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José Pedro Varela,
(Montevideo, 1845-1879)
Eduquemos
al niño conquistando al hombre José
Pedro Varela
“La
escuela común tiene en las democracias la inmensa ventaja de
aproximar, de fundir las clases sociales" José
Pedro Varela (Club Universitario, 18 de setiembre de 1868.) "Para
mí el niño no vá a la escuela a aprender, sino a adquirir los medios
para poder aprender. La escuela no puede ser un depósito de niños". José
Pedro Varela (El Siglo, 7 de octubre de 1868) “El
primer libro que deberán estudiar los niños que vengan a educarse en esta
escuela será ese gran libro de la naturaleza, abierto siempre a los ojos del
hombre y rico siempre en sabias y fecundas lecciones." "El
maestro de escuela de nuestro tiempo no es el pedagogo antiguo ni el magister
que hacía penetrar con sangre la letra en el espíritu. La base de
nuestra escuela es el amor y el respeto de los discípulos por el maestro,
del maestro por los discípulos"... José
Pedro Varela (Inauguración de la Escuela Elbio Fernández, 29 de agosto de
1869) "Para
que el hombre pueda ser útil a sus semejantes y pasar por el mundo, no como
sombra sino como ser inteligente, es necesario que reciba dos clases de educación:
la de la familia, que forma el corazón, que desarrolla el sentimiento, y la de
la escuela que robustece y dilata la inteligencia. Viviremos siempre en
medio del desquicio y del caos mientras que todos los hombres no vayan a
prepararse para la República a la escuela común." José
Pedro Varela (El Siglo, 7 de octubre de 1868)
"Se
acuerda de que según Vacquerie en sus “Migajas de la historia”, las
mujeres pueden gobernar lo mismo que los hombres, y la prueba está en la
Reina Victoria. "La mujer es la base, el fundamento de la sociedad, es
decir, el alma, el mundo".... José
Pedro Varela (Club Universitario 14 de enero de 1868). "Luz,
más luz!... Luz para las inteligencias que viven en las sombras de la
ignorancia. Más luz para las sociedades envueltas por la oscura noche del
error. Más luz aún para los pueblos a quienes oprime la fatídica lobreguez de
la preocupación. Luz para los espíritus, libertad para los oprimidos,
fraternidad para todos"..... José
Pedro Varela (Ceremonia de clausura de cursos, 12 de diciembre de 1876) "He
recibido la nota de V.E. por la que se sirve comunicarme que por decreto
de fecha 23 del corr. he sido nombrado miembro de la Comisión
Extraordinaria administrativa encargada de los cometidos de la Junta.
Volviendo en nombre de elevadas consideraciones de patriotismo sobre una
primera resolución, tomada ya, e imponiéndome al hacerlo el arduo
sacrificio de legítimos escrúpulos y fundadas resistencias, acepto
el puesto para el cual se me nombra, con el firme y decidido propósito de
servirlo fielmente en la medida de mis facultades, mientras crea
poder hacerlo en pro de los intereses públicos y sin mengua de la
dignidad del ciudadano y del hombre". José
Pedro Varela (Respuesta al Ministro Dr. José María Montero ante la
designación para integrar la Comisión de Instrucción Pública, 27 de
marzo de 1876). EDUCACION
GRATUITA “No
hay para qué discutir largamente la cuestión de la gratuidad de la educación
pública, ya que entre nosotros, es un principio generalmente reconocido y
convertido en ley. Las escuelas públicas, sostenidas por el Estado, en la República
Oriental, son todas gratuitas: a este respecto estamos, pues en el buen
terreno”... “Gratuita
para todos, abierta a todos, recibiendo en sus bancos niños de todas las clases
y todos los cultos, hace olvidar las disensiones sociales, amortigua las
animosidades religiosas, destruye las preocupaciones y antipatías, e inspira a
cada uno el amor de la patria común y el respeto por las instituciones
libres”. Así en la práctica diaria de la vida escolar, se forman el carácter,
acostumbrándolo a no pagar tributo a las preocupaciones, y a las costumbres
malas, que crean y perpetúan las clases, las razas, las aristocracias, en todas
sus variadas formas. Los
que una vez se han encontrado juntos en los bancos de una escuela, en la
que eran iguales, a la que concurrían usando un mismo derecho, se acostumbran fácilmente
a considerarse iguales, a no reconocer más diferencias que las que resultan de
las aptitudes y virtudes de cada uno: y así, la escuela gratuita es más
poderoso instrumento para la práctica de la igualdad democrática” José
Pedro Varela (La Educación del Pueblo) EDUCACION
OBLIGATORIA “La
intervención del poder público es indispensable para dar al pueblo los medios
de instruirse. Así lo confirma el hecho constante de que, allí donde el poder
público se ha abstenido de dar educación al pueblo, éste ha vegetado en la
ignorancia. El esfuerzo individual, el de las corporaciones religiosas o filantrópicas
es impotente para obtener el resultado educacionista que es indispensable para
la vida regular de las democracias... ...
