Capítulo 1: Alone in my way
Que pueden saber de uno? Poca gente puede saber tus problemas, quizás solo tus amigos, o tus familiares. Es poco probable que se los cuentes a un extraño, al menos son pocos los casos. Pero aún así… que podría decir el resto si lo que ven es solo un trasfondo, como pueden hablar si no conocen el problema en si. Si yo tengo un problema me es muy difícil hablar sobre él, no me gusta que la gente se entere de mis problemas o dudas, yo no quiero quedar como débil frente a mis amigos, mucho menos frente a mi papá.
Por años la gente ha tratado de sacarme alguna palabra que exprese mi ánimo pero nunca lo logran. Por que tengo que decirles como me siento? En fin… esas cosas nunca han sido de mi agrado. Después del colegio me gusta ponerme en contacto con mi hermano a través de la computadora ya que vivimos un poco alejados el uno del otro. Mi hermano es él único que me puede sacar algún tipo de respuesta fuera del Si y No o Tal vez. El es la persona que más me entiende, capta mis sentimientos con solo mirarme pero cuando no me mira me pregunta… como hoy pero hay cosas que ni siquiera él sabe de mi…
Kouichi: Y que tal te fue hoy en el colegio?
Kouji: Igual que siempre. Tareas, profesores, chicas locas…
Kouichi: hahaha Ya pues… dime que más
Kouji: No hay nada más.
(se agrego Takuya a la conversación)
Takuya: hola. Oye Kouji vamos a jugar mañana un partido… vienes? Kouichi tu también no?
Kouichi: Claro. Que dices Kouji… vamos?
Kouji: no se, no tengo ganas. Vayan ustedes mejor.
Takuya: Ya pues no seas aguado. Vamos a jugar!
Kouji: No gracias. Tengo que hacer. Ya me voy. Adios chicos
Abandone la conversación. Por que no podían entender que no quiero ir a jugar con ellos, no tengo ganas. Salí del messenger pero milagrosamente tenía ganas de hablar con alguien y no había nadie en casa. Me conecte al chat a ver si encontraba a alguien para hablar. Busqué una persona interesante pero todas lo único que hacían eran idioteces, ninguna palabra coherente. Ya estaba desistiendo de esto de hablar cuando alguien llama a mi ventana.
Butterflie: hola muñeco de donde eres?
Kouji: ¬¬ muñeco? Como puedes decir eso si ni siquiera me conoces?
Butterflie: Te conosco. Acabo de ve tu cara.
Kouji: NO tengo conectado el webcam… es imposible!
Butterflie: tengo un programa para fisgonear tus documentos, ahí tienes muchas fotos. Sales lindo.
Kouji: No tienes derecho a eso. Quien eres?
Butterflie: soy alguien que le gustas mucho. Quisiera conocerte a ti personalemente.
Kouji: estas demente. No te conozco!
Butterflie: por eso hay que encontrarnos en alguna parte.
Kouji: No!
MadButterflie: Si, vamos quiero verte en persona… si no aceptas las pagarás caro.
Kouji: Que haras? Me mandaras un virus de computadora?
MadButterflie: No es mala idea pero no. Si no te veo mañana en la tarde en el parque de Shibuya… frente a la estatua… te arrepentiras para toda tu vida.
Intenté responderle pero se fue del chat. Que podría hacer? No había manera que hiciera algo o si? Seguro todo esto era una broma tonta. Aún así tenía que fijarme quien era esta persona…
Fui al encuentro en el parque Shibuya pero me puse algo diferente. Un gorro que me tapaba toda parte de la cara, una casaca grande y holgada, una chalina que cubría mi boca. Me escondí en un árbol cerca de la estatua. Había un montón de gente, quien sería el bromista, todos se reunían a esperar a sus amigos ahí. Me quedé ahí esperando señal de algún sospechoso pero nadie parecía esperarme. Me aburrí de la broma y me saqué la chalina y el gorro, la casaca no por que hacía frío. Cruce la pista para irme a la estación. Me chocaba el hecho que había sido engañado por una broma estúpida, era obvio que había sido una broma. Unas luces me alumbraban intensamente, voltee para ver de donde venían. Las luces pertenecían a un carro… un carro que no parecía querer detenerse a pesar que yo estaba al frente de el, a pesar que aún no había acabado de cruzar la pista.
El impacto fue tremendo. Me sentí volando por los cielos, me vino de repente un sentimiento de arrepentimiento, sentí como mi cuerpo rebotaba al contacto con la pista. En mi caída oía voces lejanas, gritos histéricos y al carro que me había golpeado irse en fuga. Me dolía todo. Pensé en papá y el susto que se llevaría cuando se diera cuenta lo que me había pasado, pense en mi mamá y en mi mamá biológica, pense en Kouichi, pense en Takuya que prácticamente me había pedido que fuera al juego, ahí habría estado seguro. Me arrepentía de mi decisión… en verdad lo hacía.
Cuando abrí mis ojos otra vez no reconocí el lugar. Tenía una mascarilla de oxígeno en la cara, me dolía el pecho muy fuerte, traté de mover mi mano pero no pude, una estaba enyesada y la otra conectada a varios tubos. Traté de hablar pero la mascarilla no me dejaba, lo único que conseguí fue atorarme y que empezara a sonar una alarma. Una enfermera entró corriendo a mi habitación y me ayudo. Por el sonido de la máquina no entendí muy bien lo que decía pero si algo pude captar era que llamarían a mis papas para decirles que ya me había levantado.
Aproveche para mirar bien el cuarto. Por ahora estaba oscuro pero habían varias flores, algunas un poquito viejas… cuanto tiempo habría permanecido inconsciente? El primero en llegar a verme fue papá, su cara se veía preocupada, se acerco a mi y me acarició el rostro.
“Que paso hijo? Te sientes mejor?” – me hubiera gustado responderle en ese momento pero me dio miedo volver a atorarme. – “La enfermera me dijo que te atoraste con la máquina. Supongo que como ya despertaste ya la apagaran. Me asusté mucho cuando me llamaron al trabajo para decirme que te habían atropellado. Vine tan pronto como me llevo el tráfico pero aún así te veías muy mal” – Mi papá había estado muy preocupado por mi, sus lágrimas lo demostraban – “El carro se fugó y nadie llego a apuntarle la placa. Atinaron a llamar al hospital y ellos fueron por ti. Estabas mal, casi te mueres. Tuvieron que regular tu respiración, tus dos costillas rotas no te dejaban respirar bien, en la caída te rompiste la muñeca y te torciste el pie. Felizmente llegaste a caer apoyando tus manos sino te hubieras roto la cabeza” – todo eso había pasado? Era increíble que siguiera vivo.
Por la ventana de mi habitación pude ver a Kouichi y a mis mamas afuera. Papá me dijo que solo dejaban entrar a uno por vez. Papá salió de mi cuarto y entró mamá. Ella también se puso a llorar a mi costado. Solo le pude mover los dedos tratando de decirle que estaba bien, que no se preocupara, aún así no paraba de llorar. Lo mismo paso con la esposa de papá, ella me explicó lo mismo que papá solo que un poco más calmada. Me gusto cuando entro Kouichi.
“Sabía que estarías mejor” – me sonrió. Le devolví la sonrisa ya que la máquina aún seguía prendida. – “Nos preocupamos todos cuando nos enteramos de esto. Takuya me dijo que te debió insistir más para que vinieras a jugar con nosotros, yo pienso lo mismo, no te insistí lo suficiente. Aún así te veías muy mal. La gente dice que el tipo salió de la nada y te atropello, nadie vio el carro después.”
Recordé un poco más mi accidente. Yo recordaba haber cruzado estando el semáforo en rojo, ese carro en verdad había salido de la nada, el conductor no había frenado al verlo, ni siquiera lo había intentado. Me sentí cansado de todo. La cara de Kouichi se empezaba a borrar de mis ojos que se iban cerrando poco a poco, la enfermera estaba a mi costado… en que momento había entrado?
