Manners


Capítulo 2: Think again

Estaba acostumbrado a acabar el colegio y salir a comer con Ryoma al Mc Donald’s. Siempre invitaba yo por que como soy el mayor de los dos es mi responsabilidad velar por su bienestar así casi siempre me cueste la mesada entera. La verdad no me importaba gastar la plata en él por que siempre es divertido comer acompañado.

Pero esta vez estaba enojado con él y a cambio de su compañía tenía dos demasiado fastidiosas… Fuji y Kikumaru sempai. Sabía que los dos querían que les comentara mi problema pero yo no quería comentarlo esta vez… pero ellos eran bien tercos y no aceptaban un no por respuesta…

Una vez que llegamos al establecimiento pedí mi orden mientras ellos buscaban un sitio para sentarnos. Cuando yo llegué con mi pedido ellos estaban demasiado sonrientes… como si tramaran algo en contra mía. Me senté y mordí una de mis hamburguesas con cólera mientras ellos dos tenían una conversación silenciosa…. Con que clase de plan me vendrían ahora?

-“Neeee… Momo-chan… dinos de una vez lo que queremos saber” – Fuji se sentó a mi derecha esperando a que le contestara mientras Kikumaru agarraba mi silla para que no pudiera escapar… lo tenían todo planeado.

-“Por que creen que les voy a contar a ustedes? Seguro los mando Ryoma… si quiere hablar que me busque…”

-“Nyaaaa que tonto eres Momo! Ochibi no nos ha mandado a preguntarte nada! Además de tonto eres malo por que no te importó que se sintiera mal para hacerle doler el brazo!”

-“Si se sentía mal no debió ir a las prácticas… es más debió quedarse en casa… en América bien lejos de mí!” – Entre Kikumaru y Fuji se miraron… tenían caras como que habían descubierto oro o algo por el estilo…

-“Neeee Momo-chan… a ti te gusta Echizen?” – no tenía por que responder esa pregunta… no me podían obligar…

-“Nyaaaaa con razón! Espera que se lo contemos al ochibi! Tu que crees que dirá Fujiko?” – Kikumaru se puso demasiado saltarín

-“YO no he dicho nada de eso… es más, eso no es cierto!” – pero ellos parecían no prestarme atención…

-“Pues, la verdad no estoy seguro… pero quizá el sienta lo mismo… pero no hay nada mejor que ver la cara de sorpresa… por que no agarras tus cosas Eiji y nos vamos a buscarlo a su casa?”

-“Esperen! Eso no es cierto!”

-“El que calla otorga Momo-chan!” – Fuji se rió en mi cara y se paro para coger sus cosas por que Eiji lo estaba apurando ya desde la puerta.

-“Esta bien! Les diré pero no vayan a verlo” – eran demasiado persuasivos y era muy difícil dejar de hacerles caso. Cuando me volví a sentar para terminar de comer y contarles todo me di cuenta que ellos ya se habían acomodado y Fuji había cogido una de mis hamburguesas para escuchar mi relato mientras que Kikumaru regresaba de la barra de atención con un vaso de jugo grande y se acomodaba bien al costado de mi asiento. – “Que quieren saber?”

-“Por que te peleaste con él” – Fuji le dio un mordisco a mi hamburguesa si sorbía algo de mi gaseosa.

-“Por que lo trataste mal en la práctica?” – Salto Kikumaru en su asiento.

-“Por que no querías hablar con él cuando te pregunto en el pasillo por que estabas enojado con él?” – volvió Fuji con otra pregunta más que no sabía de donde la había sacado.

-“Por que le gritaste y le pegaste en el receso? Me dijeron que tuvieron que venir a separarlos? No tenías por que pegarle nya!”

-“QUE! Yo en ningún momento le pegué. SI Echizen esta diciendo esas cosas entonces nunca más le volveré a hablar!”