Por nuestra Parte, creemos que sólo un deplorable error, un mal entendido
liberalismo y un desconocimiento de los derechos del menor y de las
conveniencias de la sociedad, pueden rechazar el principio de la educación
obligatoria”. José
Pedro Varela (La Educación del Pueblo) EDUCACION
LAICA ...“Pero
la cuestión varía de aspecto, cuando se trata de la escuela pública, abierta
a todos los niños de todas las creencias, y encargada de perseguir no un fin
religioso, sino un fin social. A nuestro modo de ver, la única solución justa,
y conveniente a la vez, que puede dársele, es la que han adoptado los países
que como, Holanda y Estados Unidos, han establecido la escuela laica...” “La
escuela laica responde fielmente al principio de la separación de la Iglesia y
el Estado”. “Desde
que vamos a sostener la justicia y la conveniencia de no enseñar en las
escuelas públicas, o mejor dicho, de no enseñar en la escuela, los dogmas de
una religión positiva cualquiera, empecemos por rechazar el cargo injusto que
nos dirigen los adversarios de esa doctrina, diciendo que, los que así piensen,
quieren el establecimiento de la escuela antirreligiosa” José
Pedro Varela (La Educación del Pueblo) ...“Dos
razones, igualmente poderosas, aconsejan la supresión en la escuela de la enseñanza
dogmática. En primer lugar, el Estado es una institución política y no una
institución religiosa. Apoyándose en los principios generales de la moral,
tiene por función garantizar las personas y las propiedades, asegurando el
reino de la justicia, y no debe favorecer una comunidad religiosa determinada,
con perjuicio de otras que pueden ser profesadas por algunos miembros de la
comunidad. La escuela, establecida por el Estado laico, debe ser laica como él”... José
Pedro Varela (La Educación del Pueblo) Ante
la remoción del problema educacional el Obispo Jacinto Vera imparte una
pastoral a los curas párrocos para que en las pláticas dominicales
ataquen a la "sociedad de los educacionistas "porque excluyen
toda educación religiosa. "Supone
S.S. que la Sociedad Popular de educación se ha organizado para combatir
a la religión católica practicando la escuela atea. Grave error, el propósito
fundamental es el desarrollo de la educación del pueblo por el pueblo. Su
objeto es puramente educacionista. Las escuelas que sostiene están abiertas a
todos. Aspiramos a educar al pueblo , no formando católicos, protestantes,
racionalistas o ateos, sino hombres educados. Ni programas, ni textos, ni
escuelas, ni ninguno de nuestros trabajos consagra el ateísmo. Lo único
establecido es que no se enseñe el catecismo como erróneamente se enseña en
las escuelas del Estado." Contra Pastoral suscrita por José Pedro Varela, Alberto Lagos y Francisco A. Berra “En
nuestra época, la mayor desgracia es la ignorancia. La ignorancia trae consigo
la pobreza, la incapacidad. Nuestra vida política y social ha sido hasta ahora
débil, enfermiza, anárquica, llena de lágrimas y sangre. No ha sido posible
establecer las instituciones republicanas porque la República exige la educación
de sus ciudadanos y la democracia les exige la conciencia de sus actos. Creo no
estar engañado si digo que se ha considerado la difusión de la enseñanza pública
en campaña como problema insoluble. Nosotros hemos creído encontrar los medios
de resolver ese arduo problema. En lugar de esperar que los niños de la campaña
vayan a la escuela, el maestro irá hacia los niños: en vez de esperar que las
familias manden los niños a la escuela, el maestro, como misionero, ha de
llevar la enseñanza allí donde se encuentre el ignorante que es necesario
