Productores y distribuidores de bases de datos bibliográficos y documentales en España.
Índice
Precedentes de la información y documentación científica en España
Situación de la industria de bases de datos en España
Precedentes de la información y documentación científica en España.
Aunque existen numerosos precedentes en el campo de la documentación científica, sobre todo en el mundo bibliotecario, se puede decir que el auténtico origen se encuentra en la creación, en 1953 del Patronato "Juan de la Cierva", perteneciente al CSIC. Desde sus comienzos se establecen en esta institución los servicios típicos de los centros de documentación: servicio de alerta, de búsquedas retrospectivas, de acceso al documento primario. Se constituyó además la biblioteca del centro, de acceso público, que pronto se convirtió en una de las primeras de España en cuanto a publicaciones técnicas y científicas. Algunos años después comienzan a aparecer centros y servicios de documentación, principalmente en los institutos de investigación aplicada, tanto del mismo Patronato como fuera de él, así como instituciones específicamente dedicadas a tareas de investigación.
A finales de la década de los sesenta, las autoridades toman conciencia del problema que plantea el desarrollo de la documentación y del riesgo de duplicación de esfuerzos que supone la proliferación incontrolada y falta de coordinación de centros y servicios. Sería el primer paso para la creación de bases de datos.
En 1968 se constituye una comisión en el Ministerio de Educación y Ciencia, encargada de estudiar la posibilidad de crear un Servicio Nacional de Información y Documentación Científica; poco tiempo después se solicita el apoyo de la OCDE para realizar un análisis de la situación española en este campo. El informe de la OCDE significó el primer esfuerzo serio para evaluar dicha situación y para cuantificar los recursos destinados a actividades de documentación, tanto materiales como humanos. Fue realizado por un grupo de expertos extranjeros a partir de un informe de base redactado por las autoridades españolas y de una visita detallada a los centros y servicios de información y documentación del país. A partir de las recomendaciones de la OCDE, el MEC creo el Centro Nacional de Información y Documentación Científica (CENIDOC), ubicado en el CSIC. Concebido como órgano de coordinación, habría de actuar a través de tres instituciones sectoriales, orientadas por grandes ramas del saber y constituidas a partir de actividades preexistentes: uno para ciencia y tecnología (ICYT), otro para biomedicina (IBV) y un tercero para ciencias sociales (ISOC).Comenzó pues, el CENIDOC bajo los mejores auspicios. Pero, falto de apoyo y recursos y entorpecido su desarrollo por las reorganizaciones sucesivas del CSIC y de la Administración, no pasó, en la práctica, de una fase de proyecto. No obstante, los tres institutos citados continuaron prestando servicio y serían, pasando el tiempo, los primeros creadores de bases de datos españoles.
Situación de la industria de bases de datos en España.
Los primeros signos reales de vida de la industria de bases de datos española tiene lugar a principios de la década de los setenta y son fruto de iniciativas particulares de instituciones públicas o privadas. En la segunda mitad de esa década, ambos poderes inician acciones de planificación y coordinación del sector, que tras un lento proceso llegó a cristalizar en 1983 con la aparición de medidas concretas de financiación de bases de datos. A lo largo de todos estos años, la Fundación para el Desarrollo de la Función Social de las Comunicaciones (FUNDESCO) de la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE) ha actuado como agente promotor del sector y como sensibilizador de los poderes públicos, y de la sociedad en general, respecto a la trascendencia política, económica y cultural de esta actividad. De esta forma, la CTNE ha tenido un papel fundamental en el desarrollo del sector, tanto como empresa que facilita los servicios públicos de transmisión de datos necesarios para el acceso a bases de datos como, en su función de promotor de las fundaciones mencionadas, facilitando las actividades de producción y utilización de los mismos.
Paralelamente a la evolución descrita, aparecen en España los sistemas modernos de información automatizada. Prescindiendo de algún precedente aislado, la primera realización consiste en la instalación de dos terminales RECON de la Agencia Espacial Europea en el Instituto de Técnica Aeroespacial y en el Consorci de Informació y Documentació de Catalunya. Poco tiempo después se instalan a su vez terminales en los tres institutos del CSIC, que permiten el acceso a grandes bancos de datos norteamericanos. Casi inmediatamente, estas instituciones deciden aunar sus esfuerzos y, con el apoyo de FUNDESCO se crea la Red de Información Científica Automatizada (Red INCA), que tiene como finalidad específica la promoción de productores y usuarios españoles de bases de datos y el fomento de la cooperación en estos campos con Europa e Iberoamérica.
En 1981 FUINCA había publicado los primeros análisis de la situación del sector de productores de bases de datos españoles (FUINCA. Censo de proyectos en curso de bases de datos españoles accesibles por medios telemáticos. Madrid, 1981), y en 1983 los datos relativos al primer Censo Iberoamericano de Recursos de Información Automatizada, que evalúa el desarrollo de los productores de bases de datos y de los mediadores de información en los países de habla española y portuguesa. En 1984, el Catálogo de bases de datos españoles presentado en SIMO mostraba una tendencia a la consolidación de la actividad. De cualquier modo, aún no es mucho lo que España puede ofrecer en este campo: los productores son escasos en relación a otros paises europeos y la mayoría pertenecen al sector de las ciencias sociales.
