Capítulo 1: Time Ago
Hace un bueno tiempo que vengo andando solo en el camino… no es que en realidad vaya solo, es solo un decir. Muchas cosas han pasado después de tres años y la verdad no ha habido demasiados cambios, al menos no tan radicales.
Quizá el mayor cambio fue que nos graduamos del colegio y pasamos a la preparatoria. Obvio que no todos de porrazo… ellos se graduaron primero y al año siguiente les seguimos nosotros así que en medio de todo no me sentí tan solo… él único que faltaba era mi amigo del cual no sabía nada después que se subió al avión para regresar a su natal América.
Me prometió que me escribiría seguido y así lo hizo pero la promesa solo le duro un tiempo. Me escribió regularmente por un año. Después de eso las cartas se hicieron más escasas; si primero eran casi a diario empecé a tener noticias por semana, luego por quincena, cada dos meses, después cuatro meses… hasta que deje de recibir su correspondencia…
Cuando se fue le hice prometer que me escribiera en formato carta por que me gustan más ese tipo de relaciones personales aunque una que otra vez las cartas llegaban por correo electrónico pero ahora ni siquiera por ahí recibía sus cartas.
Comprendía que él era una persona de pocas palabras y todas esas cosas, comprendía también que podía estar algo escaso de tiempo o por último que se hubiera roto un brazo, eso si le imposibilitaría escribir pero lo que me daba cólera era que era ambidiestro o sea que podía escribir tranquilamente con su otra mano!
Todos me decía… “compréndelo, ya tendrá tiempo…” pero cuando iba a tener tiempo? Cuando se acordaría de los amigos que dejo por acá? Nos habría olvidado ya? Quizás había encontrado personas más interesantes que nosotros y por eso ya no nos prestaba atención. O simplemente la amistada a él le había durado poco y ahora le daba mucha flojera escribir… carambas! Como me gustaría tenerlo enfrente para pegarle un par de golpes y que se acordara de escribir!
Esta bien… quizás no un par de golpes pero si una buena alzada de voz para que entendiera lo mal que había hecho al dejar de escribirme y contarme las cosas. Yo, por mi parte, cada vez que podía, por que las clases aquí me estaban matando y no podía darme el lujo de bajar las notas por que sino corría el riesgo de ser expulsado del equipo; trataba de escribirle y contarle como iban las cosas por acá.
Si, si bien las cosas por acá seguían tranquilas también habían grandes cambios. Ya no me peleaba tanto con Kaidoh a pesar que los dos estábamos en las mismas clases, supongo que era cuestión de tiempo a que maduráramos un poco más para resolver las cosas con algo más de tranquilidad. No negaba que a veces me sacaba de quicio pero el nuevo Momo era más flexible en ese sentido y no picaba el anzuelo tan rápido. Pero Kaidoh seguía desinflándose igual que siempre con su típico sonidito… creo que eso no se lo quitaría nadie, se me haría raro que alguna vez dejara de hacerlo.
Por otra parte Inui había terminado de escribir un recetario de jugos que sacaba a relucir en ocasiones para los entrenamientos. Tenía tantas nuevas, peligrosas y tan poco saludables recetas que ya le habíamos perdido la cuenta cuantas veces habíamos caído enfermos entre clase y clase.
En cuanto a Oishi y Kikumaru estos dos seguían pegados el uno al otro… a veces daban un poco que pensar pero no piensen mal… la amistad entre esos dos era muy grande. Siempre habían tenido una gran química cosa que favorecía al equipo por que con solo mirarse ya sabían lo que iban a decirse… eso siempre desconcertaba al enemigo. Pero al margen de esas cosas Oishi seguía tan preocupado por todo el mundo como siempre y Kikumaru… el siempre iba a ser él.
Caso parecido era el de Kawamura. Si bien seguía perteneciendo al equipo de tenis ya no era una cosa a la que se pudiera dedicar al cien por ciento por que también ya había decidido seguir con el negocio familiar. Después de algunos años de práctica había conseguido igualar la sazón de su padre… lo mejor era cuando ganábamos los partidos he íbamos a festejar a su restaurante.