Cuando me volví a levantar vi a mi hermano otra vez. Estaba estudiando creo por que trataba de prestarle atención a su texto. No se había dado cuenta que ya me había despertado así que empece a tratar de hacer ruido con los cordones que estaban enchufados a mi brazo. Con eso me puso toda la atención. Llamo a la enfermera que entro y me sacó el oxígeno. Al principio me costó respirar por mi propia cuenta pero después se me hizo más natural. Al fin pude hablar, tenía ganas de hablar, hacia cuanto que no hablaba?
“Como una semana creo.” – lo mire… recordé que Kouichi siempre adivinaba lo que pensaba.
“Cuantas flores… quien las manda?” – mi voz sonaba rara después de una semana sin uso.
“Bueno esta es de la familia de Izumi, las de acá son de Jumpei y Takuya, esta es de mamá y mía, estas son de papá y tu otra mamá, estas son de tu colegio, y la de aquí no se”.
“No tiene tarjeta?” – Kouichi empezó a buscar entre las ramas del arreglo y me alcanzó la carta. La abrí y me asusté.
Para mi muñeco que se rompió la muñeca,
Espero que te mejores o si no
La próxima vez te pasaré el carro encima.
Pd. Te dije que te arrepentirías
Kouichi me miro con cara de susto – “Te pasa algo? Te siente bien Kouji?” – no sabía que decirle, no podía decirle esto, se preocuparía demasiado.
“Si, me duele la cabeza. Me gustaría descansar. Por favor” – Kouichi comprendió y me dejo solo en la habitación. No podía dejar que alguien viera esa carta. La rompí en mil pedazos y los lancé por el aire, se dispersaron por toda la habitación. Me quede pensando quien podría ser el loco que haría una cosa así. Esa persona había estado en el parque todo ese rato, como no me vio penso que no vendría… pero después me vio, cuando me iba del parque, después de sacarme el gorro y la chalina. Si no me las hubiera quitado de repente no habría sospechado de mi y no hubiera pasado nada pero… si me conocía… sino hubiera atropellado a cualquier otra persona. De donde habría sacado mi foto? Habría sacado esa foto de mi computadora usando un programa? Quien era esta persona y que pretendía?
Duré en el hospital mas o menos un mes, de ahí me dieron permiso para volver a casa aunque usando muletas por un par de semanas más. El primer día todo fue normal, todos me ayudaban a bajar las escaleras en mi casa. En el colegio la cosa tampoco cambio. Todos me ayudaban aunque en algunos casos ya era enfermizo por que a cada rato me atosigaban. A la hora del almuerzo me senté con mi hermano que me ayudó con mi bandeja. Takuya trajo mi postre y Jumpei me ayudaba con la maleta. Izumi fue la encargada de despejar mi camino para que nadie se chocara conmigo, era un poco enfermizo como repito pero en medio de todo lo apreciaba mucho. De regreso a mi casa lo hacía solo, no tenía problema de caminar hasta la estación de tren con muletas y mi maleta con libros. Me sentía bien.
En casa estaba solo. Mamá me había dejado mi comida para calentar, ellos no llegaban hasta las siete de la noche. Tenía como cuatro horas para hacer mis cosas solo y sin apuros. Almorcé, vi televisión y me puse a hacer mis tareas. Recibí un correo de Takuya con mi tarea de la semana pasada, aún me faltaba mucho para ponerme al día a pesar que avancé con muchas cosas mientras estaba internado. Prendí la computadora para imprimir el mensaje cuando me llegó un mensaje extra.
MadButterflie: Al fin estas en tu casa.
Kouji: Estas loco! Que pretendías… matarme? Casi lo logras!
MadButterflie: Matarte? Nunca cruzo por mi cabeza. Solo quería darte una pequeña lección. No es bueno dejar esperando a alguien.
Kouji: Tampoco es bueno atropellar a alguien y darse a la fuga.
MadButterflie: entonces no te escapes cuando te espero, esos son malos modales… quiero que seas un buen niño.
Kouji: A que te refieres con eso? Eres una enferma… eres mujer no?
Madbutterflie: y que harías si te digo que no soy mujer? Correrías?
Kouji: … eres un enfermo. Déjame en paz que yo no te he hecho nada.
MadButterflie: No, no me has hecho nada pero yo si quiero conocerte… quiero enseñarte muchas cosas.
Kouji: Todo lo que necesito saber me lo enseña el colegio así que déjame en paz. O si no te acusaré con la policía!
Mad butterflie: Tu no estas aquí para poner condiciones Kouji. Ahora has lo que te digo o sino atente a las consecuencias. Una desobediencia más y el que paga los platos rotos será tu hermano!
Kouji: A él déjalo en paz. El no tiene nada que ver en este asunto.
MadButterflie: Por lo mismo… así dejaras de portarte mal y harás lo que se te indique. Te quiero ver mañana después de tu colegio en la pista de carreras. Que nadie te siga sino ya sabes…’Bye bye Kouichi’
Se volvió a desconectar… no quería ir pero si no iba su hermano pagaría los platos rotos y eso era injusto. No valía de nada ir disfrazado por que después del colegio la mayoría se iba y casi nadie usaba el campo de carreras en la tarde así que esa persona lo vería sin necesidad de hacer un esfuerzo. No tenía remedio estaba a merced de un pervertido de computadoras.
Al día siguiente me abrigue bien para ir al colegio. Durante todo el día miraba a todas partes a ver si encontraba a alguien sospechoso pero… y si esta persona era alguien del colegio, o algún conocido... podría hacer algo? Sospechaba de todos menos de mi hermano y mis amigos… ellos no podían ser por que tenían cuartadas además ninguno de ellos conducía principalmente por que todos éramos menores de edad. Las clases transcurrieron normales, no veía ningún comportamiento anormal. Ya para la hora de salida todos se empezaron a ir a sus casas. Yo también quería irme a la mía pero tenía que cumplir con esto. Camine hasta el patio y despacio fui a la pista de carreras pero no había nadie.
Me di el lujo de caminar tranquilo por toda la pista, incluso me trepe en las bancas. Pero me pareció ver a alguien que dejaba algo en una banca y salía corriendo… por el tamaño era un adulto. Me acerqué hasta el paquete que tenía mi nombre escrito. Que sería? Mi curiosidad era grande. Cogí la caja y la abrí con cuidado. Era una caja de metal y pesaba bastante. Abrirla me costo más trabajo pero lo conseguí. La caja parecía hermética y a la hora que la destape salió algo como un vapor… de un color… violeta… me hacía toser por que se metía en mis pulmones. Caí al piso cogiéndome el cuello, no podía respirar. Vi unos pies delante mio pero al estar en contra del sol no me permitía ver el rostro de mi agresor.