Productores de bases de datos.
Los productores de bases de datos españoles aparecieron y se desarrollaron con más de diez años de retraso con respecto a sus colegas americanos y europeos. A partir de 1986-87 la actividad conoce un incremento, pero en este mismo año el director de FUINCA, José María Berenguer manifestaba que las bases de datos españolas aún estaban en sus comienzos y se utilizaban poco, al tiempo que expresaba su pesimismo sobre el desarrollo de las mismas en Europa, debido a múltiples causas; tal vez la más importante estriba en el escaso desarrollo de las bases de datos que permiten transacciones comerciales -telecompra y telecomando- dirigidas al gran público y de amortización rápida, frente a las científicas, que no tienen beneficios inmediatos.
En todo caso, existen en España un cierto número de bases de datos, algunas de las cuales son ya accesibles por ordenador, mientras otras lo serán en un futuro más o menos próximo, ya que se encuentran en fase de proyecto. El CSIC ofrece algunas de carácter general, correspondientes a las especialidades cultivadas por sus respectivos institutos.
Las principales bases de datos bibliográficas españolas son las siguientes:
BARATZ (Bilbao). Sociedad anónima aparecida en 1983 y dedicada a datos de prensa. Cuenta con usuarios pertenecientes a medios de comunicación social, universidades, grandes empresas, organismos de la Administración Pública y organizaciones patronales y sindicales.
CIBERPAT (registro de la Propiedad Industrial).Del Ministerio de Industria y Energía. Contiene toda la información del Registro de la Propiedad Industrial desde 1980, con todas las patentes y marcas registradas en España. Se halla al servicio de los agentes de la Propiedad Industrial, universidades, empresas, etc.
PIC (Puntos de Información Cultural). Creada por el Ministerio de Cultura, cubre las áreas de cultura -cinematografía, deportes, teatros, museos, etc. Contiene la bibliografía española desde 1979 con catalogación por el ISBN de todos los libros editados en España y países iberoamericanos, la Bibliografía Extranjera depositada en la Biblioteca Nacional, la Guía de Bibliotecas y un Catálogo Colectivo de publicaciones periódicas, todo ello producido por la Biblioteca Nacional; el ISBN, producido por la Dirección General del Libro y Bibliotecas; la Bibliografía especializada sobre temas específicos, producida por la Facultad de la Ciencias de la Información de la Universidad Complutense; y algunas bases de datos más, como las producidas por el CSIC.
ESPES (Banco de Especialidades Farmacéuticas Españolas). Ofrecida por el Centro de Información de Medicamentos. Es de uso restringido para ciertos sectores de la Administración y el INSALUD, aunque ofrece servicios parciales a ciertas empresas privadas.
DINESA, comercializada por Servimedios S.A., recoge los resúmenes de las principales informaciones y opiniones difundidas por los medios de comunicación españoles.
EFEDATA, base de datos de la Agencia EFE, recoge información de prensa y datos de información general.
El País, base de datos que recoge todas las informaciones aparecidas en este medio.
ECOCAT (Barcelona), base de datos bibliográficos del Consorci de Informació y Documentació de Catalunya, con datos sobre economía catalana y de España.
BNC (Bibliografía Nacional de Catalunya), producida por el Institut Català de Bibliografía desde 1982.
CMBIB (Centro de Mecanización de Bibliotecas de la Caixa de Pensions), resultado de la creación de la red de bibliotecas de esta entidad.
TV3 Catalunya, que utiliza el programa MISTRAL.
BIDAC (Banc Informatizat de Dades Culturals de Catalunya), con datos sobre los directorios de todas las bibliotecas del país, museos, archivos, patrimonio histórico, etc.
ICYT (Instituto de Información y Documentación en Ciencia y tecnología), Contiene, entre otras cosas el Indice Español en Ciencia y Tecnología.
ISOC (Instituto de Información y Documentación en Ciencias Sociales), que cuenta con cuatro bases de datos correspondientes a ciencias jurídicas, economía, humanidades y psicología y ciencias de la educación.
IBV (Instituto Biomédico de la Universidad de Valencia), que cuenta con el Indice Médico Español.
DIC (Documentación Internacional sobre Carreteras), del Centro de Estudios y Experimentación del MOPTC.
Boletín Oficial del Estado, conteniendo todos los datos aparecidos en esta publicación.
FUNDESCO, sobre tecnología de la información.
Instituto de Higiene y Seguridad en el Trabajo.
BIBLIOS.Dos bases de datos españolas responden a este nombre: la del Instituto de Fomento a la Exportación y la del Centro de Estudios y Experimentación del MOPTC.