Para Fuji no le veía el mayor cambio. Seguía sonriendo con ese encanto que lograba derretir a todas las chicas del colegio y que cautivaba a chicas más grandes también. Fuji siempre iba a ser grande entre los grandes a pesar que su estatura se vio estancada si lo comparábamos un poco conmigo y con Kaidoh. Su técnica había mejorado, si es que eso hubiera sido posible. Lo que si parecía que había ido en un aumento constante había sido su afán por fastidiar al resto, en especial al capitán Tezuka.
Creo que la sonrisa en su cara era ocasiones sumamente especiales como cuando ganábamos las nacionales y ese tipo de grandes eventos pero más allá de esas ocasiones su sonrisa era difícil de atrapar. Yo siempre he pensado que se parece bastante a Echizen, o mejor dicho Echizen se parece bastante a él. Los dos son unos genios a la hora de tocar la raqueta pero en cuanto a mantenerse en contacto con su yo interno los dos estaban en la luna. Pero después de todo yo había logrado encontrar una manera de hacer reír a Ryoma por lo que también creía firmemente que debía existir algo que el causara el mismo efecto al capitán pero descubrir que era estaba fuera de mis posibilidades y más cercanas a las de Fuji…
Bueno como dije el equipo en medio de todo se había tratado de mantener lo más intacto posible… solo faltaba uno que ni siquiera había asomado la nariz en mucho tiempo.
-“Ya va a dejar de pensar en la inmortalidad de la mosca señor Momoshiro? Por que la clase esta en su punto más interesante…”
-“AH! Perdone… creo que me distraje un poco… lo siento!” – como era costumbre mi intervenciones hacían reír a la gente. Después que el profesor regreso de lleno a su clase tuve que prestar más atención. La historia nunca me había gustado mucho pero este profesor en medio de todo te hacía vivirla un poco…
Estaba tratando de ver desde mi asiento el mapa que ahora mostraba con las rutas marítimas que se usaban antiguamente cuando sentía una mirada aguda que se clavaba en mi espalda. Ese sin dudas debía ser Kaidoh… seguro me iba a acusar con el capitán que me había distraído otra vez así que voltee a verle pero no era él… había sido otra persona por que en esos momentos mamushi estaba tomando apuntes de lo que se hablaba en clase y cuando el tomaba apuntes no permitía que nada ni nadie lo distrajera… quien habría sido?
Me sentí como medio extraño aunque esa sensación ya la había sentido antes…
-“Profesor… puedo ir al baño un momento por favor?” – el profesor me miro con cara de sorpresa por interrumpirle nuevamente su clase pero quizá fue por mi todo de voz que me dejo ir. Al salir ahora si sentí la mirada de mamushi… la mirada que había sentido antes había sido de otra persona…
Al salir del salón camine corredor abajo buscando los servicios higiénicos… por algún extraño motivo sentía que a medida que avanzaba alguien huía de mí… trate de percibir algún tipo de olor… olía un tanto a nuevo y a otra cosa más… olía como a algo muy dulce… olía a caramelo de uva.
Entré al baño, quizás todas esas cosas eran producto de mi imaginación así que me lave la cara pero el olor a uva persistía en el ambiente… el baño olía a uva. Quizá había alguien más aquí adentro… como quien no quiere la cosa agaché mi cuerpo para mirar por debajo de la puerta haber si encontraba a la persona que me había mandado aquella mirada…
-“Pshhhhh para eso saliste del salón? Para mirar por debajo de la puerta de los baños… eres un pervertido!”
-“Que! No, yo solo estaba mirando por que… Dime, en el salón no sentiste algo extraño? No hueles a uva?”
-“Pshhh… mejor vete a la enfermería… estas mal de la cabeza…”
-“No, espera… huele… no huele a uva?”
-“Pshhh Si, un poco… debe ser el maniático como uva que compro un caramelo de uva de la máquina dispensadora que esta afuera en el pasillo… todos tienen derecho a comer saber?” – mamushi no hacía mucho caso a mis advertencias pero yo sabía que había algo más…
-“Si no me crees no me importa… yo voy a ver quien esta detrás de todas estas puertas por que ese olor a dulce no es normal!” – estaba comenzando a abrir todas las puertas, una por una esperando encontrar a alguien interesante para restregárselo en la cara a Kaidoh pero el me detuvo dos puertas antes de terminar mi investigación. – “Pero que te pasa? Déjame terminar de ver…!”