-“Eso es lo que se dice en los pasillos aunque Inui nos dijo que al parecer si habías recurrido a la violencia pero le faltaba recabar más información” – Eso sonaba bastante lógico… pero en la boca de Fuji sonaba como si en verdad lo hubieran creído.

-“Yo solo fui y le grité… quizá lo agarré con fuerza… pero no le pegué… yo nunca le pegaría!”

-“Y lo de las prácticas? Nya…. Momo eres un mentiroso!” – no le había pegado directamente pero si tenía que admitir que le había dado con toda la cólera que tenía en ese momento.

-“Es que… lo que pasa es que ustedes están de su lado y no saben mi versión… estoy seguro que ustedes también se enojarían!” – intenté que se pusieran un poco de mi lado… no era justo que Echizen tuviera tantos abogados en su defensa y yo ninguno, así yo quedaba como el malo de la película cuando también había sido afectado.

-“Y por que no nos cuentas tu versión… seguro tendrás una buena excusa… verdad Momo?”

-“Si Momo por que no es justo que lo trates mal en especial si estaba enfermo y quería hablar contigo!” – habría oído bien? Echizen estaba enfermo? Pensé que el comentario que me habían hecho antes era para hacerme sentir culpable y que les contase todo.

-“Yo no sabía que estaba enfermo…”

-“Y por que crees que salió del salón para hablar contigo?”

-“Pues para salir como siempre lo hace para irse a dormir al techo… yo no sabía que estaba enfermo! Que tiene?” – Una sonrisa de triunfo apareció en la cara de Fuji

-“Salió para hablar contigo pero el motivo de su salida era ir a la enfermería. Según la información que obtuvo Inui con la enfermera de la escuela Echizen tenía un dolor de cabeza fuerte… tipo migraña” – No sabía como era que Inui se enteraba de esos pequeños detalles, lo sacaría de casualidad o simplemente tendría cámaras por todos lados esperando captar pequeñas informaciones de todos? – “En fin Momo dinos por que no querías hablarle en ese momento” – ni yo lo recordaba bien ahora, mi cabeza estaba recorriendo todos los desplantes que le había hecho durante todo el día y teniendo en cuenta algunas de mis actitudes me sentía como un canalla.

-“Yo… yo… yo hable con él en la tarde de ayer y le dije algunas cosas… él se enojo a pesar que lo que le había dicho era verdad y se fue dejándome con todo lo que le había comprado aquí en esta misma mesa! Gaste toda la plata que me había enviado mi abuela en él y ni siquiera tuvo la cortesía de agradecérmelo!”

-“Y por eso nomás te enojaste con él? Nyaaa Momo tu sabes que Echizen se ofende rápido y si estaba enojado no te iba a agradecer nada!”

-“Por eso fue que le dije que era una mal educado…”

-“Le dijiste eso?” – Fuji parecía sorprendido

-“SI, también le dije que era grasero, irrespetuoso y no se que tantas cosas más” – Ahora Kikumaru era quien sorbía su jugo cuando este ya se le había acabado. – “Pero no es lo único! Hoy cuando fui a recogerlo perdí un montón de tiempo llevando la bicicleta para su casa para ir juntos como todos los días pero él ya no estaba! No me había dicho nada seguro para que llegara tarde! Tampoco me dejo encargado nada con nadie y estuve esperándolo en la puerta de su casa hasta que su prima por suerte salió y me dijo que se había ido con su mamá temprano y ya debía estar allá! Me hizo perder mi tiempo y por su culpa llegué tarde, por su culpa casi me castigan en clase cuando me tiro un caramelo duro directo a mi hijo! O sea me hizo doler y encima por eso me botaron de mi salón! Como quieren que no me enoje con él!” – Nunca había hablado tan rápido en mi vida! Tampoco pude creer todo el mal día que había pasado por culpa de Echizen y tampoco podía creer que el tonto ese hubiera asistido al colegio si se sentía mal… en que estaba pensando!

-“Bueno… Momo y ahora que planeas hacer?”

