Pentagrama
con humor
Entrevista con uno de los integrantes del grupo
"Les Luthiers", de visita en nuestro país para varias
presentaciones
Carlos Núñez es un químico de canas
crespas, barba otoñal y risa argentina. A sus 56 años es uno de
los integrantes del quinteto humorístico y musical Les Luthiers.
Su voz arrastra por donde pasa una seriedad aparente que deja una estela ingeniosa de chistes.
Carlos es el heredero creativo de la tradición del otrora luthier Gerardo Masana, quien era el inventor de la mayoría de los inusitados instrumentos del grupo.
Núñez (en serio) es aficionado a los acertijos matemáticos y a la malacología, el estudio de los caracoles marinos. Iba a ofrecer esta entrevista en el lobby de un hotel capitalino, pero ante el bullicio del ambiente, prefirió un lugar más tranquilo: un casino.
Les Luthiers se presentarán todavía hoy y mañana en el Teatro Nacional.
-¿Cuál es la mejor sátira que han hecho?
-La cantata del Adelantado don Rodrigo Díaz de Carreras, porque esta no solo es una sátira sino también porque es un muestreo de muchos géneros musicales desde sambas argentinas, valsecitos peruanos, pajarillos venezolanos y hasta salsa puertorriqueña.
-¿Qué es más fácil de crear: un instrumento o una canción?
-Depende. Hemos tenido instrumentos y obras que nos han costado mucho. Por ejemplo, tenemos instrumentos muy simples de factura como los yerbomatófonos, que no son otra cosa que los recipientes de mate cortaditos al medio lijaditos y ya está, pero hay otros instrumentos que nos ha costado un trabajo terrible hacerlos funcionar. Uno de ellos lo hemos traído aquí a Costa Rica, es el ferrocalíope, un órgano hecho con silbatos de ferrocarril.
-¿Qué es lo más insólito que les ha pasado en un escenario?
-¿Ves esta cicatriz? (y muestra una marca pálida en el dorso de su mano derecha). Pues en un espectáculo el serrucho de utilería se quebró y el asistente lo suplantó por otro, pero por otro de verdad&...; Cuando lo usé en pleno escenario me cayó encima por accidente y me cortó. En ese momento bajó el telón y sentí un fuego, no te podés imaginar la sangre que me comenzó a salir. Interrumpimos la función y mis compañeros pedían a gritos ¡un médico en la sala! Todo el teatro estalló en risa y aplausos. Nos costó mucho convencer al público de que mi accidente no era un chiste.
-¿Se han imaginado a
Beethoven contando chistes?
-Con ese geniecillo que tenía&...; ¡No! Pero sí veo como buenos contadores de chistes a Mozart y a Schubert.
-¿Los argentinos son engreídos o se hacen?
-Las dos cosas.
-¿Cuál es el público que más les ha costado hacer reír?
-Hace unos años en San Sebastián, España, nos pasó algo curioso. Un grupo de ancianos compró un bono para varias funciones de música clásica y por accidente el empresario nos incluyó en el paquete. Cuando comenzamos la función los viejitos esperaban música clásica y estaban desconcertados porque nosotros estábamos haciendo chistes. Fueron 15 ó 20 minutos de un silencio terrible&...; nadie reía. Pero al ratito entendieron lo que estaba sucediendo y comenzaron a carcajearse, al final la presentación fue un éxito.
-¿En qué son vírgenes todavía?
-Hay muchas cosas en las que todavía somos vírgenes, pero me da vergüenza confesarlo. (Explota en risa y después dice, ya más serio): Jamás hemos filmado una película y eso es algo que nos hubiera encantado hacer.
-¿Alguna vez se hubieran presentado con Olmedo y Porcel?
-Sí, sobre todo con Olmedo, que era una persona con un humor muy puro, nos hacía reír a carcajadas.
-¿En qué nunca se ponen de acuerdo?
-Necesitamos estar de acuerdo los cinco. Y prueba de ello es que jamás hemos tenido director.
-Si fueran parlamentarios, ¿cuál sería la primera ley que propondrían?
-Intentar que el ciento por ciento de los niños acceda
Néfer Muñoz,La Nación (Costa Rica)
(28-11-98)