-“Pshhhh Deberías agradecerme esto estúpido! Es mejor que te regrese al salón antes que alguien te denuncie con el director!” – Mamushi tenía razón, odiaba admitirlo… deje de poner resistencia y los dos nos regresamos a clases pero apenas salí del baño tuve la sensación que alguien abría una de esas dos puertas restantes… mi sospechoso estaba escapando…
Ya para las clases siguientes no estuve tan relajado… estuve pendiente de volver a recibir esa mirada indiscreta… alguien me estaba espiando de lejos… y se escondía cada vez que volteaba… el olor a uva me acompaño durante todo el día.
Para la hora del almuerzo no podía comer tranquilo y al parecer todos se habían dado cuenta de eso.
-“Deberías comer de una vez Momo, tu comida se va a enfriar” – me dijo con preocupación Oishi
-“NO se dan cuenta que algo raro esta pasando por aquí?”
-“Ahora que lo dices… un poco… mi hermana ayer que me leyó las cartas me dijo que algo interesante estaba por pasar y que era una situación difícil… que será?” – su hermana siempre acertaba aunque también las palabras de Fuji no eran muy de fiar… podía estar mintiéndome para luego hacerme algo, una broma quizás…
-“Pshhhh… simples paranoias tuyas… estas así por que no prestaste atención en clase otra vez…”
-“No es eso… hay alguien que me esta vigilando…”
-“Tu también Momo? Nya cuando estaba en clase sentí que alguien me miraba pero de pronto la mirada desaparecía… sentí un frío que recorría toda mi espalda… fue muy feo!” – Eiji acababa de llegar a nuestra mesa con su bandeja de comida.
-“Hummm… eso es raro, que dos personas sientan lo mismo… hay altas posibilidades que alguien los este acosando… no le deben nada a nadie?”
-“No creo que sea un simple acosador Inui… quizá sea una chica que no se decide por uno de ustedes”
-“Nyaaaa…. Oishi dile a Fuji que se calle que me esta asustando!”
Pero fuera de comentarios y risas que ocasionaban nuestros comentarios nadie se lo tomo muy en serio. Yo por mi parte permanecí atento para ver que cosas raras podía encontrar a mi alrededor que me dieran algún indicio… algo para saber quien era el mirón que nos seguía a todas partes y hasta ahora nadie podía ver.
A la hora de las prácticas sentía que la mirada que me había seguido se había distanciado un poco. Ya no la notaba tan encima mio y habían ratos en que casi no lo notaba. Pero algo volvió a llamar mi atención casi acabando las prácticas. Mientras corría a atrapar una pelota me tropecé y caí de cara.
Mientras todos corrían preocupados por que mi caída fue bien aparatosa a la distancia escuche una risa medio rara… era alguien que se reía y tosía a la vez… alguien parecía estar enfermo… sería quien yo pensaba? Traté de pararme rápido y reponerme para ir a buscar al gracioso que se burlo de mí. Tenía la impresión que su risa venía desde arriba… es una de las ventanas de los últimos pisos… o en el techo.
Sin decir gran cosa me escape hacia dentro del edificio para atrapar al chistoso. Lo busque piso por piso hasta llegar al último. Pero no había nadie ahí… l único que me quedaba por revisar era el techo… subí con cierta cautela porque quería atrapar al mirón sin que se diera cuenta de mi presencia pero apenas di un pequeño empujón a la puerta para abrirla un empujón de mayor fuerza la abrió hacia mi lado.
Una persona con la cara envuelta en una capucha salió a toda velocidad del techo, corriendo hacia el primer piso para escapar. De semejante empujón me caí y como si corría no podría alcanzarlo opté por lo mejor. Corrí hacia el techo y busqué a los chicos con la mirada.
-“Alguien nos estaba observando… va para abajo… atrápenlo!” – pero por más que gritaba ellos no parecían entender. – “Se va a escapar!” – comencé a señalarlo apenas lo volví a ver y fue entonces cuando comprendieron lo que tenían que hacer.