-“Yo nada… él es el que tiene que pedirme disculpas ya que por su culpa estuve metido en un montón de problemas!”

-“Nyaaaa, Momo tu no entiendes nada no? Ochibi estuvo tratando de hablar contigo durante todo el día y tu no le hiciste caso! El también estuvo metido en varios líos para que le hicieras caso pero tú no le prestabas atención!” – Kikumaru se estaba emocionando en la conversación y sin notarlo poco a poco iba alzando la voz… si seguía así todos los del restaurante se darían cuenta que me había peleado con alguien.

-“Kikumaru sempai podrías bajar la voz? Aún no te oyen en Francia!”

-“Nyaaaa! Fuji has visto? Este Momo quiere callarme, a mí que soy su superior! Es eso una falta de respeto o no?”

-“Es una clara falta de respeto… eres muy grosero, irrespetuoso, malcriado… y todo lo demás que le dijiste a Echizen” – Ok… no necesitaba ser un genio para entender el punto pero aún así el enojo no se me iba. Comprendía que había estado mal al ignorarlo.

-“Así ustedes digan eso no planeo perdonarlo hasta que él no venga a pedírmelo!”

-“Nyaaaa Momo estas siendo muy terco!” – Kikumaru tenía la impresión que si me gritaba las verdades a la oreja yo le iba a hacer caso, pero la verdad se necesitaba algo más poderoso que eso para hacerme cambiar de opinión… algo como lo que hizo Fuji quien se acercó a mi oído a susurrarme algo más…

-“Momo piensa con cuidado. Si no lo perdonas él va a estar muy triste. Tú eres él único al que él considera su mejor amigo… si no lo perdonas eso significaría que estaría tan mal que no jugaría bien y tu sabes que el tenis es lo único que lo anima… imagínate que te haría Tezuka si por eso no llegamos a la final? Lo mínimo que te daría serían unas cien vueltas y un jarrón lleno de la última invención de Inui. Ryoma también buscaría un par de brazos donde llorar y como esta peleado contigo no serán los tuyos… la mayoría de veces las personas suelen encontrar a sus parejas… no has visto las películas acaso? Si no te apuras en hablar con él te va a dejar por otro…” – esas palabras sonaron como eco en mi cabeza… Yo también consideraba a ese enano cabeza dura como mi mejor amigo… nunca había sentido esto por nadie… en verdad sentía que lo conocía de toda la vida y que con él nunca me aburriría… pero era lógico? – “Momo que esperas!” – Fuji me movió la silla y me dio un empujón para salir del trance en el que me hallaba. Kikumaru sempai por otra parte gozaba con la escena pero a su vez a empujones me conducía hasta donde había dejado parqueada mi bicicleta.

-“Nya Momo dale nuestros saludos a ochibi cuando lo veas y le pidas disculpas!”

-“Momo… dale un beso de nuestra parte si?” – Fuji se reía y yo recién me daba cuenta que ya estaba sentado en la bicicleta empezando a pedalear rumbo a casa y sin haber acabado lo que me había comprado… - “No te preocupes por tus hamburguesas nosotros nos las comeremos!”

De que manera podría haber reaccionado? Ya estaba trepado en las dos ruedas y no podría regresar por que sino entre los dos me fastidiarían hasta volver a salir. Por otra parte si sabía que había hecho mal… estaba preocupado por lo que me habían dicho ellos dos… sobre su dolor de cabeza… según mi mamá esas cosas muchas veces terminan en fiebre… estaría enfermo seguro y el muy sonso había ido al colegio!

Por que habría ido en verdad? Yo me hubiera quedado descansando en casa… era lo más lógico y lo que la mayoría de gente común haría pero no… Estábamos hablando de Ryoma y el no era para nada común. El era especial en más de un aspecto empezando por su grandiosa habilidad para jugar tenis y meterse en problemas por su gran boca.