“Que niño tan obediente! Se ve que ya estas aprendiendo modales, me alegro.” – me levanto la cara y me dio un beso. Me quede frío, no me había esperado esto tan de pronto. Sentí que me cargaba, mi cuerpo estaba laxado y no podía hablar. El carro era una camioneta grande tipo van. Estaba oscuro… hacía mucho calor adentro…
Mis ojos estaban cansados… me dolía la cabeza y no sabía por que, tenía frío, corría viento… donde estaba? Me atreví a abrir mis ojos y vi una noche estrellada, era hermosa… Reconocí el lugar, era el patio del colegio de noche pero que hacía yo ahí? Me costó un rato recordar que hacía yo ahí, lo último que recordaba era haber estado en la pista de carreras para encontrarme con alguien… alguien a quien nunca le llegue a ver la cara. Se me vino a la memoria la caja de metal, el vapor que salía de ella, la sombra que se apareció… que me había pasado? Me puse a buscar bajo la luz de la luna mis muletas, aún no podía caminar sin ellas, me tuve que arrastrar un poco para alcanzarlas pero las encontré. Vi mi mano con mayor claridad estaba roja y rasguñada, no recordaba haberme hecho eso. Busqué mi maleta pero no la encontré, me habían robado mi maleta, demonios! Que hora serían? Ya habrían llegado a casa mis papas?…
Camine derrotado hasta mi casa, no pude resolver el misterio ese día, tendría otra oportunidad? Ya en casa entre y vi el reloj… marcaba las ocho de la noche. Uno… dos… tres…
“Kouji? Hijo donde te habías…!” – mamá se quedo muda al verme. Papá vino a la sala al rato y me puso la misma cara… me empezaba a preocupar mi aspecto. Corrí tan pronto pude al espejo del pasillo seguido de cerca por ellos, no me reconocí. Estaba todo sucio, con tierra encima, tenía la cara rasguñada, mis manos estaban ensangrentadas y lo peor de todo era que mi cabello aparte de despeinado le faltaba un pedazo. En la mañana mi cabello estaba casi a la altura de la cintura ahora lo tenía como seis dedos menos, aún conservaba el lardo felizmente. – “Que te paso Kouji?” – dije lo primero que se me vino a la mente, no le puedo decir estas cosas a ellos por que se preocuparían demasiado, además me resondrarían por mi imprudencia, además no podía decir de esto a nadie sino Kouichi sufriría las consecuencias.
“Me robaron! Me quitaron la maleta y caí, mis muletas cayeron lejos de mí por eso me tuve que arrastrar hasta ellas, por eso mis manos están así y mi cara… esta así por que caí sobre un arbusto recién cortado. Me costo llegar hasta aquí por eso llegue tarde. Lo siento no quise preocuparlos”.
“De repente deberías regresar a casa con alguien. Por que no le pides a Kouichi que te acompañe después de clases. Se pueden quedar juntos y yo lo regresaría a casa en la noche con el carro”.
“Si pero no quiero fastidiarlo. El y los chicos ya hacen bastante por mi en el colegio, además no es problema. Yo salí tarde hoy por que tenía que investigar algo, nunca más saldré tan tarde del colegio”
No convencí mucho a papá que me seguía insistiendo para fastidiar un poco más a mi hermano. Pero yo prefería estar solo, no quería ser molestia para nadie y tampoco quería depender del resto. Yo podía cuidarme solo… siempre y cuando estuviera despierto. Antes de la comida me fui a tomar una ducha para sacarme la suciedad de encima. Me daba algo de pena mi cabello, hacía tiempo no me lo cortaba, pensaba hacerlo pero solo las puntitas. Después de la comida subí a mi cuarto a hacer las tareas, estaba cansado de estar atrasado en la mayoría e las materias. Me senté en mis escritorio con mis problemas de matemáticas al costado. Era demasiado aburrido hacerlos pero era necesario centrarme en ellos por que sino nunca acabaría y tendría que dar examen en el verano.
No avance mucho hoy pero por lo menos hice algo. No quise prender la computadora, no estaba de ánimos. La computadora era una bendición para las tareas, era divertida si tenías buenos juegos, te hacía compañía por que te acercaba a tus amigos pero ahora último solo me traía malas noticias. Mi vida era un desastre pero no me gustaba pedir ayuda a nadie, se burlarían de mí. Yo había creado este problema y yo tenía que solucionarlo de algún modo.
A la mañana siguiente fui al colegio, mi papá me llevo. Tuve que llevar una maleta nueva con las tareas que se habían salvado de ser robadas. Llegue a mi casillero, todos me preguntaban por mi cabello, no iba a admitir antes ellos que no sabía como había aparecido así, tampoco les iba a decir lo que le dije a mis papas, que me habían robado, además quien roba cabello! Les dije a todos que yo había preferido cortarlo ya que estaba demasiado largo, la mayoría se quedo tranquila ya que había sido mi elección pero los que me conocían bien no se tragaron el cuento. Ellos sabían que yo adoraba mi cabello y que siempre le prestaba un cuidado especial a la hora de bañarme.
“No te creo, tu jamás irías solo a la peluquería a cortarte el cabello y menos seis dedos! Dime la verdad!”
“Ya te dije Takuya. Se me vino la locura ayer y quise cortármelo”.
“Supongamos que te creo, cosa que no es verdad. Me puedes responder por que un peluquero, que se supone sabe cortar por que lo hace toda su vida, te dejaría así el cabello?” – tenía razón, eso era algo que no había previsto y casi nadie se dio cuenta. Mi cabello estaba desigual, me lo habían cortado mal. – “Aja! No tienes una respuesta por que simplemente no fuiste a que te corten el cabello… o me equivoco?”
“Que espeso eres! Para tu información YO mismo me lo corte! Ya te dije se me vino la locura ayer y quise variar. Ahora saliendo iré a que me lo emparejen”
“Emparejar que?” – Kouichi recién llegaba osea que la segunda parte de mi interrogatorio recién iba a empezar. – “Que te paso en la cabeza? Parece que alguien se loqueo y quiso matarte.”
“No estoy de humor para dar explicaciones! Me quise cortar el cabello y punto, algún problema?” – todo el corredor se quedo mirándome. Abrí mi casillero para sacar mis cosas para clases cuando el conserje se me acerco.
“Niño! Tu eres Kouji Minamoto?”
“Si, por que?”
“Ayer me quede limpiando hasta las cinco de la tarde y encontré tu maleta tirada en medio de la pista de carreras. La abrí para ver de quien era y encontré tu identificación. Toma”
“Gracias” – el señor se estaba alejando –“Señor… no vio algo raro ayer por el lado de la pista de carreras? Algo como una caja de metal? O alguien raro?”
“No, nada. A las cinco de la tarde el colegio esta vacío… a veces se quedan algunos profesores pero no vi a ninguno. Ya me tengo que ir a trabajar. Cuidad tus cosas niño”
“Oye Kouji, que hacía tu maleta en la pista de carreras? Yo pensé que te ibas ni bien te deje en la salida” – no pude responderle a Takuya por que no yo sabía como había aparecido mi maleta ahí. Pero si mi maleta la encontraron a las cinco de la tarde y el señor no me vio, ni a mi ni a nadie raro… yo aparecí en la salida alrededor de las siete de la noche… esto era raro.
“Por que no nos cuentas que pasa Kouji? Que hacía tu maleta sola en el colegio?”
“No sé. Pense que la había perdido”
“Kouji… cuando quieras contarnos algo llámanos sino no te podemos ayudar. Tu sabes que siempre puedes contar con nosotros… verdad?” – mi hermano no podía saber nada, nadie podía hacer nada por mi.
“Si lo sé pero…”
“Si te da tanta vergüenza no me lo digas pero sería bueno que busques ayuda de alguien. Hay tantas personas como papá, mamá, amigos…”
“Incluso consejeros. Yo una vez tuve un problema con mis notas y no sabía como solucionarlo. Ustedes estaban de viaje y jumpei estaba ocupado, Izumi es niña… busqué ayuda en la computadora. A veces encuentras soluciones contándole tu problema a gente que no te conoce” – Takuya tenía razón pero era precisamente por hablar con desconocidos que estaba metido en este problema.
Durante todo el día takuya intentó que le dijera algo pero era peligroso meterlo en mi problema, era mejor dejarlos al margen. A la salida fui a sacar mis libros para las tareas del casillero. Me dolía la cabeza de solo pensar en todo lo que tenía que hacer. Abrí mi casillero y metí como pude las cosas a mis dos maletas pero encontré un sobre que no lo había visto antes. Mire para todos lados y lo abrí. De un momento a otro me puse paranoico, me hice a un lado del pasillo para ver el contenido.