Mientras yo intentaba bajar lo más rápido que podía las escaleras los chicos lo estaban correteando por todo el colegio tratando de atraparlo pero sin ninguna suerte. Cuando llegue Kawamura me dijo que el chico se había escapado en una bicicleta pero que Kaidoh había logrado darle a una rueda y según los cálculos de Inui su bicicleta no tardaría en desmoronarse por que el golpe había logrado desajustar una de las cadenas.
-“A donde vas Momo’”
-“Voy a ver si logro encontrar su bicicleta tirada en alguna parte!” – cogí mi bicicleta y pedalee con fuerza para buscar al mirón… no podía haber ido muy lejos según los cálculos de Inui.
Pase por unos cuantos lugares conocidos que hacía tiempo no iba a visitar hasta que comencé a encontrar partes de bicicleta regadas por la calle. Un poco más allá encontré las partes más grandes de la bicicleta con unas cuantas gotitas de sangre… pero eso no fue lo que llamo mi atención… unos cuantos metros más allá encontré dos latas de gaseosa se uva… una cerrada y la otra derramada…
Podría dejar la historia hasta aquí numas pero considero que es muy misio así que escribiré algo más que según mi relación de capítulos sería parte del capitulo 2… tómenlo como un adelanto si quieren…. XD
No le conté nada de las latas a nadie por que no creí que fuera la persona que tenía en mente. SI fuera él… no… debería haberse contactado con nosotros y no huir… además… no, preferiría dejar de pensar.
A la mañana siguiente regrese como era normal al colegio. Todos me preguntaron si había logrado atraparlo pero les dije que solo había encontrado la bicicleta destrozada. Los chicos parecieron conformes con mi historia y me dejaron en paz. Todos siempre nos reuníamos en las canchas antes de iniciar con las clases del día, todo estaba tranquilo hasta que Horio entró corriendo interrumpiendo nuestra plática.
-“No… me … van a creer… quien esta… allá… arriba… sentado… como si nada!” – todos voltearon a mirarlo y fue Kikumaru quien se paro a fastidiarlo un poco esta vez
-“Tomoka chan con traje de baño?”
-“Tu profesor de matemáticas con traje de baño!” – agrego Fuji quien no paraba de sonreír por la intromisión de Horio
-“NOO!” – Horio estaba comenzando a recobrar el aliento pero algo me decía que era lo que yo quería oír… sin perder más tiempo me paré y salí corriendo a su salón que estaba al lado del mió.
-“Momo la práctica aún no ha acabado!” – me gritaba Oishi a lo lejos pero no pudo detenerme, tampoco al resto por que segundos después los oí corriendo detrás mió.
-“Nyaaa Momo tu sabes de quien se trata?”
-“Hay un 95 de probabilidades que nos haya estado ocultando algo” – decía Inui mientras corría sosteniendo una libreta de notas
-“Momo, Tezuka dice que si esto es una broma tuya correrás 50 vueltas a la hora de la práctica de la tarde!” – me gritó Oishi pero ninguno paraba de correr a donde me dirigía. Cuando estábamos por llegar la campana sonó pero eso no le importó a nadie, a todos nos interesaba de alguna manera saber quien era esa persona a la que se refería Horio. Cuando estábamos por entrar la profesora del curso nos cerró la puerta en la cara.
-“Por favor… solo queremos ver el salón… déjenos ver!”
-“Momo… tu ya llevaste conmigo esta clase el año pasado… para que quieres volver a ver este salón?” – la señorita Mikita tenía un buen corazón en medio de todo pero solo cuando quería, era cuestión de suplicarle un poco.
-“Es que creo que hay alguien importante para mí allá adentro y solo quiero asegurarme que es él… solo una miradita!” – ella lo pensó un buen rato pero después se puso algo seria, eso no podía significar buenas noticias…
-“Esta bien… solo una miradita y se acabo!”
-“Gracias!” – ella abrió la puerta y comencé a buscarlo con la mirada… en la primera fila nadie, la segunda…. Nadie…. La tercera… nadie… la cuarta… nadie… la quinta…había un sitio vacio… alguien estaba echado en esa carpeta y no podía verle la cara…
-“Ya acabaste Momo? Tengo que comenzar mi clase!”
-“Un último favor… me puedes dejar pasar… o mejor… en tu salón no hay un chico Echizen?” – ella miro sus papeles buscando al alumno nuevo...