Su gran boca y su habilidad eran lo que había hecho que lo conociera. Yo le había salvado el pellejo aquella vez además de alimentarlo cada vez que tenía dinero de sobra en el bolsillo. Nos habíamos ido junto con los demás a campamentos, excursiones, eventos, torneos, campeonatos; habíamos pasado por más de una aventura y habíamos compartido cuarto cada vez que salíamos lejos de casa.

Nuestras conversaciones no eran de ningún tema en especial más que cosas que nos pasaban durante el día o opiniones de las prácticas. A veces comentábamos de Kaidoh y de lo gracioso que era molestarlo aparte del típico sonido que este solía soltar. Estar todo un día sin mantener una conversación como esas con él no era la vida a la cual ya me había acostumbrado.

Pero yo sabía como había sido mi vida antes que él pero nunca se me ocurrió preguntarle como había sido la suya… quizás el tenía otro tipo de costumbres allá en América donde solía vivir. Quizás lo había juzgado mal… me fui de boca pero las costumbres que tenía él no eran apropiadas para donde ahora estaba viviendo y si no se lo decía yo que era su amigo entonces nadie se lo iba a decir.

Para buscar a Ryoma tuve que tomar nuestro camino acostumbrado e ir un poco más lento de lo usual por algunas calles para ver si lo encontraba por ahí pero no lo ví. Pensando en que estaría más adelantado seguí mi camino con un poco más de velocidad. A veces las luces del semáforo detenían mi marcha, solo esperaba encontrarlo antes que entrara a su casa por que si pasaba aquello de repente no querría hablarme o se negaría a verme.

Mi vida sin él no había sido perfecta pero tampoco mala… Mi vida más que todo transcurría en ir al colegio, asistir a las prácticas, regresar a casa, hacer mis tareas y dormir para levantarme temprano para el día siguiente. En mi casa tenía un par de hermanas a quien cuidar pero no era lo mismo que tener un hermano con quien compartir cosas… las hermanas menores no eran para eso por que según mi papá a veces soy muy tosco y les hago doler… todo sin querer. Pero Ryoma no era como un hermano para mí aunque al principio sentí que lo era…

No, definitivamente él era algo más que eso pero no sabía que. Era algo más que un amigo… era alguien con quien había compartido muchas cosas y si algo malo le llegara a pasar sería por mi culpa, por que no lo había cuidado como lo habría tenido que hacer… por no ser un buen sempai… debí ser más comprensivo con él… debí haberlo escuchado en vez de pasar por todo esto en un solo día…

Apenas lo viera hablaría primero… le pediría disculpas por este mal día y luego lo resondraría por haber ido al colegio estando enfermo. Lo llevaría en mi bicicleta hasta su casa y lo ayudaría de ser necesario… tenía que ver la manera de compensarlo de alguna manera.

Mis pies pedaleaban cada vez con más fuerza y la velocidad se veía reflejada en el viento que golpeaba mi cara trayendo consigo algo de paz mental… me sentía mejor pero me sentiría en las nubes si conseguía hablar con él de una vez por todas.

La bicicleta doblo la última esquina, de aquí en adelante solo tendría que ir en línea recta y si no veía a Ryoma entonces eso significaría que ya habría llegado a su casa y sería muy tarde para hablar con él. Pero avancé con la bicicleta una cuadra más y fue entonces cuando lo ví… al parecer se veía acompañado… quienes serían?

Aminoré la velocidad… seguro eran sus parientes que lo habían encontrado de camino a su casa… si llegaba de sopetón sería una mala educación y tenía que dar el ejemplo… pero de pronto las cosas no se veían nada bien… el que suponía debía ser su tío le había doblado el brazo… y dos personas se acercaban más… esto no era una reunión familiar… era un secuestro!

