Tetuan, Marruecos
Diario
Me quedé paseando por Tetuán todo el día. Estaba esperando a que mi ropa estuviese lista en el "Dry Cleaner" y que la ropa que había tendido se secase. Entré a tiendas de telas, de artesanías y de muebles y caminé por el pueblo. Había de todo lo que se vé en las calles de cualquier pueblo en Puerto Rico. Además, caben señalar algunas cosas: mujeres mayores, de las que quizás en nuestra isla estuviesen vendiendo billetes de lotería estaban, en vez, sentadas en el piso frente a una hilera de panties, calsoncillos y brasieres, vendían palomas enjauladas, gallinas, prendas, dulces, henna, pintura de colores brillantes en polvo para pintar casas y paredes y millares de cosas más. Las telas que ví eran para hacer muebles y estaban preciosas. A pesar de la gran variedad de cosas que venden en el mercado, busqué acondicionador para el pelo en mas de veinte tiendas y establecimientos, sin suerte alguna. Lo único que tenían era champú y productos como Pert Plus de champú y acondicionador mezclados. No fue hasta que llegue a Chefchaouen que, con mucho trabajo, encontré lo que buscaba.