Universidades. En el ámbito universitario, varias universidades españolas han montado servicios de documentación que en varios casos ha producido bases de datos accesibles por ordenador.
Entre las bases de datos factuales, textuales y de directorios se debe citar el conjunto de bases de datos de los PIC, que incluye una amplia variedad de temas, desde inventario del Patrimonio Artístico a deportes y gastronomía. Las restantes son de carácter especializado y su temática se reduce a la especialidad que cultiva el organismo que las produce -a veces son varias bases de datos atendiendo a diversas disciplinas dentro de una misma materia. Los más importantes son: Instituto Geográfico Nacional; Instituto Geológico y Minero; Instituto Nacional de Estadística; Dirección General de Minas; Registro de la Propiedad Industrial; Instituto de Fomento a la Exportación; Ministerio de Educación y Ciencia; Consorci de Informació y Documentació de Catalunya; Bolsa de Madrid; Centro Institucional de Información de Medicamentos; Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, en el sector público. En el sector privado, el conjunto de bases de datos jurídicos de DATALEX; las bases de datos de empresas españolas de CAMERDATA (Cámaras de Comercio); la base de datos TELEBROKER sobre materias primas agrícolas; y el conjunto de bases de datos que produce el Instituto de la Pequeña y Mediana Empresa dentro de su Sistema de Información para el Empresario.
La actividad de distribuidores de datos no existe prácticamente en España como empresa. Ante la inexistencia de una oferta de este tipo de servicios, los productores, sean públicos o privados, han tenido que plantearse seriamente su introducción en este terreno. Así, la mayoría de los productores de bases de datos españoles son a su vez distribuidores de sus productos, siendo incluso frecuente que haya que acudirse al propio centro productor para realizar la consulta en línea. No obstante, comienzan a aparecer excepciones a esta regla: tal es el caso del ICYT, la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense o el Instituto Nacional de la Administración Pública, que han acordado con el Ministerio de Cultura la distribución de sus bases de datos a través de los Puntos de Información Cultural, haciendo uso de los medios informáticos de ese Ministerio. Así, pueden mencionarse como centros distribuidores de bases de datos no producidas por ellos, el Ministerio de Cultura -a través de los PIC-, el Centro de Proceso de Datos del MEC y la empresa ENTEL.
La organización de los servicios públicos de trasmisión de datos en España se fundamenta en el Decreto de 21 de diciembre de 1970 y en una posterior Orden Ministerial de octubre de 1978. Estos dos actos legislativos enmarcan la actuación de la CTNE (hoy Telefónica) en materia de transmisión de datos, al encomendarle el desarrollo de los servicios públicos correspondientes, lo que ha propiciado la creación de una infraestructura telemática que se encuentra entre las más modernas de Europa.
En principio cabe citar el desarrollo de la Red Especial de Transmisión de Datos, primera red europea operativa en la modalidad de conmutación de paquetes, denominada IBERPAC, equipada con sistemas multimicroprocesadores del tipo TESYS, diseñados específicamente por la CTNE y fabricados por la industria electrónica española. Junto a la red IBERPAC y conectadas a ella, se utilizan como soporte para la transmisión de datos la Red Telefónica Conmutada (de la CTNE) y la Red Télex, cuya explotación corresponde a la Dirección General de Correos y Telecomunicaciones, siendo estos tres sistemas el conjunto de medios en operación que se ofrecen a los usuarios de bases de datos.
Sobre estas redes se implanta toda la gama de servicios públicos teleinformáticos. Entre ellos, los directamente relacionados con las necesidades del sector de las bases de datos son el acceso a través de la Red Telefónica Conmutada a bases de datos, y el servicio de videotext (IBERTEXT), orientado en un principio hacia el sector empresarial y con una cobertura de todo el territorio nacional. Saliendo del ámbito nacional, la CTNE mantiene en operación desde 1977 el Servicio Público Internacional de Transmisión de Datos (TIDA), que posibilita el acceso a bases de datos y centros de cálculo de otros países. El Centro Internacional de Datos (CID) es el organismo que encamina el tráfico de entrada y salida. Los enlaces entre el centro de CTNE y otros países se realiza mediante circuitos internacionales dedicados exclusivamente a este servicio.
Para acceder a estos servicios se necesita un equipo compuesto por modem y equipo asociado -suministrado por la CTNE- y equipos terminales -cualquiera que trabaje con código ASCH y entre 30 y 120 caracteres por segundo. Una vez aceptada la solicitud por la CTNE, ésta proporciona al usuario los números de teléfono del CID, identificación del terminal, clave del usuario y clave de paso. Para establecer comunicación el usuario marcará el número del Nodo Internacional de Datos de Madrid, conmutará el modem a la posición "Transmisión de datos", escribirá el indicativo del terminal y las claves de comunicaciones y, en su caso, introducirá el identificador del ordenador en la red de datos remota.
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Rosario López de Prado
Museo Arqueológico Nacional (BIBLIOTECA)
Última revisión: 6 de mayo de 2000