Le di toda la velocidad que pude a la bicicleta a medida que ellos se daban cuenta de mi presencia… quizá debí ser menos obvio pero en estos casos yo no puedo pensar y solo actúo… Vi como el que le doblo el brazo a la espalda lo cargaba en un descuido y lo metía al carro…cuando llegué no pude frenar a tiempo entre las dos personas restantes en la calle me tiraron de la bicicleta.

-“Auch!” – fue lo único que pude decir pero ahora estaba furioso. Nadie podía hacerle daño a mi Ryoma y nadie podía tirarme de mi bicicleta en especial cuando apenas ayer acababa de arreglarla y limpiarla para que se viera más bonita.

Me levanté lo más rápido que pude para defenderme, algo apagado escuché a Ryoma gritar mi nombre, no sabía si por la emoción de verme o pedirme ayuda en cualquiera de los dos casos yo traté de librarme de ellos, los que me atacaban, para ayudar a Ryoma a salir del carro.

Me defendí como pude pero a la larga no lo hice tan bien. Uno de ellos me dio un golpe en la espada que me dejo sin poder moverme por algo más que cinco segundos, ese tiempo fue muy bien empleado por ellos para subir al carro y arrancar como se dice, a toda máquina.

Cuando yo me pude para ver hacía donde se dirigían solo vi al carro desaparecer tras una esquina. Con dolor aún agarré mis cosas tiradas y subí a la bicicleta para tratar de seguirles el rastro pero mi infantil bicicleta no era suficiente competencia para un carro que se desplazaba a toda velocidad hacía quien sabía que destino…

TBC


Hahahahahhaa se que me matarían si la dejara aquí pero quiero que sepan que cuando pensé hacer este capítulo solo lo iba a hacer desde el lado de Momo pero resulta que lo acabe en muy pocas hojas así que yo, en mi infinita bondad XD he decidido agregar un pedazo más que iba a corresponder al siguiente capítulo que yo sé es la parte que les interesa más… Que pasa con Ryoma?

Bueno ya no la hago larga y se las pongo para que no me maten XD

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-“Bienvenido a bordo Ryoma chan…” – por primera vez veía bien al conductor de la camioneta… su rostro no me era para nada familiar, mucho menos su voz pero por el tono podía suponer que no me esperaba nada bueno.

Nunca había visto una cara como esa… ese tipo en verdad era feo, por lo general nunca usaba ese adjetivo calificativo por que nunca le prestaba atención a ese tipo de cosas. Su cara se veía bien gastada por no decir demacrada y llena de marcas como de cicatrices y quemaduras… habría estado este hombre alguna vez en la cárcel? Tenía toda la pinta que mi mamá alguna vez me describió cuando era pequeño para que tomara una sapa de verduras.

Mi mamá siempre usaba esa descripción para decirme que si no tomaba la sopa un tipo parecido a este vendría por la noche y me llevaría con él. Al principio creí la mentira blanca de mi mamá pero después no le volví a hacer caso por que en mi pequeño cerebro no podía creer la existencia de alguien con semejantes rasgos pero ahora que veía ese miedo infantil reencarnado en este hombre comprendía que las descripciones de mi mamá no estaban tan alejadas de la realidad.

-“Que tanto me estas mirando mocoso? Tengo algo gracioso en la cara acaso? Te parezco simpático? Grotesco?” - me daba miedo a la velocidad a la que conducía, su pinta y la manera de gritarme y mirarme a la vez sin dejar de conducir. El me seguía mirando esquivando a los demás carros como si tuviera ojos en alguna otra parte del cuerpo… sus ojos eran fuertes, tanto que preferí mirar al piso – “Te acobardaste no mocoso?

-“No…” – solo se rió de mí en mi cara y los demás imitaron su actitud.

-“No me gusta la gente que miente y encima se hace la graciosa… Ketaro… dale una pequeña amarradita para que tenga algo en que entretenerse y de paso has que mire a otro lado… sus lindos ojos no me dejan concentrarme” – Ketaro era el hombre mediano que estaba a mi derecha, el anciano que me había tendido la trampa estaba sentado en el asiento delantero mientras un gordito con grasa en las mejillas estaba a mi izquierda.

