independencia sino la nacionalidad de todos: la de Puerto Rico. Este ha sido el resultado neto y permanente  del Grito de Lares y el Martirio del Pepino.

EN LARES EL GRITO Y EN EL PEPINO EL MARTIRIO

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