APLICACION PRACTICA 3


Asunto: Diríjame la melena

John,
Escribió el otro día acerca del pelo de las mujeres. Éste (adjunto) es el que me está dando problemas al tratar de hacerlo realista...gracias...Ted

Mi respuesta:

Ted, usted no está teniendo problemas con el pelo está exagerando su representación. ¡En una pintura el pelo no se dibuja se colorea! Primero decida el color general (examine y añada, repitiendo, algo del colorido facial) así lo bloquea hacia adentro como si fuera nada más que otra parte de la cara. Agregue unos cuantos cabellos individuales (no demasiados) como si cayeran a través de la frente o, como si la luz los realzara, y el resto se insinuará. La mente del ser humano sólo necesita pequeñísimas pistas. Cualquier estudio de Rembrant (en particular su autoretrato,1629) demostrará suficientemente la técnica. ¡El moldeado facial del cuadro que usted me envió es excelente! ¡Bloquee el pelo como si fuera parte de la cara –no pelo–! En general ensaye y cree un lado oscuro y una luz lateral en la cara con un definido punto de cambio (vea la lección sobre Vemeer) y no tema de alterar las cosas hasta crear un sentido en el producto final.

Saludos, John

El problema de Ted va hacia el corazón de la pintura y es mejor plantearlo relacionándolo a la lección llamada "La Perla". Todos conocemos las características que se sienten del pelo, su textura, su color, su rompimiento al estirarlo, y su utilidad de mantener al sol fuera de nuestra cabeza. Podemos amarlo u odiarlo. Lo escupimos con disgusto cuando invade nuestra boca y lo admiramos por su brillo y belleza cuando corona la cabeza de una bella mujer. Todo ésto tiene todo y nada que ver con el cabello de la pintura.

Antes de que abramos nuestra caja de herramientas de técnicas de pintura y nos ocupemos con el problema del pelo, vamos a recordar la perla, pues ella nos provee de un ejemplo para explicar las reglas de las que se vale un pintor para dar vida.

¿Son reales las perlas?

Las cosas sólo existen en relación a otras cosas. Sin luz (la perla colocada en un cuarto oscuro) la perla deja de existir. La pregunta es: ¿sin la luz todo deja de existir? ¿Una hormiga necesita ser un matemático para saber que tiene seis patas? ¿Si una hormiga puede sólamente contar hasta cinco significa que debe caminar con una coja? Para el pintor la respuesta es sí, porque, como en la famosa ecuación de Einstein, la luz es todo. La gran constante.

En la lección sobre la perla, tras comenzar con el cuarto, la ventana, la mesa y el observador, coloqué las cosas que usé para eventualmente describir a la perla – su ambiente– (para el ajuste seleccioné objetos tanto con curvas como con líneas rectas). Es lo que siempre se usa para crear el ambiente inicial. – en la imaginación o por la ubicación física–. La manera en que la perla interactúa es la "realidad" de la perla. Recuerde que en un espacio vacío no hay nada más que él mismo. El pintor vive su vida investigando las relaciones entre objetos bajo la influencia de la luz. Es el descubirmiento de reglas generales y de sus aplicaciones los que crean una realidad imaginada; eso es el placer. –¿Pero la realidad mortal? –pregunta usted–. ¿Quién quiere la verdad? ¡Barrámos todo lo de la mesa y aplastémoco como un bicho! ¿Cosa peligrosa, eh?

Mnnn ... así que con el pelo debemos de crear un ambiente. Hay realmente sólo cuatro elementos en éste cuadro. La cara, el pelo, el fondo y la luz. Desafortunadamente la cara está iluminada frontalmente, lo cual restringe cualquier oportunidad de ocasionar una luz secundaria o de modelar un agradable punto de cambio. Primero, afino los contornos faciales, pues ellos competirían mucho con el pelo y el fondo.

Segundo, creo un fondo, imitando todos los colores de la cara y la oscuridad del pelo. Ahora, usted puede ver el problema. Tan pronto como el fondo ha sido aplicado (Fig. 4), el pelo, aunque se presenta agradablemente, se convierte en un objeto extraño. Y en conjunto, demasiado iluminado.

Sin embargo no es mayor problema. Vamos a separar el pelo y apliquemos una pantalla de tinta de un oscuro cálido. Digamos un valor del 2 al 50% más dispuesto mecánicamente. Con pintura simplemente usaría un alizarín; una veladura de tierra sombra natural. Observe que la textura no se pierde. Ahorra trabajo más adelante. Luego, la parte favorita; suavizar los bordes y perder algo de textura.

Explicación: a la mente humana no le gusta ser sobrecargada con detalles, particularmente en una pintura. Se deleita en su habilidad para completar la pintura por sí misma. Y le debe ser permitida la amplitud (vagar por ratitos) para hacer ésto. El grado en que usted permita esto dirá algo acerca de su aprecio por su público pensante. Mi regla es siempre asumir que ellos son más listos que usted, en otras palabras, hay que dejar suficiente para la imaginación.

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