-“Echizen… Ryoma? Si, esta acá!” – se me fue el color de la cara… el estaba acá… el mirón de ayer entonces era él…
-“Gracias… muchas gracias!” – todos los chicos me estaban esperando a solo unos pasos pero al parecer habían logrado oírlo todo así que no les tuve que contar nada.
-“Vaya… no nos dijo nada” – dijo Oishi como lamentándose un poco.
-“De repente ha estado algo ocupado y no nos ha podido pasar la voz” – comentó Kawamura
-“Tan ocupado para no escribirnos en mas de seis meses? Yo no le voy a creer nada” – no sabía por que me sentía tan dolido? No había nada que hubiese querido más que hablar con él y ahora… ya no tenía muchas ganas… aunque si mucha curiosidad. – “Va a tener que darme una buena excusa!”
-“Esta bien Momo pero no lo presiones mucho… deja que solito nos hable” – eso fue en lo que quedamos antes de correr a nuestros salones y pedir por que nos dejen entrar por que ya llevábamos retrazados diez minutos.
Supongo que la igual que yo todos debieron estar de alguna manera distraídos esperando la hora del receso para ver si había hablado con alguien ya… pero yo quería hablar con él primero y como mi salón estaba más cerca tenía más posibilidades que ellos. Apenas acabaron las clases de la mañana corrí a pararme en la puerta de su salón para hablar con él antes que ellos pero no conté con que a ellos se les ocurriría la misma idea.
-“No que íbamos a esperar que nos hablara?” – les recrimine.
-“Si Momo… nosotros pensamos que tu harías esto por eso vinimos a ver!” – Oishi no se veía muy convincente
-“Nyaaa Oishi tu también querías hablar con él, además te copiaste de mi idea!”
-“Ustedes se copiaron de mi idea!” – Fuji solo dijo era para agregar más tensión al ambiente pero la puerta del salón se abrió y salieron todos… Ryoma paso al costado de nosotros y no nos dijo nada.
-“Nyaaa ochibí! Hace tiempo no te veíamos… no has crecido mucho!” – pero Ryoma siguió caminando de largo – “Nyyyaaaaa Ryoma no me oiste?”
-“Esta muy raro… ni te gastes hablando con él… no ha hablado con nadie” – añadió Horio que se paro a nuestro lado para contarnos todas las cosas que había visto y oído. – “No es el mismo Echizen de hace tres años… es mucho más serio”
-“Tanto así? Que le pudo haber pasado?” – la pregunta de Kawamura resonó en las cabezas de todos pero aún así no creía que pudiera estar tan diferente
-“De repente lo mejor es darle un poco de tiempo y analizarlo mejor… yo me encargo de eso” – Inui tenía un extraño brillo en sus lentes y cuando se hizo cargo de las labores de información sabíamos que tendríamos datos exactos sobre que tan cambiado podía estar. Aún así tratábamos de caminar por todos lados para ver si nos veía e intentaba hablar con nosotros pero como sabíamos que él era algo tímido a veces lo mejor era andar independientemente uno del otro… para que se soltara más.
Pero Ryoma parecía aparecer de pronto y desaparecer de la nada, no sabíamos como era que estaba haciendo Inui para seguirle los pasos. Pero analizándolo un poco por mi parte habían algunos rasgos que se mantenían iguales en su cara y algunas cosas en el que habían cambiado.
Estaba flaco, quizás un poquito por debajo de su peso, había logrado crecer unos centímetros pero aún no llegaba a alcanzar a nadie, ni siquiera a Fuji. Tratando de mirarle la cara seguía con mucho esfuerzo me di cuenta que seguía con la misma expresión de indiferencia para ciertas cosas pero sus ojos se veían algo tristes y apagados… Sin quererlo ya me estaba volviendo a preocupar por él.
Ya para la hora de la comida todos estábamos sentados esperando verlos aparecerse a la hora del refrigerio, hasta el capitán vino a sentarse con nosotros para ver si era verdad o estábamos exagerando. El primero que llego fue Inui que se sentó rápidamente a nuestro lado y segundos después entro él. Mientras lo observábamos sentarse en una esquina a comer solo Inui empezó a contarnos los datos que había recogido durante el día.
-“En resumen el es como otra persona, muy diferente al de hace tres años”
-“Que de diferente hay en el Inui, explicamos” – pregunto el capitán comenzando a abrir su caja de refrigerio.