Que te pareció lo de ayer? Asombroso lo que puedes aprender en un par de horas no? Lo malo fue que te quedaste dormido… para la próxima me gustaría verte los ojos más de cerca. Lo siento por lo de tu cabello, me gusto tanto que preferí quedarme con algo. Es asombrosamente suave al tacto… como tu piel… usas alguna crema en especial? Me gustaría verte hoy pero tengo que hacer… nos vemos mañana en el estadio del colegio, a la hora de deporte ya que no puedes hacer ejercicios.
Otra cosa más… procura ponerte algo holgado mañana, trae ropa limpia para que te cambies. No quiero que nadie sospeche nada. Y ya sabes… no le digas a nadie nuestro pequeño secreto, es algo entre los dos.
Besos
Que? Me incline a la pared, sentí como el peso me llevaba hasta el piso. Empecé a sudar frío. Cogí el papel y lo destroce en el acto, queme los pedazos en el baño. Esto se ponía más serio, que me habría hecho mientras estaba dormido. Ropa extra? Con que excusa iba a llevar ropa extra al colegio si no iba a hacer deporte, papá se daría cuenta. Solucionar este problema me costaba demasiadas mentiras y omisiones… de repente tenía que hacerle caso a Takuya y buscar ayuda por otra parte… pero con quien?
Llegué a la casa y subí a mi cuarto. Prendí la computadora, si ella me metió en este problema entonces me tenía que sacar. Prendí mi msn e ingrese al chat. Esperaría a que alguien me hablara o buscaría a alguien? Tenía ganas de contarle en ese momento todo a Kouichi pero el no se conectaba hasta la noche, incluso a veces no se conectaba. No tenía ningún contacto en línea, demonios! Me cambie el nick y entre a la sala de los que buscan consejo, alguien me podría ayudar ahí.
Ears: eres nuevo en la sala. Quien eres?
Want to talk: no quiero dar mi nombre.
Ears: esta bien, eso es normal. Cual es tu problema?
Want to talk: alguien me esta fastidiando, no se quien es.
Ears: eres menor de edad verdad?
Want to talk: si… yo… no se que hacer…
Ears: cuéntame todo el problema
Want to talk: no se si deba. Estoy amenazado.
Ears: la cosa es grave entonces. Si no me cuentas no te puedo ayudar, aunque sea dime algo…
No pude… me salí de la sala, salí del chat. Me daba miedo hablar con gente que no conocía. Me recosté en la cama a mirar el techo, estaba asustado y lo peor de todo era que no sabía de quien. Me levanté a hacer las tareas ya que ellas no se iban a hacer solas, por momentos mis ojos querían ir a la computadora pero me trataba de concentrar en la tarea. Mas tarde se conectó mi hermano pero ya no tenía ganas de contarle mis cosas, Takuya seguía insistiendo para que le contara y había jalado el problema con Izumi, Tomoki y Jumpei. No quería hablar con nadie. Hasta que él se conectó…
Madbutterflie: ya preparaste tu ropa para mañana?
Kouji: que pretendes? Ya déjame en paz!
Madbutterflie: No te pongas así, cuando duermes te ves muy dulce, así me gustaría que fueras siempre.
Kouji: siempre? Eso significa que me conoces… no?
Madbutterflie: si… pero tu no a mi… me refiero en la intimidad
Kouji: Que? Mira espero no me hayas hecho nada por que …
Madbutterflie: Por que no recuerdas nada? Que lástima por que fue una tarde bastante agradable. Bueno de todas formas te veré mañana.
Kouji: y que si no voy? Le harás algo a mi hermano? No creo que le puedas hacer algo por que avisare a la policía de esto.
Madbutterflie: No creo que puedas, no me atraparían, quemaste las pruebas no recuerdas?
Kouji: Me viste? Estabas ahí? Eres del colegio entonces… eres… un profesor?
Madbutterflie: Puede ser… quizá. Pero de todas formas si no vas le pasara algo muy malo a tu hermano. Espero que vengas, detestaría matarlo… es un buen chico.
Kouji: Conoces a mi hermano… tu le enseñas verdad? Eres uno de los profesores de mi hermano… y seguramente también me enseñas a mi. Podría hacer que revisen a todos los profesores sabes?
Madbutterflie: No creo que quieres quedar como débil ante todo el mundo.
Kouji: a que te refieres?
Madbutterflie: que si tu haces eso yo podría acabar con tu vida. La social y la vida en general, nadie te miraría bien.
Kouji: habla claro!
Madbutterflie: tengo algunas cosillas tuyas, no creo que quieras que la gente las vea.
Kouji: que cosas?
Madbutterflie: has revisado tu correo? Ve, revísalo, mira lo que hay en tu correo
No sabía por que le hacía caso. Abrí mi correo… había uno que no había sido identificado por el spam y estaba en la parte de los lotes. Lo abrí… la pagina demoraba en cargar… habían imágenes… cosas que no me acordaba haber hecho.
Kouji: que es eso?
Madbutterflie: Nuestra reunión del otro día. Ya no te acuerdas?
Kouji: no…
Madbutterflie: Bueno… te refrescare la memoria mañana entonces.
Kouji: espera
Madbutterflie: No ya me voy. Nos vemos mañana a la hora de tu clase. Se puntual.
Ese tipo era desconcertante. Siempre me dejaba con las palabras en el teclado. Pero no me acordaba de nada de esas fotos, no eran fotos feas felizmente. De las 3 fotos que me mando solo una abría y era mia sentado en… bueno no se veía muy bien donde era… pero parecía un lugar muy oscuro… de repente si aclaraba la foto con algún programa podría ver bien que era.
Instale el cd de Photoshop y aclare la foto. En verdad si esta era la foto más suave me alegraba que las demás no abrieran. Yo no me acordaba nada de eso. Ese hombre o lo que fuera me había sacado la ropa, me habría hecho algo más? Me daba miedo que llegara el día de mañana… no quería ir a clases…
Capítulo 2:
Hoy me fue difícil levantarme, de solo pensar que tendría que ver a esa persona se me revolvía el estómago, por eso no tome desayuno, temía arrojarlo después. Aliste la ropa extra procurando no elegir nada muy llamativo. Me puse cualquier cosa encima por que tampoco estaba de humor. Papá me llevo al colegio. Durante el camino de ida sentí como que papá quería decirme algo pero no se animaba, ya casi llegando como a unas tres cuadras paro en un semáforo y mientras esperábamos que la luz vuelva a cambiar a verde me dijo:
“Kouji… no se que te pasa últimamente pero siento como que tuvieras algún tipo de problema, no se si será verdad o solo es cosa mía. Si tuvieras algún problema me lo dirías no?” – era la primera vez que papá sentía algo así o al menos era la primera vez que me lo hacía presente. Si tenía un gran problema pero no podía meter a nadie en el, osea que eso estaba totalmente descartado a pesar que me hubiera gustado contárselo a él.
“Son paranoias tuyas papá. Que podría estar mal? Estoy bien en todos mis cursos, no tengo problemas con mis amigos, las cosas con mi hermano están mejor que nunca, mis dos mamás se llevan bien, los quiero a todos, todos me quieren… no veo el problema” – la mentira me había salido muy bien aunque no estaba seguro de cuanto más la podría hacer durar.
“Puede ser… pero aún así sigo sintiendo que hay algo que no está bien. Te vigilare para saber que no te ocurre nada malo. Después del colegio que te quiero en casa, quiero que me cuentes todo tu día. Entendido?”
“Entendido papá”. – Por lo menos lo deje un poco más tranquilo aunque el que empezaba a perder los estribos conforme llegábamos al colegio era yo. Baje del carro y entre despacio al colegio. Papá me quería ayudar a entrar por que aún seguía con las muletas pero yo no quería, eso sería mostrar debilidad y yo no quería que nadie piense eso, yo podía solo. Yo podía controlar estas cosas con papá y mamá que eran las personas con las que más tenía confianza a parte de mis amigos pero a diferencia de ellos yo no podía impedir que Takuya o alguien del salón me diera una mano. Kouichi siempre estaba ahí para hacerlos a un lado pero ese día no había llegado aún.