-“Mira a Tsuhiko y pon tus manos atrás ahora!” – Ketaro tenía una voz de mando más fuerte que la de Tezuka, daba respeto pero que le hacía creer que le iba a obedecer? Lo que tenía que hacer era salir de ese carro, de ser necesario tirándome por la ventana, la caída no me importaba mucho si recordaba la cara del conductor. Pero ante mi negativa de movimiento fue Tsuhiko quien me agarro de los hombros y me puso la cara hacia él mientras que Ketaro aprovecho esto para coger mis manos y amarrarlas en mi espalda.

Yo hice lo que pude para tratar de soltarme. La situación me daba algo de miedo pero no podía dejarme tan fácil, tenía que dar batalla sino sentiría que jamás hice nada para tratar de defenderme. Al final logré zafarme de los dos y en un acto desesperado para evitar que me amordazaran comencé a moverme como si fuese una araña repeliendo los insecticidas. Daba patadas y puñetes a discreción… esta escena también me recordaba algo a mi niñez… detestaba cuando hacía calor y mi papá me forzaba a usar las medias… siempre había hecho este movimiento para evitarlas y ahora me servía para esto… que ironía no?

-“Quieren agarrar bien al mocoso? La gente esta comenzando a mirar!” – si la gente comenzaba a mirar quizá podía llamar la atención de alguien y podrían ayudarme… solo tenía que gritar…

-“AYUDENME! AUXI…!” – pero quizá ese fue un error por que al gritar baje la guardia entre Tsuhiko y Ketaro me agarraron de las extremidades a la vez que el anciano del asiento delantero se volteaba con una aguja… mencione alguna vez que le tenía pánico a las agujas?

-“Si te mueves te dolerá más enano… ahora quédate quieto!” – así no me moviera y me quedase quieto como una piedra me iba a doler y el hecho que me prohibieran el movimiento solo hacía que mis ganas de moverme como loco se incrementaran más y más. – “Quieto!” – pero yo persistía en el movimiento…

-“Ya me cansó este enano… te hemos dicho que te quedes quieto!” - Ketaro se harto de mí a determinado momento… o habría sido por que le logré conectar una patada en la canilla? La cosa fue que me devolvió el golpe en al boca del estómago que a estas horas permanecía vacío y ahora estaba lleno de dolor.

El golpe los ayudo a que me quedara quieto un rato, justo el tiempo suficiente como para poder clavarme la aguja que me dolió más que cualquier vacuna. Apenas la aguja salió de mí me soltaron… traté de sentarme para sobarme el brazo que había sido la zona afectada pero mi cuerpo se volvía cada vez más perezoso… no me podía mover pero estaba conciente de todo lo que pasaba a mi alrededor.

-“Amárrenlo de una vez!” – grito el conductor que por fin sonreía algo… la sonrisa no pegaba en su rostro.

Los dos tenían mucha fuerza y la soguilla con la que me amarraban era de esas que hacían doler y picaban… al toque sentí mi piel irritada pero ni poder rascarme ahora. Lo unico que se movía con normalidad eran mis ojos… me sentí mal… lo único bueno era que sin moverme el dolor de cabeza ya no se sentía.

Durante todo mi periodo de inmovilidad estuve pensando… Momo estaría bien? No lo pude ayudar y el menos a mi… no lo culpaba por lo último por que fue una lucha en desventaja y no tenía las de ganar.

-“Que piensas mocoso?” – el conductor me miraba por el espejo retrovisor y reía con sorna… si hubiera podido le hubiera contestado… la inyección aun me dolía. – “Debes pensar… por que soy una molestia? O quizá pasa por tu mente algo de no debí nacer o debí ser un mejor niño?” – el carro poco a poco iba disminuyendo la velocidad hasta estacionarse en una gasolinera computarizada… de esas en las que no se necesita a nadie para que te eche la gasolina.