-“Pues…” – abrió su libreta –“No ha hablado con nadie durante todo el día, por lo que averigue con los profesores ellos han hablado con él para evaluarlo antes de iniciar las clases, por eso estuvo ayer aquí. La definición en la que todos coinciden es que es un chico de pocas palabras y que detesta entrar en detalles. En la dirección averigüe otra cosa… para dejarlo ingresar a este instituto primero le han tenido que concertar citas con un psicólogo… al parecer tiene problemas pero eso aún no lo consigo averiguar… quizás para mañana tenga más información sobre eso…”
-“Y sabes cuando llego acá?” – Inui abrió su libreta en otra hoja
-“Al parecer recién llego antes de ayer pero en la noche y ayer en la mañana estaba cansado por el viaje. También parece ser que solo ha venido con uno de sus padres, no sé con cual”
-“Que más… suena interesante” – a Fuji le gustaban mucho los detalles
-“Bueno… si ahora lo miran y logran ver su bandeja ahora se le ha dado por comer comida bastante más sana que antes… Esta comiendo un pedazo de pollo sancochado con un poquito de arroz y agua destilada… él nunca comería eso… verdad Momo?” – la pregunta de Inui me agarró de sorpresa.
-“El tomaría su Ponta… siempre la tomaba a cada rato”
-“Otra cosa más…” – todos nos lo quedamos mirando – “… no se ha apuntado para el equipo de tenis…” – parecía como si Inui hubiera dicho una blasfemia. Todos dejamos nuestras comidas y nos paramos para acorralarlo junto con su comida.
-“Echizen… como es eso que no te has apuntado para el equipo de tenis’” – Tezuka lucía bastante serio, su voz exigía una explicación. Pero Ryoma seguía masticando sin responder nada… parecía muy concentrado en ello. – “Contesta!” – Ahora Ryoma alzo la cara y por primera vez miro a uno de nosotros directo a los ojos…
-“Ya no quiero seguir jugando más a eso… me pueden dejar en paz ahora por favor?” – nadie podía creer lo que acababa de oír, eso te hacía acreedor automáticamente a una 100 vueltas por todo el campo.
-“Pero Echizen… si a ti te gustaba…”
-“Tu mismo lo has dicho Oishi sempai… me gustaba, ahora ya no más” – se paro de golpe e intento irse de la mesa – “Ya no tengo hambre… tengo que hacer” – Kaidoh estaba en medio de Echizen y la salida más cercana para el pero mamushi no planeaba moverse de donde estaba… al final Tezuka le hizo una seña para que lo dejara irse.
Todos nos quedamos un rato meditando y tratando de entender lo que había pasado ahí… menos Inui que seguía investigando, ahora la bandeja que Echizen había dejado a medio comer.
-“Sucede algo Inui?” – Fuji interrogó.
-“Es extraño… la carne que come no sabe a casi nada… no tiene mucha sal al igual que el arroz… se acabo de tomar el agua destilada y usa cubiertos descartables… miren aquí…” – Inui nos hizo acercarnos a la esquina de la bandeja donde habían una minúsculas partículas de algo metálico…
-“Nyyaaaa Inui que es eso?”
-“Son restos del envoltorio de una pastilla?” – pregunto Oishi
-“Entonces esta enfermo?” – Kawamura se unió al interrogatorio
-“Nyyyyaaaaa que tiene? Inui tu lo sabes?”
-“Afirmativo de que esta enfermos, negativo por que no sé aún que tiene… pero tarde o temprano hará algo que lo delate y lo averiguare!”
A mi por mi parte me hubiera encantado averiguar que era lo que tenía de una vez por todas, no me gustaban las especulaciones en especial si sabía que se podía ir a preguntarle y que nos dijera que rayos era lo que le pasaba… quizá este era el momento en el que debía actuar.
Al terminar las clases era una vez más el inicio de las prácticas… yo no podía faltar a las prácticas por que eso sería imperdonable. En un juego que tuve contra Kawamura, él lanzó la pelota lejos y yo le dije que podía ir por ella. Salí de la cancha y caminé hacia los arbustos… Ryoma estaba echado detrás de uno de ellos durmiendo hasta que empezó a toser…Se tapo la mano con la boca y luego saco un pañuelo para ayudarse… hasta que se dio cuenta que lo miraba…
-“Es de mala educación espiarme!”