“Nee, Kouji… por que has traído ropa extra si tu no puedes hacer ejercicios? Aún traes las muletas” – Como era posible que esas cosas no se le escaparan?
“Bueno por que hoy después del colegio me iré al médico y no quiero ir con esta ropa” – uff buena salvada!
“Ah bueno… aún así me parece innecesario. Meteré tu maleta al casillero y cuando la necesites la sacaré por ti, no queremos que te esfuerces mucho”
“Fue solo un golpe Takuya! No estoy lisiado ni impedido!”
“Estas impedido de moverte libremente por ahora… por eso no puedes hacer deportes… sonso” – intenté empujarlo despacio como para asustarlo un poco pero las muletas era un estorbo y casi termino en el piso, esto hizo que Takuya viera lo ‘impedido’ que estaba y desde ese momento se empeñaba más por ayudarme a hacer las cosas.
“Estoy bien! El pie de la muleta se resbaló, el piso esta resbaloso hoy. Yo puedo hacer las cosas solo, no te necesito!” – pero aún así no me hacía caso, traté de detenerlo pero se alejo rápido de mi cargando mi maleta hacia el salón. Takuya era un buen amigo… un poco sofocante pero un buen amigo.
Traté de concentrarme en clases ya que deportes era todavía a la quinta hora. Kouichi parecía también haberse dado cuenta que algo andaba mal conmigo y me llevó a un costado. Al principio me hice el loco como para tratar de despistarlo pero en esos casos el solía ser casi tan pesado como Takuya, tan obvio era como para que todos se dieran cuenta que había algo malo conmigo?
“Se que hay algo que no nos has dicho. Papá está preocupado por ti al igual que tu mamá y mamá. Nos dirás algún día que te sucede o tenemos que esperar a que te atropelle otro carro para que nos digas algo?” – me quede callado. No podía decirle nada de lo que sabía por que algo malo le podía pasar a él, yo lo quería demasiado como para dejar que eso sucediera. Pero tenía razón, iba a esperar a que me hicieran algo malo para hablar? – “Ajá! Estas debatiendo en tu cabeza, eso significa que si hay algo que te lo mantienes para ti solo, hay algo que te preocupa. Que es? Te podemos ayudar?”
“No, no hay nada malo, por que nadie me cree? Yo estoy bien, tu estás bien… eso es lo que más me importa. Si tu estas bien entonces todo estará bien”
“Esta bien, no me lo digas. Quédate con tus problemas y húndete pero después no me vengas a llorar cuando te pase algo malo. Todos estamos preocupados por ti desde el día que te atropellaron y a ti parece que no te importaran esas cosas. Sigue con tu vida entonces y resuelve tus problemas solo!” – Kouichi dio media vuelta y se fue por el pasillo, ni siquiera dio media vuelta como para verme ahí destrozado, en ese momento le hubiera dicho todo pero… había algo muy cierto en sus palabras. Yo sentía que con esta cosa me hundía poco a poco, cuanto más tiempo pasara se me haría más difícil decir la verdad de todo, mis mentiras se hacían cada vez más grandes. Ya estaba en la cuarta hora y el ancla cada vez me jalaba más al fondo.
Ya comenzaba la quinta hora. Salimos del salón y todos fueron a sacar sus ropas del casillero, espere a que todos lo hicieran para después sacar las mías. Por lo general a esta hora yo me iba a la biblioteca a leer o a avanzar alguna tarea pero esta vez tenía que ir a otro lugar. Yo no quería ir pero mis pies ya conocían a donde tenía que llegar, ellos caminaban solos movidos por alguna fuerza extraña y se detuvieron en el estadio del colegio. Entre pero todo estaba oscuro, no había nadie todavía camine un poco, sin bulla el único ruido desesperante era el de las muletas. Me senté en una de las bancas a esperar a que pasara algo hasta que sentí que había alguien detrás de mí.
“No te muevas Kouji. Quédate ahí quieto” – su voz era gruesa y no la reconocía de ningún profesor no director ni nada por el estilo. Sentía como se acercaba mas a mí, veía algo negro cubrir mis ojos, algo como una de esas cosas que usaba mi mamá para dormir… algo como un antifaz, luego me puso una venda en los ojos… supongo para asegurarse de que no lo viera. – “Párate ahora y ven conmigo, sigue mi voz” – era difícil seguir su voz por que la venda tapaba también un poco mis oídos, por el nerviosismo mi pie como que no quería avanzar y mis muletas se tropezaban entre si, caí al piso de bruces, me costó levantarme especialmente por que no veía nada. Busqué a tientas mis muletas pero no fue muy necesario. – “Bueno ya adelantaste un paso, te iba a pedir que te sentaras. Ahora quiero que te quites la ropa, toda la ropa que traes puesta empezando por arriba y terminando por tus medias. Lentamente”.
“Pero… yo no quiero…”
“No se trata que tu quieras, es lo que yo quiero y exijo que hagas o sino ya sabes lo que puede pasar… o ya te olvidaste bebé?” – no quería sacarme nada en especial por que ni siquiera sabía quien era, no sabía lo que podía hacerme, no veía nada y eso incrementaba mi miedo.
“Pero…”
“No Hay pero que valga te doy diez segundos para que empieces! 1… 2… 3…” – Por tiempo? No quería… - “4… 5… 6… 7…” – no iba a hacerlo… no lo haría! – “8… 9… 10!” – me quede sentado en el piso tratando de oir algo, lo que fuere como para prepararme a lo que vendría. Sentí un zapato que conectaba con mi abdomen y me hacía rodar por el piso. Oí un sonido como de campanita y luego… - “No me queda otra elección por lo que veo, necesitas mucha disciplina, haremos que seas más obediente con lo que se te pide que hagas… seguro tu papá tiene problemas para hacerte entender las cosas” – Me dolió, ni siquiera papá me había pegado con la correa de su pantalón, no esperaba que esta persona si lo hiciera. Me agarró a correazos en la espalda, en los brazos, en las piernas, en mi tobillo aún adolorido. Cuando se canso volvió a insistir con lo de la ropa. – “Quítate la ropa, o el próximo será tu hermano!” – con el dolor de mi cuerpo y del corazón me saqué la ropa. Primero la casaca, el polo, las zapatillas, el pantalón, mi boxer, cuando iba a sacarme las medias me detuvo. – “Echate. Quiero que levantes la pierna hasta el pecho y te saques la media lentamente, después haces lo mismo con la otra” – no sabía que quería lograr con eso hasta que me imagine haciendo esa operación en mi mente… este tipo era un enfermo, aún así hice lo que me pidio, la vida de mi hermano estaba en juego.
El tipo parecía estar complacido por los sonidos que le escuchaba, me daba mucho asco pensar lo que estaría haciendo. Me daba frío estar ahí echado en el piso, totalmente desnudo y con los ojos tapados. Me quede un rato en silencio esperando a que me dijera algo más para poder irme de una vez pero esto parecía recién estar comenzando.