civilizar. El pensamiento de educar al ignorante y difundir la enseñanza
encuentra eco simpático, favorable acogida en casi todos los habitantes de la
República...” José
Pedro Varela (Congreso de Durazno agosto de 1878) “Yo,
por mi parte, no me siento ni conmovido ni contrariado, ni desalentado cuando
creo que mi personalidad puede estar comprometida, puede ser agredida, si se
acoge bien la idea que me anima. A mi no importa que vaya a caer vencido si las
ideas que me cabe el honor de sostener salen triunfantes. Lo que busco no es el
predominio de una individualidad, sino el triunfo de mi país en la conquista de
ese gran ideal de educar bien al pueblo que nos ha de gobernar mañana. Lo
persigo como aspiración para mis hijos, para la sociedad en que vivo, porque
tengo el profundo, el inquebrantable convencimiento de que hemos de vivir en
permanente desgracia, en permanente anarquía, mientras en todos los espíritus
orientales no brille radiante la luz de la educación, mientras las
inteligencias no hayan salido del abismo de la ignorancia, mientras cada
ciudadano no tenga conciencia de sus deberes” José Pedro Varela (Congreso de Durazno agosto de 1878)“ “Si
por el estado de mi salud, o por cualquier otra causa dejo pronto el puesto público
que ocupo, abrigo la esperanza de que, al menos, esta Memoria servirá, en
cualquier época, para dar testimonio público de que he consagrado todo mi
tiempo, sin días de fiesta ni horas de descanso, al servicio de la educación:
que he hecho cuanto he podido para responder cumplidamente el alto honor que se
me hizo confiándome el puesto más elevado en la dirección de la enseñanza pública.
Habrán podido faltarme aptitudes e inteligencia, pero no son esas faltas que me
sean imputables. Nadie está obligado a dar más de lo que tiene; y yo he dado
todo lo que tenía, y lo que tengo, sin reservas egoístas, ni desfallecimientos
cobardes. Alentábame
y aliéntame el convencimiento de que al hacerlo, cumplo fielmente con los
deberes del ciudadano que ama a su país y del hombre que anhela la felicidad y
el progreso de la sociedad en que vive" José
Pedro Varela (Nota a la Memoria de fecha 3 de junio 1879) “La
obra de la educación demanda de vuestro concurso: prestádselo sin límites,
como sabéis hacerlo”. Juan
Carlos Blanco (tertulia del Ateneo agosto de 1879) José
Pedro, escéptico, entusiasta y crédulo, era otro místico; partidario sin
partido; utilitario y egoísta en teoría, y en los hechos generoso y
abnegado; filósofo materialista y poeta espiritualista; el malo más bueno que
yo he conocido, contradicción viviente entre sus falsas y artificiales teorías
que lo empujaban hacia atrás y su vigoroso espíritu que lo llevaba
hacia delante...." Julio
Herrera y Obes. (memorial de "El Siglo") “El
sembraba la semilla del bien en la tierra fecunda del porvenir, y desentendido
del presente, formaba en las ideas de la libertad y el deber, derramadas en las
cartillas de la infancia, los futuros ciudadanos que han de redimir aquel noble
y heróico pedazo del suelo americano. La muerte ha venido a sorprenderlo al
principio de su obra y de su vida, realizándose una vez mas la amarga queja del
poeta, “cosa bella y mortal, passa, non dura”. Juan
Carlos Gómez (El Nacional) La
temprana muerte del joven educacionista oriental merece de las honras de su
patria. Deja en ambas márgenes del Plata admiradores, y sus obras sobre educación
extenderán a todos los pueblos de esta parte de América, benéfica
influencia. Sarmiento “José
Pedro Varela no tuvo un instante de desfallecimiento .Con ciega confianza en el