-“Es de mala educación, tu mismo lo has dicho… si es mala educación por que nos espiabas ayer?”
-“Ayer yo no espié a nadie… no sé de que hablas”
-“Mentira, ayer estuviste aquí todo el dia y nos estuviste espiando… ayer tu bicicleta se desarmo y dejaste tus latas de Ponta tiradas en la calle”
-“Estas loco… yo no…” – pero siguió tosiendo
-“Si estas enfermo por que sigue viniendo al colegio? Deberías estar en tu cama tirado descansando”
-“Eso no te incumbe… además no estoy enfermo! Deja de espiarme y vete!” – se estaba empezando a poner colérico.
-“Ya me voy a seguir con la práctica… pero no te estaba espiando… solo vine a recoger esto que Kawamura tiro hasta acá… no vine por ti” – le mostré la pelota y me fui hacia las canchas. De lejos podía escucharlo toser… si no lo conociera tan bien diría que no me esconde nada… lastima que no fuera así.
Terminando la práctica nos cambiamos para regresar a nuestras casas. Me fui a sacar mi bicicleta del parqueadero y sentado en ella estaba Ryoma. No se dio cuenta de mi presencia hasta queme acerque para quitarle el candado… se le veía algo asustado.
-“Estaba sentado por que…”
-“Recordabas cuando salíamos del colegio hacia tu casa? O a comer hamburguesas?” – me puse serio con él por que sabía que él también era muy duro con sus palabras.
-“Me encantaría retroceder el tiempo hasta ese entonces…” – Ryoma quería hablar
-“Te llevo? O quieres ir primero a comer una hamburguesa? Yo invito” – un pequeño brillito se asomó en sus ojos pero se apagó casi al instante. – “No quieres? Aprovecha que tengo algo de plata” – se le veía indeciso así que para animarlo saqué la bicicleta y me senté a su lado… - “Como ya estas sentado nos vamos entonces…”
Ryoma trató de bajarse pero era un poco tarde por que le metí velocidad a la vieja bicicleta y me lo llevé al centro, a donde siempre íbamos a comer y a hablar. Durante el camino ni él ni yo dijimos algo pero tuve la oportunidad de mirarle el cuello… me sorprendí un poco por que se le podían ver sus huesos… tenía músculos pero por parte como que era muy huesudo. Ya en el local lo senté en una mesa mientras iba a pedir nuestra comida, cuando regresé Ryoma había desaparecido del lugar dejando mis cosas.
o-o-o-o-o-o-o-o
A la mañana siguiente no lo vi hasta la hora del almuerzo que como él día anterior se volvió a sentar solo en una esquina. Yo hice lo mismo y deje a los chicos comiendo y hablando para sentarme junto con Ryoma. La noche anterior en mi cama había estado pensando en él… y al final de todas las cosas que se me pasaron por la cabeza prometí que no creería nada a menos que el mismo Ryoma me lo dijera… yo iba a averiguar que demonios pasaba aquí.
-“No es necesario que te sientes a mi lado…”
-“No es necesario que me hables… solo quiero pasar más tiempo contigo… te molesto?”
-“Si… un poco”
-“Quieres que me vaya?”
-“… No…” – lo supuse…
-“Tengo una gaseosa en mi maleta… quieres?” – lo vi dudar un poco… le temblaba el labio como si quisiera aceptar y no pudiera. – “o quizás te gustaría compartir algo de comida? Mi mamá me hizo algo de mariscos… que dices?” –voltee a verlo solo para verlos amarillo medio pálido… - “Estas bien?”
-“Tengo que hacer mi tarea… nos vemos otro día” – se paro, agarró su maleta y salió… lo curioso era que no había llegado a comer nada… me quede preocupado…
-“Quizá él es anoréxico” – Inui se apareció a mi costado con su libreta de notas anotando todo. Sus suposiciones podía ser ciertas pero él había venido con intenciones de comer y se había ido con las mismas… - “Aja… dejo sus pastillas… déjame anotar los nombres para averiguar más cosas y luego se las vas a devolver… veamos que tenemos aquí… Luprimina depen…hummm esto tiene penicilina… interesante… Dime Momo que le ofreciste para comer que se fue corriendo?”