“Levanta tus brazos y déjalos en el aire hasta que yo te diga” – eso no me pareció tan malo. Estire mis brazos y los dejé ahí. Se me cansaba el brazo de esperar la orden, sentía que se me caían… espere como 10 minutos hasta que el me amarró pero no hizo ninguna cosa como para juntarlos, al parecer yo lo había echo solo. Bajé los brazos por que no aguantaba más estar así. – “Yo no te dije que bajaras los brazos. Déjalos arriba!” – Los volví a levantar a pesar que mis brazos ya no daban para más. Sentí que tenía algo encima mio hasta que mis brazos entrelazaron algo. Sentí su respiración en mi cara, sentí como se ponía de pie cargándome de paso. –“Enrosca tus pies a mi cintura!” - me daba miedo por que no sentía ropa de separación entre nuestros cuerpos, sus brazos me apretaban la cintura, no me dejaban respirar muy bien. – “Hazlo!” – enrosqué mis piernas a su cintura, sentía que su miembro me rozaba las piernas – “Frótate contra mi cuerpo!” – me daba asco pero lo hice, en todo el tiempo pensaba en mi hermano, esto era por él, yo en verdad no quería hacer esto, me estaban obligando. –“ No lo haces bien, hazlo de manera más rápida. Espera tengo una idea” – me soltó la cintura, se iba caminando conmigo trepado a él, se agachaba como buscando algo hasta que se volvió a parar. – “Esto te ayudara” – Aprovechándose que mis piernas estaba en su cintura con sus dedos empujo algo dentro de mi, no se que era pero era duro y me fastidiaba, me dolía, quería sacármelo de cualquier manera… - “Ahora muévete, frótate contra mi, intenta sacarte eso que tienes dentro” – lo hice no por que me lo ordenara sino por que me dolía demasiado, quería sacarme lo que fuera que me hubiese metido pero con cada movimiento desesperado que hacía sentía que el se excitaba, respiraba más fuerte en mi oreja, mordía mi cuello, pellizcaba mis glúteos. Sin darme cuenta me movía como un loco, apretaba más contra su cuerpo con movimientos de caderas pero aún así esa cosa no salía.
“Sácamelo por favor! Me duele! No se que sea, pero sácamelo!” – me dolía mucho, me hacía llorar, me fastidiaba tener que pedirle por favor. Me bajo de sus brazos y me acostó en el piso… estaba muy frío.
“Abre las piernas, lo más que puedas”
“Me vas a sacar eso? Sácamelo por favor!”
“ÁBRELAS!” – no espero que lo hiciera, ni siquiera que le contestara, el se abrio paso entre ellas y me metió su miembro con fuerza. Me dolía demasiado, más que antes. Grite con todas mis fuerzas hasta que sus labios mordieron los mios para ahogar mi grito. Después de un rato me empezaba a quedar sin aire, me empezaba a acomodar a sus movimientos a pesar del dolor, encontraba cierto placer en dar de brincos tratando que me doliera menos, me movía más, así como si tratara de sacarme lo que demonios me hubiera puesto adentro.
Duramos así como diez minutos descansando un ratito de cuando en cuando. Aún no me permitía verle la cara pero esto que me había enseñado no era tan malo, en medio de todo me sentía bien aunque me había dolido mucho. Al final cuando acabo todo me dejo tirado en el piso, en el fondo quería más pero no iba a admitirlo, no delante de él, haría como que no me había gustado… ese sería mi oscuro secreto.
Me ayudo a ponerme de pie y me cargo hasta las duchas del estadio. Me ordeno bañarme muy bien por todas partes. Incluso me volvió a abrir las piernas para limpiar el mismo mi zona de abajo en especial mi entrada sacando por fin lo que me había metido, hasta ahora no sabía que había sido. Me cambie con la ropa que había traído puesta, la otra se la llevo él. Saliendo del estadio me di cuenta que no estaba bien lo que había hecho, nada de lo que había hecho ese día estaba bien. No era bueno que yo hiciera esas cosas pero tampoco sabía a quien podía denunciar por que no lo conocía, no sabía quien era, tampoco sabía si en verdad me gustaba lo que le había permitido hacerme, solo era un dolor que se había convertido en placer… nada más. No lo había hecho por que me gustara, lo hice por mi hermano… al menos eso fue al principio. Estaba confundido, quería llorar, quería correr de ahí pero las muletas no me daban mucha libertad de movimiento, aún así salí del colegio como pude, con la maleta llena de mis cosas, con mi mente llena de cosas confusas. Falte a las dos últimas clases y me fui a mi casa. Felizmente después de colegio siempre estaba solo por que mis papas trabajaban. Me eche en mi cama a llorar, aquí no me importaba, nadie me podía ver, nadie me podía oír, nadie lo sabría nunca.
No se cuanto tiempo me habré quedado en ese plan llorando como un niño pequeño hasta que sonó el teléfono. No contesté, dejé que la máquina lo hiciera…
Kouji! Donde te has metido? Algo me dice que estas oyéndome así que contestas de una vez! No has ido a las dos últimas clases del día y hay tarea para mañana. Entra a la computadora para que te las pueda dar, Kouichi también estaba preocupado por ti, dice que discutió contigo? Oyé! Contesta de una vez! Me estoy cansando de hablar solo! … ya mamá dejaré de gritar al teléfono. Ya pues Kouji contesta! Si no lo vas a hacer llámame por que mi mamá me va a quitar él teléfono ahora, chau!
La contestadora tenía mensajes, al parecer habían llamadas que no habían llegado a entrar…
Kouji… lamento haberte gritado en el colegio… no fue mi intención… es que me preocupas, me preocupa que no hables de tus problemas como los demás… si sucede algo malo ten la libertad de decirnos antes que sea tarde, yo siempre voy a estar ahí para escucharte. Te quiero mucho, perdóname por favor… chau.
Kouichi… sabía que me iba a perdonar… al final entendería como era yo, solo había sido cuestión de esperar pero seguía preocupado, esperaría a que le dijera algo, era lo más probable. Tendría que buscarle un excusa. Me levanté con un poco más de ánimo de la cama, baje a la cocina pero no tenía hambre… mi porción de comida se la di al perro para que se viera como si yo hubiese comido, la mentira se hacía cada vez más gorda. Subí a mi cuarto y me puse a avanzar con algunas tareas, llamé a Kouichi para decirle que aceptaba que si había algo malo, le dije que era por que nadie me dejaba en paz y se preocupaban demasiado por mi, que no me dejaban vivir, al parecer se quedo contento con eso, llamé a takuya a pedirle mi tarea y le di la misma excusa, mis mentiras me iban salvando por mientras. Me hice después de eso la promesa de no entrar a la computadora salvo que fuera absolutamente necesario, ya no quería saber nada de Madbutterflie y nada de sus cosas, si quería algo que se comunicara de otra manera por que no abriría la computadora para que me dejara colgado después y me diera mas escabrosas ordenes, ya estaba cansado de esas cosas.
Logré mantenerme lejos de esto por una semana más o menos que fue el tiempo que necesité volver a usar la computadora. Los trabajos tenían que hacerse y ya no podía dejar que se acumularan más. No prendí el chat ni el messenger, solo abrí mi correo para recibir mi parte del trabajo que me lo mandaba mi hermano. En mi correo había basura de tiendas, invitaciones para unirme a grupos, y un correo de Madbutterflie aparte del trabajo que me envió mi hermano. Me daba miedo abrirlo por que ya era de hace como tres días, se abría molestado? Abrí para ver de que se trataba esta vez…
Hola mi amor!
Se que te gustó lo de la otra vez, me di cuenta por la manera como te movías encima mío, lo que te puse logró el efecto… otro día te diré que era. Hace tiempo no se de ti, me gustaría verte y se que en el fondo tu también me quieres ver y que yo te haga todo lo que te hice sentir el otro día. Pense que te podría agradar este archivo… me tome la libertad de grabar tus sonidos a la hora que me pedías ‘por favor’.
Bueno lo que te quería decir es que sería bueno que te conectaras a la computadora de vez en cuando para concretar otra cita como la de la semana pasada y ponernos a sudar un poco. Me gusta el olor de tu ropa, la guardo con mucho cariño ahora, la tengo en un lugar especial en mi casa. Que te parece si nos vemos a la salida del colegio el día… 18 de abril? No me importa si dices que no por que igual lo harás. Nos vemos.
