Málaga prehistórica |
Desde miles de años antes de la llegada de los fenicios, el hombre prehistórico va dejando huellas de su presencia en Málaga como testimonian los restos arqueológicos y las pinturas hallados en las cuevas del Higuerón, o del Tesoro, en el cercano Rincón de la Victoria, la de Nerja, la de la Pileta, o los dólmenes de Antequera.
Pero son los fenicios, que vienen por el mar, los que se establecen cerca de la desembocadura de un río instalando una factoría para la salazón de pescados y fundan el primer poblado a finales del siglo VIII, o principios del VII a. de C.
Tras los fenicios, los cartagineses que llegaron arrasando, y posteriormente lps romanos. Será bajo la protección de éstos cuando Málaga alcance gran importancia al ser una de las tres ciudades de la Bética que adquiere el privilegio de ser ciudad confederada de Roma (siglo 1 de nuestra era).
Es en esta época cuando se construye el Teatro, cuyos restos se encuentran al pie de la Alcazaba, en la calle de la Alcazabilla, y se promulga la Lex Flavia Malacitana escrita en el año S 1 sobre dos planchas de cobre que fueron halladas en 1851 en un lugar conocido por Los Tejares.