-“Solo cosas que a él le gustaba comer… mariscos, gaseosa… nada muy extraño…”
-“Ya veo… seguiré con mis averiguaciones” – Inui se fue dejándome solo con las do bandejas… sería mejor que fuera a buscar a Ryoma, después de todo no se había tomado su pastilla.
Pero Ryoma no estaba por ninguna parte… seguro lo vería más tarde a la hora de salida… quizá querría que lo regresara a su casa. Y así fue… después de las prácticas Ryoma estaba sentado una vez más en la bicicleta.
-“Quieres que te lleve a tu casa?” – Solo movió su cabeza… - “Esta bien… me olvidaba… te olvidaste tus pastillas a la hora del almuerzo… espero no te hayas retrasado mucho en tomarlas…”
-“Gracias… las tomaré luego… cuando este en casa”
-“Y por que tomas esas pastillas? Son píldoras un poco grandes no? Yo me atoraría…” – no me dijo nada, solo se quedo callado y cerró sus ojos. - “Quieres que mañana te venga a recoger? Como siempre?”
-“No es necesario… aprendí a venir solo hasta acá… además seguro te desviarás mucho”
-“Eso no es mucho problema… con la bicicleta no me canso mucho. Bueno… llegamos a tu casa!” – Ryoma se veía algo desconcertado y después como que recordó algo.
“Gracias Momo sempai… ya nos vemos mañana” – comenzó a despedirme pero yo no me quería ir hasta verlo entrar a su casa – “por que no te vas a tu casa?” – me pregunto apurado
-“Por que no entras a tu casa?”
-“Por que acabo de acordarme que mi papá me pidió que le comprara algo a la bodega… así que me iré por este lado…” – Ryoma comenzó a caminar
-“Hey… la bodega de la vuelta esta más para este lado… yo te llevo si quieres y te vuelvo a traer a tu casa” – lo presione un poco más.
-“No gracias… me gusta ir más por este lado”
-“Entonces te llevo por ese lado, no hay problema” – comencé a voltear la bicicleta pero Ryoma me volvió a parar.
-“No… mejor le digo a él que vaya a comprar sus cosas… entraré a mi casa…” y abrió la puerta para entrar – “Nos vemos” - y entró… Había algo demasiado extraño en esto y yo lo iba a averiguar. Avancé con la bicicleta hasta la esquina y me escondí a esperar a que algo raro pasara… a los tres minutos Ryoma volvió a salir…
Estaba con todas sus cosas de colegio, no había guardado nada. Se saco algo como una cadena y comenzó a caminar en lado opuesto al mió… a donde iría. Se encontraría con alguna chica? Solo yo podría averiguarlo.
Pero él seguía caminando sin hablar con nadie. Pasamos de una zona residencial a una un poco más densa… un edificio en medio de la avenida principal. Quien viviría ahí? Cuadré mi bicicleta y comencé a subir las escaleras hasta que lo ví echado en una puerta…
-“Echizen… estas bien? Despierta!” – lo toque y estaba algo calenturado… lo cargue y no pesaba mucho, era frágil. Estaba por bajar las escaleras cuando la puerta se abrió y pude ver a la mamá de Ryoma parada en el marco de la puerta algo sorprendida al principio
-“Ryoma! Mi amor, estas bien?”
-“Creo que tiene fiebre señora…”
-“Por favor… mételo a la casa… su cuarto es el de al fondo! Yo voy por el termómetro y pastillas!” – entre con Ryoma en los brazos… al parecer ellos ya no vivían en la casa del templo, ahora vivían en este pequeño departamento amoblado con muebles de corte entre moderno y antiguo.
Por lo poco que ví era una kitcheneta, los baños y los dormitorios. La señora me había dicho que él de Ryoma era el de al fondo… no era una habitación muy grande y aún tenía cajas sin desocupar, libros tirados, una caja que decía trofeos. En su velador una foto de él pequeño con sus papás y otra más cuando de cuando nos tomamos en la montaña para ver el amanecer… pero su cuarto se sentía algo pesado… olía a medicina… la casa olía a tristeza…
TBC
Home // Fanfiction