18 de abril? Eso es dentro de dos días… dentro de dos días era el partido de takuya, justo después de clases, ya me había comprometido con él, no podía dejar de ir pero… si no iba Kouichi pagaría las consecuencias… primero era mi hermano y después era Takuya, se iba a enojar pero no tenía alternativa. Era mejor no decirle nada hasta último momento así no se opondría tanto por que pasaría como un imprevisto… era la mejor solución que se me podía ocurrir.
Me daba pena estar en el colegio y decirle a Takuya que iría a su partido cada vez que me lo preguntaba. Todos estaban felices por que el partido era mejor si estábamos todos juntos apoyándolo ya que sus adversarios eras difíciles de vencer. Llegó el 18 de abril y todo el colegio estaba entusiasmado por el partido tanto que los profesores desistieron en dejarnos tareas, conforme se acercaba el partido se acercaba la hora de decirle a Takuya que no estaría ahí.
“Takuya… puedo hablar contigo?” – me miro extrañado y nos fuimos a un lado del pasillo.
“que pasa Kouji? Algún problema?”
“Si… hace rato quería decirte algo pero… no sabía como”
“Que cosa? No me digas que no puedes venir a ver el partido?”
“La verdad que no puedo takuya… me encantaría estar ahí… de verdad pero…”
“Pero… siempre hay un pero contigo Kouji! Eres una falla! Ahora por que no puedes estar?”
“Tengo una cita en el médico… como ya no tengo las muletas me quieren revisar”
“Esa es una mentira Kouji. Todos sabemos que esa cita fue hace tres días. Pero esta bien… no vengas al partido más importante… total no tienes amigos lo suficientemente confiables como para contarles tus cosas. Ve nomás, diviértete haciendo lo que tenías planeado hacer, no te quiero ver en el partido tampoco!”
“No te pongas así conmigo! No te molestes! Por favor!”
“Por que no quieres que me moleste? Dijiste que no te lo perderías por nada y aquí estas, cancelándome. Sabes que? Vete de una vez, me tengo que alistar, chau!” – jamás pensé que llegaría el día en que logrará enfadarlo, el siempre había tenido tan buen carácter. Me iba no por que quisiera, me iba por que tenía que hacer, no por que me gustara… bueno de repente un poco pero eso aún no lo aceptaba ni yo mismo.
Llegué a la puerta del colegio, al frente cuadrado había un carro. Supuse sería él por que tenía las lunas polarizadas así que me acerque. Se abrió la puerta de a tras y me senté sin que nadie me viera. Entre el asiento del conductor y los asientos de atrás había una luna oscura de separación asi que seguía sin conocer la cara de Madbutterflie.
“Cuando me vas a dejar en paz? Ya me he ganado varios problemas por tu culpa sabes? Mi mejor amigo me odia!”
“No creo, si fuera tu mejor amigo no te odiaría. Solo te llamé por que quería verte ya que no te conectas a la computadora, ya no te veo”.
“Yo nunca te he visto de frente y tampoco creo que me dejes hacerlo a este paso y no tengo derecho a quejas!”
“Me encanta tu sentido del humor. Bueno creo que es el momento de empezar a hacernos amigos no crees? Vamos a empezar a parar más tiempo juntos, lo intuyo”
“No gracias. Ya tengo amigos”
“Amigos a los que no les cuentas tus problemas? Esos no son tus amigos si lo fueran hace rato les hubieras contado todas tus cosas y se muy bien que no lo has hecho”
“Te he hecho algo para que me fastidies de este modo? Yo no me meto en tu vida así que no te metas en la mía”
“Tienes razón pero yo quiero ser tu amigo, por eso te fastidio. Sino mira como se tantas cosas de ti. Si yo fuera tu amigo no te gritaría, te haría comprender, si yo fuera tu amigo te ayudaría así tu no quisieras, yo como tu amigo se que te gusta y que no, yo como tu amigo puedo hacer muchas cosas por ti si me lo pidieras bonito o si yo veo que me necesitas. Kouji… eres un chico que pide a gritos amor y cariño”
“Yo tengo amor y cariño, no necesito nada más. Mis papás me quieren mucho para que lo sepas”
“Si puede ser pero si yo te quisiera confiaría en ti, no iría donde tu hermano a preguntarle que te pasa ni a pedirle que te vigile… o si?”
“Como sabes eso? Eso me lo comentó Kouichi…”
“Entonces si es verdad. Yo lo sé simplemente por que tengo acceso a tu línea telefónica. Lo sé todo incluso lo que hablan tus papás. Quieres saber más? Quieres saber que le dice tu papá a tu madrastra? Quieres saber lo que dice tu hermano a tu papá? Quieres saber lo que dice Kouichi a Takuya? Lo que opina de ti cada uno de tus amigos? Lo sé todo”
“No! Todo esto lo estas inventando, es mentira, esas conversaciones son mentira!”
“Son verdad. Si quieres pregúntales a ellos mismos. Y para que veas que no te miento lo que ellos te van a decir es lo que te he mandado a tu correo. Lee tu correo primero y luego hablamos a ver si sigues pensando lo mismo”
“Si tu mientes me dejaras en paz?”
“Lo prometo. Es más te llevo a tu casa ahora para que veas ese correo, averigua en lo que te queda de la semana y la próxima y cuando estes seguro hablamos. Tu eres demasiado lindo y dulce como para que te traten de esa manera. Yo si te quiero y quiero ser tu amigo… sinceramente” – No volvimos a hablar durante el camino hasta que llegamos a mi casa. Me daba miedo subir a mi cuarto y mirar en mi computadora las ‘verdades’ que decía este tipo. Tenía miedo más que fueran verdad… por ahora la única confirmada era la de Papá y Kouichi… las demás las tendría que averiguar poco a poco.
Para la mañana siguiente estaba más tranquilo, había logrado relajarme repitiéndome que esas no podían ser, no podían haber dicho esas cosas, era imposible, el quería que yo perdiera confianza con ellos. Tracé un plan para poder confirmar esto, así no lo creyera tenía que probarlo, no podía vivir con esto en la cabeza.
Los primeros serían mis papás. Me levanté temprano y me fui a buscar a mi mamá a su trabajo, según tenía entendido ella trabajaba en un fábrica, ella era la secretaria de uno de los gerentes. Mamá se espantó un poco al verme principalmente por que debía estar en el colegio pero eso no me importó.
“Hola mamá. Tengo que hablar contigo, puedes?”
“Hola Kouji, es muy importante hijo?”
“Si, más o menos”
“Espérame un momento entonces” – mi mamá termino de tipera algo que parecía un acta y depués fue toda oídos. – “Cual es el problema hijo?”
“Necesito saber si es verdad que tu le dijiste a papá que yo me obsesionaba demasiado con las cosas. Quiero saber si le dijiste que yo debería tener otro tipo de crianza, que necesitaba más atención”.
“Si es verdad pero no se como lo estas pensando tu ahora por que…”
“No mamá, no te molestes en decirme más. Eso era todo lo que necesitaba saber. Nos vemos” – Madbutterflie iba acertando en dos hasta ahora… acertaría también en las demás? Regresé a mis clases al colegio. Kouichi y los demás me interceptaron en los casilleros para preguntarme donde me había metido.
“Ahora no tengo tiempo para contarles esto. Me gustaría hablar con todos ustedes a la hora de salida… pueden?”
“Kouji, por tu tono de voz suena serio. No nos puedes dar un adelanto?” – Izumi se veía preocupada pero no le hice caso.
“No le hagas caso Izumi. A don Kouji solo le gusta hacerse el interesante, después que nos tenga reunidos ahí a todos nos dira que tiene cita con el médico” – Takuya aún estaba resentido por lo de ayer, tenía razón pero por lo que acababa de decir era otro acierto para madbutterflie. No le di importancia en ese momento y seguí de largo ignorando los demás comentarios.
