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Introduccion

    Todo comenzó hace mucho tiempo, en el tercer planeta más cercano al sol, donde los mortales que lo habitaban, en necesidad de buscar razones para todo lo que les pasaba en su entorno, inventaron que y quien se responsabilizaba de todos los eventos naturales. Esto fue hasta un día, en que recibieron la visita de un hombre que descendió de los cielos, quien hacia llamarse Hermod y decía ser el mensajero de los Dioses; este les explico como se manejaban las cosas y el cuidado que debían tener con todo aquello que ellos buscaban razonar. 

    En Asgard (Casa de los Dioses) estaban siempre pendientes de lo que pasaba en Midgard (Tierra de Mortales) y vigilando que los seres de Nilfhelm (Tierra de los Muertos) no intentasen revelarse. Lamentablemente, esto no pudo ser detenido, los seres de Nilfhelm querían que todo el Yggdrasill (Árbol que sostiene los tres mundos) fuera de ellos, a lo que estos llamaron Gotterdammerung, los Dioses de Asgard debían mantener la armonía en todo el Yggdrasill y se dieron a la lucha contra Nilfhelm y sus aliados, participando en una gran guerra llamada Ragnarok, en la cual venció Asgard, pero la mayoría de los Dioses resultaron mal heridos y muchos de estos no sanaban. 

    Los Dioses de Asgard que no estaban mal heridos reconstruyeron todo lo que había sido destruido durante Ragnarok y atendían a los Dioses que no curaban, algunos necesitaban de otro cuerpo para sobrevivir, pero en Midgard solo quedaban dos habitantes, Ask y Embla, quienes debían unirse para fecundar y crear una nueva civilización. En Asgard debían esperar que llegara esta nueva era en Midgard para buscar los cuerpos que serian anfitriones de los Dioses, ya que muchos de esos cuerpos mortales serian muy frágiles para poder aguantar a sus huéspedes y así llegar a la inmortalidad. 

    Sin embargo, los seres de Nilfhelm no cesaron sus intentos de lograr Gotterdammerung y aprovechando el cambio de cuerpos de los Dioses, estos atacaron Midgard con todas sus fuerzas, destruyendo el mundo que hasta hoy conocemos, apresando muchos de los Dioses sin cuerpo y comenzando un reinado de puño de hierro en un mundo lleno de tinieblas.

   Uno de los Dioses de Asgard imaginando que esto pasaría, antes de abandonar el cuerpo que tenia, decidió dejar un legado en Midgard, este legado sería capaz de encontrarse con los Dioses que aun estaban libres y lucharían juntos tanto por Midgard como por Asgard, este legado sería un hijo, un semi-Dios, fruto del amor de este Dios y una mortal de nombre Sif, habitante de una aldea escondida en el lugar mas recóndito de Midgard, este seria el único humano capaz de levantar a Mjolnir, el Martillo Encantado, este Dios no es otro mas que Thor, el Dios nórdico del Trueno, enemigo a muerte de los gigantes, defensor de Midgard y miembro de los Aesir (Dioses principales de Asgard). Sif dio a luz, no uno sino tres hijos, una hembra y dos varones, de los cuales uno fue dado por muerto, a los otros dos los llamaron Lukas y Julia; Sif luego del parto de los trillizos tenía las horas contadas, entonces llamó al sabio de la aldea, un hombre instruido en libros y artes marciales, llamado Regor, esta le confió la misión de sus dos hijos sobrevivientes, como también le pidió que no divulgara ese secreto para que no llegue a oídos del Imperio de Nilfhelm en Midgard, y no los atacaran, ni a ellos ni a la aldea. Desde pequeños, Regor, instruyó a los niños en las artes marciales, y al alcanzar un nivel alto en su aprendizaje, les enseñó el uso de un arma especifica a cada uno, a ella un látigo; y a él, un hacha de combate de doble filo.

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