poder invasor de la verdad, se sentía más animado cuanto mayores eran los obstáculos
que se le levantaban ante sus ojos. Desde hace quince días era un cadáver pero
no abandonó nunca sus trabajos hasta muy pocas horas de exhalar su último
aliento. Las dos coronas que se ven sobre ese féretro , son testimonio de la
alta estimación que le tuvieron , y del recuerdo que de sus grandes méritos
conservarán perpetuamente, la Sociedad de Amigos de la Educación Popular de
Montevideo y la Sociedad Educacionista del Durazno”.. Francisco
Berra. (En el acto del sepelio de José Pedro Varela). “Un
mundo de gente la rodea. El carro es de gala, de seis caballos de gualdrapa
negra y palafreneros de pantalón corto. Caminan detrás, con lentitud, el
Maestro Oficial de Ceremonias don José Pesce y luego la banda municipal,
la escuela de Artes y Oficios, el colegio “ Elbio Fernández”, las escuelas
superiores de varones, el Presidente Latorre con todos sus ministros y
autoridades civiles y militares, las logias masónicas, los miembros del Ateneo,
la sociedad de Amigos de la Educación, dos batallones de cazadores con
uniformes de gala, una brigada de artillería con cuatro cañones, y enseguida
de acera a acera, el pueblo, el pueblo en masa, en su mayoría vestido de luto.
Más de trescientos socios del Ateneo se han puesto espontáneamente una
“siempre viva” en el ojal. Más de veinte mil personas cierran la
manifestación”. Telmo
Manacorda. (“José Pedro Varela” Impresora Uruguaya 1948 Tú
eras de los buenos, de los humildes , y por eso he venido aquí, lejos de
la pompa, lejos del tumulto, en el solitario lugar del eterno descanso, al lado
de los tuyos, a decirte adiós!. José Pedro Varela no murió
de muerte como Gustavo Bécquer: murió porque dio su vida en holocausto. El
decía: “El dolor pasado sólo vive en la memoria; trabajemos en el
presente y no pensemos en el dolor que viene”. Ve
en paz. Llevas como los escogidos el cortejo del cielo. En el nombre de
aquellos que te rodeaban en tu lecho de muerte, de aquellos a quienes
comunicabas tus últimas aspiraciones y tus últimas esperanzas; y de
aquellos otros también a quienes tú querías y que siempre te han
querido; en nombre del Ateneo del Uruguay que se asocia, para rendirte postrer
homenaje, a la juventud que llora tu pérdida, deposito sobre tu tumba la flor
de los sepulcros, la inmarcesible siempreviva, símbolo del eterno dolor y
del eterno recuerdo”. Y
entre contenidos sollozos se vio entonces esta cosa tremenda y hermosa.
Los centenares de personas que llevaban una siempreviva en la solapa se la
quitaron a un tiempo y cubrieron con ella al muerto, llenando materialmente la
caja funeraria....” Dr.Juan
Carlos Blanco (Ultima oración en el en el acto del sepelio de José Pedro
Varela) El
Reformador, por encima de la circunstancia, trabajó por la patria, enseñó
a trabajar por la patria, murió por ella, y murió bendiciéndola. Varela
es el arquetipo del romanticismo idealizador que venció su época
para engrandecer la vida. La Reforma es la obra de mayor trascendencia
realizada en la República. ”Derrumbó el antiguo andamiaje de la enseñanza
rutinaria y dogmática y cimentó la sólida trabazón de la escuela
racional”. Hizo posible nuestra escuela pública. Más que un
reformador, Varela es un creador. Y su creación sobrepasó el tiempo, y la
medida de su valor está en su espíritu. Sólo hay un camino: educar para la
libertad. Y quien ande por él, aunque no tenga patria, esté seguro de que la
conquistará. Telmo
Manacorda. (“José Pedro Varela” Impresora Uruguaya 1948)
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