A lo largo del día estuve sentado escuchando clases sin hablar con nadie, nadie me hablaba a mi tampoco así que no tuve gran necesidad. A la hora de salida alisté mis cosas para el fin de semana y me fui a buscar a los chicos al árbol de la puerta que por lo general era el lugar donde nos reuniamos. Los esperé por diez minutos y llegaron todos juntos, cuchicheando.
“Ya Kouji, que era lo que tenías que decirnos?” – Kouichi se mostraba normal pero según Madbutterflie eso solo sería una careta al principio.
“Apúrate que mi papá me espera para una cita con el médico!” – me dijo Takuya en un tono burlón. Tomoki estaba con una cara de preocupación por el comportamiento de los demás, al parecer, acertaría también aquí madbutterflie?
“Solo quiero saber algo. Es lo último que les voy a pedir” – todos me miraron extrañados.
“Me preocupas Kouji. Que es eso que tienes que preguntar?”
“Quiero que me digan exactamente lo que piensan de mi. Quiero saber que hablan entre ustedes tal y como lo han hecho hace diez minutos, por eso se demoraron, por que estuvieron hablando de mi… verdad?” – La cara de Tomoki e Izumi no metía, si habían hablado de mi. – “Si no van a decir nada ustedes de repente yo puedo decir lo que decían de mi. Si es mentira me lo dicen ok?” – asintieron todos – “Empezaré por Izumi ya que las damas sin primero. Tu en esa conversación no dices mucho por que no querías creer pero ahora estas convencida de todo. Tu piensas que soy un buen chico y todo ese rollo monse que dice la gente. Pero también piensas que no digo nada, que ocultó algo y que si fuera tu amigo debería contártelo. Piensas que soy un testarudo por no hacer lo que ustedes me dicen que haga y que debería ser más abierto, piensas que debería ser más como mi hermano. Es verdad?” – La rubia solo asentía la cabeza sin palabras.
“Tomoki. Tu no tomas mucha parte de esto principalmente por que hace tiempo que no hablo contigo. Tu piensas que Takuya tiene razón en lo que piensa y que desde que hubo el accidente estoy más raro que nunca. Piensas que como hermano dejo mucho que desear por que nunca hago caso a los consejos de Kouichi pero tus pensamientos vienen básicamente por que es lo que escuchas de Takuya… no por que tu hayas dado esas conclusiones. Es verdad?”
“Como sabes eso Kouji?”
“Jumpei! Tu estas casi como Tomoki. Como no estas con nosotros en el salón y no llevas clases conmigo tienes que tomar parte del lado al que más creas, en este caso de Izumi. No te dejas llevar tanto como Tomoki y también das tus propias conclusiones. Tu piensas: ‘que estúpido de Kouji en hacer estas cosas en especial por que no tiene sentido’ , también piensas que soy un testarudo pero por sobretodo soy una persona que necesita comprensión por que nunca aprendí a sociabilizarme adecuadamente, por que soy callado, que me es difícil hacer amigos y que ustedes son mis amigos básicamente por que le caía bien a Takuya, aparte por que a todos ustedes les agrada más mi hermano que es una persona mucho más llevable. Déjame decirte algo… los gemelos nos parecemos físicamente pero somos diferentes personas. No necesito preguntarte si es verdad o no por que tu cara me lo esta diciendo en este momento”
“Takuya. Hasta el día de ayer no hubiera creído esto posible pero el mundo al parecer da muchas vueltas y ha estado dándolas últimamente sin mi. Pensé que eras mi amigo por ayudarme todo ese tiempo por que tenía las muletas pero no era por eso verdad? Lo hacías por que te sentías culpable, pero eso no importa mucho. Después se te metió la idea de que ocultaba algo y en tu afán de chisme se lo comentaste a mi hermano, hasta ahí no hay problemas pero cuando empezaste a pensar que estaba mintiendo comenzaste a seguirme para pescarme haciendo algo indebido pero no encontraste nada. Ayer te dije lo que te dije por que tenía que hacer algo importante pero te enojaste conmigo me dejaste en claro que estabas cansado de mi. Y es que tu piensas que yo no los quiero a ninguno de ustedes, tu crees que ustedes no me importan pero ahí te equivocaste, nunca pense eso de ustedes. Nunca reuní a todos en mi casa para tratar de hablar de mi. Que soy falso, malcríado, despreocupado, mal hermano, mal amigo, mal hijo… no se que más habrán dicho de mi y ahora ni me importa.”
“Si dijimos eso es por que te comportas raro Kouji. Al principio te dices nuestro amigo pero nos dejas preocupados. No vienes a un partido y apareces en un hospital. Te damos ayuda y nos dices que no nos necesitas… tu no eras así. Hoy te perdiste tres clases, ayer un partido importante, la semana pasada te fuiste a tu casa antes de tiempo, traes ropa de gimnasia cuando no vas a hacer nada y me sales con que te quieres cambiar para ir al médico… ese no eres tu!”
“Y eso a ti que te importa? Es tu vida acaso? Te incomodo? No me soportas? Eso ya lo sé, ya me lo contaron. Aparentemente alguien sabía de todas estas cosas y me lo contó ayer… mientras tu jugabas tu gran partido. No le creí nada pero ya me di cuenta que si era verdad. No me da cólera que piensen eso de mi por que en fin así soy yo pero si tienen algún problema con mi forma de ser díganmelo en mi cara, no se reunan en un lugar a hablar de mi como si fuera un fenómeno! No te gustaría que yo hiciera eso o si?”
“Bueno si eso era todo Kouji entonces discúlpanos. No fue nuestra intención hacerte sentir mal, solo estábamos preocupados por ti”
“Lo sé Kouichi pero tu tampoco te escapas. Se que le has contado todas estas cosas a papá, papá se las cuenta a mamá, mamá las comenta con mi mamá y ella con mi papá. DE esa manera tenemos a ocho personas hablando de mi a mis espaldas, eso sin contar que papá ya le fue con el chisme a todos los profesores para que me vigilen. Se que te preocupo pero yo se por que hago así las cosas, no las hago por que sea loco. Me duele que piensen eso de mi en especial tu”
“Si hubiese sido yo hubieses hecho lo mismo, aún sé que hay algo que no nos has dicho Kouji, y lo único que se es que no es bueno pero como ya te dije… eso depende de ti si nos cuentas o no. No mas no nos lo cuentes cuando ya no haya vuelta a tras” – Kouichi se dio media vuelta y salió del colegio. Takuya se fue con él. Jumpei volvió a entrar por que tenía que hacer no se que. Izumi y Tomoki se quedaron ahí parados sin saber que hacer ni que decir. Una vez más madbutterflie había tenido razón. Ya no tenía necesidad de encarar a papá ni a mi madrastra por que sabía que era verdad, los había escuchado en la mañana hablar acerca de cómo sacarme información pero nadie lo sabría, jamás.
Salí del colegio y me fui a mi casa. Le di mi comida al perro y subí a mi cuarto. Hice lo primero que se me vino a la cabeza y prendí la computadora. Me metí al messenger…
Kouji: Madbutterflie… tenías razón
Madbutterflie: Lo sé. Quiere ser mi amigo entonces?
Kouji: no sé… me cuesta trabajo confiar en ti.
Madbutterflie: aún no confias en mi? Si quieres podemos vernos para hablar nomás. Quiere eso?
Kouji: donde?
Madbutterflie: te voy a recoger si quieres y vamos a donde quieras.
Kouji: ya. En cuanto tiempo?
Madbutterflie: dame diez minutos y estoy alla
Kouji: te espero en la puerta.
A los diez minutos ya estaba subido en un carro, no sabía aún a donde iríamos pero cualquier lugar era mejor que estar solo en mi casa…
TBC