-“Hahahahha… tu crees que este mocoso piense eso? Ni siquiera sabe por que esta acá? O lo sabes enano?” – no lo sabía y no podía preguntarlo tampoco. Tenía tantas ganas de moverme para pegarles una patada… pero después recordé que era un poco difícil hacerlo por k estaba atado de pies y manos. Tsuhiko bajo del carro un rato… al parecer quería comprar algo en el market de la gasolinera.

-“Por que no hablas o te mueves enano?” – Ahora fue turno del anciano que me pinchaba con la punta de la aguja por todo el brazo… felizmente no sentía nada sino no sabría que hubiera sido capaz de hacer. Me sentía curiosamente más extraño que nunca, como si alguien estuviera observándonos pero eso era imposible verdad? Además de eso no paso gran cosas por que Tsuhiko regresó sin nada en las manos.

-“Ya vamos a llegar? Tengo hambre y en esa tienda todas las cosas son caras”

-“Aún falta un poco Tsuhiko… pero si tienes hambre comete al chiquillo!” – Abrí mis ojos lo más que pude y traté de moverme pero mi cuerpo no respondía… - “No te preocupes mocoso… aquí ninguno te va a comer… o al menos de la manera que se te esta cruzando por la cabeza” – el último comentario me asustó… Necesitaba ver la manera de salir de ahí apenas se me presentara la oportunidad…

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Pedalee hasta que los perdí de vista… no sabía que camino habrían podido tomar pero si me ponía a recordar un poco el mapa de la ciudad estas avenidas se volvían a cruzar como veinte cuadras más allá… cerca del parque donde solíamos jugar con mis hermanas… ahí los podría ver solo era cuestión de seguir pedaleando, no importaba si mañana no volvía a mover las piernas.

Lo único complicado del camino que había elegido era la pendiente alta… costaba llegar allá arriba para después bajar pero era el camino más rápido que conocía para llegar a mi destino.

Durante el camino no podía evitar pensar el por que de las cosas. Si hubiera estado con él habría llegado temprano a su casa. Si no me hubiera peleado con él estaríamos comiendo hamburguesas. Si hubiera salido antes como a la hora que Fuji y Kikumaru me dijeron no habría pasado esto y ahorita estaríamos tranquilos los dos.

Pero por que? Por que se lo levaron en ese carro? Quienes eran esas personas y la pregunta mas importante de todas… que le estaban haciendo en el carro? Por que yo escuche, yo lo escuché gritar dentro y no era un grito de felicidad. Estaría bien? Lo único que podía esperar era que estuviera bien y no le hayan hecho nada malo por que si algo le pasaba no me lo iba a perdonar jamás.

Otra cosa que se me cruzaba por la cabeza era que pretendía hacer yo contra cuatro personas? No sabía ni siquiera si estaban armadas o no. No podía para llamar a la policía por que si paraba no llegaría a tiempo al cruce de las avenidas y perdería de vista al carro. Pero si seguía adelante sabría donde estaba… de ahí podía llamar con mi celular y vendrían en nuestro auxilio.

Seguí pedaleando hasta el lugar donde se unían de nuevo las avenidas… lo más prudente era esperar y cruzar los dedos por si los veía pasar… espere como diez minutos y de pronto lo oí.

La voz de Ryoma era característica para mí aunque era extraño escucharlo gritar. Busqué con la mirada por todos lados hasta que vi el carro que iba a toda velocidad por la avenida. Pedalee lo más que pude para alcanzarlo… mientras Ryoma siguiera gritando podría seguirlos… que estaría pasando dentro de ese carro?

Seguí al carro por casi diez cuadras hasta que los gritos se callaron. No pude evitar preocuparme pero felizmente seguía teniendo la visión del carro a pesar que la distancia entre este y la bicicleta se hacía cada vez más grande… si seguía así le perdería el rastro de nuevo al carro.

Ya estaba por caerme de la bicicleta desmayado de tanto pedalear hasta que vi al carro aminorar la velocidad y hacerse a un lado de la vía… al parecer iban por gasolina… podría ser mi oportunidad?

El carro comenzó a hacer una cola para comprar gasolina… yo tenia que evaluar la situación primero así que me acerqué lo más que pude al carro. Por lo que veía Ryoma estaba sentado en medio de dos personas sin moverse…estaría amenazado o amarrado?

Desde donde estaba con mi bicicleta podía oir las risas de los mayores del carro pero no escuchaba la voz de Ryoma… estaría bien? Que le habían hecho? Traté de buscar algo que me sirviera de excusa para acercarme al carro y ver mejor el panorama, quizá Ryoma me podría ver y mediante una señal le podía indicar como salir de ahí pero eso por ahora lo veía un poco imposible.

Mi oportunidad se dio cuando uno de los hombres que viajaban en el asiento trasero con él bajo. El conductor estaba demasiado distraído con el periódico como para darse cuenta de mi presencia. Para mi suerte la puerta estaba entreabierta y lo único que hice fue abrirla un poco… la suficiente como para escuchar algo.

-“Por que no hablas o te mueves enano?” – Un hombre con aspecto de anciano estaba pinchando a Ryoma con la punta de una aguja, de esas que se usan para poner vacunas por todo el brazo… por otro lado Ryoma no se movía y no decía nada. Estaba concentrado mirando todo lo que podía ver que no me di cuenta cuando la persona que había abandonado el vehículo regresaba de la tienda a donde se había metido. Felizmente logré salir de mi posición encubierta y esconderme en otra, siempre al lado de la puerta del asiento trasero para poder oír algo importante.

-“Ya vamos a llegar? Tengo hambre y en esa tienda todas las cosas son caras” – el hombre gordo que entro decía eso con cierta pesadez… yo lo comprendía porque sabía lo que era tener hambre y no tener una hamburguesa que masticar… por eso siempre me pescaban comiendo en clase.

-“Aún falta un poco Tsuhiko… pero si tienes hambre comete al chiquillo!” – Comerse a Ryoma? Que eran estos tipos? Caníbales? Traté de mirar bien la cara del tipo que había dicho eso… el conductor era el hombre más feo que jamás hubiese visto. - “No te preocupes mocoso… aquí ninguno te va a comer… o al menos de la manera que se te esta cruzando por la cabeza” – ese último comentario me asustó… Necesitaba ver la manera de sacar a Ryoma de ahí si lo que planeaban era lo que se me estaba cruzando por la cabeza… pero como? Ahora estaba bien resguardado.

Primero que nada lo que tenía que hacer era ver la manera de seguirlos sin perderles el rastro por más velocidad que llevaran y para eso se me estaba ocurriendo algo.

Me fui a la parte trasera del carro y de mi maletín saqué mis medias con las que había hecho deporte ese día. Me agaché y me escondí por un instante debajo del carro. Amarré un extremo de la media al tubo de escape. Luego uní la media con su hermana para alcanzar mayor longitud y a este extremo amarre una de las tizas del colegio que para suerte mía tenía en la maleta.

La tiza que se supone debí haber dejado en la pizarra del salón después de hacer los ejercicios en la pizarra me la guarde en el bolsillo a la hora de clase y ahora me estaba sirviendo mucho para seguirles la pista… solo esperaba que la distancia que les faltara para llegar a su destino no fuese mucha por que sino se acabaría la tiza y otra vez estaría en problemas para seguirles la huella.

Acabe mi plan a tiempo que el carro avanzaba un poco más para poder poner gasolina. Salí de ahí y me trepe a la bicicleta esperando a que volvieran a avanzar… este tiempo me había servido para que mis piernas descansaran un rato… el suficiente para recobrar fuerzas y seguir pedaleando…

“Espera Ryoma… allá voy a salvarte!”

TBC

 

Capítulo 1

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